LOS MENSAJEROS: UNA NUEVA PLATAFORMA DE DESARROLLO

Los mensajeros instantáneos son algunas de las aplicaciones más populares en todos los sistemas operativos. En Argentina WhatsApp encabeza los rankings de descargas tanto en Google Play como en el AppStore de iOS, y Facebook Messenger lo secunda. Esto se repite en la mayoría de los mercados en nuestra región y en Europa, e, incluso en mercados peculiares como el de los Estados Unidos, donde el SMS ilimitado ha generado menos incentivos para que los usuarios adopten estas apps, los mensajeros (incluyendo los que utilizan a los mensajes de texto) son una de las funcionalidades más utilizadas por los usuarios de teléfonos inteligentes. Y esto no ocurre por casualidad.

Los mensajeros instantáneos, en todas sus formas y sabores, son la herramienta más rápida y conveniente de comunicación con otras personas. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora GFK entre 95 mil usuarios de smartphones durante los últimos meses de 2015, las personas dedican el 22% del tiempo que pasan utilizando sus dispositivos enviando y recibiendo mensajes de texto (a través de cualquiera de las plataformas disponibles). Este es el uso principal, junto con consumir contenidos como videos, sitios web, y música – lo cual ocupa otro 22% del tiempo – que las personas hacen de sus equipos. El uso de redes sociales, por su parte, ocupa el 10% del tiempo, al igual que el envío y recepción de correos electrónicos. El mismo estudio permitió determinar que enviar y recibir mensajes de texto es lo primero que hacen con su celular el 67% de las personas. De acuerdo con la revista Time, el estadounidense promedio de entre 18 y 29 años recibe unos 88 mensajes instantáneos diarios. En otros grupos etarios el promedio es un poco menor, pero igualmente se mantiene como la principal vía de comunicación. Incluso entre los mayores de 65.

Es por esto que no debe resultar extraño que tanto todo tipo de nuevas startups, como los gigantes de Internet sigan apostando por esta tecnología. Y últimamente, por un lado gracias al boom de la privacidad el cual dio lugar a nuevos desarrollos de mensajería encriptada y más segura, y por otro gracias al desarrollo de nuevas aplicaciones mixtas como Snapchat y la más reciente Peach, que combinan la mensajería con funciones más sociales, el espacio volvió a despegar.

Es en este contexto que la mensajería instantánea se ha convertido en más que una herramienta de comunicación, y en mucho más que un espacio competitivo donde empresas como Facebook, Google, Apple y muchos grandes inversores apuestan por conquistar a la mayor cantidad de usuarios posibles. También se ha convertido en una plataforma de desarrollo.

Cuando hablamos de plataforma de desarrollo, nos referimos a que la mensajería se ha convertido en una herramienta sobre la que, distintas nuevas startups, han comenzado a montar sus propios servicios. Así, han surgido todo tipo de nuevas alternativas, como asistentes virtuales, personal shoppers, servicios de reserva de restaurantes, y hasta pagar sus compras a través de un SMS.

 

Las ventajas de esta plataforma

Desarrollar nuevos servicios sobre la mensajería de texto tiene múltiples ventajas. Por un lado se trata de una tecnología sencilla que es compatible con cualquier tipo de teléfono, y que puede ser utilizada desde múltiples aplicaciones. Hace más de dos años Hangouts, el mensajero instantáneo de Google, y recientemente Facebook Messenger, han comenzado a incorporar la posibilidad de combinar mensajes de texto con los mensajes enviados a través de sus aplicaciones en un solo lugar. Pero incluso si un nuevo servicio decide utilizar un mensajero popular, como WhatsApp, su alcance sería mucho mayor al que podría desarrollar con una aplicación propia, la cual indefectiblemente dejaría de lado a usuarios de múltiples sistemas operativos menores, y de feature phones para los cuales muchas veces no es posible (o no tiene sentido) desarrollar apps complejas, pero para los que este mensajero sí se encuentra disponible. El SMS, además, no requiere de cobertura de datos, por lo que puede ser utilizado incluso cuando hay muy poca señal y en las redes más antiguas.

Al mismo tiempo, lanzar un servicio que se vale de la mensajería permite lanzar de manera veloz, y a menor costo, al no precisar del desarrollo de una aplicación móvil o de un sitio web complejo.

Finalmente, cuenta con la enorme ventaja de facilitar el proceso de adquisición de usuarios. Y es que, lejos de tener que bajar una app o visitar un sitio web y luego suscribirse, éstos simplemente deben agregar un número de teléfono a su agenda y comenzar a utilizar el servicio. La simpleza de este proceso variará de acuerdo con la naturaleza de cada servicio, pero en reglas generales plantea barreras de entrada más bajas que otras alternativas más tradicionales.

Es por eso que, a pesar de carecer de sofisticación tecnológica, existe un pequeño grupo de startups que han comenzado a desarrollar sus negocios sobre estas plataformas de mensajería.

 

Algunos casos icónicos

Magic: un asistente todopoderoso

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Magic es un asistente virtual cuyo objetivo es resolver cualquier tipo de compra o requerimiento que pueda tener un usuario. Su funcionamiento es sencillo, sólo basta con enviar la palabra “Magic” al 83489 para comenzar a hablar con un operador de la compañía. Estos operadores ayudarán al usuario a obtener lo que necesite, siempre y cuando se trate de una mercancía o servicio legal. Así, por ejemplo, es posible pedirle a Magic que busque y reserve un vuelo en un determinado día y horario; que encargue y le envíe chocolates a una determinada persona el día de los enamorados; o que nos compre un determinado pantalón que está en oferta en una tienda específica y nos lo envíe. La compañía se compromete a cumplir con el pedido de la manera más rápida y barata posible.

Hablar con Magic es gratis, pero para realizar compras el usuario debe cargar una tarjeta de crédito, la cual se carga a través de un link enviado por el operador antes de hacer cualquier compra. La empresa cobrará el precio del producto y el envio más una pequeña propina.

Recientemente Magic lanzó su servicio Magic+, el cual permite hacer compras más complejas, como contratar un itinerario completo de viaje, o reservar un Jet privado; o hasta tener un asistente full time para organizar un casamiento o un evento corporativo. A diferencia del servicio básico, esta opción tiene un costo de $100 dólares por hora.

 

Cloe: la mejor forma de encontrar atracciones cercanas

Cloe es otro servicio que permite utilizar mensajes de texto para contactarse con un equipo de expertos a los que se les puede pedir consejos y direcciones a la hora de salir. Así, esta “app” permite descubrir restaurantes, comercios, museos, y atracciones turísticas haciendo preguntas como “¿dónde puedo comer comida china en x barrio?”.

A diferencia de Google Now o Siri, Cloe nos recomendará un solo lugar, pero nos dará información mucho más profunda y detallada, con un toque más humano.

Así como estas, muchas otras compañías han comenzado a utilizar el SMS como plataforma para ofrecer sus servicios. Otras, que ya cuentan con aplicaciones propias y más complejas, también han comenzado a valerse de este canal para agregar valor a sus servicios. Un ejemplo de esto es Tab, una app de reserva y pago de restaurantes canadiense, la cual recientemente habilitó un número por el que los usuarios pueden hacer lo mismo que en la aplicación, pero hablando con un representante por mensajes de texto.

 

Otras empresas han empezado a usar este canal para ofrecer servicio de atención al cliente. Tal es el caso del sistema de alquiler temporario de automóviles Zipcar, así como de muchas líneas aéreas, que envían notificaciones sobre el estado de sus vuelos por ese medio.

La industria móvil podrá destacarse por su evolución permanente, pero a veces las herramientas más antiguas son capaces de funcionar como una plataforma muy eficiente para construir nuevos negocios, o para agregarle valor a otros que ya existen. Después de todo, innovar no implica inventar algo nuevo, sino que utilizar aquello que ya existe de manera más original.

LOS JUEGOS Y LA REALIDAD VIRTUAL: PROTAGONISTAS DEL MWC 2016

Si algo quedó claro tras el cierre del Mobile World Congress 2016 (MWC 2016) es que la realidad virtual llegó para quedarse. Y es que tanto los principales fabricantes de móviles, como las más importantes compañías tecnológicas aprovecharon el evento para mostrar todo tipo de innovaciones y nuevos productos vinculados con esta tecnología que, a diferencia de otros años, no quedó relegada a un rincón futurista, sino que acaparó gran parte de las presentaciones, los stands, y las conferencias.

Realizado en Barcelona y organizado por GSMA, la asociación que nuclea a las principales empresas vinculadas al mundo móvil, este congreso es el evento más importante relacionado con la industria móvil a nivel global, por lo que resulta un foro de suma importancia tanto para mostrar los nuevos desarrollos de producto, como para definir el camino que las operadoras, los OEMs (fabricantes), los desarrolladores, y hasta los anunciantes seguirán durante el año que comienza. Es por eso que la presencia masiva de la realidad virtual en el evento habla de la importancia que las empresas de todos los sectores le están dando a esta tecnología. Como miembro de GSMA Vrainz viajó al MWC 2016, desde donde presentamos lo último en esta tecnología.

Samsung y Facebook apuestan fuerte por esta tecnología

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A pesar de haber sido una de las primeras compañías en lanzar un producto vinculado a la realidad virtual – un visor de $99 creado en conjunto con Oculus, que se activa al colocar un Galaxy Note IV o V en la punta – pocos esperaban la gran apuesta que Samsung hizo por esta tecnología este año. La sorpresa principal llegó de la mano de sus nuevos flagships, el Galaxy S7, y el Galaxy S7 Edge, los cuáles son compatibles con el visor VR, el cual se comenzará a comercializar de manera gratuita con los smartphones de mayor valor de la marca; y con el anuncio de la Gear 360, una cámara capaz de filmar en 360 grados y crear videos de realidad virtual de manera automática cuando se la conecta con uno de los dispositivos de la marca.

Al mismo tiempo Samsung presentó distintos juegos, como el Land’s End y el Gunjack, un tirador en primera persona, creados utilizando la API que la compañía creó junto a Oculus, por lo que resultan exclusivos para la marca. Así, la gigante coreana, fue la única marca en ofrecer una solución total para la creación y el consumo de contenido de realidad virtual.

Es por esto, y por el trabajo conjunto realizado con Oculus, una empresa de Facebook, que Mark Zuckerberg participó de la presentación y se subió al escenario en la conferencia previa al comienzo del MWC. Allí, el fundador de la red social, habló acerca la importancia que esta tecnología tiene para potenciar el negocio móvil, y sobre como el desarrollo de nuevas redes 5G darán lugar al streaming de contenido para esta plataforma, que podrá ser consumido por los usuarios en tiempo real viviendo una experiencia totalmente inmersiva.

Al mismo tiempo, el magnate de Internet explicó que la realidad virtual tendrá usos más allá de los juegos y el entretenimiento. En su opinión no falta mucho para que se pueda trabajar de manera colaborativa, mantener reuniones de trabajo, y hasta participar de eventos sociales de manera virtual. Es por eso, explicó, que Facebook apuesta por convertir a estos productos en el entorno donde se realizarán gran parte de las interacciones sociales del futuro. Algo que hoy puede sonar descabellado y deshumanizante, pero que puede convertirse en una realidad mucho antes de lo que imaginamos.

De esta forma Facebook presentó Oculus, su casco de realidad virtual, el cual permite vivir experiencias inmersivas conectado a una computadora. El mismo será lanzado este año a $599 dólares en los Estados Unidos.

HTC se posiciona para ser una de las líderes en esta vertical

HTC VIve. Fuente: HTC

HTC VIve. Fuente: HTC

Otra de las empresas que apostó con fuerza por las tecnologías de realidad virtual fue HTC.

A pesar de su alto grado de innovación y la altísima calidad de sus productos, la compañía taiwanesa viene perdiendo cuota de mercado en su negocio de smartphones desde hace varios años. Es por eso que el éxito de Vive, su nuevo casco de realidad virtual, resultará vital para que ésta vuelva a salir a flote. Y dada la sofisticación de su nuevo producto, es esperable que esto suceda.

Vive es un casco de realidad virtual que, conectado con una computadora, permite jugar, consumir videos 360, y realizar todo tipo de experiencias virtuales. En este sentido es idéntico a Oculus, el producto que Facebook lanzará este año al mercado. Sin embargo, el casco de HTC incorpora algunas innovaciones extra como sensores que detectan el movimiento de todo el cuerpo, lo que permite jugar sin la necesidad de controles externos, y que de paso previenen accidentes al detectar y alertar acerca de objetos en el camino; una cámara frontal; y la posibilidad de conectarse con un smartphone para permitir que el usuario responda y realice llamadas mientras disfruta de su experiencia virtual.

LG, y una estrategia similar a la de Samsung

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Así como Samsung, LG aprovechó el MWC para presentar sus nuevo equipo de bandera, el LG G5, uno de los smartphones más interesantes en el mercado. Además de contar con memoria expansible y una batería intercambiable, este dispositivo modular cuenta con una serie de periféricos extra que permiten ampliar su funcionalidad. Llamados “Friends” (amigos) por la marca, estos gadgets incluyen, entre otras cosas, una cámara 360 que permite tomar video que registra todas las direcciones, y un visor de realidad virtual. Destacado por la marca como el más liviano y cómodo de la marca (y el único que no despeina a su usuario), este visor se conecta al smartphone, lo que lo vuelve un producto más móvil que los creados por HTC y Facebook.

A diferencia de Samsung, LG no cuenta todavía con una plataforma de desarrollo propia, aunque sin dudas apuesta por convertirse en una de las líderes del espacio.

¿Por qué tanto interés por la realidad virtual?

Existen varios motivos por los que todas las empresas líderes apuestan por esta tecnología. Por un lado, cuando los mercados móviles más desarrollados se acercan a su saturación, es necesario encontrar nuevos caminos para impulsar el crecimiento. Al mismo tiempo, si bien los nuevos smartphones son cada vez más avanzados y poderosos, esto ya no se refleja tan claramente en la experiencia del usuario. Y es que, a diferencia de lo que ocurría hasta hace unos años, cada nueva generación de celulares no representa un salto tan grande en materia de innovación con respecto a sus antecesoras, lo que extiende la vida útil de los equipos, y disminuye el recambio. Y mientras el mercado de las PC se amesetó justamente por ese motivo, un nuevo medio como lo es la realidad virtual, puede volver a darle ese nuevo impulso a la industria móvil para seguir creciendo. Al mismo tiempo, mientras los servicios de valor agregado ya se han convertido en la principal fuente de ingresos para las operadoras en muchos mercados, desarrollar servicios que potencien el consumo de datos resulta fundamental para apuntalar el modelo de negocios y expandir la facturación de estas compañías. Finalmente, para empresas como Facebook, desarrollar éstas tecnologías le permite mantenerse a la vanguardia, y asegurarse de ser parte de la revolución que viene, y no perder cuota frente a un nuevo competidor todavía desconocido.

Sin embargo, esta tecnología también presenta desafíos no menores. Por un lado, el consumo de datos necesario para descargar un video 360 en alta definición es muy elevado, y una base de usuarios consumiendo este tipo de contenido de manera sostenida significará un aumento en el tráfico aún superior al planteado por el video en HD y 4K. Esto implica una mayor inversión en redes por parte de las operadoras, y una necesidad de espectro cada vez mayor, así como la adecuación de las tarifas de los planes de datos a esta nueva realidad.

Resta todavía saber si existe un verdadero interés por parte de los consumidores en la realidad virtual. Y es que, hasta ahora, todo el entusiasmo por este nuevo medio se observó de parte de los fabricantes y otras grandes empresas. ¿Existe la posibilidad de que todas ellas estén apostando por una tecnología que a los usuarios finalmente puede no interesarles? Dado que, a pesar de la magnitud de los anuncios, todavía prácticamente no existen productos de esta categoría en el mercado, es imposible saberlo. Lo que es innegable es que todos los grandes apuestan por esta tecnología, y el MWC fue el escenario donde lo demostraron.

FOURSQUARE Y LA ETERNA BÚSQUEDA DE UN MODELO DE NEGOCIOS

Es necesaria mucho más que una buena idea para que una aplicación sea viable. En primer lugar, es necesaria una buena implementación. También es fundamental contar con un plan de marketing adecuado, buena distribución, buen posicionamiento en las tiendas de aplicaciones, incentivos para retener a los usuarios y que éstos la utilicen una y otra vez y, por supuesto, un modelo de negocios sano y sustentable que permita monetizarla. Y si bien es posible sobrevivir sin alguno de estos elementos, el plan de negocios resulta extremadamente importante. Y es que son pocas las apps que, como Snapchat, pueden permitirse no ganar dinero, y cuando lo hacen en general es porque apuntan a un bien mayor como lo es ganar el suficiente volumen de usuarios como para poder monetizar más en el futuro. Pero éste ciertamente no es el caso de Foursquare, una de las redes sociales móviles más creativas.

Desde su lanzamiento en marzo de 2009, Foursquare se ha destacado por su carácter mayormente móvil. Concebida como una red social en la que los usuarios podían hacer “check-in” en los lugares que visitaban, esta aplicación se convirtió rápidamente en una forma de encontrarse con amigos, conocer a personas que visitan un mismo espacio, encontrar recomendaciones gastronómicas y de salidas de conocidos y líderes de opinión. Al mismo tiempo, se convirtió en una herramienta útil para los comercios y restaurantes, los cuales podían ofrecer premios e incentivos como descuentos a cambio de un “check-in” en sus locales. Incorporando elementos de gamification, como placas y trofeos al cumplir ciertas metas, o reconocimientos como nombrar “alcalde” de cada local o sitio marcado en la aplicación a la persona que más lo concurría, esta app lograba un alto nivel de engagement, es decir, de uso permanente por parte de sus usuarios. Y con 45 millones de usuarios activos hacia fines de 2013, se convirtió en una de las startups más atractivas en el mundo. Sin embargo, por mucho tiempo, Foursquare tuvo un problema fundacional. Y es que no encontraba su modelo de negocios.

En su versión original, el modelo de negocios de la App consistía en ofrecer el servicio de manera gratuita para los usuarios, quienes podían buscar restaurantes cercanos en su mapa o listado, y también —aplicando filtros como tipo de local y precio, entre otros— seguir a sus amigos, hacer check ins, y compartir el contenido por otros medios. Al mismo tiempo, los comercios y restaurantes podían darse de alta y hasta crear promociones exclusivas —llamadas “specials”— para las personas que hicieran check-in en sus locales, para sus nuevos clientes, para los recurrentes, o para cualquiera que cumpliera las condiciones que éstos establecieran, generando incentivos para que sus clientes los dieran a conocer, y para que otros no clientes ingresaran e hicieran una compra. Esto también era gratuito. Sin embargo, los comercios podían acceder a un servicio Premium en el que, por $10 dólares, podían crear promociones visibles en el listado principal. Si bien en un gran volumen este modelo de negocios podía funcionar, la realidad es que Foursquare no logró facturar lo suficiente como para volverse rentable.

Es por eso que la compañía intentó otro camino estableciendo alianzas. En un primer momento lo hizo con American Express, cuando en 2011 ambas compañías hicieron un acuerdo por el cual los clientes de la tarjeta de crédito podían obtener promociones especiales cuando visitaran un comercio, hicieran check-in en Foursquare y pagaran con sus Amex. Si bien este acuerdo fue un gran paso para el startup, éste no implicó ningún tipo de pago por parte de la tarjeta de crédito, por lo que se trató más de un experimento con el que la compañía buscaba inaugurar una nueva línea de monetización. Lamentablemente, la idea no prosperó.

Aún lejos de encontrar un modelo de negocios sustentable, en 2014 la compañía decidió dar un paso radical. Así fue que dividió su aplicación en dos. Por un lado Foursquare fue renovada completamente, y se convirtió en un competidor de Yelp, la popular aplicación para descubrir restaurantes y comercios. A diferencia de Yelp, sin embargo, la nueva app de este startup utiliza la ubicación de los usuarios y sus preferencias para hacer mejores recomendaciones. Al mismo tiempo, permite leer y dejar comentarios, y hacer listados de lugares favoritos para recibir mejores recomendaciones. Sin embargo, todos los elementos de gamification, como el botón de “check-in”, los “specials” y los trofeos fueron removidos, así como la posibilidad de seguir y encontrar a amigos a través de la app. Estos elementos, en cambio, fueron colocados en Swarn, la segunda aplicación de la compañía, la cual heredó el aspecto más social de la vieja Foursquare.

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Como herramienta de monetización, las nuevas apps incorporan ads, es decir, avisos publicitarios. Estos pueden ser dados de alta por los comercios y restaurantes, y les permite ubicarse al tope de las listas maximizando las chances de ser descubiertos por los usuarios. A diferencia de otros sistemas de publicidad, Foursquare tiene como ventaja la posibilidad de llegar a usuarios cercanos y con determinadas preferencias. Con un modelo puramente de CPA, los comercios solamente pagan cuando los usuarios acceden a ver sus datos, o visitan el local. Esta herramienta, sin embargo, tampoco permitió que la compañía se volviera rentable.

A pesar de todos estos cambios, experimentos, y sus fallas al momento de monetizar, Foursquare fue, desde el comienzo, una aplicación sumamente popular. Y este es, quizás, el motivo por el que la empresa —una de las estrellas de Silicon Alley, el ecosistema emprendedor de Nueva York— nunca dejó de recibir financiación. Al día de hoy la compañía lleva levantados $166,4 millones de dólares, de parte de 18 inversores en seis rondas distintas, la más reciente (y cuantiosa) de las cuales concluyó el 14 de enero de 2016.

¿Pero cómo es posible que sin un modelo de negocios sólido la compañía haya conseguido tal nivel de inversión? La respuesta está dada, en un primer lugar, por su enorme potencial. En segundo —y esto explica el reciente desembolso de $45 millones de dólares por parte de inversores de la talla de Morgan Stanley, DFJ Growth, y otras, aunque a una menor valuación—, con que ahora sí la compañía parece haber hallado su rumbo.

Cuando dividió su aplicación, Foursquare lo hizo no solamente como reconocimiento de que el grueso de sus usuarios la utilizaban como un sistema de descubrimiento de comercios y restaurantes. Lo hizo porque ya no necesitaba que éstos hicieran “check-in” para obtener información sobre sus hábitos y preferencias. Y es que la nueva App sigue permanentemente las acciones de sus usuarios y obtiene información acerca de los lugares que éstos visitan, por cuánto tiempo, y con qué frecuencia. Así, no solamente puede ofrecerles mejores recomendaciones, sino que además la empresa ha construido la base de datos más impresionante de localización y hábitos de consumo en el mundo físico. Esto, combinado con la mayor base de datos de locales comerciales y restaurantes, le proporciona una herramienta de gran valor para todo tipo de compañías de consumo y sistemas de publicidad.

De esta forma Foursquare aprovechó esta ventaja para crear servicios como Pinpoint, el cual le vende los datos a empresas de la talla de Apple, Twitter, Samsung, y AT&T, entre otras, las cuales usan estos datos para crear avisos publicitarios más efectivos, y para comprender la relación entre los usuarios y los comercios creando, por ejemplo, mapas de afinidad entre usuarios y determinadas cadenas, y estableciendo mejores filtros, no solamente demográficos y geográficos, sino que estableciendo la relación individual entre cada consumidor y cada marca.

De esta manera, la empresa ha encontrado, finalmente, el modelo de negocios que estaba necesitando. Es interesante observar el caso de Foursquare porque constituye un ejemplo claro acerca de lo complicado que puede resultar —para nuevos negocios y servicios innovadores— el encontrar el modelo de negocios adecuado. Lamentablemente, la gran mayoría de las compañías no tienen el tiempo ni la inyección permanente de recursos que este startup ha tenido. Esto, sin embargo, ocurrió gracias al enorme foco en el producto que su equipo ha puesto desde el primer día, y en la gran capacidad que éste tuvo de generar tracción y mantenerse vigente, así como de experimentar de manera permanente, a pesar de la adversidad.

La situación de Foursquare de ninguna manera es equiparable a la de la mayoría de los startups argentinos y latinoamericanos, los cuales rara vez tienen acceso a tal nivel de financiamiento, incluso si son exitosos en construir una base de usuarios fieles. Sin embargo, resulta inspiradora para descubrir que, a la hora de monetizar, la respuesta más obvia no siempre es la correcta.

LA INDUSTRIA MÓVIL SE DA CITA EN EL MOBILE WORLD CONGRESS 2016

Como cada año en febrero Barcelona se viste de gala para recibir a los más importantes actores de la industria móvil. Ejecutivos de las principales operadoras, fabricantes, desarrolladoras, y compañías móviles del mundo, así como emprendedores, entusiastas, y periodistas estarán presentes en la que será la undécima edición del Mobile World Congress, el evento anual más trascendente para el sector. Organizado por GSMA, la organización que nuclea a las principales compañías móviles en el mundo, y de la que Vrainz es el único miembro en su rubro en Argentina, el evento será el foro donde se discutirán los próximos pasos e innovaciones que hará la industria en distintas áreas durante el año por venir. En este artículo nos proponemos conocer de qué se va a hablar, y qué podemos esperar en líneas generales de este suceso que ya viene dando que hablar.

Lanzamientos, lanzamientos, y más lanzamientos

Uno de los principales atractivos del MWC, especialmente para la prensa y los usuarios, tiene que ver con el lanzamiento de los nuevos equipos de algunos de los principales fabricantes. Y 2016 no será la excepción. Este año se espera con mucha anticipación el lanzamiento de los nuevos Galaxy S7 y S7 Edge, que se convertirán en los nuevos flagships de Samsung, el principal fabricante de smartphones a nivel mundial. Aunque ya hay varios rumores circulando acerca de las prestaciones que tendrán estos equipos, los cuales se sospecha que incluirán memoria expansible – algo que habían perdido en su última edición – y una pantalla sensible a la presión similar a la del iPhone 6S, la realidad es que habrá que esperar hasta el domingo 21 de febrero para que la compañía haga su gran anuncio en las vísperas del comienzo del Congreso.

LG, por su parte, planea adelantarse a Samsung y marcar su territorio como uno de los pesos pesados de la industria, un derecho que se ganó tras varios años desarrollando equipos excelentes y muy innovadores, presentando su flamante LG G5. Aunque se conocen pocos detalles de este equipo, se sabe que traerá una tapa táctil con la que será posible atender llamados, y un exterior metálico.

HTC, una compañía que se ha destacado por su enorme poder de innovación – y por su escasa capacidad de convertir a sus increíbles productos en éxitos – este año no presentará un nuevo Smartphone, sino que pondrá todas sus fichas en sus nuevos cascos de realidad virtual, llamados Vibe, con los que aspira a convertirse en uno de los referentes en ese sector. Aunque ya se conocen varios detalles de la tecnología desarrollada por la empresa taiwanesa, se espera que el MWC sea el ámbito donde finalmente se conozcan sus precios.

Finalmente cabe destacar a Nokia, alguna vez líder indiscutido del sector, que este año podría sorprender ya sea presentando equipos como antenas 5G orientados a operadoras, sus principales clientes, o dar el batacazo anunciando un nuevo Smartphone, una idea con la que la compañía finlandesa venía coqueteando ahora que se terminó la cláusula que le impedía competir en ese mercado luego de la venta de su división de teléfonos celulares a Microsoft en 2013.

Qualcomm, el principal fabricante de procesadores para celulares, por su parte presentará el Snapdragon 820, su nuevo y más potente chip con el que estarán equipados muchos de los nuevos flashships del mercado.

Otras empresas que podrían presentar nuevos productos son Sony, Huawei, Xiaomi, Microsoft, Blackberry y Lenovo – especialmente en su línea Moto, antes vendida bajo el paraguas de Motorola -, entre otras.

Realidad Virtual y Realidad Aumentada

Dos de las grandes protagonistas de este MWC serán la realidad virtual y la realidad aumentada, dos segmentos que, como veíamos hace algunas semanas, son la gran promesa para el futuro del móvil. Esta vez, muchas de las grandes compañías participantes de este Congreso presentarán sus innovaciones. Entre ellas, como ya hemos visto, se destaca HTC, pero también Microsoft, Samsung, Facebook, y en menor medida Google, todas las cuáles han hecho grandes inversiones en estos campos y apuestan por desarrollar el estándar para este nuevo negocio.

Además de presentarse nuevos productos, el evento contará con charlas y conferencias dedicadas a explorar este nuevo mercado y las nuevas tecnologías. Incluso habrá un seminario dedicado a los estados inteligentes, y a las oportunidades que ofrece el móvil para “aumentar” las experiencias en vivo en todo tipo de espectáculos.

El futuro de las redes

A pesar de todas estas presentaciones, el Mobile World Congress es mucho más que un evento enfocado en los nuevos productos y dispositvos. Allí los más de 94 mil profesionales de la industria que se acercarán desde todo el mundo también discutirán todo lo relacionado con el presente y el futuro del negocio. Uno de estos aspectos tiene que ver con el futuro de las redes.

Y es que en 2016 gran parte de la energía del Congreso estará volcada a establecer cómo será el futuro, tanto desde el punto de vista tecnológico como regulatorio, tanto de las redes 4G como de las futuras redes 5G que comenzarán a desplegarse a nivel comercial alrededor de 2020 y que podrían cambiar de manera radical la forma en la que se ofrecen los servicios móviles.

Aunque el 5G pueda parecer lejano, la realidad es que ya está a la vuelta de la esquina, y operadoras como la coreana SK Telecom y la estadounidense Verizon ya están comenzando a hacer pruebas y desarrollar protocolos que les permitirán comenzar a implementar esta tecnología.

El punto más interesante a discutir será la compartimentalización de las redes en subredes virtuales que permitirán ofrecer más servicios con mayor flexibilidad. Es decir, a diferencia de lo que ocurre hoy cuando los distintos servicios corren sobre redes distintas (la voz corre sobre una red 2G o 3G, y los datos sobre redes 3G o 4G), el 5G estará constituido sobre una sola red con un solo set de frecuencias. Los servicios de voz, entonces, se transmitirán como si se tratara de cualquier otro dato, permitiendo mejor definición, y el uso de varios servicios en simultáneo, entre otras ventajas. En el mismo sentido, los fabricantes, las operadoras, y los grandes desarrolladores de infraestructura móvil como Nokia, Ericsson, Huawei, Alcatel-Lucent (ahora propiedad de Nokia) y otras, tendrán que ponerse de acuerdo entre ellos y con las autoridades regulatorias para definir las frecuencias que serán asignadas para estos nuevos estándares de comunicación los cuales, a diferencia de los existentes hasta ahora, podrían ser globales, terminando finalmente con la gran fragmentación que existe tanto en la tecnología como en las bandas utilizadas hoy por las distintas compañías.

La Internet de las Cosas

Otro de los campos que tendrá una fuerte presencia este año es la Internet de las Cosas, y en especial el rápido avance de los automóviles autónomos, los dispositivos de seguridad, y las conexiones M2M (máquina a máquina) en el mundo industrial.

Lee más acerca de los avances de la Internet de las Cosas haciendo click aquí.

Innovación

Como cada año el MWC tendrá una importante dosis de tiempo dedicada a la innovación en la industria. Esto ocurrirá tanto desde el punto de vista comercial, sobre el que se ofrecerán seminarios y conferencias acerca de temáticas que tienen que ver con el modelo de negocio de las operadoras como “¿El fin de los subsidios?”, hasta con el mercado de las aplicaciones, la publicidad móvil y los desafíos planteados por los ad-blockers (bloqueadores de avisos publicitarios); como desde el punto de vista tecnológico, donde se discutirá el futuro de las computadoras cognitivas, y hasta el uso del grafeno para el desarrollo de transistores más pequeños y eficientes.

Como siempre, el aporte de la tecnología y la infraestructura móvil para la inclusión digital y financiera serán muy importantes en este congreso, así como el futuro del comercio móvil, los juegos, y la comunicación, tres áreas en plena expansión desde hace varios años.

El Mobile World Congress 2016 se desarrollará entre el lunes 22 y el jueves 25 de febrero en Barcelona y, como cada año, será el principal punto de encuentro para toda la industria.

LAS VENTAJAS DE CONTAR CON MEJORES REDES MÓVILES

Mientras en Argentina se produce un acalorado debate en torno a la actualización de las tarifas de los servicios públicos, es frecuente escuchar a los referentes del sector, y también a periodistas y ciudadanos de a pie, indicar que si las personas gastan una determinada cantidad de dinero todos los meses en sus servicios móviles y sus suscripciones al cable, resulta insensato quejarse por una suba en los precios de la electricidad. Independientemente de la validez del argumento, y de la posición que cada uno pueda tener en esta polémica, la realidad es que es habitual que, cuando nos referimos a los servicios móviles, lo hagamos pensando que se trata de servicios suntuarios. De servicios que no resultan tan vitales, o tan importantes como otros. Sin embargo, aunque en muchos casos nuestros móviles sean, efectivamente, utilizados como medio de entretenimiento, como herramientas de consumo de contenido, o dispositivos de comunicación con amigos y familiares, la realidad es que la industria móvil le hace un enorme aporte a la economía de los países, tanto desde el punto de vista de la creación de empleo directo e indirecto, como de la infraestructura que provee para que se desarrollen todo tipo de negocios y servicios básicos.

En este artículo, nos proponemos conocer más en profundidad los aportes que el sector móvil en su totalidad le hace a la sociedad actual y cómo, en gran medida, su desarrollo aporta al crecimiento de la economía en su conjunto.

 

La contribución del sector móvil a la economía en América Latina

De acuerdo con datos de GSMA, la asociación que nuclea a las principales operadoras y compañías vinculadas al móvil del mundo —de la que Vrainz es el único socio argentino fuera de las operadoras locales—, la industria móvil hace una enorme contribución a la economía de la región. Con sus más de 650 millones de conexiones activas (es decir, líneas en operación), en 2013 el sector aportó directa o indirectamente unos US$ 241 mil millones de dólares a la economía regional. Esto equivale al 4,1% del PBI, cifra que se espera que crezca a US$ 275 mil millones (4,5% del PBI regional) hacia 2020. Esta contribución ocurre a partir del agregado de todas las actividades vinculadas a esta industria, es decir, servicios ofrecidos por las operadoras (voz, texto y datos, entre otros), venta de equipos, venta de aplicaciones, publicidad móvil, y otros; así como de la mayor eficiencia que estos servicios les aportan a otras actividades.

Al mismo tiempo, el sector móvil ha creado más de un millón de empleos directos a nivel regional, y otros 1,2 millones de manera indirecta, siendo una de las nuevas industrias de mayor relevancia en la generación de fuentes de trabajo en todos los países en los que se encuentra. Estas cifras, se proyecta, crecerán año a año, y generarán 200 mil empleos directos nuevos hacia 2020.

En cuanto a los aportes directos a las cajas de los distintos Estados en la región que la industria hace de manera directa en forma de impuestos y tributos, el sector móvil aportó US$ 41 mil millones en 2013. Esta cifra, también, se mantiene en crecimiento, y alcanzará los US$ 53 mil millones de dólares en 2020. Al mismo tiempo, el sector aporta dinero a los erarios públicos a través del pago de licencias, y en las subastas de espectro, como la realizada el año pasado en nuestro país durante la asignación de las bandas de 4G y la ampliación del espectro 3G, en las que el Estado recaudó casi US$ 2.000 millones de dólares de parte de las operadoras locales.

A nivel global, el aporte del sector a la economía fue de US$ 3 billones de dólares (es decir, 3 millones de millones de dólares) en 2014, lo que equivale al 3,8% del PBI mundial. Hacia 2020 esa cifra crecerá a US$ 3,9 billones.

Pero este es sólo el comienzo, el aporte del móvil es mucho más importante que un mero factor económico. Esta industria es una gran generadora de oportunidades, que permite que otras actividades económicas y sociales se desarrollen de maneras que antes resultaban imposibles.

 

El aporte social del móvil

Hasta ahora no hemos diferenciado al móvil de otras grandes industrias más allá que por su aporte económico, pero la realidad es que el mayor valor que ha generado este sector tiene que ver con la creación de una infraestructura sobre la cual se ha montado una innumerable cantidad de negocios, surgido todo tipo de oportunidades, y hasta servicios sociales capaces de transformar de manera radical a nuestra sociedad.

Por un lado, el aporte más obvio de esta industria tiene que ver con un aumento marcado de la productividad en todo tipo de sectores. Las posibilidades que la tecnología móvil les ofrece a todo tipo de industrias tradicionales son enormes, y no hace falta demasiada imaginación para poder comprenderlas. Gracias a la gran cobertura y a los bajos costos del móvil, las industrias ya no necesitan montar redes propias de comunicación, y tienen la posibilidad de comunicarse de manera instantánea con toda su estructura alrededor del mundo. Al mismo tiempo, el móvil permite montar nuevos canales de ventas, de comunicación y de adquisición de clientes de manera relativamente sencilla, y llegar a nuevos consumidores en cualquier lugar. Así, esta tecnología no solamente ha beneficiado a las grandes empresas, sino que ha nivelado la cancha, dando lugar a que pequeños comerciantes y nuevas empresas desarrollen sus negocios y lleguen a una gran masa de nuevos clientes.

Al mismo tiempo, el móvil ha dado lugar a todo tipo de nuevas actividades y al nacimiento de nuevas oportunidades en innumerable cantidad de sectores. Entre ellos, se destaca el de los videojuegos, la mensajería, y los servicios bancarios, entre otros. Cada año, cientos de miles de puestos de trabajo se crean en industrias vinculadas con el desarrollo de software, publicidad móvil, comunicación, y redes sociales, todas áreas que —si no fuera por la enorme penetración que la telefonía celular ha alcanzado— no se habrían desarrollado de la manera en la que lo hicieron. Al mismo tiempo, esta industria es el eje por el que se desarrollarán nuevas oportunidades en sectores como los de la Internet de las Cosas, la realidad virtual y la realidad aumentada, tres áreas que prometen un enorme desarrollo y expansión durante los próximos cinco años. En otras palabras, el móvil se ha convertido en el corazón del ecosistema digital.

Pero quizás el mayor aporte del móvil tiene que ver con el cambio social que puede generar. Por un lado, como ya hemos visto en otras oportunidades, los dispositivos móviles resultan una ventana al mundo y al conocimiento para millones de personas que se encuentran aisladas o viven en poblaciones remotas. Distintas iniciativas están comenzando a emplear a los teléfonos celulares como dispositivos de aprendizaje, tanto en escuelas como fuera del ámbito formal, llevando conocimientos a personas que antes no tenían acceso. Al mismo tiempo, los celulares han facilitado la creación de instrumentos financieros en países y poblaciones sin acceso a bancos ni servicios formales, creando desde sistemas de pagos y cobros, hasta mercados de venta de granos orientados a pequeños granjeros en el África Subsahariana.

Utilizando el móvil se han desarrollado iniciativas de salud, llevando no solamente concientización, sino también herramientas que permiten que los médicos y el personal de salud lleguen con sus consultas a poblaciones aisladas, y a otras de bajos recursos. De esta manera, el alcance de esta tecnología permite combatir y prevenir enfermedades de manera eficiente, luchar contra la desnutrición infantil, generar espacios de educación sexual y reproductiva, y hasta concientizar a la sociedad sobre la violencia de género y la falta de oportunidades para las mujeres. Al mismo tiempo, el uso de nuevas apps de salud por parte de gran parte de la población permite recoger datos e información estadística capaz de revolucionar las formas en las que hoy se diagnostican y tratan todo tipo de enfermedades.

Por último es destacable el rol que el móvil ha tenido para desarrollar herramientas de inclusión financiera en mercados como el keniata, el cual ha funcionado como modelo para otras economías emergentes que se encuentran desarrollando sus propios sistemas de pagos y transferencia de dinero.

El móvil es, sin lugar a dudas, el centro de la revolución tecnológica de los últimos años. Y aunque pueda parecer accesoria, se trata —en realidad— de un servicio fundamental, no solamente para los usuarios sino para todo tipo de industrias e iniciativas que se valen de su gran alcance e infraestructura para hacer más eficientes sus procesos, y para poder brindar todo tipo de servicios fundamentales.

LA TV ADOPTA EL MODELO DEL MÓVIL

No es una novedad que distintos fabricantes buscaron inspirar el desarrollo del futuro de la TV en el modelo del móvil. Desde hace ya más de cinco años, los Smart Tvs de todas las marcas incorporan aplicaciones y tiendas propias que permiten ampliar las funcionalidades de los televisores y llevar contenido en formato novedoso a los usuarios. Hasta ahora, estos intentos fracasaron estrepitosamente.

Entre un ecosistema fragmentado, en el que cada fabricante apostaba por su propio sistema operativo —algo que sólo recientemente comenzó a cambiar a partir de la adopción de Android TV por parte de Sony, Sharp y Philips, y de WebOS, por parte de LG— y la mala calidad en general de las aplicaciones, la realidad es que el modelo nunca prendió demasiado entre los usuarios, y menos aún entre los desarrolladores. Incluso los reproductores de medios digitales como el Apple TV, Roku, Amazon Fire TV y el Google Chromecast (así como las cajas de Android TV), fallaron en ofrecer un gran catálogo de apps y contenidos que pudieran equipararse a la oferta disponible en el móvil, y a llevar esos sistemas más allá de una forma de ver Netflix, Hulu, y algún otro contenido en el televisor.  Esto, sin embargo, ha comenzado a cambiar.

En los últimos días se conoció la noticia de que Apple apostaba a competir directamente con los sistemas de cable, ofreciendo un servicio de contenidos on-demand de la mano de distintos medios y cadenas de medios, que permitieran que cada usuario pagara una suscripción por aquellos canales o contenidos que le interesaran. La iniciativa falló, ante la falta de respuesta de los canales y las productoras que prefieren —por el momento— apostar por el modelo tradicional de cable, en el que el usuario no tiene tanta flexibilidad, más allá de agregar al paquete algunos canales Premium. Por este motivo la empresa de Cupertino decidió abandonar el proyecto, y se volcó por mejorar la oferta de apps en su Apple Tv, apostando a convertir al televisor en el nuevo dispositivo verdaderamente inteligente dentro de la casa.

Apple suele no ser la primera compañía en comenzar a trabajar un concepto, pero su popularidad, llegada, y capacidad de alistar a la comunidad de desarrolladores suelen hacer que sea la más visible a la hora de emprender un nuevo camino. Es quizás por eso que tvOS, el sistema operativo desarrollado por la empresa para televisores, haya comenzado con el pie derecho y ya dé señales de estar despegando, en términos de contenido disponible para los usuarios.

Esta nueva (o, más bien, renovada) plataforma, permite que los desarrolladores —ya sea que se trate de diseñadores independientes, startups, o grandes empresas— creen sus apps y las suban a la tienda. De acuerdo con la consultora App Figures, en su primer mes de vida se subieron 2.624 aplicaciones al App Store del Apple Tv. A un ritmo de 447 aplicaciones nuevas por semana en promedio, se estima que a fines de enero habrá unas 5.000 aplicaciones y hacia fines del primer trimestre de 2016, unas 10.000.

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Entre las aplicaciones subidas a la tienda, la categoría que ha recibido más atención por parte de los desarrolladores son los juegos. Y es que el nuevo Apple Tv permite llevar juegos similares a los disponibles en iOS, aunque muchas veces más sofisticados, a la pantalla del televisor. De hecho, el control remoto de este dispositivo, cuenta con un trackpad con el que es posible manejar a los personajes como si se tratara de la pantalla táctil de un teléfono, y además incorpora un acelerómetro y un giroscopio, que le agregan nuevas dimensiones a la experiencia de juego. Asimismo, es posible complementar sumando un control extra, similar a los utilizados por las consolas de videojuegos.

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Pero si bien los videojuegos son la categoría más popular, representando al 38% del total de las aplicaciones disponibles, en los meses desde que fue lanzado el nuevo Apple Tv, la categoría que más atención recibió por parte de los usuarios fue otra. Se trata de Entretenimiento, es decir, aquellas Apps que permiten consumir contenidos, tales como las desarrolladas por Netflix, Hulu, YouTube, y canales de televisión como NBC, CBS, ABC, Fox, la BBC y otros más. Los juegos representan a la segunda categoría en cantidad de descargas, aunque se encuentran bastante lejos del primer lugar. La tercera categoría más popular es noticias, y en el cuarto lugar se encuentran los deportes.

Sin embargo, existen otras categorías como educación, el clima, e-commerce (shopping), viajes, y varias más, muchas de las cuales se encuentran desprovistas de contenido. Aunque algunas aplicaciones muy populares en otros dispositivos, como Airbnb, ya han lanzado sus apps para este dispositivo.


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Otro aspecto en el que el AppStore de la TV se encuentra menos desarrollado que el móvil tiene que ver con la versatilidad con la que cuentan los desarrolladores para monetizar sus aplicaciones. Mientras que en el móvil —y hasta en las computadoras de escritorio— existen distintos modelos de negocio que se pueden aplicar para ganar dinero, con el Apple Tv, algunas alternativas tales como la publicidad, no se encuentran disponibles. Es quizás por eso que el 38% de las aplicaciones disponibles en esta plataforma son pagas, es decir, que tienen un costo de descarga que promedia los $2,99 dólares, aunque en algunos casos se extiende hasta alcanzar la marca de los $59,99 dólares. El resto de las aplicaciones son gratuitas y, en contados casos, incluyen in-app purchases, es decir, la posibilidad de comprar contenidos digitales dentro de la aplicación. Dada la enorme proporción de aplicaciones pagas disponibles, cabe preguntarse si, así como sucede en mayor medida en iOS —pero no en Google Play—, se instalará la cultura entre los usuarios de Apple TV de pagar por las aplicaciones que desean bajar.

 

¿Será Silicon Valley la nueva meca del contenido?

Esta pregunta es, sin duda, muy amplia. Sin embargo, los intentos de Apple de reinventar la distribución de contenidos a gran escala —un esfuerzo en el que Netflix, Amazon, y otras empresas ya vienen trabajando con mucho éxito— ciertamente no partieron de una premisa ridícula.

Si bien hoy el cable sigue siendo popular —y el contenido sigue estando en manos de los grandes estudios y de las cadenas de TV que los transmiten en primer lugar, y luego los sindican a servicios de streaming por Internet, o los retransmiten por sus propios canales digitales—, la existencia de nuevos dispositivos que nivelan la cancha a favor de nuevos productores y distribuidores de contenido, eliminando a los intermediarios, pueden costarle una gran cuota de poder a Hollywood y otras mecas de la producción.

Y es que, si compañías como Apple, Google, Amazon, Netflix, y otras nuevas startups alrededor del mundo, incluyendo a Qubit en América Latina, comienzan a tener una masa crítica de usuarios dispuestos a consumir los contenidos directamente a través de sus plataformas, y a pagar una suscripción, recibir publicidad, o participar de alguna otra manera de un intercambio legal, el modelo actual de producción y distribución puede encontrarse en serios problemas. Series como House of Cards, o el más reciente documental Making a Murderer, son pruebas de que ya no es necesario ir a los canales tradicionales para hacer un éxito, ni contar con la financiación de los estudios y los productores de siempre.

Sin lugar a dudas el nuevo Apple TV, y los ecosistemas que lo seguirán tales como Android TV y seguramente algunos más, representan una gran oportunidad para los desarrolladores. Pero en este caso, son también los productores de contenido los que podrán vivir y beneficiarse con una revolución similar a la que ya experimentó el móvil. Una industria que, de todas formas, está muy vinculada a este fenómeno, y cuyas lecciones servirán para abrir las puertas de este nuevo y prometedor mercado.

LA BATALLA POR LA ENCRIPTACIÓN

Aunque en nuestra región todavía nos encontramos un poco ajenos al tema, durante las últimas semanas los Estados Unidos se han convertido en un hervidero en torno a un debate que tiene como eje central a todos los grandes actores del sector móvil. Se trata de la discusión acerca de si debemos —o no— encriptar nuestros datos y, hasta qué punto, tiene derecho el Gobierno Federal Estadounidense (o el gobierno de cualquier país) a tener una puerta de acceso a los mismos. La discusión —que involucra a empresas de tecnología, políticos, jueces y fiscales, y a ciudadanos por igual— no se circunscribió a las legislaturas, sino que tomó en su totalidad a los medios, y hasta llegó al Foro Económico de Davos, donde los líderes mundiales plantearon sus posturas. A continuación buscaremos explicar cuál es el eje de esta discusión, y de qué manera afecta a la industria móvil y a sus millones de usuarios en todo el mundo.

 

El origen del debate

Si bien la idea de encriptar datos sensibles dista de ser nueva, las revelaciones hechas por Edward Snowden en junio de 2013 acerca de la magnitud del aparato de espionaje estatal sobre las comunicaciones y datos privados de los ciudadanos llevaron a un redescubrimiento de la importancia de esta práctica. Si bien el público general recibió las noticias con apatía, por lo menos desde lo práctico —puesto que la gran mayoría de nosotros no cambiamos nuestros hábitos a la hora de manejar nuestros datos privados, ni abandonamos nuestros smartphones o cuentas de Dropbox y Gmail, entre otros servicios— una nueva línea de productos y servicios vinculados con la seguridad móvil comenzó a nacer.

Así, aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram, la cual encripta todas las comunicaciones; Signal, otra app gratuita que ofrece mayor seguridad y permite hacer llamadas de voz entre sus usuarios totalmente encriptadas; o Wickr, otro mensajero que no solamente no guarda las conversaciones en sus servidores, sino que ni siquiera almacena metadatos (es decir, datos como quién se comunicó con quién, cuándo, o cuántas veces), se han vuelto populares, y comenzaron a ser utilizadas por corporaciones, periodistas, políticos y otros profesionales que tienen interés en mantener sus datos ocultos del escrutinio público y gubernamental.

Al mismo tiempo, distintas startups y hasta grandes compañías de la envergadura de Boeing comenzaron a desarrollar smartphones más seguros, los cuales no brillaron por su notoriedad entre el público masivo, pero sí resultaron eficaces en mercados de nicho.

Pero en 2015 la NSA apagó sus sistemas de recolección masiva de datos telefónicos tal y como fue previsto en el Freedom Act, una ley federal aprobada por el Senado de aquel país en junio del año pasado. Sin embargo, esta ley no acabó de ninguna manera con la vigilancia estatal, sino que apenas le dio una cierta transparencia, y obligó a la agencia de inteligencia a pasar por los tribunales cada vez que desea recolectar datos de algún ciudadano. Al mismo tiempo, esta legislación no impide que el organismo recolecte datos de ciudadanos de otros países, algo que generó fricciones con la Unión Europea.

Es por esto —y porque existe un estado de sospecha generalizado acerca del nivel de cooperación que varias empresas como Microsoft, Apple, Google, Facebook, Yahoo! y otras tuvieron con estos programas de espionaje— que distintos ejecutivos de la industria se han mostrado insistentes acerca de la necesidad de encriptarlo todo, y de no colaborar con los gobiernos entregando datos de sus usuarios. Especialmente, cuando no hay una orden judicial de por medio. Así, muchas de estas compañías se encuentran batallando en la justicia para no entregar información ante distintos pedidos hechos por el Gobierno, e incluso por tribunales. Al mismo tiempo, de acuerdo con Google y Android, a partir de fines de 2014 sus sistemas operativos no podrán ser desencriptados ni por las mismas empresas si el usuario decide encriptarlos, incluso cuando haya una orden judicial de por medio.

Esta respuesta por parte de las empresas, así como la lenta toma de conciencia acerca de la privacidad de su información por parte de un sector de la ciudadanía, ha llevado a que se comiencen a producir rispideces en su relación con el Gobierno estadounidense, y de otros países. Y es que tanto las agencias Federales como el FBI, la NSA, y hasta la Procuradora General Loretta Lynch vienen insistiendo en los últimos meses con la necesidad de que los fabricantes y los desarrolladores incluyan backdoors, es decir, llaves secretas de acceso, para que sus oficiales y agentes puedan acceder a los dispositivos y a las comunicaciones de los usuarios de manera automática, sin la necesidad de hacer todo el esfuerzo de desencriptar los datos, lo cual a veces toma meses.

Los argumentos de las fuerzas de seguridad son conocidos, y tienen que ver con que temen que la imposibilidad de acceder a las comunicaciones privadas y a los dispositivos de los ciudadanos les facilitaría a los terroristas la posibilidad de esconderse y planear un atentado, sin que puedan ser descubiertos.

Sin embargo, aunque las empresas batallen públicamente por proteger la privacidad de sus usuarios —al punto tal que, hace pocos días, el CEO de Apple Tim Cook protagonizó un encendido intercambio con funcionarios del Gobierno del Presidente Obama, y hasta con la misma fiscal general, acerca de este tema, defendiendo la postura de que no debe haber puertas traseras ni acceso de ningún tipo a la información por parte del gobierno—, la realidad es que todas las compañías responden automáticamente a la gran mayoría de los pedidos de información cuando éstos provienen de fuentes judiciales, por lo que difícilmente se las puede acusar de ayudar al terrorismo.

 

Un conflicto sin resolución a la vista

Atrapados cada uno en su postura, tanto los ejecutivos de las grandes compañías vinculadas al negocio móvil, como el Gobierno y sus agencias, no parecen estar cerca de llegar a una solución. Por otro lado, a falta de leyes federales que resuelvan el problema en Estados Unidos, y a un Congreso que no ha estado trabajando de manera muy activa en este tema, hoy existe un vacío regulatorio que no termina de dirimir la cuestión, y que sigue dando lugar a espacios grises que permiten una cierta flexibilidad en la recolección de información por parte de las agencias gubernamentales.

Es por eso que, ante la falta de respuesta del Gobierno Federal, distintos Estados tomaron el asunto en sus propias manos. Así, en enero de 2016, los legisladores de 16 Estados distintos introdujeron leyes en las legislaturas estatales que buscan proteger los datos personales de sus ciudadanos. Entre otras medidas, estas nuevas leyes buscan prevenir que instituciones puntuales, como las escuelas y universidades, obtengan datos personales de sus alumnos, algo de lo que hay antecedentes escandalosos. Al mismo tiempo, buscan prevenir que las empresas y futuros empleadores obliguen a sus empleados y prospectos a revelar sus perfiles en redes sociales, a aceptar en ellas a sus jefes o reclutadores o, en algunos casos, incluso a entregar sus contraseñas. Algunos Estados han incluso aprobado leyes limitando el uso de los “Stingrays”, unos dispositivos usados por los departamentos de policía y los cuerpos de inteligencia para simular la presencia de una antena celular, y así lograr que las comunicaciones de uno o varios teléfonos pasen por ellos, interceptando así todas las llamadas, mensajes y hasta tráfico de datos. A partir de estas leyes, esos dispositivos sólo pueden ser utilizados con una orden judicial.

Otros Estados, sin embargo, aprovecharon la falta de regulación federal para llevar sus propias legislaciones para el otro lado. Así tanto en California como en Nueva York, dos legisladores locales presentaron proyectos de ley para prohibir la venta de cualquier tipo de Smartphone totalmente encriptado, que no contara con una llave que permita su fácil desencriptación por parte de las agencias del Estado.

Si bien Estados Unidos está lejos, y la legislación propia de cada uno de sus Estados puede no resultarnos relevante, la realidad es que gran parte de las compañías móviles que definen los estándares con los que se maneja el mundo están ubicadas allí. Y son las leyes de ese país, así como las prácticas establecidas por su gobierno, las que fijan un marco de referencia al que luego se termina adaptando toda la industria.

Al mismo tiempo, aunque cuentan con mucho menos visibilidad, estos temas también se han debatido en nuestro país, en el que también hace falta un marco regulatorio más claro, que proteja efectivamente la privacidad de los datos de los ciudadanos.

Mientras el panorama se define, las oportunidades para nuevas startups que buscan reinventar la seguridad y ofrecer nuevas alternativas para proteger a sus usuarios son enormes.  Y mientras las grandes empresas batallan con el Estado por ver hasta qué punto debe llegar su colaboración, el próximo gran avance en este campo está esperando a suceder.

LA BATERIA: UNA TECNOLOGÍA CLAVE PARA EL FUTURO DEL MÓVIL

Todos somos testigos del rápido avance que los dispositivos móviles han venido sufriendo en los últimos años. Procesadores cada vez más rápidos, pantallas más grandes y de cada vez mejor definición, chips que almacenan cientos de Gigabytes de información, lectores de huellas digitales, tecnologías que hace poco tiempo habrían parecido productos de la imaginación de un escritor de ciencia ficción como el NFC y la carga inalámbrica y, ahora, gracias a la introducción del novedoso USB serie C, nuevos puertos más rápidos y versátiles. Sin embargo, existe una pieza en todos nuestros equipos que parece no evolucionar al mismo paso que el resto de sus componentes. Una pieza cuyo aparente estancamiento detiene, incluso, el avance a mayor velocidad de otras funciones. Hablamos, como ya muchos lo habrán notado, de la batería.

Las baterías actuales de iones de litio, las usadas más comúnmente en smartphones, laptops, y hasta automóviles eléctricos fueron lanzadas al mercado en 1991, y desde entonces han ido ganando popularidad hasta convertirse en estándar. Esta tecnología, sin embargo, no ha avanzado de manera sustancial desde su concepción, y si bien es la fuente de almacenamiento de energía que ha permitido la revolución móvil, hoy es más bien un factor limitante que nos obliga a cargar nuestros dispositivos todas las noches, o de que la carga no alcance durante todo el día. Al mismo tiempo, han sido las responsables de que los fabricantes de procesadores, chips, pantallas y otros componentes que forman parte de nuestros dispositivos tengan que trabajar en la eficiencia de sus productos, de forma tal de poder brindar una mayor performance, con el menor consumo energético posible.

Es por esto, y por la importancia cada vez mayor que tienen las baterías también para otras industrias, como las de los automóviles eléctricos y el almacenamiento de energías renovables, que durante los últimos años la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías ha crecido de manera fenomenal. En especial en universidades, en las que el apoyo de compañías privadas ha resultado vital para incrementar el presupuesto de las investigaciones.

Esto ha llevado a que, durante los últimos años, haya comenzado a haber avances significativos en este campo. A continuación veremos de cuáles se trata.

Todas las baterías de nuestros dispositivos móviles poseen tres componentes básicos: un electrolito, es decir, una sustancia que contiene iones libres, por lo que provee los electrones que resultan conductores de la energía; un ánodo, que se encarga de descargar estos electrones; y un cátodo, que los recibe. Así, mientras utilizamos nuestros dispositivos, los electrones pasan del cátodo al ánodo, y cuando los cargamos, ocurre el proceso inverso.

En las baterías actuales el litio se utiliza solamente en el electrolito, pero no en el ánodo, en el que se utiliza grafito. Esto reduce la vida útil y la eficiencia de las baterías. Algunos de los primeros avances en este campo surgen de la experimentación con nuevos elementos en la composición del ánodo. Por el momento, el litio —una alternativa que aumentaría significativamente la eficiencia de las baterías— no es viable; es por eso que se está experimentando con silicio, sulfuro y litio metálico, el material utilizado en las pilas de litio no recargables. Estos materiales son prometedores, aunque requieren de un gran tiempo de experimentación, puesto que pueden resultar inestables o, incluso, una peor alternativa que las actuales.

El MIT, en un trabajo conjunto con Samsung, está desarrollando nuevas baterías totalmente sólidas. Las baterías de hoy utilizan litio líquido en el electrolito, el cual se degrada con el tiempo y corre peligro de explotar. Esto no sucede con las baterías sólidas, las cuáles pueden ser recargadas miles de veces antes de sufrir cualquier tipo de fatiga, y son hasta un 30% más eficientes. Además no son inflamables, por lo que resultarían ideales para automóviles eléctricos.

Otra innovación en el mismo sentido llegó de la mano de Prieto, una compañía que promete revolucionar la industria con baterías hechas a base de un sustrato de espuma de cobre. Éstas permiten aumentar la densidad del electrolito unas cinco veces, poseen bajos costos de producción, y no son inflamables. La apuesta de la empresa es construir baterías pequeñas para dispositivos ultraportátiles como relojes inteligentes y otros wearables.

Otra tecnología que promete es la de las baterías de iones de Sodio, las cuales utilizan sal en lugar de litio en sus electrolitos. Las mismas arrojan resultados similares a las baterías actuales, aunque con una mucho mayor vida útil, ya que pueden soportar hasta 2.000 ciclos de carga sin degradarse, y pueden ser almacenadas sin carga, algo imposible con sus contrapartes de iones de litio, que necesitan un 30% de carga para no dañarse. Estas baterías ya se encuentran presentes en autos como el Modelo S, de Tesla, y en computadoras portátiles.

Otro gran avance, quizás el más prometedor, llegó de la mano de un grupo de científicos de la Universidad Rice, en los Estados Unidos. Estos investigadores lograron construir “microsupercapacitadores” utilizando materiales baratos y láseres comerciales a temperatura ambiente, lo cual vuelve accesible una tecnología que hasta ahora resultaba muy cara y engorrosa en su fabricación.  Los capacitores son piezas que almacenan energía para luego liberarla rápidamente, tal como ocurre en el flash de una cámara fotográfica. Estos nuevos microsupercapacitores, sin embargo, pueden almacenar energía por mucho tiempo, ya que la liberan lentamente tal y como sucede con una batería tradicional. Sin embargo, recargarse les toma cincuenta veces menos tiempo, por lo que en un futuro no tan lejano éste podría ser el sistema con el que reemplacemos a todas nuestras baterías.

Al mismo tiempo, distintas empresas y universidades han hecho avances tales como baterías flexibles que permiten, por ejemplo, ser utilizadas como malla en los relojes inteligentes, ampliando masivamente su autonomía de carga; baterías recargables con el sol; con el sonido; con agua o transpiración humana; con otras secreciones del cuerpo como orina; y otras cientos de ideas más.

Por otro lado, distintas marcas han trabajado en mejorar la tecnología actual, o en ampliar sus capacidades. Tal es el caso de Huawei, la cual anunció en noviembre de 2015 que estaba probando una nueva batería de ion de litio, capaz de recargarse 10 veces más rápido que ninguna otra. Otros fabricantes, como el chino Oukitel, están trabajando sobre el concepto de fabricar baterías más grandes, de hasta 10.000 mAh que, aunque son aparatosas, proveen a los equipos de gran autonomía.

Sin importar el grado de avance, o lo prometedor de cada una de estas tecnologías, con las que científicos e ingenieros de todo el mundo están experimentando, existe un común denominador. Y es que en el mundo de las baterías es difícil lograr un avance concreto y revolucionario que cambie todo para siempre. En cambio, todo requiere de años de experimentación y pruebas, ya que las variables capaces de afectar la performance y el costo de cada innovación son muchas. Es por esto que los fabricantes de celulares son, y seguirán siendo, muy conservadores antes de hacer un cambio sustancial en las celdas de poder de los dispositivos que lanzan al mercado. Y ninguno se arriesgará a abandonar la tecnología vigente hasta que no esté bastante claro que otra ha llegado para reemplazarla de manera definitiva, o que alguna otra se convertirá en el nuevo estándar.

Y es que, con costos de producción que resultan prohibitivos por la necesidad de fabricar baterías en un enorme volumen, y dispositivos que deberán ser adaptados a las nuevas tecnologías, una mala decisión en este sentido puede potencialmente costar miles de millones de dólares y resultar en una desventaja competitiva con otras empresas. Así, pasarán años antes de que podamos ver una nueva batería que ofrezca un rendimiento acorde a los otros avances que hemos tenido y podemos observar en nuestros smartphones, tabletas y otros dispositivos. Sin embargo, sí veremos tiempos de carga más cortos, y un nivel de eficiencia incremental que harán que quedarse sin carga se vuelva cada vez menos frecuente.

CADA VEZ MÁS EMPRESAS APUESTAN POR LA INNOVACIÓN MÓVIL

No es sorprendente escuchar que empresas como Apple, Google, o Samsung han desarrollado una nueva tecnología, un nuevo producto o una revolucionaria aplicación móvil capaz de responder a las necesidades de un segmento de consumidores. Sin embargo, últimamente ha comenzado a ser cada vez más frecuente que, a la hora de hablar de nuevos desarrollos, no sean éstas las empresas que llegan a los titulares. En cambio, nos encontramos con que compañías cuyo foco se encuentra puesto en otros rubros de los más variados, sean las protagonistas de todo tipo de avances, o por lo menos del desarrollo de nuevos frentes de investigación y desarrollo, destinados a crear productos y servicios que aprovechan al móvil para beneficiar a sus consumidores.

Así, durante los últimos años, nos hemos encontrado con cada vez más empresas vinculadas a industrias como la automotriz, la de los electrodomésticos, y hasta la gastronomía, entre otras, al frente de distintos desarrollos que tuvieron al móvil como eje central y que han convertido a esta tecnología en un eje central de sus carteras de producto, o sus modelos de negocio.

 

Starbucks y la dominación de los pagos móviles

Un ejemplo a destacar es el de Starbucks, la cadena de cafeterías más exitosa de los Estados Unidos, la cual es también —gracias a la decisión de sus ejecutivos de arriesgarse a entrar en el negocio móvil— el mayor servicio de pagos móviles en su país de origen. Lanzada por primera vez en 2009, la aplicación de la cadena comenzó siendo apenas una extensión de sus tarjetas de fidelización, con las que sus clientes podían sumar puntos en cada compra y recibir productos gratuitos, así como hacer pagos a través de gift cards (tarjetas de regalo precargadas con crédito para hacer compras en las tiendas). En una decisión arriesgada, en 2011 la cadena agregó la posibilidad de sumar medios de pago como tarjetas de crédito, a las cuales se cargarían automáticamente las compras hechas con la app en los locales de la cadena. Con una resolución sencilla y elegante, esta aplicación genera un código QR único para cada usuario, el cual se muestra en la pantalla del teléfono, que simplemente debe ser escaneada por el lector de códigos de barras de las cajas al momento del pago. De esta forma, la cadena evitó tener que recurrir a tecnologías más engorrosas como el NFC —el sistema que usan Apple Pay y Google Wallet— y pudo aprovechar los sistemas POS ya instalados en su red, y por el 99% de los smartphones disponibles en el mercado. De acuerdo con datos oficiales de Starbucks, en 2015 el 20% de las más de 9 millones de transacciones realizadas en sus locales se pagaron con esta aplicación.

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Además de ser un medio de pago efectivo, la app de Starbucks, disponible para iOS y Android, sigue permitiendo que sus usuarios sumen puntos en cada compra. Además de canjear productos propios, la empresa ha comenzado a desarrollar alianzas con empresas como Spotify y el New York Times, para permitir que sus usuarios usen su crédito para adquirir sus contenidos, y con empresas como el sistema de taxis Lyft, para obtener viajes gratuitos.

Ningún otro sistema de pagos móviles ha tenido tanto éxito y un nivel de adopción y repetición de uso tan alto en un mercado desarrollado, y esto incluye a los sistemas desarrollados por PayPal, Apple, Google y las tarjetas de crédito. Es por eso que otros retailers han comenzado a apostar por desarrollar soluciones similares. Un caso interesante es el de la cadena de supermercados Walmart, que recientemente ha lanzado Walmart Pay, una aplicación sustancialmente idéntica a la de la cafetería, que permite pagar en sus tiendas, aunque sin el sistema de fidelización incorporado.

Probablemente haya sido su mayor experiencia en el trato con clientes lo que llevó a Starbucks a desarrollar un sistema mejor que el de otras empresas vinculadas al móvil. Pero sin duda fue su apuesta por esta tecnología la que la llevó a revolucionar el segmento, y a crear una nueva vertical de negocio que le ha rendido muy bien a la compañía.

 

Las automotrices y los sistemas de navegación

Otra industria que apuesta fuerte al móvil es la automotriz. A diferencia de lo ocurrido con Starbucks, sin embargo, no es una sino que prácticamente todas las empresas del sector las que ponen sus fichas en tecnología para aumentar el valor que ofrecen sus productos. Una de las primeras áreas en las que estas compañías invirtieron es en mapeo y sistemas de navegación. Tal es el interés de esta industria por desarrollar mapas que en agosto de 2015 BMW, Audi y Daimler (la empresa detrás de Mercedes Benz) se unieron para adquirir Nokia Here Maps por €2,5 mil millones de Euros. Si bien estas empresas han incorporado esta tecnología en los sistemas de navegación de los automóviles que producen, el verdadero motivo por el que hicieron esta compra tiene que ver con un negocio mucho más importante a futuro: el de los autos autónomos sin conductor. Por esa misma razón, Toyota anunció hace pocos días, en la feria CES 2016, que se encuentra trabajando en un sistema de mapeo a gran escala que le permitirá no solamente trazar todas las rutas del mundo, sino también tener información actualizada al instante sobre cambios, bloqueos, y hasta el estado del tránsito. Para hacerlo, la empresa planea incorporar cámaras y sensores en todos sus vehículos, y utilizar el crowdsourcing para acumular esta información y construir los mapas. Tal esfuerzo no tendría sentido en un mundo en el que existen Google Maps y otros servicios, que ya tienen mapeado todo el mundo; pero si tenemos en cuenta que tanto la marca japonesa, así como todas las automotrices del mundo, se encuentran compitiendo con empresas tecnológicas como Google y Apple para tener los primeros —y mejores— autos sin conductor, el hecho de que éstas quieran tener sus propios mapas y tecnología propia tiene mucho más sentido.

Independientemente del futuro, en el presente los fabricantes de automóviles necesitan desesperadamente de la innovación. Y es que, en un mundo en el que los avances en campos como el móvil tienen acostumbrados a los consumidores a los cambios rápidos y las nuevas funcionalidades, los autos empiezan a parecer menos interesantes cuando no incorporan innovaciones. Tal es la necesidad de incorporar nuevas características tecnológicas en los vehículos, que la firma Qualcomm —la mayor fabricante de chips y procesadores para celulares y tabletas— desarrolló Snapdragon Automotive, una línea de microprocesadores pensados exclusivamente para los sistemas de navegación y entretenimiento de los automóviles, que incorpora la capacidad de utilizar todo tipo de aplicaciones, y establecer conexiones LTE, entre otras.

 

Los fabricantes de electrodomésticos

Finalmente, debemos destacar a los fabricantes de electrodomésticos y otros artefactos para el hogar. Como ya hemos visto, la Internet de las Cosas (o Internet of Things, en inglés) está en plena expansión, y eso da amplio margen para la innovación en industrias que, por años, se dedicaron a mejorar sus productos, aunque sin verdaderamente incorporar nuevos elementos. La posibilidad de agregar conexiones a Internet y nuevas funcionalidades vinculadas con el Smartphone o con otros dispositivos inteligentes han hecho que marcas como Whirpool, Philips, y hasta BGH en nuestro país apuesten por la tecnología móvil para complementar sus productos y expandir la experiencia del usuario.

Otras marcas de consumo masivo, como Nike, han sabido aprovechar las oportunidades que ofrece el móvil desde el principio. Ya en 2006, la marca lanzó su sistema Nike+ para iPod. Se trataba de un dispositivo que, conectado al popular reproductor de música, permitía que los corredores registraran la distancia recorrida en el dispositivo. Con la evolución de los dispositivos móviles, también lo hizo la plataforma de esta marca, la cual hoy incluye una versión más completa de Nike+ Running, que permite conocer el recorrido hecho por un corredor y compartirlo; Nike+ Training Club, una app que ofrece rutinas de entrenamiento; Nike+ Fuel, la cual permite medir todo tipo de actividad durante el día en dispositivos iOS; Nike+ Golf, diseñada para ayudar a los golfistas a llevar registros de su juego; Nike+ SB, orientada a skaters, y varias más. Así, la compañía ha sido pionera en el desarrollo de aplicaciones deportivas y de entrenamiento, un nicho que ha despegado masivamente durante los últimos años, y se ha convertido en una vertical en sí misma.

El móvil es, sin dudas, una tecnología versátil capaz de complementarse con otras industrias y agregar valor a todo tipo de productos. Es por esto, y por los límites cada vez más difusos entre distintas tecnologías, que cada vez más compañías se vuelcan a desarrollar una variedad de innovaciones en este campo, y a construir modelos de negocio exitosos gracias a él.

PEACH, EL NUEVO MENSAJERO INSTANTÁNEO QUE BUSCA REDEFINIR EL ESPACIO

La mensajería es una de las grandes verticales dentro del móvil. Tal es su relevancia que, en nuestra región, las principales aplicaciones en todas las plataformas están vinculadas con este servicio. Esto, lógicamente, tiene que ver con que la audiencia que utiliza estos servicios es extremadamente amplia, y se extiende a todos los perfiles demográficos. Sin embargo, con una dominación evidente de Facebook, que se alterna entre el primer y segundo puesto con WhatsApp y Facebook Messenger en prácticamente todos mercados en los que opera, y con otros jugadores de peso como Kik, Viber, Line, Hangouts, y hasta Skype disputando esa posición, este espacio parece saturado. Pero Peach, un nuevo mensajero con características únicas, llegó para desmentir esa concepción y, en pocos días, se ubicó como una de las aplicaciones más descargadas en la categoría social en los Estados Unidos y el resto del mundo.

A diferencia de los mensajeros que han sabido ganar el mercado, los cuales ofrecen una experiencia bastante consistente entre ellos, Peach brilla por incorporar un toque de originalidad que lo diferencia del resto. Así como SnapChat, esta aplicación es, en verdad, una combinación entre mensajero instantáneo y red social, puesto que además de mantener conversaciones con otros permite crear estados y contenidos que pueden ser vistos por los amigos del usuario, y descubiertos por otras personas, y con los que todos pueden interactuar. A diferencia de sus predecesores, sin embargo, todo el contenido es público, lo que lo acerca en una cierta medida a Twitter.

Peach, el nuevo mensajero instantáneo_vrainz

Creada por Dom Hoffman, el fundador de Vine, la red social inspirada en Twitter que permite compartir videos de 4 segundos —y que fue adquirida por ésta antes incluso de lanzarse al mercado— esta aplicación incorpora una interfaz completamente distinta a la de otras redes sociales y mensajeros, que permite descubrir y compartir contenido de forma simple e instantánea. Esto se debe a que incorpora una serie de “palabras mágicas” que el usuario debe tipear para producir distintos efectos. Así, por ejemplo, sólo basta con escribir “draw” (dibujar) en la aplicación para que se abra un panel de dibujo, donde es posible crear una ilustración y compartirla de manera inmediata. De la misma forma, la palabra “Song” (canción) creará un post con el nombre de la canción y el artista que la interpreta, que el usuario está escuchando en su celular. Con tan sólo tocar el título, los amigos de la persona podrán escucharla en Spotify o Apple Music.

 

Otras palabras mágicas permiten encontrar gifs animados y compartirlos con la comunidad, darle un puntaje a libros, películas y temas musicales, crear imágenes basadas en un texto, crear saludos, tirar los dados, y varias funciones más. Este tipo de interacción es similar al utilizado por Slack, una plataforma de chat creada para empresas y gestión de proyectos que está teniendo mucho éxito en la comunidad emprendedora y corporativa, que también utiliza bots para interpretar lo que el usuario desea hacer y responder en función de sus órdenes.

Por el momento, Peach se encuentra disponible solamente para iOS, por lo que sólo podrá ser utilizada por usuarios de iPhones y iPads, aunque teniendo en cuenta el rotundo éxito que ha comenzado a experimentar, seguramente no habrá que esperar para que llegue a otras plataformas como Android.

Así como ocurrió con otras Apps que hoy se han vuelto populares, el crecimiento de Peach es exponencial, y se vio propulsado por una catarata de menciones en las redes sociales que despertó la curiosidad en miles de personas que la comenzaron a bajar, y llegaron a ubicarla en el puesto número nueve en su categoría en el AppStore, y 120 en el agregado de la tienda de Apple, superando a otras como Tumblr, Periscope y Hangouts.

Sólo el tiempo dirá si se trata de un éxito efímero, o si esta app llegó para quedarse y se convertirá en un nuevo e inesperado titán en el mercado de las redes sociales y los mensajeros instantáneos. Al mismo tiempo, será bueno ver cómo evoluciona, y qué reacción genera en sus competidores, los cuales muchas veces, a pesar de su popularidad, fallan en generar un engagement similar por parte de sus usuarios, y una experiencia tan entretenida como la que distingue a este nuevo sistema.

 

Un mercado en pleno crecimiento

De acuerdo con la consultora Technavio, lejos de haber encontrado su techo, el mercado de la mensajería instantánea orientado al consumidor crecerá a un ritmo del 19,42% por año hasta 2019. Por su parte, este servicio direccionado a empresas hará lo propio a un ritmo del 4,89%.

Sustentado por distintos modelos de negocio entre los que se destacan la venta de in-app purchases como stickers, en el caso de Wechat y Line; planes de suscripción anual, como en el caso de WhatsApp (aunque hace tiempo que la aplicación en los hechos dejó de cobrarles a sus usuarios en pos de acelerar su crecimiento); o de publicidad, como en el caso de Facebook Messenger, Twitter  y otras redes sociales que incluyen esta función, los mensajeros instantáneos forman parte de un mercado que tenderá, indefectiblemente, a la concentración.

Y es que, a pesar de su enorme ritmo de crecimiento y oferta variada de aplicaciones y servicios, el éxito de los mismos depende de la capacidad que ofrezcan de conectar a la mayor cantidad de gente posible, sin la necesidad de que ésta recurra a diferentes aplicaciones. Y una vez que una plataforma se vuelve un estándar, resulta difícil que el grueso de los usuarios la reemplace, a no ser que ocurra un cambio drástico, como el perpetrado por Microsoft cuando decidió cerrar su popular MSN Messenger —luego Windows Live Messenger—, con el que dominaba este mercado en las computadoras de escritorio, hasta noviembre de 2012 cuando decidió cerrarlo e integrarlo con Skype, algo que llevó a que los usuarios debieran adoptar esta nueva plataforma, o migrar a nuevas aplicaciones. Simultáneamente se produjo un cambio de tendencia significativo, que llevó a que el móvil se convirtiera en la principal plataforma de comunicación, lo que hizo esta ruptura aún más dramática. Sin embargo, hoy no estamos frente un escenario de estas características y, de hecho, en los países donde una plataforma se instala, ésta tiende a ganar el mercado. Tal es el caso de WhatsApp en nuestro país, la cual ha alcanzado una penetración del 74% entre los usuarios de smartphones y feature phones, y que difícilmente podrá ser reemplazada por otra en el corto plazo.

 

¿Hay más lugar para la innovación?

En un mercado en pleno crecimiento, y donde las barreras entre las distintas aplicaciones sociales es cada vez más delgada, startups como Peach, y en su momento SnapChat, demuestran que, aunque a veces no parezca, existe todavía un amplio margen para la innovación y el desarrollo de nuevas ideas. La creación de nuevos servicios y de nuevas formas de conectar a las personas puede ser lo único que lleve a cambios de hábito por parte de los usuarios, por lo menos en ciertos segmentos, y al reemplazo de las apps que ya se han convertido en líderes indiscutidas del mercado por nuevas alternativas más atractivas o que resuelvan mejor las necesidades de los usuarios.

LAS MIL Y UNA OPORTUNIDADES DE LA REALIDAD AUMENTADA

Tras casi cinco años en los que la tecnología móvil continuó su evolución de manera bastante lineal, y en los que los principales cambios se dieron por el mejoramiento sustancial de las tecnologías que ya se encontraban disponibles, una nueva revolución comienza a gestarse en los laboratorios de los principales gigantes tecnológicos. Hace pocos meses hablábamos de lo disruptivos que los nuevos sistemas de realidad virtual prometen ser para la industria de los videojuegos (así como para otros sectores vinculados con el contenido, pero también con otras áreas). Hoy nos enfocaremos en una tecnología que es prima de la de realidad simulada, y cuyas aplicaciones prácticas van mucho más allá de lo lúdico. Una tecnología literalmente capaz de cambiar la forma en la que vemos el mundo e interactuamos con el. Hablamos, nada menos, que de la realidad aumentada.

Lejos de ser novedoso, el concepto de realidad aumentada se comenzó a popularizar con la introducción de los primeros smartphones. Estos equipos fueron algunos de los primeros en contar con GPS, giroscopios, y otras piezas de hardware que dieron lugar a que distintos desarrolladores experimentaran con aplicaciones que, por ejemplo, permitían descubrir actividades, atracciones turísticas, restaurantes, y otros puntos de interés en las cercanías del usuario, con apenas apuntar el teléfono en la dirección correcta. Sin embargo, a pesar de ser innovadoras, estas apps no ofrecían demasiado valor. No el suficiente como para que el usuario medio las utilizara cuando necesitaba encontrar algo, por lo menos. En otras industrias, como la de la defensa y la aviación, esta tecnología sí marcó un antes y un después. Y esto sucedió muchas décadas antes de que los smartphones fueran, siquiera, una posibilidad y de que se acuñara este término.  

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Foto: Acrossair, una app lanzada en 2011 que permitía descubrir el entorno gracias a la realidad aumentada.

 

Una de las primeras aplicaciones de la realidad aumentada ocurrió en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando a los pilotos de los aviones cazas británicos se les complicaba encontrar a los enemigos que veían en el radar o seguir las instrucciones dadas por sus compañeros en la radio. Para resolverlo, a los ingenieros de la Fuerza Aérea se les ocurrió proyectar la pantalla del radar en una parte plana del vidrio del avión, dando lugar a una tecnología que hoy se conoce como HUD, o Head Up Display. El HUD es una pantalla transparente ubicada tanto en los jets militares, como en distintos modelos de aviones comerciales y civiles, que permite que los pilotos obtengan datos de la altitud, la actitud y la velocidad del avión, así como información de navegación sin tener que despegar la vista del exterior.

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Foto: El HUD de un Boeing 787-8. Tomada por Mohamed Nazmi (CC 2.0 Flickr)

Otras plataformas en las que la realidad aumentada ya es moneda corriente son las consolas de videojuegos como la PlayStation y la XBOX, las cuales utilizan cámaras tridimensionales para generar experiencias y juegos en pantalla en los que los participantes interactúan, a veces sin necesidad de un control, con personajes y entornos digitales.

 Video: Trailer de los usos de la realidad aumentada en la Sony PlayStation 4.

 

Desarrollando las aplicaciones indicadas, el móvil puede valerse de la realidad aumentada para agregar valor en todo tipo de disciplinas. Tanto Google como Microsoft y otras empresas están atentas a esto, y se han volcado a desarrollar nuevas tecnologías que permitan hacerlo.

 

De Glass a Project Tango: la propuesta de Google

Uno de los productos móviles de realidad aumentada más icónicos fue nada menos que Google Glass, una pequeña pantalla unida a una computadora colocada en una vincha, que puede utilizarse como si se tratara de un par de anteojos, o combinada con el mismo, y permite recibir notificaciones e información mientras se realizan actividades como caminar por la vía pública o todo tipo de trabajos. Si bien fue anunciado en 2011 y lanzado por primera vez en 2013 en su versión para desarrolladores, este producto todavía no ha concluido su etapa de desarrollo, y aún no cuenta con fecha de lanzamiento al público en general.

En cambio, un proyecto que avanza más rápidamente es Project Tango, una tecnología desarrollada por Google que, incorporando distintas cámaras y sensores, permite que los dispositivos móviles obtengan una visión tridimensional del entorno en el que se encuentran, más similar a la vista humana. Esto permite, por un lado, que los equipos puedan ubicarse en el espacio identificando puntos de referencia, lo cual dará lugar a aplicaciones que no necesiten de un GPS, Bluetooth o de ningún tipo de conexión a Internet para ofrecer localización a nivel local, especialmente en espacios internos. Al mismo tiempo, esta visión humana les da a los equipos la posibilidad de ver en tres dimensiones, distinguiendo la profundidad de la misma forma en la que lo hacen nuestros ojos, lo cual no solamente servirá para crear juegos de todo tipo, sino que también para ayudar a los dispositivos a identificar objetos, trazar rutas, y generar experiencias mucho más ricas de realidad aumentada, capaz de brindarle más valor al usuario.

Aunque todavía se encuentra en etapa de desarrollo, ya existen dispositivos como celulares y tablets que incorporan la tecnología de Project Tango y se venden para desarrolladores. El objetivo de la compañía es lograr que la comunidad desarrolladora avance en la creación de aplicaciones que puedan aprovechar esta tecnología en distintos campos. Según anunció la compañía durante la feria CES 2016, este año saldrá a la venta la primera tableta orientada al público general que incorporará esta tecnología. La misma será producida por Lenovo.

 

HoloLens: la apuesta de Microsoft

Gracias a su experiencia desarrollando Kinetic, la tecnología detrás de las Xbox 360 y One Microsoft es una de las empresas que más ha avanzado en el desarrollo de la realidad aumentada. Y HoloLens, un visor transparente que cuenta con dos cámaras y una computadora integrada que corre Windows 10, es el resultado de este trabajo.

Este dispositivo, también en etapa de desarrollo, permite crear un entorno “holográfico”, en el que los usuarios pueden crear e interactuar con objetos tridimensionales que no existen en el mundo físico.  De esta manera, es posible desarrollar desde juegos complejos hasta todo tipo de aplicaciones prácticas tan variadas, como permitir el acceso a información sin la necesidad de contar con una pantalla, como la posibilidad de visualizar diseños y prototipos virtuales como si fueran reales, y hasta asistir a las fuerzas de seguridad y de defensa brindando información extra e identificando amenazas en la calle y en el campo de batalla.

Esta tecnología —o en realidad, combinación de tecnologías— todavía se encuentra en pañales, pero es tal su potencial que Microsoft, así como Google, está apostando a construir una comunidad de desarrolladores capaces de generar el software necesario para llevarla a todo tipo de industrias, y a la vida cotidiana.

 

Una gran oportunidad que no termina de convencer a los inversores

Una de las características de esta tecnología es que, como ya mencionamos, cuenta con un enorme potencial para asistir en todo tipo de tareas. Así, además de resultar muy interesante en el campo del entretenimiento —en el que será posible crear juegos e interactuar con personajes tanto en la pantalla como a través de visores que los insertarán en el mundo real—, será posible adaptarla a todo tipo de prácticas. Un ejemplo claro es el de la medicina, donde tanto médicos como cirujanos podrán valerse de información extra, y de la posibilidad de hacer mediciones, identificar objetos, órganos y tejidos, y mucho más utilizando uno de estos dispositivos. Hace pocas semanas un equipo médico en Miami se valió de una tecnología similar, la de la realidad virtual, para crear un modelo 3D del corazón y los pulmones de una beba que nació con apenas un ventrículo, y pudo así planificar una operación que le salvó la vida, algo que hubiera resultado imposible con un modelo visto en una pantalla tradicional.

De la misma forma ingenieros, diseñadores industriales, y hasta estudiantes podrán acceder a un mundo nuevo de información a través de una interfaz sencilla y poco invasiva capaz de modificar el mundo a su alrededor y ayudarlos a volverse más productivos.

Sin embargo, y aunque nos encontramos cerca de que esta tecnología salga al mercado y empiece a volverse masiva, todavía existe escepticismo por parte de la comunidad inversora. Y esto tiene sentido. La realidad aumentada, así como varios otros campos que presentan una gran promesa tanto desde el valor que generan sus aplicaciones como desde el punto de vista de las oportunidades de negocio, viene generando expectativa desde hace años, y más de una vez ha fallado catastróficamente, tanto desde el punto de vista del producto como desde la adopción por parte de los usuarios. Resta ver si, esta vez, las cosas serán distintas, y si la generación de un ecosistema desarrollador, y de dispositivos creados específicamente para este fin logran estar a la altura de la oportunidad, y crear un nuevo mercado.

EL MÓVIL PUEDE SER LA NUEVA CONTRASEÑA UNIVERSAL

Aunque son una herramienta relativamente simple para resguardar nuestros datos e información personal, las contraseñas representan uno de los grandes problemas con los que todos los usuarios de Internet debemos enfrentarnos día a día. La cantidad de productos y servicios a los que todos estamos suscriptos, así como la exigencia cada vez mayor que éstos tienen a la hora de elegir la palabra – o más bien combinación de palabras, números y otros caracteres – que protegerán nuestra seguridad, hace que recordar nuestras contraseñas no resulte fácil. A no ser que utilicen la misma contraseña para todas sus cuentas, algo que de acuerdo con un estudio realizado en 2013 por OFCOM (la autoridad británica reguladora de las comunicaciones) hacen el 55% de los adultos. Esta actitud, aunque frecuente, pone en riesgo la seguridad de los datos, y no es para nada recomendable. Es por eso que una gran cantidad de compañías están trabajando en nuevos métodos para resguardar el acceso a la información, sin la necesidad de utilizar contraseñas. Y varias de ellas coinciden, la clave para poder lograr esto, está en el móvil.

Primero Yahoo! en octubre, y luego Google hace apenas algunos días (aunque en versión de prueba), lanzaron nuevos sistemas que permiten que los usuarios verifiquen que son ellos antes de ingresar a alguno de sus servicios. A diferencia de las contraseñas tradicionales, estos sistemas no requieren que el usuario escoja o memorice una palabra o una serie de caracteres, sino que recurren al móvil para establecer que, efectivamente, quién intenta ingresar es la persona correcta.

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El mecanismo es muy sencillo. El usuario primero debe conectar su teléfono móvil con la cuenta de correo electrónico o cualquier otro servicio con la que utilizará el sistema. Una vez hecho esto, al intentar ingresar tanto desde una computadora como desde un dispositivo móvil, lo único que necesita es colocar su dirección de e-mail o nombre de usuario, y ningún otro dato. De manera inmediata, y para validar su identidad, una alerta se disparará en el teléfono móvil, en el que el usuario deberá indicar si efectivamente está buscando ingresar al sistema. De esta forma la validación se realiza utilizando dos dispositivos diferentes, lo que – en teoría – debería resultar seguro.

Además de evitar el uso de contraseñas, esta tecnología permite descubrir si un hacker o un bromista está intentando ingresar a la cuenta, y previene que personas que nos conocen bien puedan adivinar nuestras contraseñas y utilizar distintos servicios en nuestro nombre. Y es que, gracias al recuperador de contraseña presente en la mayoría de los sitios, sólo basta con penetrar la cuenta de correo electrónico de una persona para tener acceso a la mayoría de sus perfiles sociales, archivos en la nube, compras en tiendas de aplicaciones, perfiles en sitios de comercio electrónico y, a veces, hasta en sus balances de tarjeta de crédito. Y esta es una gran vulnerabilidad. Al mismo tiempo, resulta una herramienta perfecta para combatir el phising, es decir el robo de identidad a través de páginas que simulan ser las páginas de inicio de distintos servicios, ya que sin acceso a nuestro móvil, un atacante jamás podrá ingresar en ellos.

Lógicamente el sistema presenta algunas dificultades que le son propias. Por ejemplo, requiere que los usuarios tengan sus teléfonos celulares cerca. Por otro lado, los vuelve vulnerables en caso de que les roben el dispositivo, aunque en esos casos desactivar el mecanismo y volver al sistema de contraseñas tradicionales resulta muy fácil.

Este sistema no es del todo novedoso, y de hecho es la evolución de un proyecto lanzado por Yahoo! a principios de 2015, que permitía verificar la identidad del usuario reemplazando la contraseña por un código recibido por SMS en su celular cada vez que quería ingresar.

Otros sistemas de verificación en dos pasos similares que ya se han vuelto moneda corriente son, por ejemplo, el utilizado por los dispositivos Apple para validar el acceso a las cuentas y los documentos del usuario mediante un Apple ID. Cuando se encuentra activo, un usuario que posea una Mac, un iPhone o un iPad deberá validar su acceso a cualquier nuevo dispositivo desde uno ya conectado a esa cuenta. De esa forma se evita que otras personas accedan a fotos y documentos privados incluso si pueden adivinar o robar con la contraseña del usuario. Apple y Samsung también utilizan este tipo de verificación en los sistemas Apple Pay y Samsung Pay, los cuales requieren que, además de acercar el móvil a una terminal de pagos, el usuario valide la operación con su huella digital, lo cual crea una clave dinámica, única, y a la que el vendedor no tiene acceso, incrementando la seguridad de la transacción.

Al mismo tiempo, una gran cantidad de aplicaciones vinculadas a sistemas de home banking y a software de empresas, utilizan aplicaciones móviles, o mensajes de texto, para validar el ingreso de los usuarios, reemplazando efectivamente el uso de tokens tanto físicos como en USB, lo cual resulta más simple y usable para los usuarios.

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De esta forma, el móvil vuelve a tomar una función que antes les pertenecía a otros dispositivos, y permite facilitar una operación hasta ahora engorrosa, mejorando notablemente la seguridad. Lógicamente existen problemas asociados a este tipo de tecnologías, y tienen que ver con la facilidad con la que los teléfonos y tablets se pierden, se descargan, se rompen, se roban y, en algunos casos, se quedan sin señal. Sin embargo, la existencia de back ups y modos alternativos – aunque engorrosos – de ingresar a las cuentas pueden resultar una buena forma de evitar inconvenientes.

 

El futuro de esta tecnología

GSMA, la asociación que nuclea a fabricantes y operadoras móviles de todo el mundo, ha lanzado recientemente una iniciativa llamada Mobile Connect. La misma busca crear un sistema de identificación único mediante el móvil, el cual permitirá resguardar todo tipo de cuentas y validar la identidad del usuario con un mismo sistema, utilizando el número de línea, y luego validando el acceso a través de una notificación en el teléfono celular. Movistar y Personal ya están probando el sistema y lo implementarían en el país en pocos meses. Si bien sin dudas mejorará la seguridad, el riesgo de un sistema de identificación único yace en que sólo bastará con obtener acceso al dispositivo del usuario, para tener acceso a todas sus cuentas. Sin embargo, en un mundo donde la gran mayoría de las personas utilizan la misma contraseña, o pequeñas variaciones de la misma, para acceder a todos los servicios, esta amenaza ya existe, y un sistema de validación por el móvil significará un enorme incremento en materia de seguridad.

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Y estos servicios de autenticación a través del móvil son apenas el comienzo. La lenta popularización de los relojes inteligentes, podrán llevar el sistema de doble verificación a una nueva frontera, haciendo que prácticamente todos los servicios requieran que el usuario valide su identidad a través de su dispositivo, utilizando su huella digital, sin importar dónde se encuentre.

La seguridad en Internet es un problema, y con una gran mayoría de usuarios que no parecen preocuparse demasiado por crear contraseñas difíciles de descifrar o por tratar con recelo sus datos personales, el aporte de nuevos sistemas móviles capaces de evitar el hurto de información son, sin dudas, bienvenidos. Basta ver si existe un interés real de la comunidad por utilizar estas herramientas o si, como hasta ahora, muchos preferirán seguir utilizando contraseña123 como clave de acceso.