LA ROPA INTELIGENTE: EL PRÓXIMO PASO EN LA EVOLUCIÓN DE LOS WEREABLES

La Internet of Things es una de las grandes promesas de la industria móvil para los próximos años. Se trata de la infraestructura que permitirá conectar a todo tipo de dispositivos, tan variados como electrodomésticos, automóviles, y maquinaria industrial, a Internet, con el objetivo de automatizar muchas de sus funciones, y de expandir sus capacidades. Montada fundamentalmente sobre redes móviles, y aprovechando nuevos chips de baja potencia diseñados por Qualcomm, Intel, y otros fabricantes, esta tecnología es una de las grandes apuestas para una enorme variedad de industrias. Entre ellas se encuentra una que, desde hace décadas, no vinculamos a la innovación. Se trata de la industria de la indumentaria y la moda.

Como protagonista principal de la primera revolución industrial, no debería extrañar que la textil sea, una vez más, una de las industrias con mayor potencial de transformación gracias a los nuevos avances tecnológicos. Esta vez, sin embargo, no serán sus procesos de fabricación, ni la capacidad de desarrollar un mercado masivo y global lo que hará de la indumentaria una protagonista del cambio. Esta vez, el motivo estará más vinculado con la cantidad de funcionalidades extras que se pueden incorporar en prendas tan sencillas como pantalones, camisas y camperas, y que permitirán sumar seguridad, productividad, y hasta bienestar a nuestras vidas.

A continuación veremos qué desarrollos en materia de ropa inteligente están comenzando a darle forma a esta industria:

SALUD Y BIENESTAR

Así como ocurrió como los wereables, es decir los dispositivos que se llevan como un accesorio en el cuerpo, uno de los primeros usos que tendrá la ropa inteligente tiene que ver con el monitoreo de la condición física de los usuarios durante sus rutinas deportivas. Así, una remera inteligente, podrá medir la cantidad de latidos por minuto de un corredor, distancia recorrida, intensidad del movimiento, calorías quemadas, y estrés físico en general, y luego compartir los datos a través de una aplicación móvil. A diferencia de los relojes y las pulseras inteligentes, sin embargo, la ropa cuenta con la ventaja de entrar en contacto con una mayor cantidad de superficie del cuerpo, lo que permitirá, por ejemplo, medir con precisión que músculos se están trabajando, y en qué proporción. En este sentido, existen startups como Athos Wear, que desarrollan indumentaria para atletas de alto rendimiento, que utilizan esta tecnología para monitorear una enorme cantidad de variables y ayudarlos a mejorar sus rutinas de entrenamiento.

La increíble capacidad de los sensores que pueden colocarse entre las fibras de la ropa permitirán, también, realizar una medición de distintos parámetros que permiten verificar el estado de salud de las personas, y de pacientes con todo tipo de condiciones, cuyo monitoreo puede ayudar en la detección y tratamiento de las mismas. Como ya hemos visto, los wereables y la Internet of Things, pueden ayudar a recolectar vastos volúmenes de información que luego pueden ser procesados por médicos e investigadores para detectar todo tipo de enfermedades, verificar el proceso de los tratamientos, y conocerlas más en profundidad.

SEGURIDAD Y RESCATE

Este es un campo donde la ropa inteligente puede hacer un gran aporte. Hace pocos días Korea Telecom, una de las principales operadoras en Corea del Sur, presentó una campera inteligente diseñada para montañistas, exploradores, y cualquiera que se aventure a una ubicación remota. Desarrollada en conjunto con Kolon Sport, una marca coreana de indumentaria y equipamiento para la vida al aire libre, esta prenda equipada con sensores capaces de detectar los movimientos de una persona que se encuentra en riesgo, y con dispositivos de comunicación capaces de transmitir una señal de alarma y la ubicación precisa del usuario en caso de desastre.

La campera de seguridad conectada de KT, Kolon, Intel, y Nokia. Fuente: GSMA.

La campera de seguridad conectada de KT, Kolon, Intel, y Nokia. Fuente: GSMA.

La campera, que incluso cuenta con balizas luminosas, y la capacidad de hacer sonar una alarma para ayudar a los rescatistas a detectar la ubicación exacta de la persona al momento del rescate, utiliza lo último en tecnología de Internet of Things para mantenerse conectada, incluso en regiones remotas alejadas de las redes celulares. Para ello utiliza un módulo de NB-IoT (Narrow Band – Internet of Things). Se trata de una nueva norma de banda estrecha de bajo poder y fácil propagación por grandes extensiones y lugares cerrados, recientemente adoptada como estándar internacional para este tipo de conexiones. La misma, permitirá conectar todo tipo de dispositivos a Internet a bajo costo, y cubriendo enormes distancias, lo que hará viable que prendas como esta campera puedan funcionar, incluso en la montaña. Y gracias a los bajos requerimientos energéticos de los tranceptores utilizados para conectarse a ese tipo de redes, la batería de los mismos puede durar hasta por diez años sin la necesidad de reemplazarla.

En el mismo sentido, la operadora coreana, ya había presentado un chaleco salvavidas con las mismas prestaciones que, en conjunto con una nueva serie de antenas desarrolladas en el país asiático capaces de extender las redes 4G LTE hasta 200km mar adentro, podrían resultar vitales para encontrar y rescatar a las víctimas de un naufragio apenas acontece el accidente.

RETAIL ONLINE

La siguiente función que algunos de los innovadores en el campo de la indumentaria inteligente han desarrollado es un poco más frívola que la anterior, pero igualmente útil. Se trata de la capacidad que tienen los sensores insertados en las fibras para realizar mediciones exactas de las proporciones del cuerpo de los usuarios.

Así, el startup LikeagLove desarrolló unas calzas inteligentes que detectan el tamaño exacto de las piernas de sus usuarios, y les permiten utilizar una app para encontrar y comparar ropa de su tamaño exacto en las principales tiendas online. De esa forma, sus creadores buscan evitarles a sus usuarios la incomoda experiencia de comprar ropa en Internet y descubrir, una vez que llega, que la misma no calza de la manera esperada.

Si bien puede parecer demasiada tecnología para solucionar un problema sencillo, esta aplicación también tiene otras ventajas, como la posibilidad de medir el progreso de las dietas y rutinas de ejercicio de los usuarios.

ROPA INTELIGENTE COMO INTERFAZ

Eventualmente, la ropa inteligente podría reemplazar a la pantalla del móvil, convirtiéndose en la principal interfaz con la que interactuamos en nuestra vida diaria. Al menos esta es la hipótesis con la que Google está llevando adelante su Project Jacquard, una iniciativa que busca desarrollar la tecnología que permita convertir a las telas y el mobiliario en superficies interactivas.

Utilizando hilos conductivos, que se pueden colocar entre los hilados de algodón, polyester, seda, o cualquier otro material, y circuitos que tienen el tamaño de un botón, esta tecnología permite que las telas detecten el movimiento de los dedos de sus usuarios, convirtiendo, por ejemplo, a una manga en un trackpad, en un botón para contestar y realizar llamados, o en un teclado, que puede ser conectado con un dispositivo móvil a través de Bluetooth u otra tecnología inalámbrica.

Fuente: Google

Fuente: Google

Y, aunque esto pueda parecer futurista, algunas prendas nacidas de este proyecto ya están en la calle. En mayo de 2016 Levi’s lanzó la Commuter x Jacquard by Google Trucker Jacket, una campera de jean diseñada para ciclistas que permite operar el smartphone desde la manga izquierda, permitiendo hacer swipe directamente sobre la tela para pasar de una canción a otra, para responder o colgar llamados, para activar la interfaz de voz y pedirle direcciones al teléfono, y mucho más. En 2017, la empresa abrirá el producto a los desarrolladores, de forma tal de generar nuevas funcionalidades y empezar a crear un verdadero ecosistema de aplicaciones capaces de actuar con la nueva ropa inteligente.

La campera inteligente de Levi's y Google. Fuente: Google.

La campera inteligente de Levi’s y Google. Fuente: Google.

Al mismo tiempo, Google se dispuso a solucionar uno de los grandes problemas de este tipo de productos, que tiene que ver con la resistencia de la ropa inteligente al tipo de conductas que las personas tienen con sus prendas, como tirarlas sobre una silla, lavarlas en el lavarropas, o hasta secarlas con calor en un secarropas. La campera de Levi’s puede resistir todas estas cosas y, además, cuenta con una ventaja extra. Y es que, a pesar de ser un producto tecnológico, no tiene el aspecto de uno. Y eso es algo que, por mucho tiempo, los críticos de los avances en la industria de la indumentaria criticaban.

El que comencemos a adoptar más ropa inteligente dependerá de varios factores. Por un lado de la baja del precio de los sensores y las nuevas fibras. Por otro, del desarrollo de baterías que permitan utilizarlas por largos períodos sin necesidad de cargarlas. Pero también será fundamental que surjan funcionalidades que verdaderamente resuelvan problemas y justifiquen el desarrollo de esta tecnología.

EL MÓVIL: UNO DE LOS GRANDES CREADORES DE EMPLEO EN LA REGIÓN

En los años previos a la revolución industrial existía una enorme preocupación por los efectos que los avances tecnológicos podían tener sobre el empleo. La misma reina Elizabeth I de Inglaterra solía amenazar con encarcelar, y hasta decapitar, a cualquier inventor o industrialista que desarrollara máquinas capaces de reemplazar labores mundanas como la confección de prendas de vestir. Unos siglos más tarde, en Austria, la dinastía Habsburgo luchó una batalla sin cuartel contra el desarrollo del ferrocarril. En ambos casos, el miedo al impacto que el progreso tendría en el orden social llevó a estos monarcas a tratar de detenerlo. Afortunadamente no lo lograron y hoy, varios siglos más tarde, podemos ver claramente como, lejos de destruir a sus sociedades, la innovación las transformó por completo y creo una enorme cantidad de nuevos trabajos que, en el largo plazo, permitieron la movilidad social y la mejora en la calidad de vida de millones de personas. Hoy, con un enfoque más abierto a los cambios, el mismo miedo vuelve a apoderarse de nosotros.

Cada vez son más las personas preocupadas por los efectos que el avance tecnológico está teniendo, y sobre todo tendrá, sobre las fuentes de trabajo. Sectores como la logística y el transporte público podrían verse amenazados por el surgimiento de automóviles y colectivos autónomos en el largo plazo, y en el corto por sistemas como Uber, Lyft, y Cabify, que compiten con los sistemas tradicionales de taxis. En otras áreas como la industria, la robótica supone una amenaza para los operarios. Y hasta los trabajos administrativos, y otros más creativos podrían verse amenazados por el rápido avance en la inteligencia artificial. Es por esto que no resulta difícil imaginar un futuro repleto de desempleados, en el que las máquinas vuelvan obsoleto al ser humano. Sin embargo, esto probablemente no ocurra. Y es que, así como la tecnología reemplaza empleos, el surgimiento de nuevas industrias también crea millones de puestos de trabajo que, poco tiempo antes, nadie concebía que alguna vez podrían existir. La industria móvil, surgida hace apenas 30 años, es un claro ejemplo de ello.

No hace mucho tiempo, la posibilidad de comunicarnos a través de teléfonos celulares parecía una fantasía salida de una película de ciencia ficción. Sin embargo, a principios de los 80s esta tecnología comenzó a desarrollarse y se volvió accesible al público general. Por sus altos costos y escasa cobertura, en un principio se trató de una industria relativamente pequeña. Pero a fines de los 90s, esto comenzó a cambiar y, hoy, con más de 4,6 mil millones de usuarios únicos y casi 7 mil millones de líneas activas, se ha convertido en una industria claramente global. Al mismo tiempo, gracias al desarrollo de redes de alta velocidad, y de los celulares inteligentes, miles de nuevas industrias, como la del desarrollo de aplicaciones, la de fabricación de dispositivos y accesorios, y más recientemente la de los automóviles y electrodomésticos conectados (a la Internet de las Cosas) comenzaron a surgir. Así, en apenas 30 años, una industria antes totalmente inexistente, pasó a convertirse en una de las mayores empleadoras a nivel mundial. De acuerdo con GSMA, la industria móvil hoy genera 13 millones de empleos directos a nivel mundial, cifra que se ampliará a 15 millones hacia 2020. Éstos son empleos generados por las operadoras móviles, los fabricantes, y los proveedores de infraestructura. Indirectamente, la industria genera otros 11,8 millones de empleos, entre desarrolladores de software y aplicaciones móviles, fabricantes de accesorios, y nuevos sectores como la educación y la salud móvil, los servicios financieros móviles, y otros cientos de servicios que aprovechan esta tecnología para desarrollarse.

Al mismo tiempo, gracias al surgimiento y expansión de esta industria, millones de empleos en marketing digital, social media, y hasta IT dentro de corporaciones vinculadas a todo tipo de actividades y gobiernos, también se han desarrollado, aunque estos resultan difíciles de cuantificar por su enorme variedad.

En nuestra región, el sector móvil empleará a 1,3 millones de personas hacia 2020, y ya genera más de 1,2 millones de empleos de manera indirecta. Pero esto es sólo el principio, con los nuevos desarrollos tecnológicos, y el crecimiento de nuevos sectores vinculados a esta industria, el móvil seguirá generando nuevos empleos durante los próximos años. Muchos de ellos en áreas que hoy todavía no concebimos como posibles. Sin embargo, haciendo un poco de futurología, y mirando lo que empieza a suceder en algunos mercados desarrollados, podemos empezar a anticipar cómo serán algunos de los nuevos puestos que el móvil generará directa e indirectamente en nuestros países.

EMPLEOS VINCULADOS CON LA INTERNET OF THINGS

La Internet of Things es, sin lugar a dudas, uno de los campos donde más empleos serán necesarios. Por un lado, el advenimiento de todo tipo de dispositivos conectados a Internet a través de conexiones móviles M2M, disparará la demanda de nuevas conexiones y multiplicará el tráfico de datos. Esto requerirá nuevos despliegues de infraestructura, y una mayor cantidad de personal de mantenimiento dentro de las operadoras. Especialmente cuando empiecen a desplegarse las antenas 5G. Sin embargo este es sólo el comienzo.

La IoT abrirá las puertas de todo tipo de nuevas ocupaciones. En primer lugar, tanto los OEMs (fabricantes de hardware), como empresas de consumo masivo, retailers, y otras empresas comenzarán a demandar ingenieros capaces de pensar e implementar soluciones utilizando esta tecnología. La cadena de supermercados Target ya está buscando a este tipo de profesionales, para generar nuevas aplicaciones que permitan desde mejorar la logística de sus entregas, hasta desarrollar nuevas funcionalidades de cara al consumidor en las tiendas. La consultora Mechina Research, por su parte, predice que más de la mitad de las grandes empresas en el Reino Unido contratarán profesionales en este campo y que por lo menos una de las 500 multinacionales más grandes del mundo creará el puesto de CIoTO (Chief Internet of Things Officer), un cargo ejecutivo del nivel C con toda una división dedicada a esta tecnología a su cargo.

Y así como las aplicaciones móviles en su momento, esta tecnología comenzará a volverse más popular y accesible, lo que requerirá de nuevos desarrolladores capaces de programar no solo apps y el back end necesario para operarlas, sino que también el hardware necesario para este tipo de dispositivos, lo que significa millones de empleos a nivel global. 

CREADORES DE CONTENIDO PARA REALIDAD VIRTUAL

Otro campo en pleno crecimiento y que podría significar una enorme fuente de nuevos empleos es el sector de la realidad virtual y la realidad aumentada. Muy impulsada por los grandes fabricantes, esta “nueva” industria podría volverse masiva en 2016 y 2017. Y con el advenimiento de hardware capaz de trasladar a los usuarios a mundos virtuales, o aumentados por contenidos digitales, se incrementará masivamente la necesidad de contenido. Así, escritores, productores audiovisuales, actores, desarrolladores de software, diseñadores, y hasta profesionales del marketing comenzarán a encontrar un nuevo campo donde desarrollarse y generar programas, películas, juegos, y otros contenidos.

Hoy ya hay más de 200 grandes empresas están buscando profesionales para ocupar posiciones vinculadas con el desarrollo de la realidad virtual, y una cantidad mayor de startups y nuevos emprendimientos están buscando desarrollar esta industria, y creando nuevos empleos.

NUEVOS TRABAJOS EN PROFESIONES YA CONOCIDAS

La demanda de nuevos empleos también ocurrirá en áreas hoy bien conocidas, como la industria de la salud y la atención médica, donde el desarrollo de aplicaciones y dispositivos capaces de medir el estado físico de los pacientes santos y con enfermedades crónicas llevará a la creación de empleos vinculados con el seguimiento y la medición de estos datos, así como en el terreno del análisis de big data. Y es que, como ya hemos visto, con datos de millones de personas en tiempo real, será posible detectar enfermedades antes de que éstas se vuelvan evidentes, y hasta hacer análisis clínicos más profundos y en menor cantidad de tiempo. Todo esto requerirá de personas muy preparadas trabajando en estos campos.

De la misma forma, la educación móvil requerirá de la incorporación de nuevos profesionales capaces de generar contenidos, y también las plataformas para difundirlos entre los estudiantes. De acuerdo con Fast Company, hacia 2025 el puesto de profesor freelance tendrá una gran demanda, ya que muchos proveedores de cursos online y universidades a distancia necesitarán educadores que generen clases y lecciones y adapten los contenidos a la demanda educativa.

Y este es sólo el comienzo. Los sistemas de transporte público, de recolección de residuos, de distribución de electricidad y gas requerirán de nuevos profesionales capaces de adaptar la infraestructura existente a nuevos sistemas que la volverán más eficiente y ayudarán a reducir los costos.

Sin lugar a dudas, el futuro no será un tiempo desprovisto de empleos. Y la industria móvil será una de las grandes impulsoras del desarrollo de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, así como probablemente ocurrirá en muchos sectores, habrá un reemplazo incremental de trabajos físicos y que requieren poca capacitación, por otros de mayor sofisticación y de profesionales más preparados.

 

 

SMART FARMING: CÓMO EL MÓVIL ESTÁ TRANSFORMANDO EL SECTOR AGROGANADERO

Si hay un sector que se ha beneficiado con los avances tecnológicos a lo largo de los últimos siglos, éste ha sido el campo. Durante la revolución industrial, la primera maquinaria agrícola permitió reemplazar a los bueyes y a una inmensa cantidad de mano de obra por algunas máquinas rudimentarias, maquinarias que han avanzado al punto tal que hoy menos de una decena de personas pueden plantar, mantener y cosechar campos de miles de hectáreas. Una nueva revolución en el campo de los fertilizantes y los agroquímicos, permitió hacer frente a las plagas y a las malas condiciones del suelo, y multiplicar varias veces los rindes, permitiendo a este sector abastecer a una población cada vez mayor, de manera más eficiente. Hoy, una nueva revolución está en puerta. Esta vez la protagonista es la tecnología móvil, la cual está convirtiendo al sector agrícola gracias a nuevas herramientas que permiten mejorar toda la operación, desde el cultivo y la cosecha, hasta la venta y distribución.

Ya hemos visto en otras oportunidades como el móvil está cambiando por completo el panorama en regiones como África Subsahariana, donde con el uso de celulares rudimentarios los granjeros están aprendiendo nuevas técnicas de cultivo, recibiendo información meteorológica, y hasta colocando sus cultivos en el mercado, para luego recibir pagos (también a través del móvil), lo que significa un cambio radical en su forma de subsistencia. Hoy, sin embargo, pondremos el foco en lo que ocurre en mercados más desarrollados, donde la actividad agropecuaria se maneja de manera profesional.

En estos mercados, como nuestro país, y la gran mayoría de los países americanos, europeos, y asiáticos, los avances tecnológicos están permitiendo que los agricultores lleven adelante operaciones más eficientes. Sin embargo, esta tecnología todavía se encuentra en pañales, pero los nuevos desarrollos en distintas áreas resultan altamente prometedores. A continuación recorreremos algunas de estas áreas, para ver como el móvil ya está generando un enorme aporte, o tiene el potencial de hacerlo durante los próximos años.

LA INTERNET OF THINGS Y EL ANÁLISIS DE BIG DATA TAMBIÉN LLEGAN AL CAMPO

Uno de los principales campos en los que el móvil puede ayudar al sector rural tiene que ver con el desarrollo de la Internet of Things (IoT) para potenciar la producción agropecuaria. Un caso de uso concreto para este tipo de tecnología, es el despliegue de sensores y dispositivos de medición de variables como la altura de las plantas, la humedad del suelo, el nivel de lluvia, la temperatura, etc, enlazados en tiempo real, a través de conexiones M2M (máquina a máquina) a una base de datos. Esto permite que los agricultores, a través de una simple aplicación móvil, puedan conocer de manera permanente que ocurre con sus cultivos. De esta forma, resulta más fácil detectar amenazas, anticipar el surgimiento de plagas, conocer el estado del suelo, predecir el rendimiento, y determinar el momento justo para la cosecha, entre muchas otras cosas. En zonas secas como California, donde hace falta instalar sistemas de irrigación, aplicaciones como CropX utilizan sensores para detectar la cantidad justa de agua que hace falta utilizar, de forma tal de evitar el desperdicio. Este startup recibió $9 millones de dólares en inversión de parte del ExCEO de Google Eric Schmidt, lo que demuestra el interés que despierta este sector. Aunque ya existen experiencias en grandes campos con el uso de este tipo de tecnologías, sobre todo en viñedos y otros proyectos de agricultura a menor escala.

Además de obtener información individualizada por áreas o plantaciones específicas, esto permite a los agricultores generar grandes bases de datos que los ayudan a optimizar sus procesos y obtener mayor rendimiento a lo largo del tiempo, así como realizar análisis y proyecciones en el largo plazo. Tras varios años de recolectar datos, por ejemplo, los agricultores podrán predecir con precisión cuál será el impacto de una sequía o de una temporada de lluvias en sus cosechas, así como de qué forma se verán afectados por muchas otras variables, y cómo contrarrestar los efectos de cada una de ellas.

De la misma forma, esta tecnología está tomando fuerza en el sector ganadero, en el que se utilizan sensores para detectar la temperatura de los animales, la sensibilidad de sus tejidos, su pulso, y su ubicación mediante GPS, de forma tal de poder llevar un conteo del ganado, y detectar oportunidades como el momento óptimo para la reproducción de los animales, así como su estado de salud general, de forma tal de identificar enfermedades y plagas de manera temprana, para poder combatirlas.

Existen también otro tipo de dispositivos, como cámaras y sensores que permiten llevar un control de las semillas almacenadas en los silos en tiempo real, que están comenzando a surgir y comercializarse para llevar adelante control de stocks en tiempo real.

Tanto la Unión Europea como distintas empresas privadas, incluidas las grandes productoras de semillas como DuPont y Monsanto, así como fabricantes de maquinaria agropecuaria como John Deere, están invirtiendo en el desarrollo de este tipo de tecnologías, y desarrollando nuevos modelos de negocio que permitirán que los agricultores las desplieguen en sus campos. En estos casos, sin embargo, ya empieza a despertarse polémica en torno a problemáticas como quién es dueño de los datos, y sobre la injerencia que los mismos – si son compartidos con algunas de estas empresas – pueden tener en el precio de los granos y las semillas.

Esto también ha llevado el debate acerca de la privacidad de los datos al ámbito agropecuario. Y es que, para muchos agricultores, la forma en la que manejan sus cultivos es casi un secreto industrial, y la libre disponibilidad de información vinculada con sus técnicas, así como de estadísticas de sus rendimientos, pueden llevar a que otros imiten sus procesos. Según alertan muchas asociaciones vinculadas al sector, la adopción de esta tecnología a veces se hace en el marco de suscripciones a productos y servicios ofrecidos a bajo precio por los gigantes del sector, los cuales no alertan que los agricultores están entregando datos vinculados con sus cultivos, a cambio del acceso a la tecnología.

Sin embargo, a pesar de los desafíos que la adopción del móvil para este sector, éste sin duda se está beneficiando a partir de las últimas innovaciones, las cuáles le permiten alcanzar mayores niveles de eficiencia, reduciendo riesgos y potenciales pérdidas. Es por eso que nuevos proyectos como la Farmers Business Network, un startup independiente – a pesar de haber recibido $15 millones de dólares en inversión por parte de Google – que nuclea a granjeros en todos los Estados Unidos, permitiendo que todos compartan abiertamente los datos obtenidos en sus campos, para procesarlos y convertirlos en información útil y, a veces, accionable, están comenzando a surgir.

Al mismo tiempo, existen miles de startups y nuevas empresas compitiendo por desarrollar nuevas tecnologías y posicionarse en el sector, muchas de ellas recibiendo inversiones millonarias por parte de inversores dedicados específicamente al sector del AgTech (tal como se ha llamado a esta nueva vertical de negocio), como por parte de gigantes del mundo móvil como los fabricantes de chips Qualcomm e Intel están realizando inversiones en startups vinculadas al sector en nuestra región y en otras partes del mundo.

OTRAS INNOVACIONES EN LAS QUE EL MÓVIL ESTÁ TRANSFORMANDO EL SECTOR AGROPECUARIO

Del mismo modo que los sensores están revolucionando el modo en el que se realizan mediciones, otra innovación vinculada al móvil resulta cada vez más relevante. Se trata de los drones. Estos aparatos voladores autónomos o radiocontrolados, son utilizados por los agricultores para observar y controlar sus cultivos a distancia, sin la necesidad de recorrerlos a por tierra. Estos dispositivos también son capaces de incorporar sensores que recolectan datos que se complementan con los obtenidos a través de los sensores terrestres. De acuerdo con un reporte de la consultora Markets And Markets, el negocio de los drones alcanzará una magnitud de $5,59 mil millones de dólares hacia 2020, y el segmento enfocado en la agricultura de precisión será una de las fuerzas que lo impulsará en mayor medida, experimentando un crecimiento interanual del 42,25% hasta ese año por lo menos.

Otra innovación que está comenzando a tomar fuerza son las granjas verticales, es decir, grandes plantaciones aeropónicas construidas en galpones y plantas industriales. Las mismas, utilizan sensores en miles de macetas y bandejas para regular con precisión la cantidad de agua necesaria para el riego, y otras variables como la entrada de luz y calor que afectan el crecimiento de las plantas. Si bien puede parecer una innovación proveniente de un futuro distópico, estas granjas ya son una realidad, y han demostrado niveles de eficiencia hasta 75 veces superiores a los de los cultivos tradicionales (según sus impulsores), una métrica que sólo es posible gracias a la incorporación de tecnología y al uso del móvil para su operación.

Por último cabe destacar algunas innovaciones más extrañas, como un proyecto que está llevando adelante Hagit Messer-Yaron, un profesor de ingeniería electrónica y exjefe científico del Ministerio de Ciencia de Israel, quien propuso el desarrollo de un sistema para medir la caída de lluvia en todo el mundo, detectando la interferencia que las tormentas generan en las ondas de radio utilizadas por las redes móviles. El sistema, el cual el científico ya puso a prueba, dio muy buenos resultados, y permitiría generar mapas meteorológicos globales precisos, que incluyan datos de regiones donde las mediciones hoy son escasas como en África y, así, predecir inundaciones, sequías, y otros fenómenos meteorológicos que afectan el desarrollo de la agricultura.

Con una población que alimentar que va a crecer hasta alcanzar los más de 9,5 mil millones de personas en 2050, la agricultura seguirá necesitando desarrollar tecnologías que la ayuden a volverse más eficiente. Y el móvil recién está comenzando a mostrar lo que es capaz de hacer por esta actividad.