LINKEDIN, LA APUESTA DE MICROSOFT PARA VIGORIZAR SU LIDERAZGO EN EL MERCADO DE LAS APPS DE NEGOCIOS

Ya es habitual que Microsoft sorprenda al mundo con una gran adquisición. Si bien no fue la primera vez que la empresa fundada por Bill Gates desembolsó miles de millones de dólares para comprar otra compañía, la adquisición de Skype en 2011 por $8.500 millones de dólares marcó un hito para la industria. Apenas dos años después, en 2013, la empresa volvió a abrir su billetera cuando pagó $9.400 millones de dólares para hacerse del negocio de fabricación de celulares y smartphones de la finlandesa Nokia. Pero la mayor sorpresa se produjo hace pocos días cuando la compañía de Redmond gastó $26,2 mil millones de dólares para comprar la red social LinkedIn, en lo que se convirtió en uno de los mayores montos pagados durante una adquisición en la historia de la industria hasta ahora, superando incluso a los $19 mil millones de dólares que Facebook había pagado por WhatsApp en octubre de 2014.

Conociendo la historia de Microsoft, esto bien puede parecer un movimiento desesperado para ingresar en el terreno de las redes sociales, de la misma forma en la que la compra de Nokia buscó compensar la falta de visión de la compañía al no apostar por el móvil cuando todos sus competidores ya lo estaban haciendo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió con esa experiencia, la cual por el momento no arrojó buenos resultados, ni logró revertir aquel fatídico error, la incorporación de LinkedIn a la cartera de productos de la compañía tiene sentido, y puede ayudar a potenciar un área en la que Microsoft siempre ha sido muy exitosa: la de las aplicaciones orientadas a negocios y profesionales.

A pesar de su éxito en campos como el de los sistemas operativos (de escritorio) y el de las consolas de video juegos, la vertical que más beneficios le ha rendido a Microsoft es el de las plataformas orientadas al mundo corporativo y profesional. A través de su cartera de aplicaciones Office, su hosting en la nube Azure, y su CRM Microsoft Dynamics – con que compite con empresas como Oracle, Salesforce y SAP –, la compañía es una líder indiscutida en este terreno. Incluso en el campo del hardware, el único gran éxito de la compañía está vinculado al sector de los negocios. Hablamos, por supuesto, de las tablets surface, una línea de equipos híbridos que, en el formato de una tableta, son capaces de correr aplicaciones que requieren de la potencia de una computadora de escritorio. Mientras el mercado de las tablets operadas por iOS se contrajo un 22% durante 2015, y el de las equipadas con Android un 7%, las tabletas con Windows (encabezadas por las Surface) crecieron un 59% y, según IDC, seguirán haciéndolo a cada vez mayor velocidad hasta alcanzar un crecimimiento interanual del 74,6% hacia 2020.

De esta forma la simbiosis con una red social como LinkedIn es evidente. Y es que, con más de 400 millones de usuarios profesionales, Microsoft puede encontrar en este espacio a un enorme grupo de potenciales usuarios de sus productos, y realizar integraciones que aumenten el uso de los mismos, sobre todo en entornos corporativos. Pero sobre todo, puede agregarles un componente social a sus aplicaciones profesionales, y frenar el avance que algunos de sus competidores como Google y Facebook buscan hacer en ese espacio.

Con más de 1.200 millones de usuarios Office es el líder indiscutido en el terreno de las aplicaciones de negocios y orientadas a la empresa. Durante 2015, la compañía logró cimentar aún más este liderazgo cuando lanzó una serie de aplicaciones móviles creadas especialmente para tabletas y smartphones de todos los ecosistemas. En poco más de 9 meses, las apps de Microsoft lograron alcanzar un 25,2% de participación en el mercado, sobrepasando a Google, hasta entonces líder indiscutido en ese segmento con sus Google Apps, y una participación que duplicaba a la de Office. Hoy, Google cuenta con apenas un 22,8% de participación. Estas cifras corresponden al mercado pago, en el que el éxito de Microsoft puede explicarse por su mayor flexibilidad a la hora de ofrecer paquetes y precios capaces de adaptarse mejor a las distintas compañías, mientras que Google cuenta con apenas dos planes, uno de $5 dólares por usuario, y otro de $10 por un paquete Premium. Cabe destacar que, si bien tanto Microsoft como Google ofrecen estas apps como parte de un entorno de servicios cloud, la más larga tradición y mayor riqueza de las aplicaciones de la primera puede resultar decisiva para muchas compañías a la hora de elegir con qué solución quedarse, y ha llevado a que cuatro de cada cinco de las principales 500 compañías del mundo, según la lista de la revista Fortune, se hayan convertido en fieles clientes de la misma.

En este contexto, LinkedIn puede no parecer vital para el éxito de Office y otros productos desarrollados por Microsoft. Sin embargo, en un memo enviado por el CEO de la compañía Satya Nadella a la totalidad de sus empleados, y publicado por The Verge, es posible observar la visión que la empresa tiene para su más reciente adquisición. Por un lado, con sus más de 433 millones de usuarios profesionales, 2 millones de los cuales pagan por algún tipo de suscripción, LInkedIn cuenta con un social graph (un mapa que permite descubrir las relaciones personales y profesionales de esos millones de usuarios, así como sus historias laborales), del que Microsoft carecía, pero cuyos competidores como Google y Facebook si poseían, ofreciéndoles una ventaja decisiva. De acuerdo con la visión del ejecutivo, esto permitiría realizar integraciones como el desarrollo de un newsfeed inteligente en la red social, que ofrezca recomendaciones de expertos y contacto con otros profesionales vinculados con los proyectos en los que está trabajando el usuario. Este es apenas un ejemplo de lo que podría lograrse utilizando muchos de los algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por la compañía, y que permitirían hasta incorporar su interfaz de voz Cortana en la red social.

Pero este es sólo el comienzo, Microsoft podría convertir a LinkedIn en el eje de un perfil social desde el que los profesionales operen la totalidad del entorno de sus aplicaciones Office, incluyendo Skype, los servicios de correo electrónico provistos por Outlook, y hasta la gestión de sus archivos almacenados en la nube en One Drive. Así, los profesionales dentro de una misma organización, podrán compartir notas, trabajar en proyectos de manera colaborativa y mucho más, desde sus perfiles en este sitio. Para los usuarios de Dynamics, el CRM de la empresa, la red social puede significar un campo de descubrimiento de nuevos contactos y oportunidades comerciales, algo que podría generar un valor agregado para, por ejemplo, los departamentos de ventas de las grandes empresas, que separaría a este producto de algunos de sus competidores que no cuentan con un componente social.

En el campo del marketing y las ventas de sus propios productos, el acceso a la información profesional de los usuarios de LinkedIn, le permitirá a Microsoft apuntalar sus esfuerzos comerciales, y desarrollar soluciones a la medida de distintas organizaciones y usuarios independientes, pudiendo, quizás, tentar a más organizaciones a adoptar sus servicios y, así, incrementar su cuota de mercado, especialmente en el segmento de las pequeñas empresas, donde Google se mantiene a la cabeza.

Por el momento todo esto es especulación, ya que no está claro de qué manera se integrarán estos negocios. De acuerdo con Nadella, en un comienzo la estructura de ambas compañías permanecerá separada, aunque LinkedIn comenzará a ajustar sus objetivos y métricas fundamentales a las necesidades de Microsoft. Al mismo tiempo, la red social comenzará a trabajar en mejorar sus puntos débiles, como la seguridad de sus usuarios – la cual fue vulnerada recientemente en un ataque en el que se robaron millones de contraseñas – y en la funcionalidad de su newsfeed el cual, por el momento, suele ser percibido como propenso al spam y poco funcional por los usuarios.

El negocio de las aplicaciones profesionales y las herramientas cloud para empresas es vasto y seguirá creciendo durante los próximos años. De acuerdo con Gartner, hacía fines de 2015 unos 630 millones de negocios a nivel mundial se encontraban suscriptos a alguno de estos servicios. Este número, según proyecta esta firma, crecerá un 6,3% interanual hasta 2022, cuando esta cifra alcance los más de 1.158 millones de empresas y negocios a nivel mundial. Y teniendo en cuenta que ya en 2016 la magnitud de este mercado será de $19,5 mil millones de dólares, no resulta difícil entender por qué Microsoft decidió hacer esta compra, y apostar a innovar en este segmento en el cual puede yacer el grueso de su facturación durante los próximos años.

LA APUESTA DE GOOGLE PARA RECONVERTIR SU NEGOCIO

A lo largo de sus veinte años de historia, Google ha crecido a costa del negocio publicitario que la compañía ha sabido desarrollar alrededor de su buscador. Durante los próximos años, sin embargo, esto podría cambiar.

Existen dos variables que han convertido a Google en el coloso que es hoy. Por un lado, desde su fundación en septiembre de 1998, la compañía ha ofrecido un sistema de búsquedas más efectivo que el de sus competidores, lo que la ayudó a posicionarse y superar a competidores como Yahoo! y Lycos, los cuáles dominaban el mercado en un primer momento. Sin embargo, no fue su poderoso algoritmo lo que convirtió a Google en un coloso. Si bien hacia el año 2000 la compañía ya lideraba el mercado, y era totalmente rentable gracias a un modelo de negocios que se basaba en licenciar sus servicios de búsqueda a otras empresas (como Yahoo!), la realidad es que su potencial de negocio todavía no era tan significativo. Esto, sin embargo, estaría por cambiar.

Ese mismo año, Google lanzó AdWords, su plataforma publicitaria, en la que se apoyaría para convertirse en una de las empresas más valiosas (y rentables) del mundo. Si bien al principio se trataba de un sistema que permitía que los anunciantes colocaran banners que no tenían relación alguna con el contenido en las páginas de resultados de búsqueda, la llegada de Eric Schmidt como CEO en 2001 llevó a la adopción del modelo que hoy conocemos, basado en una idea inventada por el buscador goto.com, luego adquirido por Yahoo!

Pero aunque la publicidad es, y seguirá siendo, una fuente de ingresos fundamental para Google, y el sistema con el que la compañía monetiza la mayor parte de sus productos, Sundar Punchai el flamante CEO de la empresa (desde el año pasado subsidiaria de Alphabet, la corporación creada para contener a Google y a otros proyectos), reconoció en estos días que su objetivo es empezar a mirar a la inteligencia artificial, y al cloud computing, como los próximos grandes canales de ingresos para la compañía.

Estas son dos áreas en las que Google ya ha acumulado gran experiencia y en las que ha desarrollado todo tipo de servicios, aunque por ahora les ha dado uso mayormente interno, o aplicado a sus propios productos y servicios. Así, los planes de la empresa consisten en comenzar a ofrecer espacio en sus servidores a otras compañías. Al mismo tiempo, ofrecerá software instalado en esas máquinas, que ayudará a los clientes a utilizar contar con la infraestructura necesaria para desarrollar sus negocios, sin realizar la inversión de tiempo y dinero que demanda construirla.

Este modelo de negocios se encuentra lejos de ser novedoso. Tanto Amazon, a través de Amazon Web Services (AWS) como Microsoft con Azure vienen trabajando ofreciendo hosting as a service y otras soluciones cloud desde hace unos diez años. Así, la primera de estas empresas, facturó más de $2,5 mil millones de dólares en el último trimestre de 2015, y tiene entre su cartera de clientes a empresas como Netflix y Spotify, las cuáles le confían sus enormes catálogos de contenido a sus servidores, al igual que otras miles de compañías de distintos tamaños y rubros. El negocio de AWS creció un 69,37% el último año, y el del servicio de Microsoft un 120%, lo que demuestra el enorme potencial de crecimiento que el sector todavía tiene. Y es justamente ahí donde Google busca hacer un impacto.

El motivo por el que el gigante de las búsquedas (y el móvil, y tantos otros rubros) busca meterse en ese sector, tiene que ver con que durante los últimos años registró una ligera caída en el crecimiento de su negocio publicitario. Esto no quiere decir que éste no esté creciendo, de hecho, de los $18,7 mil millones de dólares en facturación que Alphabet recibió en el tercer trimestre de 2015, $16,79 mil millones fueron producto de la venta de publicidad en el buscador y los otros servicios de la compañía. En el cuarto trimestre de 2015, y el 2016 la facturación total creció, superando los $20 mil millones en ambos períodos, empujada siempre por la publicidad.

Aún así, el flamante CEO del buscador busca cambiarle la cara a su negocio y, sin abandonar el redituable mercado publicitario, competir fuertemente con Amazon y Microsoft en el área de los productos y servicios cloud. Según Urz Hölze, el Vicepresidente de Infraestructura de la compañía, Google se encuentra en una posición única por su enorme capacidad para ofrecer este tipo de servicios, y por la enorme cantidad de clientes corporativos con los que ya cuenta. Al mismo tiempo, en una nota en The Verge, el ejecutivo reconoció que aspira a emular el éxito obtenido por la empresa con Android, plataforma con la que ingresó siendo apenas un competidor minúsculo entre otros ecosistemas mucho más desarrollados y, en pocos años, logró dominar el mercado. A diferencia del mercado de los sistemas operativos móviles, sin embargo, el de los servicios cloud no requiere de una posición dominante de uno o un par de empresas para garantizar rentabilidad, por lo que seguramente no tenderá a consolidarse de la forma en la que ocurrió con Android. De todas formas, Google podría tener una ventaja.

A pesar de ser un jugador minúsculo en este mercado comparado con sus principales competidores, Google tiene un diferencial muy atractivo, y al que apela para construir su perfil en esta vertical. Se trata de todo el desarrollo que la compañía viene realizando en inteligencia artificial y machine learning, el cual hoy le permite a la empresa catalogar imágenes y videos de manera automática y ofrecer recomendaciones de contenido sin la necesidad de la intervención humana. Al mismo tiempo, es lo que alimenta a productos como Google Now y su interfaz de voz. Todo esto podría adaptarse y ponerse a disposición de los clientes corporativos en forma de distintos servicios que podrían contratar junto con el almacenamiento. Sin embargo, nada garantiza el éxito de Google en este mercado.

Si bien es cierto que la empresa llegó tarde a todo tipo de negocios como el de los buscadores, el e-mail, los sistemas operativos móviles, y los mapas, y aún así logró dominarlos a todos, también es cierto que en otros como el de las redes sociales no pudo replicar este éxito. Y en un rubro donde Amazon y Microsoft ya han desarrollado marcas y presencias tan fuertes, y a clientes de gran envergadura probablemente no tan dispuestos a cambiar a no ser que exista un incentivo muy poderoso para hacerlo. Sólo el tiempo dirá si la empresa podrá reconvertirse de la manera en la que sus ejecutivos se lo proponen. Lo que es innegable es que Google es una de las compañías que más apuestan por la innovación, al punto tal de estar dispuesta a replantear su negocio, incluso cuando este es terriblemente rentable. De todas formas, es llamativo que, invirtiendo en tantos campos nuevos y aún no explorados, la apuesta fuerte de la compañía esté dada en un área ya muy desarrollada por otras empresas, y en las que ya existen claros líderes de mercado.

LOS BOTS, LA NUEVA FORMA DE INTERACTUAR CON EL MÓVIL

Los constantes avances en Inteligencia Artificial están abriendo las puertas a nuevas formas de interactuar con el contenido, y todos los gigantes de Internet están trabajando activamente por desarrollar la próxima gran interfaz. Esto puede verse en los esfuerzos que estas empresas están haciendo para desarrollar interfaces de lenguaje natural. Así, tanto Apple con Siri, como Google con Google Now, Microsoft con Cortana, y Amazon con Alexa, apuntan a crear sistemas que puedan interactuar de la manera más humana posible con los usuarios, y que puedan integrarse con distintas aplicaciones y servicios, de forma tal de convertirse en el estándar en ese mercado. Durante los últimos meses, un nuevo tipo de interfaz que busca reemplazar a las Apps y a la web móvil está naciendo, con un fuerte impulso de empresas como Microsoft, Google, y Facebook. Hablamos de los bots inteligentes.

Estos robots inteligentes son programas de computadora capaces de establecer conversaciones que emulan la forma de comunicarse de los humanos, ya sea a través de texto, voz, o video. Los objetivos por los que se pueden desarrollar son muchos, pero en regla general su utilización apunta a desarrollar canales de venta y atención al cliente para empresas, que buscan bajar los costos que implican los call centers y grandes equipos dedicados a esta función. A través de los bots las empresas pueden resolver la mayor parte de los problemas planteados por sus usuarios o, por lo menos, establecer un primer filtro que permita derivar a las personas al sector correcto, o reducir la cantidad de comunicaciones que pasan a los ejecutivos al mínimo posible, de forma tal de reducir los tiempos de espera y la carga sobre estos equipos.

Estos robots están lejos de ser una novedad. Desde hace varios años, distintos startups apuestan por ellos, fundamentalmente como medios para automatizar los canales de atención al cliente y, así, bajar los costos. La compañía cordobesa Aivo es un ejemplo de ello. Sin embargo, los resultados – hasta el momento – nunca fueron excelentes, y los robots, aunque capaces de ofrecer un determinado tipo de respuestas, nunca lograron alcanzar la naturalidad y abanico de interacciones que un ser humano de carne y hueso puede garantizar.

Pero los bots sirven para mucho más que eso. Esta tecnología también puede ser utilizada para interactuar de otros modos con Internet y aumentar la productividad. Utilizados en un programa de mensajería corporativa como Slack o Hipchat, por ejemplo, permiten buscar contenido como texto o imágenes en Internet, lanzar y manejar aplicaciones, enviar y recibir archivos, marcar eventos en el calendario, y hasta hacer un pedido en el supermercado, entre muchas otras funciones, de manera muy rápida, y a través de una simple línea de comando, o una expresión coloquial. En definitiva, los bots permiten automatizar y simplificar todo tipo de funciones.

Es en este contexto que, durante los últimos años, ocurrió un gran avance en este campo, y muchos desarrolladores pusieron a disposición del público a distintos robots que permitieron mejorar la experiencia en este tipo de programas. En estos meses, sin embargo, los giantes de Internet se propusieron llevar esta tecnología al público general, integrándolos en sus mensajeros más populares, y permitiendo que empresas de todo tipo se conecten a ellos mediante APIs abiertas, de forma tal de masificar su uso, y de paso convertirse en líderes en este incipiente mercado.

MICROSOFT LLEVA LOS BOTS A SKYPE Y OTRAS PLATAFORMAS

La primera empresa en hacer un anuncio en este sentido fue Microsoft. Los creadores de Windows vienen trabajando desde hace años en esta tecnología, y de hecho hace pocos meses expusieron sus logros cuando lanzaron a Tay, un robot que utiliza inteligencia artificial para aprender y participar de conversaciones en Twitter, GroupMe y Kik. Lamentablemente, lo que intentaba ser una exposición de lo poderoso de su plataforma, resultó en una pesadilla para el departamento de relaciones públicas de la empresa cuando, motivado por usuarios que se propusieron enseñarle lo más oscuro de la interacción en las redes sociales, el robot comenzó a tuitear y responder con contenidos racistas y muy agresivos. A las pocas horas Microsoft decidió apagarlo.

La compañía, sin embargo, no se achicó y volvió a apostar por la inteligencia artificial unos pocos días después cuando anunció, durante su conferencia Build 2016 – orientada a los desarrolladores de sus plataformas -, que lanzaría sus bots para plataformas convencionales de comunicación, tales como Skype, Slack, Kik, Line y WeChat, entre otras.

En su mensajero estrella (Skype), Microsoft integró nada menos a que Cortana, el mismo robot que ya se encuentra disponible en sus teléfonos Windows. Este bot es capaz de completar todo tipo de funciones, como agregar ítems al calendario, buscar contenidos, y hasta identificar personas y lugares. Pero este es solo el comienzo. Este robot es capaz de comprender las comunicaciones que los usuarios mantienen entre sí, y ofrecer tareas vinculadas con las mismas. Así, por ejemplo, ante una discusión acerca de un viaje, Cortana puede ofrecer pasajes al destino mencionado, y permitir que el usuario haga sus reservas directamente desde Skype, entre otros servicios. En una función que puede resultar hasta un poco invasiva, el programa también puede recordarle al usuario que tiene amigos viviendo en su destino, y ponerlo en contacto con ellos para arreglar salidas o pedirles consejos para el tiempo que pasen en esa ciudad.

Microsoft también ha permitido que distintas empresas creen sus robots, o mejor dicho adapten los robots disponibles a sus necesidades, a través de kit de desarrollo llamado Skype Bot SDK. Un ejemplo de esto es el robot de la cadena de hoteles Westin, el cual integrado a Skype, ayuda a los usuarios a encontrar habitaciones de hotel y reservarlas, todo a través de la interfaz del mensajero. Estos robots también pueden utilizarse a través de la voz y el video, ya que permiten llamar a entornos virtuales, donde un robot o un ser humano animado dialoga naturalmente con los usuarios. Algo que, hasta hace poco, podía parecer futurista, pero en pocos meses nos puede parecer lo más normal del mundo.

FACEBOOK TAMBIÉN APUESTA POR LOS BOTS CORPORATIVOS

Pocos días después del anuncio de Microsoft, Facebook llevó adelante su conferencia F8, en la que presentó la actualización de su Facebook Messenger, el segundo mensajero más popular de la compañía (después de WhatsApp), el cual ya cuenta con 900 usuarios únicos activos. Parte de las nuevas funciones de esta plataforma, incluyen la utilización de bots para mejorar la experiencia del usuario.

En el caso de la red social, el objetivo primario de los robots, además de ofrecer información acerca del clima, la bolsa, y otras temáticas con apenas una pregunta del usuario, es permitir que las empresas de todo tipo comiencen a utilizar la interfaz del mensajero para ofrecer sus servicios. Así, distintas compañías podrán, por ejemplo, manejar sus canales de atención al cliente a través del Facebook Messenger, utilizando robots que reemplazan a sus ejecutivos humanos. Al mismo tiempo, esta interfaz permite vender productos, a través de una simple conversación con un bot, que al final del proceso le dejará una URL al usuario, el cual así pagará directamente por la compra en el sitio de la empresa con la cual se comunicó.

Así como Microsoft, Facebook puso a disposición de las empresas una API con la cual crear, personalizar, y optimizar los robots para la necesidad de cada negocio resulta rápido y sencillo. Como suele ocurrir con los productos de la red social, dar de alta un bot en Facebook Messenger es gratis, y puede ser realizado por cualquier compañía. Para monetizarlos, la empresa de Mark Zuckerberg pondrá a disposición de las empresas un nuevo tipo de ads que permitirán que los anunciantes incluyan como call to action el inicio de una conversación con un bot de la marca en cuestión, así como opciones de retargeting a través del mensajero, utilizando bots que les ofrecen productos y servicios a los usuarios que ya se comunicaron con la empresa, o tuvieron alguna interacción en la red social con ella.

Si bien los bots presentados por Microsoft, y en especial aquellos desarrollados por Facebook, todavía no son capaces de ofrecer un nivel de naturalidad equiparable al de los humanos (y tal parece que en el caso de los segundos son un poco lentos), las enormes inversiones que estas empresas están realizando, así como la apertura de sus sistemas a una vasta comunidad de desarrolladores, sin lugar a dudas ayudarán a impulsar el avance de esta tecnología a pasos mucho más rápidos.

Las interfaces de usuario son cada vez más diversas, y el desarrollo de la inteligencia artificial está abriendo las puertas a que nuestro contacto con las computadoras sea cada vez más natural y parecido a la forma en la que nos comunicamos con otros humanos. La carrera, hoy, es por desarrollar el robot más humano posible – o que por lo menos nos emule mejor – y convertirse en la empresa líder en el segmento. Como siempre, de todas formas, vale la pena escuchar a Stephen Hawking y a Elon Musk, y aprender de las lecciones que nos enseñó nuestra corta interacción con Tay para asegurarnos de que, en lugar de querer vendernos un par de zapatillas, estos nuevos bots no terminen aniquilando a la raza humana. O llenando nuestros mensajeros de spam.

¿TIENE MICROSOFT TODAVÍA UNA OPORTUNIDAD EN EL MÓVIL?

Un viejo adagio dice que es de caballeros luchar por causas perdidas. Y en el mundo móvil pocas causas parecen tan perdidas como la inmersión de Microsoft en el mercado de los sistemas operativos móviles. En una cruzada digna del Cid Campeador, la empresa fundada por Bill Gates viene intentando imponer su Windows Phone – hoy devenido en Windows 10 – desde 2010 cuando lo lanzó por primera vez al mercado. Heredero del bastante exitoso Windows Mobile, el sistema operativo que la compañía distribuía en la era pre-iPhone – con un nivel de adopción bastante notable, por cierto – este SO intentó recuperar su cuota de mercado en un mundo en el que Apple y Google ya dominaban en terreno. Al mismo tiempo, este nuevo ecosistema buscaba corregir el error histórico cometido por el entonces CEO Steve Ballmer de subestimar la importancia que el móvil tendría, dejando de lado casi por completo esta industria, y manteniendo foco en las computadoras de escritorio y portátiles, las cuales si bien retienen su significancia, ya no tienen la magnitud ni sostienen grado de innovación que el móvil ha sabido demostrar. Casi seis años y varios miles de millones de dólares en desarrollo, marketing y adquisiciones después, Microsoft sigue sin superar el 3% de cuota de mercado. Y aún así lo sigue intentando. ¿Pero tiene alguna esperanza?

Ventas de equipos Microsoft Lumia a lo largo del tiempo

Ventas de equipos Microsoft Lumia a lo largo del tiempo

Si bien históricamente el mercado de la tecnología tiende a consolidarse en un solo ecosistema, como ocurrió con Windows en los 90s, o a polarizarse entre dos competidores fuertes, como ocurre hoy entre Windows y Apple en el terreno de las computadoras, y entre Android y iOS (también de Apple) en el móvil, la llegada de Windows Phone generó una gran expectativa en torno a la posibilidad de la existencia de una tercera posición. Y aunque un tercer ecosistema puede resultar molesto para los desarrolladores en términos de generar nuevas aplicaciones, esta diversificación prometía también mayor competencia entre las empresas que controlan el grueso del negocio, y un potencial de ingresos mayor (a partir de comisiones más bajas por las ventas y distribución). Algo similar sucedía con los fabricantes, los cuales podían, a través de Windows Phone, limitar la influencia de Google sobre sus líneas de producto. Así, durante los primeros años, Samsung, HTC, y hasta LG lanzaron líneas enteras de smartphones equipados con este sistema operativo. A diferencia de lo que ocurre hoy, estos dispositivos eran realmente buenos, originales, y distintos a los disponibles con Android. Pero las ventas no acompañaron y, lentamente, los fabricantes comenzaron a discontinuar sus equipos con Windows. Todo excepto Nokia, que luego de apostar por imponer a Symbian, su propio SO, apostó por la diferenciación de la mano de Microsoft. Una decisión que le terminó costando su posición en el terreno móvil, y que llevó que la empresa de Redmond terminara adquiriendo la totalidad de su negocio de fabricación de equipos.

Sin importar el esfuerzo comercial realizado por los fabricantes, y en paralelo por el gigante del software, la adopción de Windows entre los usuarios fue baja y la polarización entre los dos líderes de mercado nunca logró ser quebrada. Esto, sin embargo, sí ocurrió en algunos mercados, aunque no lo suficientemente significativos como para impulsar a esta plataforma a nivel global. Uno de esos mercados fue, notablemente, nuestro país. La imposibilidad de ingresar equipos Apple por las trabas puestas por el gobierno llevaron a que los dispositivos de esta marca sólo pudieran ser adquiridos mediante el mercado informal, o viajando al exterior. Esto puso a las operadoras en una disyuntiva, ya que se encontraban a la merced de Google que, con su dominación del ecosistema móvil, les quitaba margen de maniobra. Así fue que compañías como Movistar, Personal y Claro empezaron a empujar los equipos Nokia, equipados con Windows, llevándolo a superar el 10% de cuota de mercado en el tercer trimestre de 2015, un número superior al 4% alcanzado por iOS y al 2,8% que la plataforma de Microsoft ostentaba a nivel mundial. Al mismo tiempo, por la gran estabilidad y facilidad de uso de este SO, las operadoras se beneficiaron ofreciendo smartphones muy sólidos en la gama media, capaces de empujar el consumo de datos. Y es que, no hay que olvidar, que hasta hace pocos años Android en la gama media tenía una performance que dejaba bastante que desear. Sin embargo, a medida que esto ha comenzado a cambiar gracias a dispositivos como los Moto X y Moto G, muy populares en el país, y a la nueva gama media de Samsung, Windows volvió a verse amenazado. Un posible regreso de Apple al país, sin embargo, probablemente no represente una amenaza para este sistema, puesto que el fuerte del sistema operativo está en un segmento en el que los smartphones de la empresa de Cupertino no compiten por su elevado precio.

Una luz de esperanza al final del túnel

A pesar de su elegancia y estabilidad Windows Phone tiene un problema sistémico. Éste es la pobreza de su ecosistema de desarrollo, y la falta de aplicaciones de calidad disponibles para la plataforma. Y es que, incluso cuando Microsoft logró que la mayor parte de las aplicaciones más populares lanzaran sus versiones para Windows, estas son mucho más pobres que sus hermanas diseñadas para Android y iOS. Esto, que resultó fatal para el sistema operativo en el pasado, podría dejar de ser un problema en un futuro cercano, resultando en una victoria para este sistema operativo.

Esto se debe a que se está produciendo un cambio en el comportamiento de los usuarios. Mientras que hasta ahora las aplicaciones eran el medio por el que se realizaban la mayoría de las interacciones con los servicios web a través de los smartphones, la web empieza a tomar su lugar. De acuerdo con un informe realizado por ComScore, la audiencia de las principales propiedades web creció un 42% entre 2014 y 2015. En el mismo período, el crecimiento de la audiencia de las Apps fue apenas del 21%. Y si bien las aplicaciones todavía son mejores herramientas para retener al usuario, y son el espacio donde las personas pasan el 87% del tiempo en sus smartphones y el 83% en sus tablets, la mejora en la calidad, los tiempos de carga, y las oportunidades que ofrecen los sitios móviles – en gran parte gracias a iniciativas como las llevadas adelante por Google para mejorar la web móvil – la relevancia de las apps podría ser cada vez menor. Y esto es a lo que Microsoft parece estar apostando.

mobile-web-growing-faster

Al fusionar sus sistemas operativos móvil y de escritorio en Windows 10, la compañía apostó por crear un entorno único donde el móvil realmente funcione como una extensión de la experiencia en la PC, y donde los dispositivos como tablets y smartphones puedan ofrecer todas las prestaciones y capacidades de una computadora, lo que virtualmente eliminaría la necesidad de contar con la mayoría de las apps, aunque a la vez haciendo más atractivo para los desarrolladores estar en sus plataformas. Al mismo tiempo, al discontinuar el Internet Explorer y empezando de nuevo con el flamante Edge, la empresa creó un navegador capaz de soportar las nuevas tecnologías y ofrecer una experiencia equiparable a la del Chrome, de Google.

Los nuevos Microsoft Lumia 950 XL

Los nuevos Microsoft Lumia 950 XL

Es por eso que, lejos de rendirse, y aunque su línea Lumia vendió apenas 4,5 millones de dispositivos en el último trimestre (contra más de 10 millones un año atrás) a pesar de haber lanzado los muy atractivos Lumia 950 y 950XL a fin del año pasado, todo indica que Microsoft seguirá apostando por su sistema operativo. En el futuro, sin embargo, podría apostar por hacerlo con una nueva línea de productos, más emparentado con Surface, su gama de tablets orientada especialmente al mundo corporativo. Y es que las Surface han demostrado un crecimiento sólido, y mientras el negocio de los smartphones se desbarrancaba, éstas aumentaron sus ventas un 29% de un año al otro.

Un teléfono Surface podría significar un cambio importante para la marca, que podría asociar su producto móvil más exitoso con una categoría en la que viene fallando, y relanzar sus esfuerzos, apostando a un contexto donde el cambio de comportamiento de los usuarios podría favorecerla y finalmente posicionarla como una alternativa seria en el mercado.

Sin embargo, para poder lograr esto Microsoft deberá hacer mucho más que un buen producto. Necesitará el apoyo de las operadoras, la confianza de los usuarios, y una comunicación que permita convencer a los consumidores de que al optar por uno de sus equipos no se están perdiendo un mundo de apps y oportunidades, como todos los que alguna vez apostamos por Windows Phone sentimos que estábamos haciendo.

LAS MIL Y UNA OPORTUNIDADES DE LA REALIDAD AUMENTADA

Tras casi cinco años en los que la tecnología móvil continuó su evolución de manera bastante lineal, y en los que los principales cambios se dieron por el mejoramiento sustancial de las tecnologías que ya se encontraban disponibles, una nueva revolución comienza a gestarse en los laboratorios de los principales gigantes tecnológicos. Hace pocos meses hablábamos de lo disruptivos que los nuevos sistemas de realidad virtual prometen ser para la industria de los videojuegos (así como para otros sectores vinculados con el contenido, pero también con otras áreas). Hoy nos enfocaremos en una tecnología que es prima de la de realidad simulada, y cuyas aplicaciones prácticas van mucho más allá de lo lúdico. Una tecnología literalmente capaz de cambiar la forma en la que vemos el mundo e interactuamos con el. Hablamos, nada menos, que de la realidad aumentada.

Lejos de ser novedoso, el concepto de realidad aumentada se comenzó a popularizar con la introducción de los primeros smartphones. Estos equipos fueron algunos de los primeros en contar con GPS, giroscopios, y otras piezas de hardware que dieron lugar a que distintos desarrolladores experimentaran con aplicaciones que, por ejemplo, permitían descubrir actividades, atracciones turísticas, restaurantes, y otros puntos de interés en las cercanías del usuario, con apenas apuntar el teléfono en la dirección correcta. Sin embargo, a pesar de ser innovadoras, estas apps no ofrecían demasiado valor. No el suficiente como para que el usuario medio las utilizara cuando necesitaba encontrar algo, por lo menos. En otras industrias, como la de la defensa y la aviación, esta tecnología sí marcó un antes y un después. Y esto sucedió muchas décadas antes de que los smartphones fueran, siquiera, una posibilidad y de que se acuñara este término.  

Las_mil_y_una_oportunidades_de_la_Realidad_Aumentada_vrainz

Foto: Acrossair, una app lanzada en 2011 que permitía descubrir el entorno gracias a la realidad aumentada.

 

Una de las primeras aplicaciones de la realidad aumentada ocurrió en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando a los pilotos de los aviones cazas británicos se les complicaba encontrar a los enemigos que veían en el radar o seguir las instrucciones dadas por sus compañeros en la radio. Para resolverlo, a los ingenieros de la Fuerza Aérea se les ocurrió proyectar la pantalla del radar en una parte plana del vidrio del avión, dando lugar a una tecnología que hoy se conoce como HUD, o Head Up Display. El HUD es una pantalla transparente ubicada tanto en los jets militares, como en distintos modelos de aviones comerciales y civiles, que permite que los pilotos obtengan datos de la altitud, la actitud y la velocidad del avión, así como información de navegación sin tener que despegar la vista del exterior.

Las_mil_y_una_oportunidades_de_la_Realidad_Aumentada_vrainz

Foto: El HUD de un Boeing 787-8. Tomada por Mohamed Nazmi (CC 2.0 Flickr)

Otras plataformas en las que la realidad aumentada ya es moneda corriente son las consolas de videojuegos como la PlayStation y la XBOX, las cuales utilizan cámaras tridimensionales para generar experiencias y juegos en pantalla en los que los participantes interactúan, a veces sin necesidad de un control, con personajes y entornos digitales.

 Video: Trailer de los usos de la realidad aumentada en la Sony PlayStation 4.

 

Desarrollando las aplicaciones indicadas, el móvil puede valerse de la realidad aumentada para agregar valor en todo tipo de disciplinas. Tanto Google como Microsoft y otras empresas están atentas a esto, y se han volcado a desarrollar nuevas tecnologías que permitan hacerlo.

 

De Glass a Project Tango: la propuesta de Google

Uno de los productos móviles de realidad aumentada más icónicos fue nada menos que Google Glass, una pequeña pantalla unida a una computadora colocada en una vincha, que puede utilizarse como si se tratara de un par de anteojos, o combinada con el mismo, y permite recibir notificaciones e información mientras se realizan actividades como caminar por la vía pública o todo tipo de trabajos. Si bien fue anunciado en 2011 y lanzado por primera vez en 2013 en su versión para desarrolladores, este producto todavía no ha concluido su etapa de desarrollo, y aún no cuenta con fecha de lanzamiento al público en general.

En cambio, un proyecto que avanza más rápidamente es Project Tango, una tecnología desarrollada por Google que, incorporando distintas cámaras y sensores, permite que los dispositivos móviles obtengan una visión tridimensional del entorno en el que se encuentran, más similar a la vista humana. Esto permite, por un lado, que los equipos puedan ubicarse en el espacio identificando puntos de referencia, lo cual dará lugar a aplicaciones que no necesiten de un GPS, Bluetooth o de ningún tipo de conexión a Internet para ofrecer localización a nivel local, especialmente en espacios internos. Al mismo tiempo, esta visión humana les da a los equipos la posibilidad de ver en tres dimensiones, distinguiendo la profundidad de la misma forma en la que lo hacen nuestros ojos, lo cual no solamente servirá para crear juegos de todo tipo, sino que también para ayudar a los dispositivos a identificar objetos, trazar rutas, y generar experiencias mucho más ricas de realidad aumentada, capaz de brindarle más valor al usuario.

Aunque todavía se encuentra en etapa de desarrollo, ya existen dispositivos como celulares y tablets que incorporan la tecnología de Project Tango y se venden para desarrolladores. El objetivo de la compañía es lograr que la comunidad desarrolladora avance en la creación de aplicaciones que puedan aprovechar esta tecnología en distintos campos. Según anunció la compañía durante la feria CES 2016, este año saldrá a la venta la primera tableta orientada al público general que incorporará esta tecnología. La misma será producida por Lenovo.

 

HoloLens: la apuesta de Microsoft

Gracias a su experiencia desarrollando Kinetic, la tecnología detrás de las Xbox 360 y One Microsoft es una de las empresas que más ha avanzado en el desarrollo de la realidad aumentada. Y HoloLens, un visor transparente que cuenta con dos cámaras y una computadora integrada que corre Windows 10, es el resultado de este trabajo.

Este dispositivo, también en etapa de desarrollo, permite crear un entorno “holográfico”, en el que los usuarios pueden crear e interactuar con objetos tridimensionales que no existen en el mundo físico.  De esta manera, es posible desarrollar desde juegos complejos hasta todo tipo de aplicaciones prácticas tan variadas, como permitir el acceso a información sin la necesidad de contar con una pantalla, como la posibilidad de visualizar diseños y prototipos virtuales como si fueran reales, y hasta asistir a las fuerzas de seguridad y de defensa brindando información extra e identificando amenazas en la calle y en el campo de batalla.

Esta tecnología —o en realidad, combinación de tecnologías— todavía se encuentra en pañales, pero es tal su potencial que Microsoft, así como Google, está apostando a construir una comunidad de desarrolladores capaces de generar el software necesario para llevarla a todo tipo de industrias, y a la vida cotidiana.

 

Una gran oportunidad que no termina de convencer a los inversores

Una de las características de esta tecnología es que, como ya mencionamos, cuenta con un enorme potencial para asistir en todo tipo de tareas. Así, además de resultar muy interesante en el campo del entretenimiento —en el que será posible crear juegos e interactuar con personajes tanto en la pantalla como a través de visores que los insertarán en el mundo real—, será posible adaptarla a todo tipo de prácticas. Un ejemplo claro es el de la medicina, donde tanto médicos como cirujanos podrán valerse de información extra, y de la posibilidad de hacer mediciones, identificar objetos, órganos y tejidos, y mucho más utilizando uno de estos dispositivos. Hace pocas semanas un equipo médico en Miami se valió de una tecnología similar, la de la realidad virtual, para crear un modelo 3D del corazón y los pulmones de una beba que nació con apenas un ventrículo, y pudo así planificar una operación que le salvó la vida, algo que hubiera resultado imposible con un modelo visto en una pantalla tradicional.

De la misma forma ingenieros, diseñadores industriales, y hasta estudiantes podrán acceder a un mundo nuevo de información a través de una interfaz sencilla y poco invasiva capaz de modificar el mundo a su alrededor y ayudarlos a volverse más productivos.

Sin embargo, y aunque nos encontramos cerca de que esta tecnología salga al mercado y empiece a volverse masiva, todavía existe escepticismo por parte de la comunidad inversora. Y esto tiene sentido. La realidad aumentada, así como varios otros campos que presentan una gran promesa tanto desde el valor que generan sus aplicaciones como desde el punto de vista de las oportunidades de negocio, viene generando expectativa desde hace años, y más de una vez ha fallado catastróficamente, tanto desde el punto de vista del producto como desde la adopción por parte de los usuarios. Resta ver si, esta vez, las cosas serán distintas, y si la generación de un ecosistema desarrollador, y de dispositivos creados específicamente para este fin logran estar a la altura de la oportunidad, y crear un nuevo mercado.