¿QUÉ PRECAUCIONES ES NECESARIO TOMAR ANTES DE SALIR A BUSCAR UNA INVERSIÓN DE UN VC?

Existe una preocupación que ocupa tiempo y espacio en la cabeza de todo emprendedor. Una inquietud que, incluso en los momentos en los que no signifique un problema inminente, se encuentra latente y es motivo de discusión, debate, y hasta de lectura en cientos de artículos en blogs y respuestas en Quora. Se trata de la posibilidad de acceder a uno o varios VCs, y convencerlos de invertir en su proyecto.

Seducir a un VC toma una enorme cantidad de esfuerzo que va desde generar oportunidades sociales de encuentro que permitan comenzar a construir un vínculo, hasta llegar al momento del pitch y, en el mejor de los casos, presentarle las proyecciones y datos que guiarán su decisión. Este esfuerzo bien puede distraer a cualquiera de aquello que debería ser siempre su principal punto de foco: trabajar sobre el producto, la adquisición de usuarios (o clientes), y determinar la viabilidad y escalabilidad de la compañía. Es por eso que resulta absolutamente necesario estar convencidos de que avanzar en la búsqueda de una inversión resulta vital para el futuro del Startup. De otra manera existe el riesgo de estar perdiendo el tiempo, y hasta poniendo en peligro la posibilidad misma de salir adelante.

Es por ese motivo, y para ayudar a prevenir la inversión de tiempo en esfuerzos innecesarios —y a veces hasta contraproducentes— que hoy veremos qué preguntas es conveniente hacerse antes de salir a buscar inversión por parte de un VC, y en qué casos conviene no hacerlo.

 

¿Es completamente necesario?

Una de las primeras preguntas que es necesario hacerse es cuán necesario es el dinero. En esta época en la que, con una cierta tracción y notoriedad, conseguir dinero resulta relativamente sencillo —por lo menos en Silicon Valley, ya que este no siempre es el caso en América Latina— es bueno aprender a controlar la tentación y evaluar si es el momento indicado para salir a buscarlo.

Un startup en sus primeras etapas muchas veces no necesita de fondos extra, y si bien la noción de incrementar el tamaño del equipo, y de cobrar un sueldo que permita vivir una vida un poco más digna —o de poder permitirse salir al cine una vez al mes por lo menos— puede resultar tentadora, es frecuente encontrarse con que mayor cantidad de recursos no necesariamente significan un verdadero avance.

Una inversión tiene sentido solamente cuando se ha podido determinar que un cierto proceso, escalado y potenciado, es capaz de producir un crecimiento exponencial en materia de adquisición de usuarios, de facturación o, en el escenario ideal, de ambos. Si esos procesos todavía no se encuentran definidos, es decir, si el producto todavía se encuentra en etapa de desarrollo o el plan de negocios en experimentación, no resulta conveniente buscar capital.

El capital es una gran herramienta para ayudar a que algo que ya fue construido crezca, pero nunca para ayudar a construir ese algo.

 

¿Estoy dispuesto a ceder parte del control?

Una consecuencia muchas veces inesperada de sumar a un VC a la compañía tiene que ver con la pérdida del control. No con la pérdida total, después de todo, ningún inversionista tiene intenciones de hacerse cargo del micromanagement de un startup. Sin embargo, en el momento en el que se convierte en un accionista, y en que su capital comienza a estar en riesgo, el VC sin dudas tendrá opiniones y querrá ser escuchado. Es necesaria mucha disciplina y autoridad para poder imponer la propia visión y no ceder a la presión, y sobre todo para no arruinar la relación y terminar en una guerra interna con un nuevo socio, que sólo atentará contra las posibilidades de éxito.

 

¿Estoy listo para sumar presiones?

Si ser un emprendedor es, de por sí, una actividad estresante, sumar la presión de tener que mostrar resultados favorables y responder por las decisiones tomadas puede ser doblemente agobiante. En el momento en el que se recibe una inversión, la cuenta regresiva hacia el exit comienza a correr. Puede tratarse de una adquisición, de una nueva ronda de inversión, o incluso de un IPO, pero de alguna manera el VC querrá maximizar el retorno de su inversión, y esperará resultados que vayan en esa dirección.

 

¿Estoy dispuesto a diluir mi participación?

Uno de los problemas más comunes relacionados con levantar una ronda de inversión demasiado pronto, tiene que ver con la dilución temprana de la participación accionaria de los fundadores. Una compañía que todavía no factura grandes cantidades, o que no puede mostrar un enorme potencial real a través de su tracción, no tendrá una valuación de mercado lo suficientemente alta como para conseguir una inversión sustancial a cambio de poco equity. Es importante cuidarse de entregar demasiada participación en las primeras etapas ya que, si las cosas salen bien, nuevas rondas de inversión significarán entregar aún más participación, con lo que existe el riesgo de convertirse en uno de esos fundadores que terminan perdiendo el control de su propia compañía. Eso es lo que le sucedió a los cinco fundadores de Bloodhound Technologies, un Startup británico dedicado a la prevención de fraudes para seguros médicos. Tras años de crecimiento, y varias rondas de inversión, los inversores se hicieron del control de la compañía, la cual finalmente vendieron por 82 millones de dólares. De esa cifra en total los fundadores recibieron sólo $36.000 y, uno de ellos, $89.

Este caso grotesco demuestra la importancia de revisar los acuerdos y no entregar equity de manera irresponsable. Pero sobre todo, demuestra que es fundamental alcanzar una valuación lo más alta posible antes de salir a la caza de un VC.

¿Qué tipo de compañía busco construir?

Finalmente, esta última pregunta es, quizás, la más importante, y tiene que ver con la visión de futuro que tiene cada uno. Muchos emprendedores no buscan un exit ni el crecimiento exponencial de sus compañías, sino que buscan formar empresas sustentables, que les permitan vivir de algo que disfrutan y generar buenos dividendos.

Cuando ese es el caso, un VC no es el socio ideal. Tanto los inversionistas de riesgo como los fondos de inversión buscan startups que apunten a multiplicar su negocio año a año y les permitan obtener un alto retorno de inversión. No alcanzar esos objetivos llevará a que éstos eventualmente busquen abandonar la compañía, lo que puede resultar en un costo alto, o incluso en una liquidación.

Si bien ir tras un VC puede parecer un paso natural para cualquier startup, es importante tomar conciencia acerca de las condiciones y el momento que está atravesando cada proyecto antes de apresurarse a tomar una decisión. Un buen camino, cuando existen dudas e inseguridades, es acercarse a algún inversor de confianza, a un mentor, o a un emprendedor más experimentado, ponerlo al tanto de la situación, y escuchar su consejo antes de avanzar. Pero siempre lo más importante es ser sincero con uno mismo, y no dejarse llevar por la tentación. Porque lo que hoy puede parecer un alivio, en poco tiempo puede convertirse en una pesadilla, o en un error que arrastre a toda la compañía hasta su propia desaparición.