MOBILE LEARNING Y ECONOMÍAS EMERGENTES: UNA OPORTUNIDAD TRANSFORMADORA POR JAVIER GUEVARA

Aunque el e-learning y mobile learning hayan nacido como un complemento del modelo tradicional de aprendizaje, en países de economías emergentes, los contenidos educativos a través de dispositivos móviles (teléfonos celulares base, smartphones y tablets), se están convirtiendo en una oportunidad transformadora.

Un estudio desarrollado por la empresa Docebo, asegura que las tasas más altas de e-learning se encuentran en África, con ingresos de hasta USD 512.7 millones para este año; Asia con una expectativa de USD 11.5 mil millones, Europa del Este con USD 1.2 mil millones y América Latina con USD 2.2 mil millones.

La razón radica en la necesidad de estas regiones de llevar adelante un sistema de aprendizaje que sea de bajo costo, fácil aplicación y mucho más flexible, para llegar a las zonas más remotas. Una investigación de la UNESCO, asegura que la mayoría de propietarios de teléfonos móviles se encuentran en países en vías de desarrollo, lo que se traduce a más de un 70% de usuarios.

En tanto y acorde a cifras de Ambient Insight, se espera que para 2017 el mercado del m-learning en América Latina alcance los USD 1.4 mil millones. Esta es la segunda tasa de crecimiento más alta del mundo después de África, donde 10 millones de niños dejan la escuela cada año. Es por eso que los esfuerzos de llevar estas plataformas a la región son aún mayores.

En este continente, en donde la cobertura alcanza a  620 millones de usuarios, proyectos de la UNESCO como Yoza Cellphone Stories desde donde se pueden descargar novelas e historias, o de la organización sin fines de lucro Worldreader; potencian y acercan el acceso a la capacitación en los más chicos.

Otra de las organizaciones que también trabaja para el análisis de las nuevas tecnologías y la gestión de nuevas políticas e iniciativas es el GSMA. Si tenemos que citar uno de sus casos de éxito, debemos referirnos a Filipinas. Allí 6 millones de jóvenes de recursos limitados y que están por fuera del sistema educativo pueden acceder hoy a nuevas oportunidades de educación, gracias a las soluciones móviles desarrolladas en conjunto con el departamento de Educación de Filipinas.

Regresando a América Latina, las oportunidades de innovación son muy interesantes. Un  ejemplo a tomar en cuenta es  Kidloom,  una plataforma de contenidos infantiles que se concentra  en que los más pequeños para que puedan aprender jugando y divirtiéndose a través del móvil o tableta.

Así si en un inicio los padres entregaban el celular o tableta a modo de distractor o pacificador del niño, ahora es un punto más de encuentro para el juego y aprendizaje. Nada mal.

El uso de la tecnología como puente de aprendizaje en el móvil, es una  puerta de acceso y en el fomento de las distintas políticas públicas y sociales como soporte y canal sin excepción para que esto ocurra.  Y como no, un campo para la innovación y negocios.

 

Publicada en América Economía

 

LOS DESAFÍOS DE LA INDUSTRIA MÓVIL EN AMÉRICA LATINA POR JAVIER GUEVARA

ANÁLISIS Y OPINIÓN

Pocas industrias han estado sometidas a tantos cambios vertiginosos en los últimos 40 años como el de la telefonía móvil. Si durante los primeros años de la década de 1990, tener celular era privilegio de unos pocos, hoy, el celular es el principal medio de inclusión para las economías de países en desarrollo,  en donde amplios sectores de la sociedad nunca contaron con un  teléfono de línea.

Según proyecciones de la GSMA,para el 2020  en América Latina el acceso a banda ancha rondará el 50% y se espera que para ese mismo año, el 80% de conexiones móviles sean 3G y 4G.

El año pasado cerramos con un total de 396 millones de usuarios de teléfonos móviles, versus los 258 de Estados Unidos. Se estima que más de 150 millones de habitantes utilizan smartphone, sin que aún supere el 40% de adopción a esta clase de dispositivo.

Las cifras son más que positivas, sin embargo América Latina aún enfrenta serias dificultades para poder sostener la expansión a la que se enfrenta, sin olvidar que en términos de conexión se encuentra por detrás de la media mundial. Durante el primer trimestre del 2015, la GSMA asegura que el 4G representó apenas el  2,4 % del total de 683 millones de conexiones móviles que se registraron en la región.

La migración a esta nueva tecnología ocurre a un ritmo más lento, acorde a varios factores como: la asignación insuficiente del espectro 4G adecuado, la falta de infraestructura con los requisitos que se amolden estrictamente a las normas establecidas de cobertura, y la situación macroeconómica que impide en algunos casos, la actualización a equipos móviles más avanzados, que soporten esta tecnología.

Es en este marco donde la GSMA, encuentra la oportunidad de implementar nuevas políticas públicas que permitan el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la infraestructura y el software necesarios, que aseguren un mayor acceso a los usuarios. La expansión del 4G y la garantía a los consumidores de una mayor seguridad; les permitirán un mayor acceso a contenidos, bienes y servicios, que sirvan además como estímulo del comercio móvil (m-commerce), la educación (e learning y m-learning) y la salud entre otras cosas.

Si nos detenemos en este último punto, debemos mencionar que el m-commerce en la región tiene junto con China el crecimiento más rápido a nivel mundial de acuerdo con cifras de eMarketer, con un aumento de 12,9% de 2014 a 2015 y una perspectiva del 43,8% hacia 2020. En tanto, no es solamente la seguridad lo que afecta sino también, la baja bancarización de la población latinoamericana, con el 59% de los habitantes fuera de este sistema y apenas el 22% el que cuenta con acceso a una tarjeta de crédito.

En los últimos años se han producido grandes avances en lo que a distribución de contenido digital respecta, pero todavía no resulta suficiente. Es en este punto donde se ubican las iniciativas y el esfuerzo de organizaciones como la GSMA, que con programas como “Nos importa”, brinda acceso a distintos países de la región que incluyen problemáticas que van desde la falta de electricidad o agua, hasta la creación de programas de seguridad móvil (Mobile Connect), la poca conectividad y la inclusión de usuarios al sistema.

 

Publicado en América Economía