LA ESTRATEGIA MÓVIL DE MCDONALD’S PARA POTENCIAR SUS VENTAS

Cada año, los fanáticos de McDonald’s esperan ansiosamente a que la compañía ponga en venta uno de sus productos más populares: el McRib. Este sándwich de costillas de cerdo, marinadas en salsa barbacoa, y servido con pepinos y cebolla, fue lanzado originalmente en 1981, y discontinuado varias veces hasta que despareció de gran parte de los mercados. Sin embargo, a partir de 2005, la cadena de comida rápida, lo ha convertido en un producto estacional, disponible por apenas algunas semanas de cada año en países como los Estados Unidos, España, y Argentina, entre otros. El objetivo de la compañía es crear una expectativa tal alrededor del producto que, cuando éste vuelve a su menú, se generé un frenesí tal que las tiendas se inunden de clientes desesperados por consumirlo. Y la estrategia funciona.

Para exacerbar aún más este fenómeno, McDonald’s no ofrece este sándwich en todos sus restaurantes, sino que lo hace en un número selecto, y en cantidades limitadas. Y esto ha llevado a que, para algunos, conseguir un McRib se haya convertido en una verdadera cacería del tesoro. Tal es el impacto de este fenómeno, que durante los últimos años, en las semanas en las que el producto se encuentra a la venta, una gran cantidad de entusiastas crearon mapas y “localizadores de McRibs” que indicaban donde encontrar el popular menú.

Este año, la cadena decidió tomar la delantera y, ante el inminente lanzamiento del producto – por tiempo limitado, por supuesto – publicó una aplicación móvil disponible para iMessage para los usuarios de iOS 10 en adelante llamada “McRib Finder”. La misma, permitirá que los usuarios encuentren las tiendas que poseen el popular menú, y hasta vean en tiempo real cuál es el stock disponible, de forma tal de asegurarse que podrán conseguir uno si se desplazan hasta el lugar.

Foto: Digiday

Foto: Digiday

Esta app se encuentra ubicada en el mensajero instantáneo de Apple, lo que significa que los usuarios no podrán encontrarla en el App Store. En cambio, éstos deberán abrir iMessage, crear una nueva conversación, hacer click en el ícono de la tienda de aplicaciones del sistema de mensajería, y elegir la app de McDonald’s. La misma incluye distintos stickers que los usuarios pueden compartir con sus amigos, y un mapa dinámico que, utilizando su ubicación, le indica donde encontrar el McRib más cercano. Así, la cadena espera convertir el consumo de este producto en una experiencia social, y a la vez más sencilla para los que desean comprarlo.

EL MÓVIL COMO HERRAMIENTA DE GENERACIÓN DE VALOR

Pero esto es apenas el comienzo. Además de ser una estrategia interesante de marketing, el uso del móvil permitirá que McDonald’s, por primera vez, comience a conocer mejor a sus clientes. Hoy, la compañía estima que el 80% de sus clientes son recurrentes, y comen por lo menos una vez a la semana en uno de sus locales. Pero dado que la mayoría de las transacciones se realizan en efectivo, con lo que resulta imposible conocer sus hábitos y preferencias.

Esta aplicación permitirá que el restaurante pueda predecir el desempeño de futuros lanzamientos, cuál es la distancia que los clientes están dispuestos a recorrer por encontrar un determinado producto que les gusta, y otras informaciones que pueden resultar valiosas.

Es por motivos como este que el nuevo CEO de la empresa, Steve Easterbrook, quien se sumó al equipo el año pasado, decidió comenzar a invertir en herramientas móviles que permitan, por un lado, generar esta información y, por el otro, crear nuevos canales de contacto con los consumidores, incrementando las ventas y mejorando el servicio. Así fue que el ejecutivo envió a parte de su equipo a la conferencia South by Southwest (SXSW), que se realiza anualmente en Austin, Texas, para trabajar con startups y desarrollar nuevas iniciativas.

Así, nacieron ideas como generar aplicaciones que permitirán que los clientes preordenen sus menús y luego los recojan en la tienda que les resulte más conveniente. Así, la empresa podría comenzar a competir con otras cadenas como Starbucks y Taco Bell, las cuáles no solamente tienen aplicaciones que permiten ordenar, sino que cuentan con programas de fidelización móvil que generan verdaderos incentivos para que los clientes vuelvan; y en el caso de la primera hasta con uno de los sistemas de pagos móviles más exitosos del mundo.

Del mismo modo, la empresa ha comenzado a trabajar en otras iniciativas. Algunas, como un localizador móvil de tiendas, resultan más convencionales. Otras, como un sistema de entregas a través de drones, resultan más osadas. Este último caso, si bien puede resultar muy atractivo en los papeles y para la prensa, difícilmente será posible de implementar en los próximos años, mientras no exista una regulación concreta que estipule como pueden llegar a conducirse este tipo de servicios.

De cualquier forma, el móvil se ha convertido en un aliado indiscutido de todo tipo de comercios y retailers, y ya sea como herramienta de promoción de un producto en particular, como un sistema de recolección de datos del usuario, o como un mecanismo de fidelización de clientes, la realidad es que las grandes empresas están invirtiendo en ella, y buscando aliados entre el sector emprendedor para poder realizar una verdadera transformación en sus negocios, e incrementar su facturación.

EL PERFIL UNIVERSAL, LA APUESTA DE LAS OPERADORAS PARA ACABAR CON WHATSAPP

En cada vez más mercados, la mensajería IP ha logrado desplazar casi por completo a los SMS como medio principal de comunicación entre los usuarios. De acuerdo con GSMA, este fenómeno se ha vuelto especialmente poderoso en nuestra región donde, en todos los principales mercados, mensajeros como WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram, y Viber, entre otros, son más utilizados que los mensajes tradicionales de texto por más de la mitad de los usuarios, y se han convertido en un estándar. En México, por ejemplo, el 67% de los suscriptores móviles prefiere esta modalidad de comunicación. En Chile, la cifra se eleva al 64%, en Argentina al 61%, y en Brasil al 59%. Pero esto pronto podría cambiar.

El abandono de los SMS por parte de los usuarios ha tenido un impacto significativo en la facturación de las operadoras móviles. Y si bien muchas se han adaptado poniendo el foco en los servicios de datos, y otros servicios de valor agregado, recuperar la mensajería de texto podría significar una buena noticia. Es por esa razón que 46 operadoras a nivel mundial, en conjunto con 12 fabricantes, y GSMA, la asociación que nuclea a los principales actores de la industria móvil, están trabajando en un nuevo estándar de comunicaciones que podría reemplazar al SMS, ofreciendo todas las funcionalidades que poseen los mensajeros IP, pero sin la necesidad de instalar aplicación alguna, ni de contar con planes de datos.

Llamada Perfil Universal de Comunicaciones Avanzadas (o Universal Profile for Advanced Communications, por su nombre en inglés), esta tecnología está siendo desarrollada para proveer una serie de estándares y características comunes, que permitirán que los usuarios se comuniquen entre ellos compartiendo no solo texto e imágenes, sino que también contactos telefónicos, y otros contenidos, incluso si están hablando por teléfono. Al mismo tiempo, al tratarse de un estándar abierto, el mismo puede ser adoptado por cualquier desarrollador, e incorporar sus funcionalidades en cualquier tipo de aplicación. De esta forma, las marcas que buscan generar canales de ventas y atención al cliente mediante el uso de chat bots, ya no deberán limitar sus operaciones a un ecosistema cerrado, como pueden ser Facebook Messenger, o iMessages (de Apple) y, en cambio, podrán apuntar a toda su audiencia independientemente de qué plataforma utilice cada usuario para comunicarse. Y esto es apenas un ejemplo de todas las integraciones que esta tecnología permite realizar.

De esta forma, el Perfil Universal, apunta a convertirse en un sistema verdaderamente global, presente en todos los dispositivos, y disponible para la gran mayoría de los usuarios.

UN CAMBIO DE PARADIGMA EN MUCHOS MERCADOS

Si bien el enorme rango de posibilidades que ofrecen los mensajeros IP lo han convertido en una plataforma de comunicación superior al SMS desde muchos puntos de vista, la principal razón por la que gran parte de los usuarios en algunos países la han adoptado tiene más que ver con cuestiones económicas. Hace algunos meses, observábamos que en mercados como los Estados Unidos, Francia, y el Reino Unido, donde los mensajes tradicionales de texto siempre fueron ofrecidos en paquetes de tarifa plana, sin límite de uso, el grueso de los usuarios sigue optando por esta tecnología a la hora de comunicarse. En cambio, en otros países como España, Holanda, Argentina y Brasil, donde hasta hace poco los SMS se cobraban o se encontraban limitados, las aplicaciones de mensajería – y en especial WhatsApp – dominan el mercado. Sin embargo, los gigantes tecnológicos como Facebook, Google, y hasta empresas dedicadas a la mensajería como Line y WeChat, están apostando permanentemente por la innovación, y por la incorporación de características que separan a sus plataformas del mensaje de texto tradicional, con lo que están buscando convencer a los usuarios de todos los mercados de migrar a sus sistemas. Y lentamente lo están logrando.

Desarrollando el Perfil Universal, y combinándolo con planes de uso ilimitado, las operadoras están buscando eliminar las ventajas competitivas que han permitido que los mensajeros IP se impusieran, y recuperar el negocio de la mensajería. Y es posible que lo logren. Una plataforma verdaderamente universal, que no requiere de instalación alguna de una aplicación, que es abierta para los desarrolladores, y que permite acceder a todo tipo de servicios, sin inferir en un costo extra ni consumir datos móviles ofrece una propuesta de valor extremadamente atractiva que, si es comunicada de manera correcta, y logra seducir a la comunidad de desarrolladores, sin lugar a dudas presenta una gran oportunidad.

En septiembre de 2016, Sprint – la cuarta operadora en los Estados Unidos – se convirtió en la primera en ofrecerles este sistema a sus usuarios. Disponible, en un primer momento, solamente para los usuarios de Android a través del mensajero nativo del sistema operativo, el servicio se irá extendiendo, y estará disponible en todas las terminales equipadas con el OS de Google vendidas por la compañía a partir de 2017. Otras operadoras harán lo mismo en poco tiempo.

Por el momento, este protocolo de comunicaciones se encuentra en su primera etapa. Pero lentamente las operadoras irán incorporando más funcionalidades, y lanzando nuevas APIs y plug-ins para permitir que los desarrolladores incorporen la tecnología en sus productos, de forma tal de ir generando incentivos para que los usuarios comiencen a adoptar este formato de mensajería. Una de las primeras innovaciones que, de acuerdo con GSMA, se lanzarán en los próximos meses, será el E-commerce conversacional, un sistema que permitirá realizar búsquedas de productos y hasta concretar compras manteniendo una conversación en lenguaje natural con un robot a través del mensajero. Esto, que ya existe en algunos ecosistemas cerrados, y a muy pequeña escala, podría popularizar esta funcionalidad en tiendas de todo tipo y tamaño. Al mismo tiempo, los técnicos están trabajando en generar protocolos de seguridad que permitan que este sistema proteja verdaderamente la identidad y los datos de los usuarios.

Una plataforma tecnológicamente sólida rara vez es suficiente para garantizar el éxito de un producto. Sin embargo, dada la ubiquidad del nuevo Perfil Universal, del compromiso de las operadoras, los fabricantes, y hasta de Google para llevarlo adelante, y el valor agregado que éste ofrece para los usuarios, es posible que en apenas unos pocos años veamos decrecer nuestro uso de los mensajeros IP como WhatsApp en favor de esta tecnología. Pero solo el tiempo, y el modo en el que los distintos jugadores de la industria la implementen, dirá si se convertirá en un verdadero éxito, o en una función más que pocos utilizan.

LAS SECCIONES DE OPINIÓN EN LAS TIENDAS DE APLICACIONES SE CONVIRTIERON EN UN CAMPO DE BATALLA

Un extraño fenómeno está afectando tanto a Google Play como al AppStore de iOS. Y es que, durante las últimas semanas, la sección de “Opiniones” en los listados de aplicaciones publicadas en ambas tiendas, en las que los usuarios califican y reseñan a las apps que utilizan y han probado, se han convertido en verdaderos campos de batalla donde miles de personas han comenzado a otorgar malas calificaciones a aquellas aplicaciones con las que disienten políticamente.

El fenómeno, que comenzó a visualizarse luego de las elecciones que ungieron a Donald Trump como Presidente Electo de los Estados Unidos, tiene como protagonistas principales a las apps pertenecientes a cadenas de noticias y periódicos digitales más importantes de aquel país. Percibidos por una parte del público como medios “liberales y sesgados”, los mismos fueron víctimas de un ataque constante por parte de usuarios enojados – y, posiblemente, también de parte de trolls – que cuestionaron su integridad periodística y confiabilidad dejando reseñas negativas en las tiendas de aplicaciones.

De esta forma, este grupo de usuarios, inundó las publicaciones en Google Play y el App Store con comentarios de alto contenido político, y que advierten a otros usuarios acerca de la orientación política de estos medios, de su permanente activismo, de que se trata de chistes y no de sitios de noticias, de que se trata de medios mentirosos, entre otros mensajes del estilo. Al mismo tiempo, de manera sistemática, una gran cantidad calificó a las apps con ratings de una estrella.

De acuerdo con el sitio Digiday aplicaciones como CNN, USA Today, y la flamante aplicación de Mic, fueron víctimas de este tipo de reseñas. En el caso de la última, una app de noticias orientadas a un público joven, un tercio de los comentarios recibidos entre el 11 y el 21 de noviembre de 2016 tenían una estrella, y no precisamente por problemas técnicos o de usabilidad, sino que vinculados justamente al contenido. En el caso de Quartz, otro popular sitio de noticias, un 40% de todas sus reseñas son negativas por motivos asociados con su postura editorial.

No es una novedad que existe una proporción de usuarios que no concuerda con la postura de un medio, o que incluso tiene algo para decir con respecto a su línea editorial y su integridad periodística. Sin embargo, esta es la primera vez que estas posturas se manifiestan abiertamente en las reseñas de las tiendas de aplicaciones, y son acompañadas por calificaciones negativas en la escala en la que está ocurriendo durante estos días. En cambio, este tipo de discusiones, se encontraban más bien reservadas a las redes sociales, y a las secciones de comentarios de los sitios de noticias, donde los usuarios más despiadados siempre encontraron tierra fértil para explayarse y participar de conversaciones sobre las cualidades del medio en el que estaban opinando.

UN ATAQUE DIRECTO AL CORAZÓN DEL NEGOCIO

Los comentarios en otros ámbitos, por más negativos que éstos puedan ser, nunca tuvieron la capacidad de perjudicar tan directamente a una app como las reseñas en las tiendas de apps. Y es que, aunque es imposible saberlo a ciencia cierta, los desarrolladores y especialistas en App Store Optimization, coinciden en que las reseñas tienen un impacto directo en la posición de una aplicación en los listados dentro de las tiendas, y en la capacidad que los usuarios tienen de descubrirlas.

Fue gracias a la gran cantidad de reseñas, y a los altos puntajes recibidos, que Flappy Bird, un juego imposible de ganar que se convirtió en sensación hace apenas unos pocos años, logró escalar a los primeros puestos entre las apps más descargadas del App Store de iOS. Y es, también, gracias a las reseñas negativas que las aplicaciones de noticias hoy pueden empezar a sufrir, y a perder descargas. Esto puede tener un impacto directo en el negocio de estas compañías, y puede significar un golpe mortal a su estrategia móvil, el medio más importante por el que las personas se informan. Y si bien, por el momento, la mayor parte de las noticias se consumen a través del navegador, y no de aplicaciones específicas, esto no quiere decir que estas no resulten importantes para la fidelización de los usuarios, para la monetización del negocio, y para la construcción de una audiencia en el largo plazo.

Todavía no está claro si este fenómeno se ampliará a apps en otras verticales, pertenecientes a compañías asociadas por el público una determinada postura política, o si el mismo se limitará a aplicaciones vinculadas con noticias. Tampoco es posible saber si las tiendas de aplicaciones tomarán medidas en el asunto, acomodando sus algoritmos para compensar este tipo de “ataques” en los listados de apps vinculadas a la información. Y, sobre todo, no es posible saber si esta es apenas una moda pasajera asociada con este proceso electoral, o si se trata de una tendencia que comenzó a expresarse este año, pero que se mantendrá vigente durante un tiempo prolongado.

De cualquier forma, cabe preguntarse si expresarse políticamente puede comenzar a ser un problema para las compañías vinculadas con el negocio móvil, que pueden verse castigadas de esta manera por hordas de usuarios enojados.

¿CÓMO ESTÁN HACIENDO LOS MEDIOS ONLINE PARA RETENER A SUS USUARIOS MÓVILES?

El móvil se está convirtiendo el medio por excelencia a la hora de consumir noticias y contenidos digitales. De acuerdo con datos del Pew Research Center, durante 2015, 82 de los 90 principales periódicos y sitios de noticias digitales en los Estados Unidos recibieron más visitas desde dispositivos móviles que desde su versión para computadoras de escritorio. Al mismo tiempo, estos medios han comenzado a ver un marcado crecimiento en la cantidad de usuarios que ingresan únicamente a través de dispositivos móviles, en detrimento de aquellos que lo hacen exclusivamente a través de una computadora.

A diferencia de lo que ocurre en otras verticales, como las redes sociales, los mapas, y hasta la información meteorológica, a la hora de consumir información, los usuarios utilizan en mayor medida la web móvil que las aplicaciones. De hecho, de acuerdo con ComScore, solamente el 35% del tiempo que los usuarios pasan leyendo noticias lo pasan dentro de una app. El resto, ocurre a través del navegador móvil. Y esto tiene sentido, puesto que, hoy, el 62% de los usuarios descubren la mayor parte de las noticias en sitios de redes sociales, las cuáles se nutren de contenido de una gran diversidad de sitios.

Sin embargo, a pesar de este crecimiento del móvil, existen algunos desafíos que esta plataforma plantea para los editores. El primero de ellos tiene que ver con la retención de usuarios. Con tantos medios, los índices de fidelidad no son especialmente altos y, lo que es peor, incluso cuando un lector instala la aplicación de un sitio de noticias, un gran porcentaje de las veces no la utiliza con regularidad, o no vuelve a abrirla jamás. Del mismo modo, los usuarios pasan cada vez menos tiempo leyendo noticias, y las sesiones resultan cada vez más cortas.

Lejos de resignarse, los editores de muchos de los principales medios del mundo están trabajando en encontrar nuevos formatos que permitan retener a los usuarios y, a la vez aumentar el tiempo que éstos pasan en sus sitios. Hoy conoceremos dos ejemplos concretos, que están arrojando muy buenos resultados.

UN NUEVO FORMATO: LA RECETA DE FORBES PARA AUMENTAR EL TIEMPO QUE LOS USUARIOS PASAN EN SU SITIO MÓVIL

Forbes es uno de los medios más innovadores cuando se trata de su plataforma digital. La revista, enfocada en el mundo de los negocios, fue una de las primeras en recibir contribuciones en materia de contenido de parte de bloggers y redactores externos, y también en poner los recursos de su equipo editorial a disposición de sus anunciantes, permitiéndoles crear notas, infografías, videos, y otros formatos para comunicar sus contenidos comerciales. En vistas de la creciente importancia que el móvil está teniendo entre sus lectores, la revista comenzó a desarrollar cambios en su producto que le permitieran incrementar la retención, manteniendo a los usuarios “enganchados” por más tiempo con el contenido.

El primero de esos cambios consistió en el reemplazo de algunas de sus notas tradicionales por contenidos más desarrollados utilizando una serie de “cartas” que contienen imágenes e información y que hacen que la navegación más entretenida y visual. De acuerdo con Lewis D’Vorking, Chief Product Officer en Forbes (entrevistado por el sitio Digiday), “La industria se achicó para adaptarse al teléfono (…) estábamos usando métodos tradicionales de contar historias en un dispositivo que requiere un método más visual. En mi opinión, las audiencias móviles requieren otro tipo de experiencia”. Y eso es precisamente lo que la revista intentó crear.

Nuevo formato ForbesEn su primer intento de reinventar su contenido en el móvil, Forbes creó 26 artículos basados en “listados” (como, por ejemplo, “Las mejores universidades en los Estados Unidos”, o “Las mujeres emprendedoras más exitosas”) en los cuáles experimentó con un nuevo formato. En lugar de crear listas basadas en texto, como habría hecho en otro momento, o de dividir el contenido en distintas páginas, como hacen otros medios – utilizando un formato que suele ser poco amigable con el usuario cuyo principal objetivo es incrementar la métrica de page views – Forbes apostó por priorizar la experiencia de usuario, generando una experiencia muy visual e interactiva, en la que cada lector puede recorrer el listado en sus propios términos, y detenerse y ampliar cada ítem a su gusto.

Para probar este formato, la revista experimentó mostrándoselo solamente a 60.000 usuarios, la mayoría provenientes de las redes sociales, y comparando los resultados con los mismos artículos escritos en formato tradicional. Los resultados fueron muy alentadores. El tiempo promedio que los lectores del nuevo formato pasaron en las notas fue el doble que en el anterior (2 minutos en promedio, contra 1 minuto). En algunos casos puntuales, este incremento en el tiempo llegó a multiplicarse diez veces, algo que contrasta con la tendencia de los usuarios móviles a leer rápido y por encima, y pasar al siguiente artículo.

Este nuevo formato, sin embargo, no puede aplicarse a todos los contenidos de la publicación, y es que por su naturaleza se presta solamente a notas que contienen un determinado tipo de información. Al mismo tiempo, desarrollar contenidos tan complejos implica costos y tiempo más elevados, con lo que no siempre es posible, sobre todo para medios que publican decenas de artículos por día.  Sin embargo, el esfuerzo puede resultar prometedor para contenidos de naturaleza más bien perenne, o que por su importancia e impacto pueden resultar muy populares. Es por esto que Forbes seguirá experimentando con el mismo, y desarrollando artículos en este formato, aunque difícilmente el mismo se convertirá en un estándar en los próximos meses.

Otra compañía que probó un enfoque similar fue Vox Media. Hace dos años, la empresa probó un formato de cartas parecido al desarrollado por Forbes en su sitio Vox.com. Y si bien los resultados en términos de engagement también fueron prometedores, la complejidad del formato llevó a que la compañía decidiera abandonarlo y, de acuerdo con Digiday, concluir que no existe una solución única que permita reinventar el periodismo digital y adaptarlo completamente al móvil, sino que lograr esto requerirá de un conjunto de nuevos formatos y herramientas trabajando en conjunto.

PUSH NOTIFICATIONS: EL SECRETO DEL NEW YORK TIMES PARA AUMENTAR LA RETENCIÓN

No son pocos los medios digitales alrededor del mundo que utilizan las Push Notifications para alertar a sus lectores acerca de eventos importantes, o noticias destacadas para, de ese modo, llevar tráfico a sus sitios. Y, si bien se trata de una herramienta efectiva, en el largo plazo puede resultar contraproducente ya que los usuarios tienen baja tolerancia a este tipo de mecanismos. De acuerdo con el 2016 App Report de ComScore, un estudio anual que mide el comportamiento de los usuarios móviles, solamente el 27% de los usuarios permiten que sus aplicaciones les envíen este tipo de notificaciones con cierta regularidad, el 35% sólo lo permiten algunas veces, el 25% muy rara vez, y el 13% nunca. Lo que es peor, la aversión de los usuarios por este tipo de mensajes se incrementa año tras año, por lo que enviar notificaciones con demasiada regularidad puede llevar a que el grueso de los usuarios, que exhiben una tolerancia limitada a este mecanismo, las apaguen, desactivando la posibilidad de llegar a ellos de este modo tan efectivo.

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Los medios, sin embargo, se encuentran un poco más blindados a este tipo de aversión por las notificaciones que otro tipo de aplicaciones, sobre todo cuando los usuarios perciben que éstos les envían información valiosa. Es por eso que, en los Estados Unidos, el New York Times, cuenta con un equipo de 11 personas dedicado a determinar de qué manera utilizar mejor esta herramienta, y cuándo es conveniente enviar una notificación.

En un principio, tanto este medio como otros, utilizaban la herramienta como un modo de comunicar las noticias urgentes, como fenómenos climáticos, eventos de alto impacto en la política y la economía, y hasta los resultados deportivos. Pero este enfoque simplista ha comenzado a cambiar. El equipo del Times, por ejemplo, ha comenzado a personalizar la experiencia, enviando notificaciones relevantes para cada lector, basándose no sólo en el valor noticioso de los últimos acontecimientos, sino en el historial de noticias leídas de cada usuario. Así, una persona que lee noticias políticas e internacionales, comenzó a recibir notificaciones más vinculadas a esas secciones, y no a deportes.

Al mismo tiempo, el periódico comenzó a enviar push notifications referidas a notas que no necesariamente tienen que ver con actualidad, y habilitó una opción para permitir que los usuarios opten por recibir notificaciones cuando uno de sus columnistas favoritos publica una nota, entre otras opciones.

Otro tipo de segmentación que el medio comenzó a utilizar tiene que ver con el factor geográfico. Hoy, el New York Times apuesta a convertirse en un medio global, por lo que ha empezado a enviar notificaciones diferentes en cada uno de sus mercados. Durante la campaña del Brexit, por ejemplo, el periódico experimentó dividiendo a su audiencia británica en dos grupos, y enviándole a uno sus notificaciones globales, y al otro notificaciones de carácter local. El segundo grupo demostró un mejor índice de respuesta.

Pero esto no es lo único que cambió. El medio también comenzó a redactar sus mensajes de manera distinta. Mientras que antes las alertas incluían solamente el titular del artículo, hoy se remiten a explicar de qué se trata, de forma tal de que incluso quienes no reaccionan a ellas se enteren de los acontecimientos, permitiendo generar un valor extra para el lector.

Todos estos esfuerzos se enmarcan en el objetivo que tiene el periódico de aumentar la retención de sus usuarios, e incentivarlos a volver a utilizar su aplicación, algo particularmente desafiante si se tiene en cuenta que, según ComScore, los usuarios pasan el 45% de su tiempo en sus móviles en una sola aplicación, y casi tres cuartas partes de su tiempo en las tres apps que más utilizan. Gracias a este uso de las alertas, el NY times hoy activa casi el 60% de su tráfico en su aplicación de este modo, una cifra que crece aún más los fines de semana.

Sin embargo, este es un ejemplo que debe ser tomado con pinzas, ya que es probable que la tolerancia a este mecanismo de comunicación por parte de los usuarios se deba al prestigio de este medio, y a la naturaleza de sus contenidos, algo que no ocurriría con una app de comercio electrónico, un juego, o incluso una red social.

El móvil representa, sin lugar a dudas, una enorme oportunidad para la industria editorial. Sin embargo, como plataforma, no se encuentra exento de desafíos, y solo la creatividad y la experimentación permanente pueden llevar a los medios a desarrollar soluciones capaces de retener, estimular y, en definitiva, monetizar mejor a sus audiencias en esta plataforma.

LAS PROMOCIONES DE VENTAS LLEGAN A GOOGLE PLAY

Las promociones de ventas son un mecanismo muy popular entre todo tipo de negocios. Sin embargo, dada la naturaleza de las tiendas de aplicaciones, esto nunca fue posible para los desarrolladores móviles. Hasta ahora. A principios de noviembre, Google, la empresa detrás de Android, el principal sistema operativo móvil alrededor del mundo, anunció que permitirá ciertos tipos de acciones promocionales con el objetivo de ayudar a incrementar las ventas, y de ayudar a las compañías que desarrollan aplicaciones a generar incentivos para atraer a nuevos usuarios.

El anuncio se realizó en la última edición de Playtime, una serie de eventos realizados alrededor del mundo, organizados por la compañía para comunicar mejor sus herramientas para desarrolladores. Allí, Google comunicó que extenderá su tienda de aplicaciones móviles a nuevos dispositivos como sus computadoras Chromebook, a los wearables equipados con Android Wear, y a su nuevo sistema de realidad virtual móvil Daydream. Sin embargo, las nuevas opciones para comercializar más atractivamente las aplicaciones de su comunidad se convirtieron en uno de los anuncios más resonantes, y en el más valioso para la comunidad.

A continuación, veremos algunas de las opciones que, durante las próximas semanas, comenzarán a estar disponibles en todas las variantes de Google Play:

DESCUENTOS EN SERVICIOS DE SUSCRIPCIÓN

El modelo de suscripción es cada vez más popular entre los desarrolladores. De hecho, de acuerdo con Google, este modelo de negocios es el que más rápidamente está creciendo en su tienda de aplicaciones. Y esto tiene sentido. Y es que cobrando una tasa mensual o anual, los desarrolladores logran generar canales de ingreso permanentes y sustentables. Este sistema, además, está demostrando tener buena recepción por parte de los usuarios. Durante los últimos tres años, la cantidad de clientes dispuestos a pagar una suscripción a una aplicación o un servicio móvil adquirido a través de la tienda se multiplicó por 10.

Una de las grandes ventajas del modelo de suscripción es que al construir relaciones a largo plazo con los usuarios, quienes pagan por una determinada cantidad de meses promedio por el servicio, los desarrolladores pueden permitirse trabajar con costos de adquisición más flexibles. Además de utilizar los canales tradicionales, una estrategia que ahora podrán desarrollar, es ofrecer un precio promocional de $1 dólar al mes, durante los primeros tres meses, para que sus usuarios prueben la app y lo que pueden hacer con ella antes de pagar el precio total.

Esto se suma a otras herramientas, como la posibilidad de ofrecer períodos de prueba gratuitos, diseñados con el mismo objetivo.

PRE REGISTRO

Otra estrategia de marketing que da muy buen resultado en todo tipo de verticales de producto, tiene que ver con la compra anticipada. Esto, que no era posible en las tiendas de aplicaciones, comenzó a hacerse realidad hace algunos meses, cuando Google lanzó un programa piloto con algunos grandes desarrolladores de juegos, como Supercell (desarrolladores de Clash Royale) y King (responsables de Candy Crush), con el cual estas compañías pueden comenzar a ofrecer sus nuevos productos antes de que éstos sean lanzados. Así, los usuarios pueden indicar su interés presuscribiéndose, y recibiendo una alerta en el momento en el que la app efectivamente se encuentre disponible, garantizando así un lanzamiento exitoso, y un comienzo con una base de usuarios amplia. Esta opción, ahora estará abierta a otros competidores, aunque todavía de forma limitada.

ACCESO TEMPRANO

Los primeros usuarios o early adopters (por su nombre en inglés), son un segmento muy valioso para cualquier desarrollador. Éstos suelen demostrar un mayor interés por la novedad, y son los primeros en adoptar un nuevo producto, y en convertirse en voceros y evangelizadores frente a otros usuarios. Desde hace algunos meses, Google abrió las puertas a que sus desarrolladores se suscriban a “Early Access” (acceso temprano), un programa que se encuentra en beta, que permite abrir una aplicación a un grupo selecto de usuarios antes de que ésta sea efectivamente lanzada al mercado.

Esto supone distintas ventajas. Por un lado permite que los desarrolladores cuenten con un feedback inicial de un grupo de usuarios fieles y motivados, que les permite descubrir errores, y mejorar la experiencia de usuario en sus apps antes de, efectivamente, abrirlas a la comunidad. Al mismo tiempo, este sistema sirve como una forma de premiar a los primeros usuarios, y como un buen incentivo para generar registros por parte de quienes se encuentren interesados antes de la fecha de lanzamiento, y encuentren, así, un motivo para suscribirse con la esperanza de obtener acceso lo más rápido posible, una acción que adicionalmente genera lealtad y posiblemente una mayor retención en ese segmento.

Esta funcionalidad por el momento se encuentra sujeta a la aprobación de Google, y requiere que cada desarrollador solicite acceso a la misma.

El marketing de aplicaciones móviles resulta cada vez más complejo, y con más de dos millones de competidores, las tiendas de apps ya no resultan el entorno amigable y de alta visibilidad que alguna vez fueron. Es por eso que tanto los desarrolladores necesitan desarrollar nuevas estrategias para poder lograr que los usuarios descubran sus productos y elijan instalarlos. Estas nuevas funcionalidades responden a esa necesidad, y constituyen nuevas opciones que vale la pena considerar a la hora de diseñar un plan de marketing para una app.

DOS APPS MÓVILES QUE ESTÁN REVOLUCIONANDO EL MERCADO FINANCIERO EN BRASIL

La posibilidad de llevar inclusión financiera a los sectores más postergados es una de las principales promesas del móvil tanto en la región como en otros mercados emergentes. De acuerdo con el Banco Mundial, solamente el 51,4% de los adultos en América Latina poseen una cuenta bancaria, el 40,4% una tarjeta de débito, y apenas el 18% acceso a tarjetas de crédito. Estos números, que resultan casi calcados en nuestro país, son un poco mejores en mercados como Brasil, donde gracias a la forma en la que se implementaron los programas sociales del Gobierno, llevaron a que el 68,1% de la población tenga acceso a una cuenta, el 59,2% a una tarjeta de débito, y el 41,7% a una de crédito. Estos números, sin embargo, todavía no se acercan a los registrados en Europa, donde casi el 95% de la población tiene una cuenta, y más del 70,5% tarjetas de crédito de algún tipo. Es por eso que existen en nuestra región una gran cantidad de iniciativas tanto privadas como estatales que están buscando replicar el éxito de sistemas como M-Pesa, la plataforma de pagos móviles que convirtió a Kenia en el mercado líder a nivel mundial en materia de transacciones realizadas con el celular. Y aunque muchas de estas iniciativas están dando resultados y generan algunas expectativas, la verdadera revolución en materia de innovación financiera se está dando en otro segmento de la población: la clase media.

El crecimiento de la clase media, tanto en Brasil como en otros mercados de la región, está creando una enorme necesidad de nuevas herramientas financieras que permitan ayudar a las personas a acceder a servicios que antes les resultaban esquivos, pero también a educarse en buenas prácticas en el uso de estas herramientas para evitar endeudarse, atrasarse en los pagos, y terminar perdiendo dinero. Es por ese motivo que distintos desarrolladores han comenzado a trabajar en aplicaciones destinadas a ayudar a sus usuarios a comprender sus propias financias, a ordenar sus cuentas, y a facilitar la operatoria.

Con uno de los mercados más grandes del mundo, Brasil es tierra fértil para el desarrollo de este tipo de aplicaciones, ya que no solamente hay una masa crítica de usuarios lo suficientemente amplia para poder construir modelos de negocio sustentable, sino que existen una gran cantidad de inversores dispuestos a apostar por el. Sin embargo, el éxito de este tipo de compañías en ese mercado, puede resultar inspirador para compañías en otros países de la región, dispuestas a innovar en el mercado del Fintech (o tecnología financiera), llevando nuevos servicios a todos los países latinoamericanos.

Hoy conoceremos el caso de dos apps que están revolucionando el mercado en su país de origen, y demostrando que existe una gran demanda de este tipo de servicios. Ambas aplicaciones se encuentran inspiradas en otras similares lanzadas anteriormente en el mercado estadounidense, aunque ampliamente adaptadas a la realidad local de su país de origen.

GUIABOLSO: UNA APLICACIÓN QUE BUSCA GENERAR EDUCACIÓN E INCLUSIÓN FINANCIERA

La primera de estas aplicaciones es GuiaBolso. Creada por un brasileño y un estadounidense, esta app busca ordenar la vida financiera de los brasileños y, a la vez, educarlos en materia del manejo de sus finanzas. Con una sencilla interfaz, la aplicación se conecta con las cuentas bancarias del usuario, y extrae información con respecto a sus ahorros, su balance, ingresos, gastos, y deuda y los consolida en un mismo panel de control. Al mismo tiempo, se conecta con la Receita Federal (la autoridad impositiva federal del país) para obtener información con respecto a su situación fiscal para, así, descubrir si tiene algún tipo de deuda o morosidad que deba ser atendida.

guiabolso

Con toda esta información, la app genera una serie de reportes, los cuáles se mantienen actualizados en tiempo real, y permiten que el usuario visualice su situación en todo momento. Los mismos, categorizan cada uno de los gastos realizados con sus tarjetas de débito y crédito, y le permiten determinar en que está gastando su dinero de manera muy visual y sencilla. Al mismo tiempo, GuiaBolso cuenta con una herramienta de planificación financiera que permite establecer metas de gasto en cada una de las categorías (por ejemplo, un usuario puede planificar gastar R$300 Reales en transporte, R$500 en salidas a comer, y R$80 en salidas al cine), determinar cuáles y por qué monto son sus gastos fijos y las deudas, y fijar metas de ahorro.

La aplicación es gratuita, y la compañía obtiene sus ganancias a partir de algunos servicios adicionales, como un buscador de crédito que ayuda a los usuarios a encontrar las mejores tasas a la hora de pedir un préstamo, lo cual le genera ganancias en forma de comisiones. Sin embargo, la compañía está considerando la posibilidad de agregar una serie de características premium y mudarse a un modelo freemium, de forma tal de incrementar su facturación.

Lanzada por primera vez al mercado en 2014, esta app ya cuenta con casi 10 millones de descargas en el App Store y Google Play, y más de 2 millones de usuarios únicos que la utilizan de manera regular, lo que la ha convertido en un éxito indiscutido, y en una herramienta muy valorada por cada vez más brasileños para ordenar sus finanzas personales. Este último es uno de los principales objetivos de los fundadores de la compañía, quienes en su etapa inicial descubrieron que los brasileños poseen muy escasa educación financiera y, en muchos casos, mantienen sus cuentas desordenadas, se endeudan, y pierden dinero por falta de planificación adecuada, algo que ellos se propusieron resolver.

NUBANK: UNA APP QUE BUSCA REINVENTAR LOS SERVICIOS BANCARIOS

Esta app es, en realidad, mucho más que eso. Se trata de un banco – aunque formalmente se trata de un emisor de tarjetas de crédito – que opera de manera completamente online, prescindiendo de cualquier tipo de sucursal o circuito de atención al público fuera de su plataforma móvil. Muy inspirado en el Simple Bank, un banco de características similares que funciona en los Estados Unidos y que, hace dos años, fue adquirido por el BBVA, Nubank es una verdadera innovación para el mercado latinoamericano, y está demostrando un éxito sorprendente.

Los suscriptores al servicio tienen acceso a una cuenta bancaria, la cual permite operar del mismo modo que cualquier home banking tradicional, aunque con la diferencia de que ofrece una experiencia de usuario completamente diferente.

App NuBank

Los clientes de NuBank pueden consultar su balance, obtener crédito, y usar tarjetas de crédito, como si operaran con cualquier otro banco, aunque con una oferta un poco más limitada de productos y servicios. Al menos por el momento. Sin embargo, su aplicación ordena la información de manera radicalmente distinta. Cada vez que el cliente realiza un gasto, por ejemplo, el mismo se ve reflejado de manera inmediata en el panel de control, discriminando no solamente el monto, sino que el costo financiero (en caso de haber sido en cuotas), y otros costos vinculados con la misma. Al mismo tiempo, la app categoriza cada gasto, y permite que el cliente luego acceda a un gráfico que le indica en qué tipo de compras, y en qué comercios, está gastando su dinero, de forma tal de ayudarlo a organizarse mejor, y hacer una mejor planificación financiera.

Pero sobre todo este último punto resulta especialmente sencillo. Y es que NuBank aprende cuáles son los gastos regulares que tiene cada uno de sus clientes, es decir que boletas de servicios públicos, cuotas de alquiler, pagos de seguros, pago de tarjetas de crédito, etc. y automáticamente separa el dinero cada vez que ingresa un pago, de forma tal de ayudar al usuario a tener los fondos disponibles para afrontar cada uno de ellos en tiempo y forma.

El modelo de negocios de la compañía es sencillo y, a diferencia de lo que ocurre con otros bancos, no se basa en el cobro de una suscripción o de comisiones a sus usuarios finales, quienes obtienen el servicio de manera gratuita y sin costos de renovación. Para poder lograr esto, NuBank obtiene su rentabilidad a partir del rendimiento del dinero que sus clientes tienen depositado, y a partir de comisiones que obtienen por parte de otras entidades cuando éstos financian sus compras, o piden un crédito.

Para mantener sus costos operativos bajos, la compañía prescinde de cualquier tipo de sucursal o servicio de atención telefónico a sus clientes. En cambio, canaliza todo a través de su aplicación, la cual cuenta con un chat donde distintos operadores responden a las consultas de los clientes. Al mismo tiempo, toda la operación se maneja de manera electrónica, sin papel ni facturas, los cuál ayuda a disminuir costos y eliminar gastos logísticos.

Tanto NuBank como GuiaBolso están revolucionando el mercado financiero en Brasil y, contra todos los pronósticos iniciales, están teniendo una recepción muy positiva no solamente de parte de los consumidores, sino que también de los bancos y otras entidades financieras, lo que está inspirando a otros a innovar en este mercado tanto en ese país como en el resto de la región. La forma en la que manejamos nuestras finanzas está cambiando rápidamente. Y el móvil es un protagonista indiscutido de esa transformación.

LOS DESAFÍOS QUE PLANTEA LA REALIDAD VIRTUAL

La realidad virtual es una de las tecnologías que más ha crecido durante el último año. Durante los últimos meses, compañías de la talla de Sony – a través de PlayStation –, HTC, Facebook – con su línea Oculus –, Samsung, LG, Google, y hasta Microsoft, han llevado al mercado sistemas de realidad virtual que, con distintos grados de sofisticación, y objetivos diversos, les proponen a los usuarios sumergirse en experiencias inmersivas con propósitos vinculados al entretenimiento, al arte, a la educación, y hasta a la actividad profesional. Sin embargo, a pesar de este enorme empuje por parte de los fabricantes, todavía no está del todo claro hasta que punto existe un interés genuino por parte del público por esta tecnología. Y esto, en gran parte, dependerá de cómo estas empresas enfrenten algunos desafíos que la misma presenta.

A continuación descubriremos cuáles son los principales desafíos que plantea esta tecnología y que, a pesar de ya comenzar a copar el mercado con nuevos productos, los fabricantes y desarrolladores todavía no han resuelto.

LOS POSIBLES MAREOS Y DESORIENTACIÓN DE LOS USUARIOS

Uno de los principales problemas que plantean los sistemas de realidad virtual, tiene que ver con los mareos que éstos producen en algunos usuarios. Así como las consolas de videojuegos, o la pantalla de un dispositivo móvil o un e-reader en un vehículo en movimiento, muchas personas se sienten desorientadas y comienzan a experimentar dolores de cabeza y fatiga al sumergirse en los mundos virtuales.

Con un mercado que, por el momento, todavía es pequeño, y aplicaciones de esta tecnología que se limitan mayormente a los videojuegos y el consumo de unos pocos contenidos, todavía no está claro hasta que punto los mareos son un verdadero problema, o qué porcentaje de usuarios afectan. Pero si tenemos en cuenta el enorme potencial transformador que tiene esta tecnología, está en el mejor interés tanto de los fabricantes, como de los desarrolladores de contenido, y del público en general el resolver este problema, y volverla accesible a todos.

Es por eso que varios investigadores ya están trabajando en esta problemática. En el Laboratorio de gráficos de computadora e interfaces de usuario de la Universidad de Columbia, por ejemplo, están experimentando con la posibilidad de limitar el campo visual de los usuarios cuando utilizan cascos de realidad virtual, restringiendo un poco la visión perimetral, y en las partes superior e inferior. Esto, de acuerdo con el Profesor Steven K. Feiner, a cargo del proyecto, podría ayudar a evitar estos efectos. Si bien, comparado con el mundo real, esto supone una pérdida en la percepción del mundo virtual que rodea al usuario, la realidad es que los estudios realizados por el departamento han descubierto que quienes utilizan sistemas de realidad virtual rara vez perciben lo que ocurre en los límites de su campo visual, por lo que el sacrificio resulta menor.

Este es apenas uno de varios enfoques que se orientan a resolver el problema. El mismo, sin embargo, resulta prometedor, y podría poner fin a un potencial problema vinculado con esta tecnología, incluso antes de que la misma se vuelva masiva.

LOS EFECTOS EN LA SALUD EN EL LARGO PLAZO

Más allá del problema de los mareos, que puede afectar a un grupo de usuarios, pero no tener repercusión alguna sobre otros, existe otro desafío vinculado con la salud. Y es que no existen estudios que registren los efectos de la realidad virtual en el mediano y largo plazo.

En noviembre de 2014, un grupo de neurólogos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) publicó un artículo explicando que sus estudios iniciales habían descubierto que el cerebro se comporta de manera totalmente distinta cuando se encuentra en entornos virtuales, que en la vida real.

De acuerdo con los investigadores, un estudio hecho con ratas, en el que se expuso a un grupo de animales a un entorno virtual mientras corrían por una cinta, y luego a un entorno real de exactamente las mismas características, resultó en patrones de actividad neuronal muy distintos entre ambos escenarios. En el entorno virtual, por ejemplo, una gran cantidad de células del hipocampo de las ratas – un área del cerebro muy vinculada con la orientación espacial – se encontraban apagadas, y aquellas encendidas generaban impulsos que no parecían tener un patrón ordenado, mientras que en el espacio real estas se encontraban activas y desarrollando patrones rítmicos, que facilitan la creación de recuerdos y la habilidad de remitir a ellos.

Pero este es apenas un aspecto de las implicancias médicas de la realidad virtual. Como señalan distintos expertos consultados en diferentes artículos publicados en medios como The Guardian, y Venture Beat, todavía no se han hecho estudios sobre los efectos de esta tecnología en otras áreas de la salud, como la vista, o en cuestiones vinculadas con la salud mental de los usuarios. Y si bien muchos expertos son optimistas y hasta apuestan por el uso terapéutico de esta tecnología, muchos reconocen que estos estudios son necesarios.

Es por este motivo que, en las primeras versiones de sus productos, los fabricantes han incluido todo tipo de advertencias, que llegan al punto tal de sugerir que las mujeres embarazadas no deberían utilizar los dispositivos, y que para la población general la misma puede provocar efectos tan variados como convulsiones, dolor en los ojos, movimientos involuntarios, visión doble o borrosa, mareos, desorientación, pérdida de la estabilidad, transpiración excesiva, náuseas, dolores de cabeza, fatiga, y otros síntomas. Los mismos no se basan en investigaciones previas, sino que tienen que ver con la voluntad de las compañías de cubrirse de potenciales demandas, y de advertir a los usuarios acerca de todo lo que se les ocurre que pueda llegar a suceder al utilizar sus equipos.

De todos modos, sería mejor si tanto los fabricantes como el mundo académico se volcaran por comenzar a estudiar más detenidamente los efectos de la realidad virtual, de forma tal de determinar si, efectivamente, existe la posibilidad de que se produzcan estos, u otros efectos, y que tan inocua resulta esta tecnología para los usuarios eventuales e intensivos.

LA MONETIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS

Finalmente, el último desafío vinculado con la realidad virtual no tiene que ver con la salud o con cuestiones fisiológicas, pero si tiene una estrecha relación con el largo plazo. Se trata de la monetización de los contenidos.

Existen algunas plataformas que, por sus propias características, ya tienen resuelto este problema. Tal es el caso, por ejemplo, de PlayStation, cuyo sistema de realidad virtual se conecta a sus consolas, a través de las cuáles los usuarios pueden acceder a juegos y otros contenidos pagos. Esta realidad, sin embargo, no resulta tan lineal para otro sistemas de realidad virtual, y especialmente para aquellos vinculados con el móvil.

Si bien los sistemas de mayor calidad como los asociados a las consolas, e incluso ecosistemas como los planteados por HTC, con su sistema Vive, y Facebook a través de Oculus, también contarán con contenidos pagos, especialmente en el campo de los juegos, también existirán una cada vez mayor cantidad de contenidos gratuitos, en campos como el educativo, o el entretenimiento. No está claro si un video o una experiencia inmersiva en el fondo del mar, podrán monetizarse a través de estrategias publicitarias, ya que todavía no existen formatos optimizados para esta plataforma. Y mucho menos métricas capaces de determinar su capacidad de ofrecer un retorno en la inversión.

Algo similar sucede con las aplicaciones de realidad virtual disponibles para los dispositivos móviles como los fabricados por Samsung, Google, LG, y otros. Montadas sobre apps tradicionales, las experiencias virtuales disponibles hoy resultan mayormente gratuitas, y tienen el objetivo de enriquecer las plataformas. Todavía puede pasar un tiempo hasta que se desarrollen modelos que permitan monetizarlas, por lo que quienes deseen apostar este mercado, necesitan contar con inversiones o una espalda financiera que les permita esperar.

Esta es la conclusión a la que llegaron un grupo de inversores y fondos de riesgo el año pasado, durante la Augmented Reality Expo, en la que se concluyó que, si bien todas las apuestas están puestas en el mercado de la realidad virtual, la mayor parte de las compañías vinculadas con este nuevo sector tardarán varios años en comenzar a facturar.

Y es que, además de diseñar estrategias que permitan generar esta facturación, para que las mismas tengan éxito es necesario generar una masa crítica de usuarios capaces de consumir productos y servicios vinculados con este campo. Y para ello es necesario vender equipos.

Hoy, el principal desafío de los fabricantes de cascos y dispositivos de realidad virtual de todas gamas consiste en entusiasmar a los usuarios, demostrarles que existe valor en esta tecnología, y lograr que éstos la adopten y comiencen a utilizarla. Solamente cuando esto ocurra se podrá hablar en serio de monetización y de modelos de negocio que resulten rentables para esta incipiente industria.

AMAZON APUESTA POR CREAR UN ECOSISTEMA DE “APPS DE VOZ” PARA SU ASISTENTE ALEXA

El lanzamiento de Echo marcó un hito en la historia de Amazon. Este asistente personal, el cual puede colocarse en cualquier rincón de la vivienda de un usuario, y responder a las preguntas y órdenes que éste le da a través de una interfaz de voz, posicionó a la compañía al tope de la innovación y le permitió ponerse a la delantera en un mercado que apenas está comenzando a surgir.

El dispositivo, un tubo cilíndrico de 23,5 cm de altura y 8 cm de ancho, posee 7 micrófonos omnidireccionales que escuchan de manera pasiva y permanente al usuario, y se activan ante la palabra “Alexa”, la cual permite darle todo tipo de órdenes. Conectado a la red wi-fi de la casa u oficina, el asistente es capaz de activar la reproducción de música, podcasts y audio books, de leer libros o documentos PDF en voz alta, de encender y apagar luces, de establecer alarmas y recordatorios, de proveer información del clima y el tráfico y, por supuesto, de hacer compras a través de Amazon, todo con apenas una orden del usuario.

Disponible por primera vez a fines de 2014 para un grupo selecto de usuarios premium, este dispositivo llegó al mercado masivo en junio de 2015, y se convirtió en un éxito inesperado, incluso para la compañía que lo catalogaba como un producto de innovación, pero sin grandes chances de volverse verdaderamente masivo. Desde entonces, Amazon amplió su línea de productos, incorporando el Echo Tap, un dispositivo cilíndrico de menores dimensiones, equipado con mejores parlantes, y capaz de realizar las mismas operaciones aunque de manera inalámbrica; y el Echo Dot, un cilindro mucho más pequeño, de apenas 32 milímetros de altura, y menos de un tercio del precio del original, diseñado para ser enchufado al sistema de audio del usuario.

Además de convertirse en un producto verdaderamente innovador, el Echo le permitió a Amazon un segundo gran éxito en el mercado del hardware, en el que hasta ahora sólo había logrado posicionar a sus lectores digitales Kindle y, en menor medida, sus dongles para televisores Fire TV, y donde había fallado en repetidas oportunidades con proyectos como el Fire Phone, un teléfono inteligente que no logró despegar. Pero el verdadero triunfo de la compañía con esta línea de productos tiene que ver con que, por primera vez, logró crear un ecosistema propio, que ahora comienza a despegar y que, la empresa espera, se convertirá en el cuarto gran pilar de su negocio, colocándolo a la misma altura de su tienda online y Marketplace, de su servicio de suscripción Amazon Prime, y de Amazon Web Services, su servicio de hosting en la nube con el que lidera esa industria.

 

EL PRIMER PASO: UN MARKETPLACE DE APLICACIONES

Erguir al ecosistema de Echo como un verdadero negocio con enorme potencial dependerá del éxito que Amazon tenga en ampliar la funcionalidad de sus dispositivos y convertirlos en verdaderos asistentes todopoderosos capaces de convertirse en el eje central del hogar o la oficina inteligente de sus usuarios. Y, para esto, la compañía ha dado el primer paso que consiste en lanzar un marketplace de aplicaciones destinadas a enriquecer la funcionalidad de esta línea de dispositivos.

Llamadas “skills” (habilidades) las aplicaciones de Echo no son otra cosa que órdenes adicionales que el usuario puede darle a su equipo, para obtener distintos tipos de respuestas y reacciones.

Esta nueva tienda, se encuentra abierta a desarrolladores externos y, ya en su primera de operaciones, contaba con un inventario de más de 3.200 aplicaciones. A diferencia de lo que ocurre en una tienda móvil, los usuarios no necesitan bajar un software a sus equipos Echo, sino que en cambio apenas habilitan cada una de estas nuevas funcionalidades a través de un sitio web, donde pueden recorrer el catálogo y seleccionar aquellas que se adapten a sus gustos y necesidades.

De esta forma, compañías como Uber, han lanzado skills que permiten que el usuario pida un auto a su domicilio con apenas darle una orden de voz al dispositivo. Otras, como la lanzada por el banco Capital One, permiten que los usuarios interactúen con su sistema de home banking a través de la voz y consulten el balance de sus cuentas, cuáles fueron sus últimas transacciones, paguen las cuentas y sus tarjetas de crédito con apenas una orden, y hasta hagan preguntas muy específicas como cuánto gastaron en un determinado local durante la última semana, mes, o en cualquier período de tiempo.

Al igual que las tiendas móviles, el nuevo Marketplace de Amazon se encuentra dividido en categorías, en las que los usuarios pueden encontrar aplicaciones vinculadas con compras, noticias, deportes, entretenimiento, juegos como trivias, contenidos educativos, integraciones con smartphones y otros dispositivos, y distintas aplicaciones vinculadas con el hogar inteligente que permiten encender y apagar luces, termostatos, y operar otros electrodomésticos.

La tienda se encuentra ordenada del mismo modo que las tiendas móviles, y cuenta con datos como reseñas de usuarios, calificaciones, categorización, y listados de “skills” destacados y más populares. Y si bien hoy la mayoría de los desarrolladores aprovechan este espacio para generar un nuevo canal de contacto con sus usuarios, es concebible que en breve distintos desarrolladores comiencen a crear apps que puedan ser monetizables a través de un cobro por instalación, o de una suscripción mensual o anual.

EL INICIO DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN

Este tipo de aplicaciones generan mucho valor, y permiten demostrar el verdadero poder que poseen las interfaces de voz que operan con lenguaje natural. Tal es la promesa de este modo de interactuar con las computadoras y la red que Apple, Microsoft y Google también están invirtiendo grandes sumas de dinero en el desarrollo de aplicaciones, generalmente vinculadas a sus dispositivos móviles, capaces de interactuar con el usuario de este modo.

Sin embargo, por el momento el mayor contrincante de Amazon a la hora de conquistar el mercado de los asistentes inteligentes orientados al hogar y la oficina es Google. A principios de noviembre, la compañía anunció su propia versión de Echo, equipada con su asistente Google Now.

Llamado Google Home, este dispositivo permite interactuar con el buscador y otros productos de la marca a través de la voz, haciendo búsquedas en Internet, preguntas, creando listas de tareas, generando alertas y alarmas, programando tareas en el calendario, enviando mensajes de texto y correos electrónicos, pero también integrándose con otras plataformas como Spotify, permitiendo la reproducción de música y otras funciones.

Por el momento el dispositivo no ofrece mucho valor por encima de lo que Google Now puede hacer desde un smartphone o una tableta. Aunque es concebible que sus funcionalidades se vayan extendiendo, y que la compañía comience a desarrollar un ecosistema similar al de Amazon.

Por el momento es prematuro hablar de revolución, sin embargo, es posible que en los próximos años nos vayamos a acostumbrando a interactuar cada vez en mayor medida con nuestros dispositivos – y nuestros automóviles y hogares – a través de la voz, y que las interfaces conversacionales avancen hasta el punto en el que podamos mantener conversaciones naturales con las computadoras, reduciendo la necesidad de recurrir a las pantallas, los teclados, y otros modos de interacción. Y así como ocurrió primero con las computadoras personales, y luego con los smartphones, fueron las compañías que primero apostaron por esas tecnologías las que mayor impacto lograron, y las que hoy dominan el mercado. Es por eso que Amazon está apostando fuerte por el Echo y por ser la primera en construir un ecosistema de este tipo. Así, quizás, en algunos años sea ella, y no Google, Facebook, o Apple, la que domine gran parte del mercado.

 

LAS AUTOMOTRICES LE ESTÁN GANANDO A SILICON VALLEY EN SU PROPIO JUEGO

Aunque se trate de una tecnología de casi ciento cincuenta años de edad, desde hace algún tiempo, los automóviles se perfilan como una de las próximas grandes áreas de innovación. Y esto tiene sentido porque, si bien estos vehículos ya han sufrido grandes y radicales transformaciones a lo largo de su historia, la realidad es que, en concepto, poco ha cambiado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Y es que, aunque ha habido avances en cuanto al diseño, al confort, al equipamiento, a los materiales empleados en la fabricación, y en materia de seguridad, la realidad es que, en esencia, un auto actual no difiere demasiado de uno vendido hace 70 años. Ambos se siguen operando del mismo modo, y se encuentran impulsados por motores de combustión interna. Ambos dependen en un 100% de las habilidades del usuario, y de su capacidad de orientarse, para llegar intactos a destino. Y en ambos la fuente de energía es exactamente la misma. Las nuevas tecnologías están permitiendo cambiar esto, incorporando otras alternativas de motorización, incrementando la seguridad y, especialmente, cambiando por completo la forma en la que nos relacionamos con estos vehículos.

Es por estas razones que, a la hora de pensar en el automóvil del futuro, todos comenzaron a mirar a Silicon Valley, el mayor polo de innovación y desarrollo tecnológico en el mundo. Allí, compañías como Google y Apple comenzaron a repensar el automóvil y, mientras la primera comenzó a desarrollar prototipos autónomos, la segunda estuvo trabajando por años en el Proyecto Titán, un plan “secreto” para desarrollar desde cero el vehículo del futuro. Y si bien se han producido avances, la realidad es que las empresas que se perfilaban como las grandes perjudicadas por todos estos avances, hoy se han convertido en las pioneras en la innovación, y en las verdaderas transformadoras de esta industria centenaria. Hablamos, por supuesto, de las compañías automotrices.

LAS AUTOMOTRICES SE PONEN A LA CABEZA DE LA INNOVACIÓN

Motivadas, en parte, por la intrusión de los gigantes tecnológicos en su terreno, y por el surgimiento de compañías como Tesla, que han demostrado que existe un mercado para la innovación tanto a nivel producto como en los procesos dentro de la industria, muchas grandes automotrices de la talla de Ford, General Motors, Honda, BMW, Mercedes Benz, y Audi, se han puesto a la cabeza del desarrollo de nuevas tecnologías, y de inversión en la creación del auto del futuro.

Para ello, estas empresas, comenzaron a invertir en tecnologías como la conducción autónoma y semiautónoma, que permite que los automóviles no necesiten del conductor para realizar sus recorridos. Para ello, algunas compañías, comenzaron una ronda de adquisiciones de startups y empresas que se encontraban desarrollando tecnologías en este campo. Un ejemplo de ello fue la compra que el trío de fabricantes de automóviles de lujo alemanes hicieron de Nokia Here Maps en 2015, con el objetivo de hacerse de una tecnología de mapeo que les permitiera guiar a sus vehículos autónomos. Haciéndose de esta compañía, las automotrices han comenzado a trabajar en optimizar los mapas, asegurándose de contar con información de las rutas del mundo precisa al centímetro, y de desarrollar una plataforma colaborativa capaz de operar con los sistemas de distintas marcas.

Distintas marcas norteamericanas como Ford, se encuentran en etapas avanzadas de desarrollo de vehículos autónomos. La compañía pionera en la producción masiva de automóviles, ya cuenta con prototipos de su modelo Fusion operados por computadoras en sus plantas norteamericanas, y anunció sus intenciones de lanzar su primer vehículo sin chofer en el 2021. Este auto, no poseerá pedales ni volante, y estará orientado a compañías de taxis, de transporte, y a servicios de ride-sharing y ride-hailing como Uber, Cabify, y otros.

Para lograr este ambicioso objetivo, Ford ha invertido en distintas startups cuyo foco es el desarrollo de las tecnologías que permiten que los automóviles operen sin conductor. Una de ellas es Velodyne, la cual desarrolla sensores láser (con tecnología LIDAR), fundamental para que el vehículo detecte qué tiene a su alrededor; y en Civil Maps, una compañía de mapeo 3D, entre otras. Al mismo tiempo, la automotriz adquirió el startup israelí Saips, el cuál desarrolla sistemas de visión para computadoras, y sistemas de machine learning; mientras que amplió su centro de investigación y desarrollo en Palo Alto (en Silicon Valley), con planes de duplicar su equipo en esa ciudad hacia 2017.

El primer automóvil autónomo de Ford será caro, y su funcionamiento estará restringido a ciertas áreas, aunque su objetivo es dar el primer paso hacia el lanzamiento de más y mejores vehículos orientados al público en general.

En un sentido similar, Tesla, la automotriz concebida en Silicon Valley, y dirigida por Elon Musk, anunció hace pocos días que todos sus automóviles comenzarán a estar equipados con el hardware necesario para poder conducirse a sí mismos. Esta función, sin embargo, solo se activará una vez que el proceso de calibrado de esa tecnología se encuentre completo, algo que tomará varios años, ya que utilizará los datos recogidos de cientos de miles de automóviles de la marca, mientras estos circulan por las calles y carreteras.

General Motors, por su parte, anunció en abril de este año que invertiría $500 millones de dólares en Lyft, el principal competidor de Uber, junto con el cual desarrollará sus propios vehículos autónomos. Orientados en primer lugar a nutrir la flota de esta compañía, los mismos luego estarán también disponibles al público.

Del otro lado del Océano Atlántico, Volkswagen está tomando un camino similar. Este año, la automotriz, lanzó su plan estratégico hacia el 2025, con el que se plantea construir vehículos autónomos y lanzar más de 30 modelos eléctricos, con los que busca reparar el daño que su imagen sufrió luego de que se revelara que la empresa había falseado datos de emisiones, pero que también le permitirá aumentar su facturación en hasta un 7% a partir de la apertura de estos nuevos nichos de mercado. Como no podía ser de otro modo, la empresa también está invirtiendo en startups relacionadas con su actividad. En mayo de 2016 la marca invirtió $300 millones de dólares en el startup israelí Gett, otro rival de Uber.

Otras empresas como el grupo que componen Renault y Nissan, y Fiat Chrysler, también están realizando millonarias inversiones en estas tecnologías.

Estos son algunos ejemplos de las innovaciones que las compañías automotrices tradicionales, otrora altamente conservadoras, están llevando adelante. Uno de los aspectos más interesantes de esta tendencia, es que estas empresas están comenzando a adoptar procesos parecidos a los de Silicon Valley, iterando rápidamente, e invirtiendo miles de millones en investigación y desarrollo.

Es posiblemente por este motivo que tanto Google como Apple, han comenzado a abandonar sus sueños del vehículo propio, y están a la caza de socios estratégicos entre las automotrices para utilizar su software y aplicar su experiencia en el desarrollo de automóviles fabricados por otros. Sin embargo, hoy cabe preguntarse si las fabricantes de autos hoy querrán asociarse con esas empresas, o si con sus propias innovaciones y nuevas adquisiciones ya les alcanza.

 

 

FACEBOOK BUSCA TRANSFORMAR EL MERCADO DE LAS TELECOMUNICACIONES

Resultaría extraño pensar en Facebook como una compañía de hardware. Con un foco puesto en el mercado de las redes sociales, y un dominio abrumador en las tiendas de aplicaciones móviles con su amplio portfolio de apps esta es, sin lugar a dudas, una empresa muy alejada de ese negocio. De hecho, cuando en 2013 la empresa intentó lanzar su propio smartphone, el HTC First – diseñado en conjunto con el fabricante taiwanés –no cosechó resultados muy positivos. Sin embargo, hace pocos días, la compañía anunció sus planes de meterse en este negocio. Esta vez, sin embargo, no lo hará de la mano de dispositivos orientados al consumidor, sino que de equipamiento orientado a las empresas de telecomunicaciones para el despliegue de sus redes de datos.

Este mercado, que a nivel mundial tiene una magnitud de $500 mil millones de dólares, hoy se encuentra dominado por empresas como Cisco, Ericsson, Huawei, Nokia, Alcatel Lucent (en manos de la anterior), y otras, y poco tiene que ver con las líneas de negocio o con el expertise de la empresa de Mark Zuckerberg. Sin embargo, el desarrollo de más y mejores redes capaces de satisfacer la creciente demanda de datos, y de conectar a los miles de millones de personas que aún se encuentran desconectadas, se alinea directamente con sus intereses. Y es que, que con más de 1.500 millones de usuarios, el crecimiento de la compañía se encuentra atado al crecimiento de Internet en general.

Es por este motivo que, aunque busca revolucionar las telecomunicaciones, el objetivo principal de Facebook no radica en desarrollar un nuevo canal de ingresos. En cambio, la posibilidad de ayudar a las operadoras y otras telcos a expandir las redes móviles, sobre todo en nuevos mercados, la llevará a obtener beneficios indirectos, a través de la captación de nuevos usuarios para sus aplicaciones.

“La misión de Facebook – escribió la compañía en su blog de ingeniería – es hacer un mundo más abierto y conectado, ya sea mediante el desarrollo de tecnología que permita conectar a los desconectados, o crear experiencias inmersivas que requieren de mejores conexiones. Con el crecimiento en el consumo de video y de realidad virtual, es necesario desarrollar redes más grandes y mejores. Este es un desafío increíble, y en los próximos años todos debemos trabajar juntos para comprender los desafíos específicos de la conectividad en cada mercado, y para desarrollar tecnologías y procesos que los puedan resolver”.

Más allá de sus necesidades individuales, Facebook tiene razón en querer apalancar esta tecnología. Y es que la creciente demanda de datos, propulsada por el consumo de video, llevará a que globalmente el tráfico de datos móviles crezca de 6.765 Petabytes por mes en 2016 a 24.313 Petabytes por mes en 2019, según datos de GSMA. El crecimiento de la Internet de las Cosas, pero especialmente de nuevas tecnologías como la realidad virtual y la realidad aumentada incrementarán aún más esa demanda, por lo que hará falta un ancho de banda mayor para poder suplirla.

La primera innovación de Facebook en ese sentido es Voyager, un transponder óptico (u optical swtich, por su nombre en inglés), es decir una pieza de equipo que toma paquetes de otros switches y routers y los prepara para enviarlos a través de un único cable de fibra óptica. Los mismos se utilizan tanto dentro de redes metropolitanas, las cuáles conectan distintos centros de distribución dentro de la misma ciudad, o para el transporte de los datos a través de largas distancias. La tecnología que permite hacer esto se llama DWDM (Dense Wavelength-Division Multiplexing, o Multiplexado compacto por división en longitudes de onda) la cual, en pocas palabras, combina distintas señales ópticas en un mismo cable de fibra óptica utilizando distintas longitudes de onda para cada una de ellas.

El desarrollo de esta tecnología, la cual ha avanzado a pasos agigantados desde los años 90s, ha comenzado a detenerse durante los últimos años, a medida que nos acercamos a los límites de la eficiencia del espectro. Es por eso que Facebook, con su nuevo producto, busca cambiar el enfoque que ha tenido la industria hasta el momento, el cual consiste en la producción de equipos cuyo hardware y software se encuentran confinados a entornos cerrados. El nuevo producto de Facebook busca cambiar eso, desacoplando el software del hardware, y utilizando una filosofía de código abierto, para permitir que cualquier compañía pueda desarrollar sobre el dispositivo. Por ese motivo la compañía ha catalogado a este producto como un “White box” (una caja blanca), en contraste con la caracterización genérica de “Black box” (caja negra) que suelen recibir este tipo de equipos, y que hacen referencia a su entorno cerrado.

Del mismo modo, Facebook apunta a generar una cultura colaborativa en torno al diseño del hardware necesario para el despliegue de las redes, y sobre su implementación. De esta forma, busca que las empresas puedan aprender unas de las otras, y optimizar entre todas los procesos y tecnologías necesarias para su despliegue y operación. Al mismo tiempo, la empresa se encuentra trabajando en la creación de otras piezas de hardware, y en el desarrollo de una red móvil de código abierto, para lo cual está colaborando con distintas compañías en el campo de la infraestructura y el software, a través de una iniciativa llamada Telecom Infra Project, la cual presentó en el Mobile World Congress en Barcelona en 2016.

Esta no es la primera vez que Facebook hace algo de este estilo. En 2011, en plena expansión de sus data centers, la compañía lanzó el Open Computer Project, u OCP, una iniciativa para convertir el hardware necesario para armar este tipo de centros de datos en tecnologías de código abierto. El objetivo consiste en ayudar a que las compañías que operan este tipo de centros puedan beneficiarse construyendo sus propios equipos a través de piezas disponibles en el mercado, y aprendiendo unas de otras. Hasta ese entonces, el diseño de los data centers se tomaba como secretos industriales, y rara vez una empresa podía aprender de las experiencias de otras, o de los desarrollos internos realizados por sus competidores para optimizar sus procesos.

El proyecto fue un verdadero éxito, e hizo temblar por completo a la industria. Una gran cantidad de compañías se sumaron al OCP, especialmente los bancos e instituciones financieras, las cuales utilizan decenas de miles de servidores para procesar las millones de transacciones financieras realizadas por sus clientes, y también otros en el campo de la tecnología. Recientemente, LiknedIn también se sumó al movimiento, a través del lanzamiento del Project Altair, un proyecto interno para el desarrollo de su propia infraestructura.

Llevando esta filosofía al móvil, Facebook busca facilitar el avance de las nuevas tecnologías, su adopción por parte de las operadoras y otras compañías de telecomunicaciones y, en definitiva, acelerar la expansión de la cobertura móvil, a costos más bajos. De este modo, espera, cada vez más personas tendrán acceso a Internet a través de sus móviles, a una mayor velocidad, y con mayor capacidad de transmitir y recibir enormes cantidades de datos a bajo costo. Algo que, indirectamente, puede repercutir en grandes beneficios para su modelo de negocios.

LA INTERNET DE LAS COSAS, UN ACTOR FUNDAMENTAL EN LOS ÚLTIMOS ATAQUES INFORMÁTICOS

Es frecuente que hablemos acerca de las enormes oportunidades que presenta la Internet de las Cosas (o IoT, por sus siglas en inglés). De acuerdo con Gartner, en 2016, existen un total de 6.400 millones de cosas conectadas a la red, y que este número crecerá hasta superar los 20.800 millones hacia 2020. Estos números excluyen a tecnologías como computadoras y teléfonos móviles y, en cambio, se centran en dispositivos como relojes inteligentes, pulseras creadas para fitness y otros wereables, ropa inteligente, automóviles conectados, medidores de servicios públicos, cámaras de seguridad, lavarropas y heladeras inteligentes, robots industriales, y muchos otros equipos que, cada vez en mayor medida, utilizan la conectividad para ampliar su funcionalidad. Y si bien la Internet de las Cosas resulta muy prometedora, tanto desde el punto de vista de negocio, como desde las mejoras en campos tan diversos como la salud, la seguridad, la educación, y hasta la manufactura, también existe un lado preocupante asociado con esta tecnología.

El viernes 21 de octubre, el mundo fue testigo de uno de los más notables ataques informáticos ocurridos durante los últimos años. Ese día la empresa Dyn, la cual ofrece servicios de DNS – es decir, crea el nexo entre distintos sitios web y la dirección que escriben los usuarios en sus navegadores – fue atacada con un Distributed Denial of Service Attack (or DDOS, por sus siglas en inglés), lo que radicó en que muchos de los sitios y aplicaciones web más populares, incluyendo Twitter, Spotify, CNN, Reddit, Github, UrbanDictionary, HBO Now, Netflix, PayPal, The New York Times, Pinterest, Starbucks, Zendesk, y muchos otros, se volvieran inaccesibles, especialmente desde la Costa Este de los Estados Unidos.

Este tipo de ataques consisten en utilizar una gran cantidad de computadoras para ingresar a un mismo sitio web una y otra vez de manera simultánea. Esto lleva a que el sitio en cuestión exceda su capacidad y se sature, volviéndolo inaccesible para el público en general.

Si bien no se trata de una técnica novedosa, el ataque del 21 de octubre contó con una peculiaridad que lo vuelve especialmente preocupante. Y es que los atacantes se aprovecharon de decenas de millones de dispositivos conectados a Internet y que no poseen virtualmente ningún tipo de seguridad. Se trata de dispositivos como webcams, monitores de bebés, DVRs – dispositivos que permiten grabar programas de televisión en un disco rígido –, impresoras, y cámaras de seguridad hogareñas conectadas a la Internet de las Cosas, las cuáles fueron convertidas, a través de un simple software, en un ejército de robots programados para ingresar una y otra vez a los sitios web más populares del mundo para, así, tirarlos abajo.

En esta oportunidad, la mayor parte de los dispositivos contaban con una característica en común: muchos de sus componentes habían sido fabricados por la compañía china Hangzhou Xiongmai Technology. Esto, sin embargo, no significa que otros dispositivos con partes hechas por otros fabricantes no resulten vulnerables. De acuerdo con Brian Krebs, un especialista en seguridad informática que realizó un profundo análisis del ataque y fue citado por el Washington Post y por el Daily Mail, estos dispositivos fueron vulnerados utilizando un malware conocido como Mirai, el cuál escaneá la web en búsqueda de equipos conectados a la Internet de las Cosas y que estén protegidos por una de las 60 contraseñas más frecuentes y, al detectarlos, los infecta dejándolos a merced de los atacantes. Esto es posible gracias a que, en la mayoría de los casos, los usuarios no se molestan en cambiar las contraseñas provistas por los fabricantes, y a que estos dispositivos no cuentan con mecanismos de seguridad demasiado sofisticados.

El malware Mirai fue lanzado hace un mes por un hacker anónimo, quién puso su código a disposición de la comunidad, lo que significa que cualquiera puede haberlo utilizado para conducir este ataque. Pero independientemente de este episodio en particular, el cual está siendo investigado por las autoridades y podría, o no, encontrarse vinculado a otros ataques recientes, como el hackeo de los servidores de correo electrónico del Partido Demócrata en los Estados Unidos, luego difundidos por WikiLeaks, el mismo implica un problema para los fabricantes intentando desarrollar la Internet de las Cosas.

UN DESAFÍO PARA LA INDUSTRIA

Hasta ahora, las principales amenazas advertidas por los expertos en seguridad, tenían que ver con escenarios hipotéticos en los que distintos grupos de hackers pudieran tomar el control de automóviles autónomos, o por lo menos conectados a la red, de plantas industriales y paralizar a los robots que operan en la producción, o producir otros daños en la infraestructura urbana y de los servicios públicos. Sin embargo, este tipo de ataque puede resultar igual de insidioso, y puede ser llevado adelante con mucha menos sofisticación técnica por parte de los agresores.

Es por eso que el potencial de otros ataques similares implica un enorme dolor de cabeza tanto para los OEMs – es decir los fabricantes de hardware –, para otras empresas vinculadas con el desarrollo de la Internet de las Cosas, e incluso para las operadoras, las cuales apuestan por el desarrollo de nuevas redes, e incluso de la tecnología 5G, para potenciar este tipo de conexiones.

Hoy la industria se encuentra en la obligación de desarrollar estándares de seguridad capaces de prevenir este tipo de ataques, que puedan ser adoptados por todos los actores que participan de la misma. En este sentido han surgido proyectos como la IoT Security Foundation, la cual trabaja con todos los involucrados en esta industria para elevar la calidad de los dispositivos y para desarrollar lineamientos mínimos de seguridad que puedan ser adoptados globalmente para impedir que se desarrollen otros episodios como estos. Pero, así como ha surgido esta fundación, existen otros proyectos similares como la Open Connectivity Foundation, y hasta el Industrial Internet Consortium, cada uno de los cuáles ha lanzado sus propios lineamientos, atentando contra la creación de un estándar universal capaz de alinear a toda la industria.

Al mismo tiempo el espacio de la Internet de las Cosas hoy se encuentra repleto de nuevas startups, las cuáles desarrollan sus propias tecnologías con proyectos fondeados a través de sitios de crowdsourcing, y también de otras compañías de todo tipo y tamaño. Así, desarrollar modelos comunes, y procesos de certificación que garanticen la seguridad de todos los dispositivos resulta difícil. De acuerdo con los críticos, esto puede llevar a que, eventualmente, los gobiernos comiencen a regular este nuevo espacio y a imponer procesos de certificaciones propios los cuales, según los críticos, podrían elevar el costo de desarrollar nuevos dispositivos y, a la vez, incrementar el costo de la innovación.

Esto último, sin embargo, ya parece inevitable, y sin lugar a dudas comenzará a ocurrir tras este ataque. De todas formas, hay luz al final del túnel. Por diverso y descentralizado que sea este espacio, los distintos jugadores ya se han puesto de acuerdo a la hora de establecer distintos estándares. Un ejemplo de ello es el lanzamiento de las redes de Banda Angosta que las operadoras que forman parte de GSMA comenzarán a desplegar a lo largo del mundo para atender a las necesidades de estas nuevas tecnologías.

Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer si aspiramos a vivir en un mundo repleto de aparatos inteligentes más prácticos y funcionales que los disponibles hoy en día. Y el primer paso es realizar acuerdos que permitan garantizar la seguridad y tranquilidad de los usuarios.

 

LOS AD-BLOCKERS PLANTEAN UNA AMENAZA PARA LOS DESARROLLADORES MÓVILES

La publicidad el principal modelos de monetización tanto para los desarrolladores móviles y los creadores de contenido, como para otro tipo de compañías vinculadas con el móvil y la web. En 2015, el 31% de los desarrolladores elegían a los avisos publicitarios como su modelo de negocios, ubicándolo como la opción más popular, por encima del cobro por descarga, los in-app purchases, y las suscripciones. Y si bien se trata de un modelo de negocios que no está exento de desafíos, en el que hace falta construir grandes audiencias, conectarse con las ad networks indicadas, y llevar adelante un proceso de optimización permanente, el mismo es capaz de garantizar buenos resultados. Sin embargo, el vertiginoso crecimiento de aplicaciones que permiten bloquear los avisos publicitarios plantean una verdadera amenaza para el conjunto de desarrolladores que confían en los avisos para generar ingresos, y la solución no parece sencilla.

El uso de ad blockers no resulta novedoso. Desde hace ya varios años algunos usuarios de computadoras de escritorio y laptops utilizan este tipo de software para bloquear banners y otros avisos comerciales en todo tipo de sitios web. Si bien en un principio se trataba sistemas relativamente oscuros y accesibles solamente para un pequeño nicho de usuarios, a partir de 2014 los mismos comenzaron a popularizarse y a volverse increíblemente sencillos de utilizar. Así, hoy basta con instalar una simple extensión en el navegador, o instalar una aplicación en un smartphone, para virtualmente bloquear cualquier tipo de publicidad, incluidos los avisos en video y otros formatos relativamente novedosos.

De acuerdo con un reporte desarrollado por Page Fair, entre enero de 2015 y el mismo mes en 2016 el uso de esta tecnología creció en un 90% a nivel mundial. Esto ha llevado a que, hoy, más del 22% de los usuarios de smartphones estén restringiendo los avisos publicitarios. Esto equivale a 419 millones de equipos, la gran mayoría de ellos Android.

Estos sistemas, sin embargo, no están prosperando en la misma proporción en todos los mercados. De hecho, los usuarios en países emergentes son mucho más propensos a utilizarlos. En regiones como China, India, Pakistán, Indonesia, y la región Asia-Pacífico en general, el 36% de los usuarios los utilizan. En contraste, en Norteamérica y Europa hay apenas 14 millones de usuarios, lo que ayuda a explicar, en gran medida, porque este fenómeno casi no se extiende al ecosistema de Apple. Al menos por ahora.

Los ad blockers utilizan distintas tecnologías que hoy no analizaremos en profundidad, pero que se agrupan, básicamente, en dos grandes grupos: los navegadores móviles que incluyen bloqueadores de avisos y no muestran la publicidad en ningún sitio web visitado por el usuario, y las aplicaciones que permiten bloquear los avisos no solamente en el navegador – cualquiera sea que elija el usuario – sino que también dentro de virtualmente cualquier aplicación móvil. Hasta hace poco tiempo esto último resultaba imposible, y constituía un incentivo para muchas compañías para desarrollar aplicaciones y tratar de que sus usuarios elijan ese canal por encima de la web para visitarlas. Sin embargo, hoy, incluso aplicaciones como Facebook e Instagram han comenzado a ser víctimas del bloqueo de sus avisos, lo cual permite ver hasta que punto han llegado este tipo de apps.

A la hora de defenderse, los desarrolladores no pueden hacer demasiado. Uno de los grupos que más activamente ha estado luchando contra este tipo de software son los sitios de noticias y las publicaciones digitales. Con un modelo de negocios basado casi exclusivamente en los ingresos publicitarios, muchos de estos sitios comenzaron a observar una caída en la facturación producto del gran porcentaje de usuarios que optaban por bloquear sus avisos. Así fue que, durante 2015, sitios como Forbes, Wired, y el sitio alemán Bild decidieron no permitir el acceso a sus sitios de usuarios con ad blockers. Al mismo tiempo el Washington Post realizó un experimento para determinar si debía tomar ese camino. Pero los resultados no fueron alentadores. De acuerdo con el sitio The Stack, el tráfico general de esos sitios sufrió una caída importante, por lo que algunos de ellos terminaron levantando la prohibición.

¿POR QUÉ LOS USUARIOS OPTAN POR LOS AD BLOCKERS?

Si observamos la distribución global del uso de este tipo de aplicaciones, no resulta difícil encontrar una explicación para este fenómeno: los avisos muchas veces son lentos, son pesados, y consumen tráfico de datos. Esto, que puede no resultar relevante para un usuario con un smartphone poderoso y un plan con una cuota de datos suficiente para no tener que preocuparse por el uso que le da es, en realidad, un problema para los usuarios de dispositivos de gama media y baja, con menor capacidad de procesamiento, y planes prepagos donde hasta el último kilobyte cuenta.

Así es que tiene sentido observar que esta tendencia se exprese en mayor medida en mercados como India, China y Pakistán. Sin embargo, es justamente en ese tipo de mercados donde los desarrolladores y creadores de contenidos tienen menos alternativas a la hora de afrontar el problema que estas aplicaciones generan. Y es que, mientras que en Estados Unidos, Europa, y en mercados como el japonés y el coreano, existe un margen para desarrollar modelos de suscripción, o para vender productos y contenidos digitales que permitan monetizar por otros medios, en los mercados emergentes, donde los consumidores muchas veces ni siquiera tienen acceso a herramientas financieras, y donde no existe la cultura del pago por este tipo de productos, esto no resulta posible. Esto significa que muchos desarrolladores, medios, y creadores de contenido locales podrían desfinanciarse o bien verse obligados a cerrar, llevando a una indefectible concentración del mercado móvil en un pequeño grupo de grandes compañías que pueden afrontar los gastos, e invertir para mantenerse delante de los sistemas de bloqueo.

UNA GUERRA DIFÍCIL DE GANAR

Es por esa razón que el Internet Advertising Bureau (IAB) ha comenzado a trabajar con los publishers, es decir los sitios y desarrolladores que exhiben publicidad, para fijar buenas prácticas que vuelvan a los avisos web y móviles más amigables. Entre otras recomendaciones, esta organización sugiere utilizar avisos livianos que carguen rápido, no cubrir el contenido con ellos, darle control al usuario permitiendo saltearlos, hacer un control y dar garantía de que los avisos son seguros y no llevarán al usuario a descargar virus o malware, y trabajar en los tiempos de carga de sus páginas para ofrecer una buena experiencia de usuario. Al mismo tiempo, la organización recomienda educar a los usuarios sobre los inconvenientes que generan los ad blockers, y pedirles cortésmente que los apaguen.

Esta proactividad del IAB tiene que ver con que tanto esta organización como muchos otros analistas del mercado, reconocen que la batalla contra este tipo de herramientas no resultará fácil de ganar. Si bien el uso de esta tecnología hoy es escasa en algunos mercados, el que más usuarios comiencen a adoptarla es sólo cuestión de tiempo.

Sin embargo, existen algunas medidas que la industria en general puede adoptar para reducir los incentivos que tienen los usuarios para bloquear los avisos. Uno, como ya hemos visto, tiene que ver con hacer que éstos sean más amigables, y no resulten en una molestia mayor. El segundo, es generar normativas que garanticen la neutralidad de la red e impidan que algunas operadoras bloqueen los avisos directamente desde sus servidores, en un afán de reducir el costo de datos para los usuarios, tal como sucede con la operadora caribeña Digicel. Finalmente, la industria en su totalidad debe trabajar para garantizar que el acceso a los planes de datos sea cada vez más sencillo y más barato, de forma tal de que los usuarios puedan afrontar el gasto que implica cargar los banners publicitarios.

Durante 2015 los ad blockers le costaron a la industria publicitaria un total de $21.800 millones de dólares en todo el mundo. Es por eso que está en los mejores intereses de todos los involucrados, desde los desarrolladores y las ad networks, hasta las operadoras y los entes reguladores, trabajar en el problema y, sin recurrir a prohibiciones ni sanciones, encontrar mecanismos para reducir el uso de esta tecnología y dejar de poner en riesgo uno de los modelos de monetización más efectivos en el móvil y en la web, tanto para las empresas como para los usuarios.

 

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