LAS AUTOMOTRICES LE ESTÁN GANANDO A SILICON VALLEY EN SU PROPIO JUEGO

Aunque se trate de una tecnología de casi ciento cincuenta años de edad, desde hace algún tiempo, los automóviles se perfilan como una de las próximas grandes áreas de innovación. Y esto tiene sentido porque, si bien estos vehículos ya han sufrido grandes y radicales transformaciones a lo largo de su historia, la realidad es que, en concepto, poco ha cambiado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Y es que, aunque ha habido avances en cuanto al diseño, al confort, al equipamiento, a los materiales empleados en la fabricación, y en materia de seguridad, la realidad es que, en esencia, un auto actual no difiere demasiado de uno vendido hace 70 años. Ambos se siguen operando del mismo modo, y se encuentran impulsados por motores de combustión interna. Ambos dependen en un 100% de las habilidades del usuario, y de su capacidad de orientarse, para llegar intactos a destino. Y en ambos la fuente de energía es exactamente la misma. Las nuevas tecnologías están permitiendo cambiar esto, incorporando otras alternativas de motorización, incrementando la seguridad y, especialmente, cambiando por completo la forma en la que nos relacionamos con estos vehículos.

Es por estas razones que, a la hora de pensar en el automóvil del futuro, todos comenzaron a mirar a Silicon Valley, el mayor polo de innovación y desarrollo tecnológico en el mundo. Allí, compañías como Google y Apple comenzaron a repensar el automóvil y, mientras la primera comenzó a desarrollar prototipos autónomos, la segunda estuvo trabajando por años en el Proyecto Titán, un plan “secreto” para desarrollar desde cero el vehículo del futuro. Y si bien se han producido avances, la realidad es que las empresas que se perfilaban como las grandes perjudicadas por todos estos avances, hoy se han convertido en las pioneras en la innovación, y en las verdaderas transformadoras de esta industria centenaria. Hablamos, por supuesto, de las compañías automotrices.

LAS AUTOMOTRICES SE PONEN A LA CABEZA DE LA INNOVACIÓN

Motivadas, en parte, por la intrusión de los gigantes tecnológicos en su terreno, y por el surgimiento de compañías como Tesla, que han demostrado que existe un mercado para la innovación tanto a nivel producto como en los procesos dentro de la industria, muchas grandes automotrices de la talla de Ford, General Motors, Honda, BMW, Mercedes Benz, y Audi, se han puesto a la cabeza del desarrollo de nuevas tecnologías, y de inversión en la creación del auto del futuro.

Para ello, estas empresas, comenzaron a invertir en tecnologías como la conducción autónoma y semiautónoma, que permite que los automóviles no necesiten del conductor para realizar sus recorridos. Para ello, algunas compañías, comenzaron una ronda de adquisiciones de startups y empresas que se encontraban desarrollando tecnologías en este campo. Un ejemplo de ello fue la compra que el trío de fabricantes de automóviles de lujo alemanes hicieron de Nokia Here Maps en 2015, con el objetivo de hacerse de una tecnología de mapeo que les permitiera guiar a sus vehículos autónomos. Haciéndose de esta compañía, las automotrices han comenzado a trabajar en optimizar los mapas, asegurándose de contar con información de las rutas del mundo precisa al centímetro, y de desarrollar una plataforma colaborativa capaz de operar con los sistemas de distintas marcas.

Distintas marcas norteamericanas como Ford, se encuentran en etapas avanzadas de desarrollo de vehículos autónomos. La compañía pionera en la producción masiva de automóviles, ya cuenta con prototipos de su modelo Fusion operados por computadoras en sus plantas norteamericanas, y anunció sus intenciones de lanzar su primer vehículo sin chofer en el 2021. Este auto, no poseerá pedales ni volante, y estará orientado a compañías de taxis, de transporte, y a servicios de ride-sharing y ride-hailing como Uber, Cabify, y otros.

Para lograr este ambicioso objetivo, Ford ha invertido en distintas startups cuyo foco es el desarrollo de las tecnologías que permiten que los automóviles operen sin conductor. Una de ellas es Velodyne, la cual desarrolla sensores láser (con tecnología LIDAR), fundamental para que el vehículo detecte qué tiene a su alrededor; y en Civil Maps, una compañía de mapeo 3D, entre otras. Al mismo tiempo, la automotriz adquirió el startup israelí Saips, el cuál desarrolla sistemas de visión para computadoras, y sistemas de machine learning; mientras que amplió su centro de investigación y desarrollo en Palo Alto (en Silicon Valley), con planes de duplicar su equipo en esa ciudad hacia 2017.

El primer automóvil autónomo de Ford será caro, y su funcionamiento estará restringido a ciertas áreas, aunque su objetivo es dar el primer paso hacia el lanzamiento de más y mejores vehículos orientados al público en general.

En un sentido similar, Tesla, la automotriz concebida en Silicon Valley, y dirigida por Elon Musk, anunció hace pocos días que todos sus automóviles comenzarán a estar equipados con el hardware necesario para poder conducirse a sí mismos. Esta función, sin embargo, solo se activará una vez que el proceso de calibrado de esa tecnología se encuentre completo, algo que tomará varios años, ya que utilizará los datos recogidos de cientos de miles de automóviles de la marca, mientras estos circulan por las calles y carreteras.

General Motors, por su parte, anunció en abril de este año que invertiría $500 millones de dólares en Lyft, el principal competidor de Uber, junto con el cual desarrollará sus propios vehículos autónomos. Orientados en primer lugar a nutrir la flota de esta compañía, los mismos luego estarán también disponibles al público.

Del otro lado del Océano Atlántico, Volkswagen está tomando un camino similar. Este año, la automotriz, lanzó su plan estratégico hacia el 2025, con el que se plantea construir vehículos autónomos y lanzar más de 30 modelos eléctricos, con los que busca reparar el daño que su imagen sufrió luego de que se revelara que la empresa había falseado datos de emisiones, pero que también le permitirá aumentar su facturación en hasta un 7% a partir de la apertura de estos nuevos nichos de mercado. Como no podía ser de otro modo, la empresa también está invirtiendo en startups relacionadas con su actividad. En mayo de 2016 la marca invirtió $300 millones de dólares en el startup israelí Gett, otro rival de Uber.

Otras empresas como el grupo que componen Renault y Nissan, y Fiat Chrysler, también están realizando millonarias inversiones en estas tecnologías.

Estos son algunos ejemplos de las innovaciones que las compañías automotrices tradicionales, otrora altamente conservadoras, están llevando adelante. Uno de los aspectos más interesantes de esta tendencia, es que estas empresas están comenzando a adoptar procesos parecidos a los de Silicon Valley, iterando rápidamente, e invirtiendo miles de millones en investigación y desarrollo.

Es posiblemente por este motivo que tanto Google como Apple, han comenzado a abandonar sus sueños del vehículo propio, y están a la caza de socios estratégicos entre las automotrices para utilizar su software y aplicar su experiencia en el desarrollo de automóviles fabricados por otros. Sin embargo, hoy cabe preguntarse si las fabricantes de autos hoy querrán asociarse con esas empresas, o si con sus propias innovaciones y nuevas adquisiciones ya les alcanza.

 

 

GOOGLE ELIMINA LAS CHROME APPS EN CASI TODAS LAS PLATAFORMAS Y LLEVA LAS APLICACIONES DE ANDROID A CHOME OS

Lanzado por primera vez en 2008, Chrome, el navegador web de Google, se convirtió rápidamente en uno de los browsers más populares en prácticamente todas las plataformas y, en enero de este año, de acuerdo con Computerworld, sobrepasó finalmente a la sumatoria de Internet Explorer y Edge, los navegadores de Microsoft, que tradicionalmente dominaron este espacio. Las razones que explican el éxito de este navegador son muchas, pero pueden resumirse en su gran robustez; su diseño minimalista, algo que hoy puede parecer evidente, pero que en el momento en el que fue lanzado contrastaba con otros productos, los cuáles se encontraban repletos de botones y funciones que no solamente ocupaban espacio en la pantalla, sino que hacían que la experiencia de navegación fuera más lenta y menos dinámica; su integración total con Google, que permite realizar búsquedas directamente desde la barra de direcciones, algo que otros navegadores tampoco poseían en su momento; y con el hecho de contar con el respaldo total y el empuje de esta compañía para posicionarlo entre los usuarios.

Otra característica que resaltaba en Chrome, por lo menos cuando fue lanzada en Febrero de 2011, era la posibilidad de utilizar una gran cantidad de aplicaciones directamente desde el navegador. Inspiradas en las extensiones que Firefox, el navegador de Mozilla, estas aplicaciones permitían expandir la funcionalidad del browser agregando herramientas de productividad de todo tipo, juegos, y accesos directos a todo tipo de sitios y plataformas como mensajeros y redes sociales. A diferencia de Mozilla, Google creyó siempre en la importancia de este tipo de aplicaciones en un navegador moderno, y por eso apostó a crear recursos y facilidades para permitir que los desarrolladores aportaran al ecosistema, e incluso lanzó una tienda de aplicaciones donde los usuarios pueden encontrar lo que necesitan e instalarlo con un solo click en su navegador.

Desde junio de 2011, la tienda de aplicaciones se convirtió en una de las características fundacionales de Chrome OS, el sistema operativo de Google para computadoras de escritorio. Éste utiliza una ventana del navegador como base, y permite correr todo tipo de aplicaciones, y visualizar toda clase de contenidos, directamente desde la nube.

Fue gracias a Chrome OS que Google pudo lanzar su línea de notebooks Chromebook, las cuales corren este sistema operativo, y gracias a sus bajos requerimientos en materia de hardware y capacidad de almacenamiento, suelen tener valores muy bajos de cara al consumidor. Aunque existen contadas excepciones. Por sus características y costos, estos equipos se orientan fundamentalmente al mundo profesional, y han tenido un gran éxito en ámbitos educativos, sobre todo en los Estados Unidos, donde los distritos escolares invierten más de $8 mil millones de dólares al año en equipar todas sus aulas con computadoras, tablets, y otros dispositivos informáticos.

EL ADIÓS A LAS APPS DE CHROME

Y si bien en Chome OS las aplicaciones son ampliamente utilizadas, en gran medida porque en esa plataforma no puede utilizarse otro tipo de programas, este no parece ser el caso en plataformas como Windows y macOS (ex OSX). Según reconoció Google en un comunicado difundido a través de uno de sus blogs, apenas el 1% de sus usuarios de Chrome en estos sistemas operativos utilizan algún tipo de aplicación. Es por eso que la compañía ha tomado la decisión de discontinuar esta función, y restringirla únicamente a los usuarios de su propio sistema operativo.

Esto, sin embargo, no ocurrirá de la noche a la mañana, sino que se hará en un proceso que durará unos dos años, y se dividirá en distintas etapas. Desde fines de 2016, las nuevas aplicaciones subidas a la tienda, sólo estarán disponibles para Chrome OS, por lo que los usuarios de Windows, Mac y Linux sólo podrán seguir accediendo al catálogo ya disponible. Esto, sin embargo, dejará de ser posible a medidados de 2017, cuando la tienda sólo mostrará algunas extensiones y themes, es decir personalizaciones visuales que permiten cambiar los colores y agregar imágenes al navegador. A partir de 2018, cualquier aplicación ya instalada por los usuarios en sus sistemas dejará de correr, poniendo un punto final a esta funcionalidad.

El motivo por el que la compañía decidió discontinuar las aplicaciones de manera gradual, radica en su voluntad de no perjudicar a los usuarios que las utilizan activamente, y de darles tiempo a los desarrolladores que confiaron en la plataforma de migrar sus apps a la web, o de crear aplicaciones nativas para los distintos sistemas operativos, de forma tal de poder ofrecer una continuidad a sus usuarios.

LAS APPS DE ANDROID PODRÁN UTILIZARSE EN CHROME OS

Si bien la tienda y las aplicaciones, temas y extensiones, seguirán vigentes para Chrome OS, es posible que la cantidad de nuevas apps disponibles en este formato comience a declinar y, con el tiempo, la tienda termine desapareciendo o volviéndose menos significativa también en ese ecosistema. Eso se debe a que, en mayo de este año, Google anunció que los usuarios de Chrome OS podrán empezar a descargar cualquier aplicación disponible en Google Play para Android, su sistema operativo móvil.

De esta forma, los usuarios de este sistema operativo tendrán acceso a dos tiendas distintas, la de aplicaciones Chrome, y Google Play. Para correr las Apps diseñadas para Android, el sistema operativo utilizará lo que Google definió como “contenedores virtuales” que, a diferencia de las máquinas virtuales tradicionales, no serán una máquina virtual que correrá a las apps aisladas por completo del sistema operativo, sino que permitirá que éstas interactúen entre sí, y con otras aplicaciones nativas del sistema operativo, y que utilicen todo tipo de recursos de Chrome OS, ofreciendo una mucho mejor experiencia de usuario.

Si bien ya era posible adaptar algunas de estas apps para que corrieran en el sistema operativo utilizando el App Runtime for Chrome, una tecnología de sandboxing lanzada por Google en su conferencia I/O en 2014, los ingenieros de la compañía explicaron que el sistema requería una gran cantidad de trabajo de los desarrolladores para migrar sus apps, y que no ofrecía una experiencia de usuario aceptable, por lo que comenzaron de cero. Ahora, los desarrolladores ya no necesitan hacer nada para que Chrome OS corra sus productos creados para Android, y de esa forma toda la biblioteca estará disponible.

En una primera etapa, solamente los usuarios de Chromebooks que cuenten con pantallas táctiles podrán acceder a Google Play. Sin embargo, esto irá cambiando con el tiempo hasta incorporar a todos los usuarios del sistema. Sin embargo, dado que uno de los principales atractivos de este sistema operativo tanto para escuelas como para corporaciones, es su entorno relativamente cerrado y la imposibilidad de que sus usuarios instalen software que los distraiga de sus objetivos, o que pueda bajar la performance, los administradores de los sistemas basados en esta tecnología podrán optar si les brindan acceso a sus usuarios a esta función y, si lo hacen, en que medida podrán descargar aplicaciones, y cuáles.

Posiblemente en un futuro Android y ChromeOS se terminen unificando en una misma plataforma. O quizás simplemente sigan compartiendo recursos, haciendo la tarea más sencilla para los desarrolladores, y creando un ecosistema más atractivo para todo tipo de usuarios. Lo que es seguro, es que los usuarios de Windows, Linux y Mac, quedarán afuera del mismo, a no ser que instalen el sistema operativo de la compañía, o adquieran una Chromebook, y no ya siendo meros usuarios de Chrome.

 

GOOGLE PENALIZARÁ MÁS FUERTE A LOS SITIOS QUE NO ESTÉN OPTIMIZADOS PARA EL MÓVIL

En una Internet cada vez más móvil, los sitios que no se adapten a las pantallas de los smartphones y las tabletas, tienen cada vez menos ventajas. Ya el año pasado, los buscadores como Google y Bing, comenzaron a penalizar en sus versiones móviles a aquellos sitios que no se vieran bien o no cargaran rápido en estos dispositivos y, este año, planean llevar esto un paso más allá, bajándoles el puntaje en todos los resultados de búsqueda y extendiendo este tipo de penalizaciones a sitios que utilizan pop ups y ventanas emergentes que interrumpan al usuario.

Este tipo de modificaciones en la forma en la que los buscadores muestran sus resultados requieren de la atención inmediata de una gran cantidad de sitios y aplicaciones móviles que dependen del tráfico orgánico. Y es que, de acuerdo con KissMetrics, el 30% de los visitantes que reciben los sitios de comercio electrónico proviene de los buscadores. Según la consultora Conductor, en el caso de otros sitios vinculados al contenido, esta cifra puede llegar al 60%. Esto significa que cualquier alteración que Google, Bing, y sus competidores hagan – pero en especial Google, que en nuestra región tiene una cuota de mercado superior la 90% – indefectiblemente afectará en gran medida a todo tipo de negocios web y móviles. Así, no tener un sitio capaz de adaptarse a este tipo de dispositivos puede costarle a una compañía casi el 60% de su tráfico móvil, convirtiendo a su negocio en un fracaso de la noche a la mañana.

El año pasado hablamos acerca del Googlegeddon, el cambio en su algoritmo llevado adelante por el buscador líder para priorizar a los sitios móviles en sus resultados de búsqueda en esa plataforma. A partir de esa modificación, los sitios compatibles con las pantallas más pequeñas comenzaron a mostrarse más arriba entre los resultados (lo que traduce en una mucho mayor cantidad de clicks – o taps – por parte de los usuarios, y por consiguiente en mayor tráfico). Ahora, Google llevará esto más lejos, incorporando nuevos criterios a la hora de evaluar la posición de los sitios en su página de resultados.

De acuerdo con un comunicado de Google, reproducido por Venture Beat, el buscador ahora considerará una serie más amplia de sanciones, y penalizará bajando la relevancia de los sitios que incurran en alguna de ellas. Las nuevas consideraciones son las siguientes:

  • Tamaño de la letra. Los sitios que tienen letra muy pequeña, que requieran que el usuario haga zoom para poder leer.
  • El uso de Flash y otro tipo de software y plugins que no pueden ser reproducidos por la mayor parte de los navegadores móviles.
  • El uso de links muy cercanos entre sí, que puedan llevar a que un usuario toque el incorrecto al querer acceder.
  • La carga de pantallas que requieran que el usuario se desplace hacia los laterales

De esta forma, los desarrolladores y administradores de tipo de sitios web deberán asegurarse de optimizar a sus sitios móviles cumplan con estos criterios. De lo contrario, se arriesgan a perder tráfico orgánico, independientemente de la calidad de su contenido, y la relevancia del mismo para responder a las búsquedas de los usuarios.

Pero esto no es todo. En su afán de convertir la experiencia de navegación móvil en una equiparable a la que ofrecen los navegadores en las laptops y computadoras de escritorio, Google también impondrá penalidades sobre aquellos sitios que incluyan lo que la compañía define como “inserciones intrusivas”. Se trata de pop ups y contenidos emergentes, destinados fundamentalmente a publicidad o a la captación de correos electrónicos y datos del usuario, que se muestran por encima del contenido, o delante del mismo y ocupan toda la pantalla.

Google, en cambio, no penalizará a aquellos sitios móviles que utilizan este tipo de recursos para comunicar cuestiones legales, como avisarles a los usuarios que se utilizan cookies – lo cual resulta obligatorio en los mercados de la Unión Europea –, o verificar su edad antes de acceder al contenido. Tampoco serán penalizadas las pantallas de login, que den acceso a contenido no indexable por el buscador. Del mismo modo, los banners que posean un tamaño razonable y no impidan visualizar el contenido no incurrirán en penalización alguna.

Los banners y avisos comerciales que toman toda la pantalla, y que suelen utilizarse mucho en diarios online y otros sitios que viven casi exclusivamente de la publicidad, pueden resultar en una interrupción excesiva para los usuarios, tanto por el espacio que ocupan, como por el tiempo que tardan en cargar. Sin embargo, dado que se tratan de un canal indispensable de ingresos para este tipo de sitios, resulta difícil creer que los mismos desaparecerán en el corto plazo, incluso si esto implica una penalización por parte de Google. Y es que, con un volumen alto de contenido en permanente actualización, una muy elevada reputación y cantidad de sitios que contienen links a su contenido, y una gran presencia en las redes sociales, este tipo de sitios difícilmente se verán afectados por un cambio en los algoritmos. Al mismo tipo, habiendo desarrollado marcas reconocibles que les permiten tener un porcentaje de tráfico directo mucho más elevado que el orgánico, los periódicos digitales y los sitios de noticias y de contenidos más populares pueden arriesgarse a resultar menos favorecidos por los buscadores, si eso implica mantener sus principales canales de ingresos vigentes. Este, sin embargo, no es el caso de los sitios más pequeños, o que se encuentran en crecimiento, los cuales no podrán darse el lujo de utilizar este tipo de estrategias de monetización sin sacrificar una fuente importante de tráfico. Por lo menos hasta instalarse y convertirse en marcas confiables con buenos niveles de visitas.

Otro tipo de sitios, vinculados con otras verticales como el comercio electrónico, los productos de Software as a Service, las páginas de comercios y otro tipo de emprendimientos comerciales, y otros, no podrán darse ese lujo, y deberán adaptarse a estas nuevas reglas para no perder su posición en el ranking.

Es por todos estos motivos, que para muchos sitios es necesario optimizar sus versiones móviles aún en mayor medida que los sitios creados para navegadores de escritorio, por lo menos desde el punto de vista técnico, prestando atención a todas estas restricciones. De esta forma, se evitarán las penalizaciones por parte de los buscadores, y se mejorará la posición en las páginas de resultados.

Al mismo tiempo, para muchos sitios resulta una estrategia inteligente incentivar a los usuarios a instalar sus aplicaciones móviles, de forma tal de contar con un ámbito que promueve el tráfico directo, la fidelización de los usuarios, y en los que se puede desplegar cualquier estrategia publicitaria sin sufrir penalidades. Esto, sin embargo, puede resultar en una ecuación desfavorable, si se tienen en cuenta los elevados costos de adquisición de usuarios que supone promover una app, por lo que deben tenerse en cuenta el modelo de negocio, y la posibilidad de recuperar la inversión mediante este canal.

El móvil se ha convertido en el principal medio de acceso a la web. Sin embargo, con más del 15% de los sitios no optimizados para esta plataforma, y una importante proporción del 85% restante que todavía no tiene la misma calidad que en sus versiones de escritorio, las correcciones al algoritmo de Google serán, sin lugar a dudas, un poderoso incentivo para forzar a toda la comunidad a cuidar la experiencia de los usuarios desarrollando sitios mejores, más rápidos, con menos interrupciones, y más fáciles de navegar.

 

 

 

CHINA ESTÁ CERCA DE CONVERTIRSE EN EL PRINCIPAL MERCADO DE APLICACIONES A NIVEL GLOBAL

En muchas formas, China ya es el mayor mercado móvil en el mundo. Con 1.400 millones de líneas activas y 672 millones de usuarios únicos, el gigante asiático supera a India, otro mercado densamente poblado, en más de 200 millones de usuarios, y con un PBI per cápita 4,5 veces mayor no debe resultar sorprendente que exhiba características de un mercado más desarrollado. Aún así, en el negocio de las aplicaciones China todavía no es superior al de otros mercados más chicos en términos de suscriptores, como lo es Estados Unidos, el líder a nivel mundial. Por ahora.

De acuerdo con la consultora App Annie 2016 será el año en el que China sobrepase por primera vez a los Estados Unidos y se convierta en el principal mercado de aplicaciones, en términos de facturación, a nivel mundial. De acuerdo con un reporte de esta consultora, ya en 2015 un tercio de todas las descargas de aplicaciones a nivel mundial ocurrían en China. Este año eso impactará en la facturación. Y es que, para 2016, se espera que en la región Asia Pacífico (APAC) el negocio de las aplicaciones móviles genere unos $28,3 mil millones de dólares en facturación, más de la mitad de los cuales provendrán de China. En contraste, el continente americano en su totalidad, generará unos $13,1 mil millones de dólares en facturación. Hacia 2020, se pronostica que el mercado asiático crezca 2,5 veces, con el país comunista a la cabeza.

Mercado Apps

Este enorme crecimiento se está llevando a cabo en las distintas plataformas, fundamentalmente en Android y iOS. Sin embargo, a pesar de que Apple ha logrado consolidar su posición en ese mercado, y está obteniendo enormes utilidades a partir de su tienda de aplicaciones, este no es el caso de Google, el cuál prácticamente no participa con Google Play y se está quedando afuera de este negocio en el país. Lo mismo sucede con algunos de los grandes desarrolladores como Facebook, empresa que produce muchas de las apps más populares a nivel mundial, cuya presencia en China es casi inexistente.

LA PRESENCIA DE APPLE EN EL MERCADO CHINO

Por bastante tiempo China fue el segundo país en materia de descarga de aplicaciones de iOS en el mundo. En el primer trimestre de 2015, sin embargo, los usuarios del país asiático superaron a sus contrapartes estadounidenses, convirtiendo a su mercado en el primero en cantidad de apps descargadas. Un año más tarde, durante el primer trimestre de 2016, este hito se tradujo a facturación y, luego de superar a Japón, China se convirtió en el segundo mercado en materia de rentabilidad para el App Store de Apple, superado sólo por los Estados Unidos.

En 2015 Apple facturó $3,4 mil millones de dólares en el negocio de las aplicaciones móviles en el país asiático. Esto es, a través de las descargas, suscripciones, in app purchases, etc, ocurridas a través de su App Store. Hacia 2020, se proyecta que este número crecerá unas 2,6 veces hasta alcanzar los $8,9 mil millones de dólares. Esto demuestra que la decisión de Apple de ingresar a este mercado ha sido estratégica y muy acertada, incluso cuando el mismo le reporta una facturación promedio por dispositivo activo bastante inferior a la que ocurre en otros mercados como los Estados Unidos y Europa.

De todas formas, el hecho de que la compañía ya esté vendiendo más dispositivos en el gigante asiático que en su país de origen, significa que su negocio allí seguirá expandiéndose.

LA SITUACIÓN DE ANDROID

Así como ocurre en otros mercados, en China Android supera en varias órdenes de magnitud a iOS en materia de cantidad de equipos activos. Según Kantar Worldpanel, el 77% de los equipos activos en el país asiático utilizan el sistema operativo desarrollado por Google, contra 21,1% que utilizan iOS, y apenas el 0,8% que utilizan Windows.

Android vs iOS en China.

Android vs iOS en China.

A pesar de esta gran diferencia de volumen, el mercado de aplicaciones de Android es proporcionalmente menor al de iOS, con una facturación total que fue de $5,2 mil millones de dólares en 2015, exhibe menos del doble de ingresos, con un mercado de 3,6 su tamaño.

Existe una explicación para este fenómeno. O, en realidad, varias. Por un lado, así como sucede en casi todo el mundo, los dispositivos equipados con Android son mucho menos homogéneos que aquellos fabricados por Apple, lo que implica que muchos de ellos no pueden correr demasiadas aplicaciones, ya sea por su baja potencia, o por utilizar versiones viejas del sistema operativo que no son compatibles con las apps más novedosas. Pero esta no es la razón principal en el mercado chino.

Desde que en 2010 Google abandonó el país asiático cuándo no pudo ponerse de acuerdo con su gobierno acerca de la censura de sus resultados de búsqueda, muchos de sus servicios no están disponibles en ese mercado. Ese, sin embargo, no es el caso de Google Play. Y es que la tienda de aplicaciones está disponible en ese país, aunque solamente ofrece apps gratuitas, y restringe la bajada de cualquier aplicación desarrollada por Google. Al mismo tiempo, y producto de esas restricciones, la mayoría de los fabricantes ni siquiera incluyen una versión de Google Play en los celulares que venden en el país. Así, incluso si una persona posee un teléfono comprado en el exterior, o localmente, y que incluye un acceso a la tienda, allí no podrá descargar aplicaciones pagas, o suscribirse a ninguna de ningún tipo, lo que lleva a que la facturación de la empresa de Mountain View en ese mercado en ese país sea prácticamente cero.

Esto se ve exacerbado porque Android, a pesar de ser el sistema operativo dominante en China, no suele ser utilizado en su versión licenciada por Google en el país. En cambio, la mayoría de los fabricantes utilizan versiones open source del software, lo cual les da la oportunidad de modificarlo a su antojo incorporando, por ejemplo, los servicios de búsqueda de Baidú, el principal buscador chino, y todo tipo de aplicaciones orientadas al mercado local.

De esta forma, fabricantes como Xiaomi desarrollan versiones muy personalizadas de Android para sus dispositivos, lo que les permite diferenciarse en gran medida de su competencia. Esto no es algo necesariamente malo, puesto que contribuye a la innovación y les da más opciones a los consumidores a la hora de elegir experiencias de usuario diferentes, y una gama de servicios de mensajería, mapas, etc., que compiten entre sí. Por otro lado, tantas diferencias incrementan la fragmentación, disminuye la compatibilidad de algunas aplicaciones, y genera barreras para el crecimiento del mercado de aplicaciones.

Quién se ve especialmente afectada por esta fragmentación es Google, que en una comunidad tan diversa de desarrolladores, donde el público ya ha adoptado las plataformas de otras empresas, y donde algunos de sus servicios básicos no están disponibles, no tiene la capacidad de generar los incentivos que genera en otros mensajes para que el mercado se concentre alrededor de sus propias versiones de sus sistema operativo. Aunque la compañía esté haciendo grandes esfuerzos, a través de alianzas con gigantes como Huawei y ZTE, que llevan en sus equipos la versión original de Android (aunque con algunos ligeros cambios y la ausencia de sus servicios), la realidad es que esta bien puede ser una batalla perdida y que, incluso si se levantaran las restricciones y la censura impuestas por el gobierno chino, la empresa norteamericana ya no pueda recuperar su posición. Y lo que es aún peor, con cada vez más fabricantes chinos expandiéndose fuera de China, hacia mercados como India y Brasil, Google puede encontrarse con que dispositivos que utilizan su propio sistema operativo no le están generando ningún rédito (o mucho menos rédito del que podrían), y están alimentando otros ecosistemas de aplicaciones y servicios sobre los que no controla ni recibe ni una porción ínfima del negocio.

Con Apple obteniendo grandes resultados en ese vasto mercado, es posible que Google considere ceder a las presiones del gobierno chino y regresar. Aunque con el enorme empujón que su ausencia les dio a los competidores locales, es posible que las autoridades del país asiático no tenga muchas ganas de permitir ese regreso. De cualquier forma, China ha demostrado ser un país muy prometedor para los desarrolladores, y que su ecosistema móvil en permanente expansión – y al que todavía le queda mucho por crecer – es uno de los que más facturación genera, y generará en el mediano y el largo plazo. Sin embargo, su idiosincrasia propia, el proteccionismo de sus autoridades, y la barrera que suponen sus peculiaridades tanto técnicas como culturales, representan un verdadero desafío para los desarrolladores que no son de la región.

ORACLE VS GOOGLE, Y UN FALLO QUE NO DEJA CLARO EL PANORAMA

La semana pasada resultó decisiva para una causa que gran parte de la industria móvil viene siguiendo de cerca desde hace ya seis años. Se trata de la demanda que Oracle, una de las principales empresas de Silicon Valley, inició contra Google por el uso de componentes de Java, el popular lenguaje de programación creado por Sun Microsystems (hoy parte de Oracle) en 1995, en su sistema operativo Android. De acuerdo con Oracle, la compañía de Mountain View violó el copywright que ella mantiene sobre partes de la plataforma de desarrollo de ese lenguaje para acelerar la salida al mercado de Android, sin pagar nunca una regalía. Google, por su lado, defendió el uso del código citando el “uso justo” (Fair Use, por su nombre en inglés) una provisión de la ley de propiedad intelectual estadounidense que permite el uso de material registrado, siempre y cuando se lo utilice para producir una verdadera innovación. Tras varias idas y vueltas, el jueves pasado un Tribunal Federal en California falló a favor de la subsidiaria de Alphabet, aunque el veredicto no deja del todo claro el panorama.

La demanda, por $9 mil millones de dólares en daños, se produjo por primera vez en 2010, luego de que Oracle adquiriera Sun Microsystems. En ella, la empresa cita que Google utilizó parte de su plataforma al implementar 37 APIs de Java, sin pedir permiso alguno, para desarrollar Android rápidamente. Según sus abogados, Oracle tiene derecho a reclamar como propias parte de las utilidades que el sistema operativo, hoy el más popular en el mundo, le generó a Google desde su concepción. Este caso es seguido de cerca por cientos de miles de desarrolladores que utilizan Java y sus APIs para crear sus productos, puesto que un fallo favorable para Oracle podía sentar un precedente para que la compañía comenzara a desparramar demandas y acciones judiciales contra muchos de ellos.

Hoy, tanto los ejecutivos de Google como estos cientos de miles de desarrolladores pueden respirar tranquilos, puesto que la decisión unánime del jurado, fue que el uso de estas APIs efectivamente fue uso justo, por lo que Oracle no tiene derecho a hacer el reclamo. De acuerdo con los ejecutivos del gigante de las búsquedas, “esta fue una victoria no sólo para el ecosistema Android, sino que también para toda la comunidad de desarrolladores de Java, y para todos los desarrolladores que utilizan lenguajes de programación libres y abiertos para escribir software.” Oracle, sin embargo, ya anunció que piensa apelar este fallo. Y una instancia anterior de este largo juicio, podría darle los argumentos necesarios.

GOOGLE GANÓ UNA BATALLA, PERO NO LA GUERRA

Esta no es la primera vez que Oracle y Google se enfrentan en la corte por este mismo caso. El mismo ya había sido llevado a juicio en 2012, aunque en esa oportunidad el jurado no pudo llegar a una conclusión de manera unánime. De todas maneras, en esa oportunidad el juez de la causa William Alsup, sostuvo que los elementos de Java no califican para la protección bajo la ley de propiedad intelectual. Dos años después, una Corte Federal de Apelaciones se mostró en desacuerdo, sentenciando que éstos si pueden ser registrados y protegidos, un argumento que podría ayudar a Oracle a ganar en su apelación.

De acuerdo con Anette Hurst, una abogada especialista en propiedad intelectual, a cargo del equipo legal de Oracle en esta demanda, la decisión fue injusta e inesperada, y hasta puede resultar perjudicial para la comunidad de desarrolladores. En una carta abierta publicada en la red social LinkedIn, la jurista explicó que, aunque es imposible saber qué argumentos terminaron por convencer al jurado de darle la razón a Google, la realidad es que este fallo pone en juego el futuro de la Licencia Pública General de GNU (o GPL, por sus siglas en inglés) la licencia más utilizada en el mundo del software. La misma, permite que las personas, compañías y organizaciones de todo tipo utilicen y modifiquen el software, protegiendo a sus creadores de intentos de apropiación o uso indebido. En este mismo sentido Sara Catz, la CEO de Oracle, opinó durante su testimonio en el juicio que, al utilizar elementos de Java para crear Android, un nuevo ecosistema no compatible con el lenguaje original, Google efectivamente dividió a la comunidad de desarrolladores en dos. De acuerdo con la ejecutiva, quién – según su propio testimonio, fue la impulsora de la compra de Sun Microsystems por parte de la empresa que dirige justamente para preservar la apertura de Java – el espíritu de ese lenguaje de programación siempre fue el de permitir la escritura de código que corriera en cualquier sistema operativo. Con Android, sin embargo, eso no es así, ya que el software escrito para Android, sólo funciona en ese entorno.

Ante este testimonio, Google respondió que la intención de los creadores de Java siempre fue que el lenguaje se utilizara libremente, independientemente de los resultados. Para explicarlo, durante el juicio, tanto los abogados como los testigos que se presentaron a favor de la compañía utilizaron una serie de analogías muy coloridas, que intentaron explicarle al jurado qué es una API, y por qué, en su opinión, el uso que les había dado Google no implicaba ninguna violación al copywright. Para ello, explicaron que las APIs son como hamburguesas, las cuáles pueden encontrarse en el menú de muchos restaurantes, pero en cada caso la receta resulta única. También las compararon con los tomacorrientes en las paredes de las casas y oficinas, y el pedal acelerador de los automóviles, dos elementos tan comunes que, según la empresa, jamás pensaron que podían ser objeto de una demanda. Oracle, por su parte, respondió con su propia analogía, explicando que las APIs son como los libros de Harry Potter, y que los paquetes, clases y métodos, son equiparables a la serie, los libros y los capítulos. A juzgar por el veredicto, los ejemplos utilizados por los abogados de Google fueron más claros y permitieron exponer mejor su punto.

En cualquier caso, durante los cinco años que lleva la disputa legal, la comunidad de desarrolladores tendió a acercarse más a la posición de Google, desestimando a Oracle como una parte interesada en cobrar una enorme suma de dinero más que en defender al software libre. En este sentido, incluso Jonathan Schwartz, exCEO de Sun Microsystems, testificó a favor de Google en el juicio. Oracle, por su parte, mostró e-mails que los ingenieros de las compañías se enviaron durante el primer desarrollo de Android, en el que los empleados de Google daban a entender que debían llegar a alguna clase de acuerdo para poder utilizar el código.

Con el fallo a favor de Google, el caso parece quedar resuelto, por lo menos por un tiempo. Solo resta ver qué responde la Corte de Apelaciones, y hasta que punto Oracle está decidido a llevar su demanda. Por lo pronto, y a pesar de los argumentos de esta compañía, las acciones de Google no variaron de manera notable antes o después del veredicto, señal de que sus accionistas piensan que, incluso si tuviera que pagar, la subsidiaria de Alphabet tiene el dinero suficiente para hacerlo sin sufrir las consecuencias. Los desarrolladores, por su parte, se mostraron mayormente a favor del resultado, y respiraron tranquilos al prever que probablemente no les caerá ninguna demanda judicial por el uso de software libre.

LA APUESTA DE GOOGLE PARA RECONVERTIR SU NEGOCIO

A lo largo de sus veinte años de historia, Google ha crecido a costa del negocio publicitario que la compañía ha sabido desarrollar alrededor de su buscador. Durante los próximos años, sin embargo, esto podría cambiar.

Existen dos variables que han convertido a Google en el coloso que es hoy. Por un lado, desde su fundación en septiembre de 1998, la compañía ha ofrecido un sistema de búsquedas más efectivo que el de sus competidores, lo que la ayudó a posicionarse y superar a competidores como Yahoo! y Lycos, los cuáles dominaban el mercado en un primer momento. Sin embargo, no fue su poderoso algoritmo lo que convirtió a Google en un coloso. Si bien hacia el año 2000 la compañía ya lideraba el mercado, y era totalmente rentable gracias a un modelo de negocios que se basaba en licenciar sus servicios de búsqueda a otras empresas (como Yahoo!), la realidad es que su potencial de negocio todavía no era tan significativo. Esto, sin embargo, estaría por cambiar.

Ese mismo año, Google lanzó AdWords, su plataforma publicitaria, en la que se apoyaría para convertirse en una de las empresas más valiosas (y rentables) del mundo. Si bien al principio se trataba de un sistema que permitía que los anunciantes colocaran banners que no tenían relación alguna con el contenido en las páginas de resultados de búsqueda, la llegada de Eric Schmidt como CEO en 2001 llevó a la adopción del modelo que hoy conocemos, basado en una idea inventada por el buscador goto.com, luego adquirido por Yahoo!

Pero aunque la publicidad es, y seguirá siendo, una fuente de ingresos fundamental para Google, y el sistema con el que la compañía monetiza la mayor parte de sus productos, Sundar Punchai el flamante CEO de la empresa (desde el año pasado subsidiaria de Alphabet, la corporación creada para contener a Google y a otros proyectos), reconoció en estos días que su objetivo es empezar a mirar a la inteligencia artificial, y al cloud computing, como los próximos grandes canales de ingresos para la compañía.

Estas son dos áreas en las que Google ya ha acumulado gran experiencia y en las que ha desarrollado todo tipo de servicios, aunque por ahora les ha dado uso mayormente interno, o aplicado a sus propios productos y servicios. Así, los planes de la empresa consisten en comenzar a ofrecer espacio en sus servidores a otras compañías. Al mismo tiempo, ofrecerá software instalado en esas máquinas, que ayudará a los clientes a utilizar contar con la infraestructura necesaria para desarrollar sus negocios, sin realizar la inversión de tiempo y dinero que demanda construirla.

Este modelo de negocios se encuentra lejos de ser novedoso. Tanto Amazon, a través de Amazon Web Services (AWS) como Microsoft con Azure vienen trabajando ofreciendo hosting as a service y otras soluciones cloud desde hace unos diez años. Así, la primera de estas empresas, facturó más de $2,5 mil millones de dólares en el último trimestre de 2015, y tiene entre su cartera de clientes a empresas como Netflix y Spotify, las cuáles le confían sus enormes catálogos de contenido a sus servidores, al igual que otras miles de compañías de distintos tamaños y rubros. El negocio de AWS creció un 69,37% el último año, y el del servicio de Microsoft un 120%, lo que demuestra el enorme potencial de crecimiento que el sector todavía tiene. Y es justamente ahí donde Google busca hacer un impacto.

El motivo por el que el gigante de las búsquedas (y el móvil, y tantos otros rubros) busca meterse en ese sector, tiene que ver con que durante los últimos años registró una ligera caída en el crecimiento de su negocio publicitario. Esto no quiere decir que éste no esté creciendo, de hecho, de los $18,7 mil millones de dólares en facturación que Alphabet recibió en el tercer trimestre de 2015, $16,79 mil millones fueron producto de la venta de publicidad en el buscador y los otros servicios de la compañía. En el cuarto trimestre de 2015, y el 2016 la facturación total creció, superando los $20 mil millones en ambos períodos, empujada siempre por la publicidad.

Aún así, el flamante CEO del buscador busca cambiarle la cara a su negocio y, sin abandonar el redituable mercado publicitario, competir fuertemente con Amazon y Microsoft en el área de los productos y servicios cloud. Según Urz Hölze, el Vicepresidente de Infraestructura de la compañía, Google se encuentra en una posición única por su enorme capacidad para ofrecer este tipo de servicios, y por la enorme cantidad de clientes corporativos con los que ya cuenta. Al mismo tiempo, en una nota en The Verge, el ejecutivo reconoció que aspira a emular el éxito obtenido por la empresa con Android, plataforma con la que ingresó siendo apenas un competidor minúsculo entre otros ecosistemas mucho más desarrollados y, en pocos años, logró dominar el mercado. A diferencia del mercado de los sistemas operativos móviles, sin embargo, el de los servicios cloud no requiere de una posición dominante de uno o un par de empresas para garantizar rentabilidad, por lo que seguramente no tenderá a consolidarse de la forma en la que ocurrió con Android. De todas formas, Google podría tener una ventaja.

A pesar de ser un jugador minúsculo en este mercado comparado con sus principales competidores, Google tiene un diferencial muy atractivo, y al que apela para construir su perfil en esta vertical. Se trata de todo el desarrollo que la compañía viene realizando en inteligencia artificial y machine learning, el cual hoy le permite a la empresa catalogar imágenes y videos de manera automática y ofrecer recomendaciones de contenido sin la necesidad de la intervención humana. Al mismo tiempo, es lo que alimenta a productos como Google Now y su interfaz de voz. Todo esto podría adaptarse y ponerse a disposición de los clientes corporativos en forma de distintos servicios que podrían contratar junto con el almacenamiento. Sin embargo, nada garantiza el éxito de Google en este mercado.

Si bien es cierto que la empresa llegó tarde a todo tipo de negocios como el de los buscadores, el e-mail, los sistemas operativos móviles, y los mapas, y aún así logró dominarlos a todos, también es cierto que en otros como el de las redes sociales no pudo replicar este éxito. Y en un rubro donde Amazon y Microsoft ya han desarrollado marcas y presencias tan fuertes, y a clientes de gran envergadura probablemente no tan dispuestos a cambiar a no ser que exista un incentivo muy poderoso para hacerlo. Sólo el tiempo dirá si la empresa podrá reconvertirse de la manera en la que sus ejecutivos se lo proponen. Lo que es innegable es que Google es una de las compañías que más apuestan por la innovación, al punto tal de estar dispuesta a replantear su negocio, incluso cuando este es terriblemente rentable. De todas formas, es llamativo que, invirtiendo en tantos campos nuevos y aún no explorados, la apuesta fuerte de la compañía esté dada en un área ya muy desarrollada por otras empresas, y en las que ya existen claros líderes de mercado.

LAS MIL Y UNA OPORTUNIDADES DE LA REALIDAD AUMENTADA

Tras casi cinco años en los que la tecnología móvil continuó su evolución de manera bastante lineal, y en los que los principales cambios se dieron por el mejoramiento sustancial de las tecnologías que ya se encontraban disponibles, una nueva revolución comienza a gestarse en los laboratorios de los principales gigantes tecnológicos. Hace pocos meses hablábamos de lo disruptivos que los nuevos sistemas de realidad virtual prometen ser para la industria de los videojuegos (así como para otros sectores vinculados con el contenido, pero también con otras áreas). Hoy nos enfocaremos en una tecnología que es prima de la de realidad simulada, y cuyas aplicaciones prácticas van mucho más allá de lo lúdico. Una tecnología literalmente capaz de cambiar la forma en la que vemos el mundo e interactuamos con el. Hablamos, nada menos, que de la realidad aumentada.

Lejos de ser novedoso, el concepto de realidad aumentada se comenzó a popularizar con la introducción de los primeros smartphones. Estos equipos fueron algunos de los primeros en contar con GPS, giroscopios, y otras piezas de hardware que dieron lugar a que distintos desarrolladores experimentaran con aplicaciones que, por ejemplo, permitían descubrir actividades, atracciones turísticas, restaurantes, y otros puntos de interés en las cercanías del usuario, con apenas apuntar el teléfono en la dirección correcta. Sin embargo, a pesar de ser innovadoras, estas apps no ofrecían demasiado valor. No el suficiente como para que el usuario medio las utilizara cuando necesitaba encontrar algo, por lo menos. En otras industrias, como la de la defensa y la aviación, esta tecnología sí marcó un antes y un después. Y esto sucedió muchas décadas antes de que los smartphones fueran, siquiera, una posibilidad y de que se acuñara este término.  

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Foto: Acrossair, una app lanzada en 2011 que permitía descubrir el entorno gracias a la realidad aumentada.

 

Una de las primeras aplicaciones de la realidad aumentada ocurrió en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando a los pilotos de los aviones cazas británicos se les complicaba encontrar a los enemigos que veían en el radar o seguir las instrucciones dadas por sus compañeros en la radio. Para resolverlo, a los ingenieros de la Fuerza Aérea se les ocurrió proyectar la pantalla del radar en una parte plana del vidrio del avión, dando lugar a una tecnología que hoy se conoce como HUD, o Head Up Display. El HUD es una pantalla transparente ubicada tanto en los jets militares, como en distintos modelos de aviones comerciales y civiles, que permite que los pilotos obtengan datos de la altitud, la actitud y la velocidad del avión, así como información de navegación sin tener que despegar la vista del exterior.

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Foto: El HUD de un Boeing 787-8. Tomada por Mohamed Nazmi (CC 2.0 Flickr)

Otras plataformas en las que la realidad aumentada ya es moneda corriente son las consolas de videojuegos como la PlayStation y la XBOX, las cuales utilizan cámaras tridimensionales para generar experiencias y juegos en pantalla en los que los participantes interactúan, a veces sin necesidad de un control, con personajes y entornos digitales.

 Video: Trailer de los usos de la realidad aumentada en la Sony PlayStation 4.

 

Desarrollando las aplicaciones indicadas, el móvil puede valerse de la realidad aumentada para agregar valor en todo tipo de disciplinas. Tanto Google como Microsoft y otras empresas están atentas a esto, y se han volcado a desarrollar nuevas tecnologías que permitan hacerlo.

 

De Glass a Project Tango: la propuesta de Google

Uno de los productos móviles de realidad aumentada más icónicos fue nada menos que Google Glass, una pequeña pantalla unida a una computadora colocada en una vincha, que puede utilizarse como si se tratara de un par de anteojos, o combinada con el mismo, y permite recibir notificaciones e información mientras se realizan actividades como caminar por la vía pública o todo tipo de trabajos. Si bien fue anunciado en 2011 y lanzado por primera vez en 2013 en su versión para desarrolladores, este producto todavía no ha concluido su etapa de desarrollo, y aún no cuenta con fecha de lanzamiento al público en general.

En cambio, un proyecto que avanza más rápidamente es Project Tango, una tecnología desarrollada por Google que, incorporando distintas cámaras y sensores, permite que los dispositivos móviles obtengan una visión tridimensional del entorno en el que se encuentran, más similar a la vista humana. Esto permite, por un lado, que los equipos puedan ubicarse en el espacio identificando puntos de referencia, lo cual dará lugar a aplicaciones que no necesiten de un GPS, Bluetooth o de ningún tipo de conexión a Internet para ofrecer localización a nivel local, especialmente en espacios internos. Al mismo tiempo, esta visión humana les da a los equipos la posibilidad de ver en tres dimensiones, distinguiendo la profundidad de la misma forma en la que lo hacen nuestros ojos, lo cual no solamente servirá para crear juegos de todo tipo, sino que también para ayudar a los dispositivos a identificar objetos, trazar rutas, y generar experiencias mucho más ricas de realidad aumentada, capaz de brindarle más valor al usuario.

Aunque todavía se encuentra en etapa de desarrollo, ya existen dispositivos como celulares y tablets que incorporan la tecnología de Project Tango y se venden para desarrolladores. El objetivo de la compañía es lograr que la comunidad desarrolladora avance en la creación de aplicaciones que puedan aprovechar esta tecnología en distintos campos. Según anunció la compañía durante la feria CES 2016, este año saldrá a la venta la primera tableta orientada al público general que incorporará esta tecnología. La misma será producida por Lenovo.

 

HoloLens: la apuesta de Microsoft

Gracias a su experiencia desarrollando Kinetic, la tecnología detrás de las Xbox 360 y One Microsoft es una de las empresas que más ha avanzado en el desarrollo de la realidad aumentada. Y HoloLens, un visor transparente que cuenta con dos cámaras y una computadora integrada que corre Windows 10, es el resultado de este trabajo.

Este dispositivo, también en etapa de desarrollo, permite crear un entorno “holográfico”, en el que los usuarios pueden crear e interactuar con objetos tridimensionales que no existen en el mundo físico.  De esta manera, es posible desarrollar desde juegos complejos hasta todo tipo de aplicaciones prácticas tan variadas, como permitir el acceso a información sin la necesidad de contar con una pantalla, como la posibilidad de visualizar diseños y prototipos virtuales como si fueran reales, y hasta asistir a las fuerzas de seguridad y de defensa brindando información extra e identificando amenazas en la calle y en el campo de batalla.

Esta tecnología —o en realidad, combinación de tecnologías— todavía se encuentra en pañales, pero es tal su potencial que Microsoft, así como Google, está apostando a construir una comunidad de desarrolladores capaces de generar el software necesario para llevarla a todo tipo de industrias, y a la vida cotidiana.

 

Una gran oportunidad que no termina de convencer a los inversores

Una de las características de esta tecnología es que, como ya mencionamos, cuenta con un enorme potencial para asistir en todo tipo de tareas. Así, además de resultar muy interesante en el campo del entretenimiento —en el que será posible crear juegos e interactuar con personajes tanto en la pantalla como a través de visores que los insertarán en el mundo real—, será posible adaptarla a todo tipo de prácticas. Un ejemplo claro es el de la medicina, donde tanto médicos como cirujanos podrán valerse de información extra, y de la posibilidad de hacer mediciones, identificar objetos, órganos y tejidos, y mucho más utilizando uno de estos dispositivos. Hace pocas semanas un equipo médico en Miami se valió de una tecnología similar, la de la realidad virtual, para crear un modelo 3D del corazón y los pulmones de una beba que nació con apenas un ventrículo, y pudo así planificar una operación que le salvó la vida, algo que hubiera resultado imposible con un modelo visto en una pantalla tradicional.

De la misma forma ingenieros, diseñadores industriales, y hasta estudiantes podrán acceder a un mundo nuevo de información a través de una interfaz sencilla y poco invasiva capaz de modificar el mundo a su alrededor y ayudarlos a volverse más productivos.

Sin embargo, y aunque nos encontramos cerca de que esta tecnología salga al mercado y empiece a volverse masiva, todavía existe escepticismo por parte de la comunidad inversora. Y esto tiene sentido. La realidad aumentada, así como varios otros campos que presentan una gran promesa tanto desde el valor que generan sus aplicaciones como desde el punto de vista de las oportunidades de negocio, viene generando expectativa desde hace años, y más de una vez ha fallado catastróficamente, tanto desde el punto de vista del producto como desde la adopción por parte de los usuarios. Resta ver si, esta vez, las cosas serán distintas, y si la generación de un ecosistema desarrollador, y de dispositivos creados específicamente para este fin logran estar a la altura de la oportunidad, y crear un nuevo mercado.

LOS PLANES DE GOOGLE PARA ACELERAR LA INTERNET MÓVIL

El futuro de Internet es móvil. Esta es una verdad cada vez más evidente. Y con una cantidad de conexiones cada vez mayor, y más tráfico proveniente de smartphones y tablets, pero una experiencia de usuario que todavía no es exactamente equiparable a la obtenida en una computadora, las principales compañías vinculadas con el sector se han propuesto hacer algo al respecto. Google, una de las principales impulsoras de una mejor Internet móvil, ya puso su primer granito de arena cuando, hace algunos meses, comenzó a tener en cuenta si los sitios tienen, o no, una versión móvil (o si son responsive, es decir que se adaptan al formato y al tamaño de la pantalla) al mostrar sus resultados de búsqueda en teléfonos celulares. Así, el sitio comenzó a garantizar que aquellos que utilicen su servicio en su smartphone podrán acceder a un sitio optimizado, de fácil legibilidad en sus dispositivos. Ahora, la compañía busca ir un paso más allá y mejorar la velocidad de carga de los contenidos. Sobre todo entre los sitios de noticias, blogs, y otros rubros similares.

Uno de los grandes problemas que los usuarios móviles enfrentan todos los días tiene que ver con el tiempo que muchos sitios tardan en cargar. A la vez, es frecuente que tanto las imágenes, como los comentarios en los sitios de noticias, y otros contenidos como videos y avisos publicitarios traben la apertura de las páginas y hagan que el usuario pierda el foco de lo que estaba leyendo, o se encuentre con baches incómodos. Además de brindar una pésima experiencia para todos nosotros, esto tiene repercusiones directas en el negocio de muchas empresas, que ven a muchos de sus usuarios abandonar las páginas cuando ingresan desde su navegador.

De esta forma, el único camino que los sitios tienen de garantizar una buena experiencia de lectura es a través de una aplicación móvil. Pero, además de insumir costos mucho más altos de desarrollo, una App implica un proceso complejo de marketing para lograr que las personas la instalen en sus dispositivos y, luego, la abran y la utilicen de manera regular. Y si bien Google y Bing han comenzado a incluir contenido incluido dentro de distintas Apps en su listado de resultados de búsqueda, el hecho de que los usuarios deban hacer click y lanzar la aplicación para acceder a lo que buscan implica un paso más que puede generar deserción y niveles más bajos de conversión. Así, el único camino posible es trabajar en una carga más veloz y más eficiente de los contenidos en los sitios móviles a través del navegador.

 

El Google AMP Project

Es con este objetivo que Google lanzó el Accelerated Mobile Pages Project, una iniciativa conjunta con otras compañías como Twitter, y con grandes medios como el Wall Street Journal, el New York Times, el Huffington Post, BuzzFeed, The Economist, VoxMedia, y varios más. La idea es generar una serie de especificaciones técnicas que permitan acelerar la carga de los contenidos. Al mismo tiempo, el buscador permitirá que los medios utilicen el cache de Google para almacenar los artículos y acelerar aún más la apertura, cuando ésta ocurre desde un móvil.

Lejos de despojar al contenido de imágenes, comentarios, y otros accesorios, la iniciativa pretende hacer que todo sea más eficiente y esté mejor optimizado, de forma tal de poder ofrecer lo mismo que en la computadora, pero mejor adaptado al entorno móvil.

 

Tanto Google como Twitter y sus socios pretenden que esto vaya mucho más allá de unos cuantos sitios y se convierta en un estándar, que mejore verdaderamente el ecosistema. Es por eso que todo el proyecto es open source, y no será necesario tener una relación de ningún tipo con Google para implementarlo. De esta forma, cualquier medio en cualquier parte del mundo podrá hacerlo por su cuenta, y así mejorar la experiencia móvil en su sitio.

A diferencia de lo ocurrido con el Googlegeddon – nombre dado por los detractores al proyecto de penalizar a los sitios no móviles al darles menos relevancia, independientemente de su contenido, en los resultados de búsqueda – el que un sitio incorpore o no la tecnología del AMP Project no influirá directamente en su posición en los resultados de Google. Sin embargo, para tener un buen posicionamiento, tanto en el móvil como el la versión de escritorio, tener una buena velocidad de carga del contenido es esencial, por lo que sumarse seguramente tendrá un impacto positivo para cualquier sitio web.

 

Otras iniciativas similares

Google y Twitter no son las primeras compañías y organizaciones preocupadas por este tema. Recientemente Facebook lanzó Instant Articles, una herramienta que les permite a los sitios de noticias publicar sus artículos directamente dentro de la red social, y compartir los ingresos de publicidad generados por ellos. Esta iniciativa, sin embargo, tiene un enfoque un poco menos altruista, y pretende más bien enriquecer el entorno de la red social, e incrementar la monetización de los usuarios, antes enviados a otro sitio cuando quieran consumir un artículo allí linkeado. Más allá de las motivaciones comerciales de la red social – de las cuales tampoco se encuentra desprovista la iniciativa de Google – la experiencia resultante para el usuario es notablemente mejor.

Otro grupo preocupado por el problema de los tiempos de carga el Internet Advertising Bureau, una asociación conformada por anunciantes y medios online, que recientemente publicó un extenso mea culpa (en inglés), haciéndose cargo de que los ads son, en gran parte, responsables del problema. Allí, el vicepresidente de la organización llamó a crear nuevos estándares de publicidad, que permitan comunicar mejor, sin adicionarle peso y tiempo de carga a las páginas nutridas de avisos, y sin saturar a los usuarios con banners y contenido publicitario de todo tipo. De esta forma, la asociación busca no solamente colaborar en la mejora de la experiencia de los usuarios tanto móviles como de escritorio, como mejorar los índices de conversión de los anunciantes que, muchas veces, bajan justamente a raíz de estos problemas.

Con un ecosistema cada vez más nutrido de contenidos, más usuarios, y una facturación que lo ha convertido en la plataforma más relevante para muchas empresas, el foco de todos está puesto en el móvil. Es por eso que es muy probable que, durante los próximos años, veamos mejoras sustanciales que harán que haya un antes y un después en navegación en nuestros smartphones y tablets, y que hagan que ya no sea frecuente que encendamos la notebook o la computadora de escritorio cuando querramos acceder a determinados contenidos, o utilizar algunos servicios.

LA BATALLA POR CHINA RECIÉN EMPIEZA

Con 1.200 millones de habitantes, más de un millón de millonarios, una clase media en franco crecimiento que ya alcanzó los 109 millones de personas, y seguirá creciendo el doble de rápido que la estadounidense, y un potencial no explotado que todavía resulta enorme, este país se ha convertido en el santo grial para un sinnúmero de industrias. Y la móvil no es la excepción. En este contexto no es de extrañar que los principales jugadores del sector estén apostando fuerte por incrementar su presencia en el país asiático, y por conquistar a millones de nuevos consumidores tanto con dispositivos como con aplicaciones y servicios.

Según GSMA en el primer trimestre de 2015 el mercado móvil chino contaba con unos 605 millones de suscriptores, esto es un 250% más que los 250 millones de suscriptores que componen los mercados estadounidense y canadiense combinados. Pero mientras en Norteamérica la penetración de los servicios móviles por usuario único es del 70%, en China ésta alcanza apenas al 48%, lo que implica que existe un gran terreno para crecer. Aún así, con semejante cantidad de usuarios, el mercado chino ya es vasto y uno de los mayores del mundo. Esto se observa en que, por ejemplo, el país asiático se habrá convertido en 2015 en el mayor mercado mundial de juegos móviles, alcanzando una facturación de US$5,5 mil millones, superando a los US$4,5 mil millones que representa el mercado estadounidense. Con 450 millones de usuarios que descargan y utilizan juegos móviles en ese país —una cifra que supera a la población total de los Estados Unidos—, no es de extrañar que esta brecha se siga agrandando.

En otras categorías empieza a suceder algo similar. De acuerdo con GSMA, entre 2013 y 2014, el número de aplicaciones descargadas por los usuarios del sudeste asiático creció un 20%, y la facturación producida por éstas en la región, en un 90%.

Es por esto —y porque esta región es cada vez más importante y significativa— que los gigantes de Internet están peleando por incrementar su presencia en la zona, y liderar este mercado con estrategias cada vez más agresivas y contundentes. A continuación, veremos qué está haciendo cada uno de ellos.

 

Apple busca mantener su liderazgo

Una de las empresas que ha logrado un mayor éxito en China y en todo el sudeste asiático es Apple. La compañía fundada por Steve Jobs ha logrado conquistar a la incipiente clase media china con sus iPhones y iPads, convirtiendo a su Smartphone en uno de los modelos más vendidos en el país durante varios años seguidos. De hecho, la gran adopción que ha tenido el iPhone 6 —y en especial el iPhone 6 plus— logró indirectamente promover el mercado del 4G, el cual ha acelerado su crecimiento gracias al interés de los usuarios de estos dispositivos en navegar a mayor velocidad.

A pesar de haber empezado el año con el primer lugar en ventas, durante el segundo trimestre de 2015 Apple se vio desplazada hacia el tercer lugar por dos compañías locales. En primer lugar se ubicó Xiaomi, la estrella del país asiático, la cual fabrica smartphones de muy buena calidad a bajo precio, y que ya ha comenzado su expansión internacional a mercados tan distantes como Brasil. El segundo puesto fue de Huawei, una de las marcas chinas más reconocidas a nivel mundial. A pesar de esta caída de puesto, Apple incrementó la cantidad de equipos vendidos, y logró mantenerse por encima de Samsung, su eterno rival, la cual se ubica en el cuarto puesto en el país.

Una de las principales estrategias de la marca para apuntalar su posición en China tiene que ver con expandir la cantidad de tiendas que tiene en el país. Esta estrategia, que parece dar resultado, fue llevada a un extremo tal que Apple ha tenido que comenzar a llevar empleados estadounidenses para ocupar puestos en los locales, por las dificultades que enfrenta la compañía para encontrar personal local capaz de adaptarse a la cultura y al estilo de atención al cliente que caracteriza a sus puntos de venta.

Al mismo tiempo, Apple buscará posicionarse aún más como una marca aspiracional puesto que, con un precio de más de US$650, sus equipos no pueden competir en este campo con los fabricantes chinos, que ofrecen smartphones equivalentes a un iPhone por menos de US$300. Esta estrategia, sin embargo, siempre ha resultado para la marca, y es muy posible que le permita seguir aumentando sus ventas incluso cuando los precios de su competencia sigan bajando.

 

Google planea su regreso

Aunque dejó el mercado chino en 2010 tras rehusarse a seguir censurando sus resultados de búsqueda, para Google no resulta fácil resistirse a la magnitud y a las grandes oportunidades que representa el país asiático. Es por eso que su nuevo CEO Sundar Pichai anunció que la empresa volvería a China, aunque no en su totalidad, sino a través de su tienda de aplicaciones, Google Play.

Hoy, Android es el sistema operativo más popular en el país asiático. Sin embargo —a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, donde lleva preinstaladas una serie de aplicaciones vinculadas a los servicios de Google, y donde utiliza por defecto el buscador de la compañía— en China éste llega desprovisto de todos estos servicios, y alterado por los fabricantes locales para incluir los servicios de búsqueda de Baidú, el principal buscador chino, y de otras compañías. Es por eso que no resultaría difícil para el gigante de las búsquedas instalarse en ese mercado.

Para ello, la empresa podría lanzar una versión local de Google Play conteniendo menos aplicaciones —dado que muchas se encuentran censuradas por el gobierno chino—, comenzando así a restablecer su relación con los consumidores locales, y a la espera de algún día volver a lanzar otros servicios.

Sin embargo, es posible que ya sea muy tarde para Google. Y es que muchas empresas locales como la ya mencionada Baidú, pero también Alibaba, Tencent (la principal operadora del país) y Qihoo ya ofrecen servicios alternativos a los creados por Google, incluidos servicios de correo electrónico, streaming de video, mapas, buscadores, redes sociales, mensajeros instantáneos y más. Al mismo tiempo, fabricantes como Xiaomi y Huawei cuentan con sus propias tiendas de aplicaciones, las cuales les permiten generar ingresos que van más allá de la venta de equipos, un negocio que difícilmente quieran abandonar preinstalando la tienda de la compañía norteamericana en los dispositivos que comercializan.

Google es, posiblemente, la compañía que enfrenta el mayor de los desafíos para volver a posicionarse en el mercado chino. Y es que, además de llegar tarde frente a otros competidores mejor instalados, tendrá que lidiar con las restricciones que impone el gobierno, como alojar toda la información relacionada con los servicios dados en el país en servidores locales, y permitirle acceso a parte de la información de sus usuarios. Cosas que, en el pasado, la compañía ya se ha negado a hacer.

 

Samsung y una estrategia que busca recuperar la región

A pesar de su cercanía geográfica Samsung no ha podido conquistar el mercado chino. No de la misma forma en la que logró imponerse en otros mercados, por lo menos. Sin embargo, esto podría cambiar. Y es que la marca surcoreana ha comenzado a poner sus esfuerzos en mejorar su línea de teléfonos de gama media. Para esto lanzó su serie Galaxy A, compuesta de distintos dispositivos con buenas prestaciones y un gran diseño, disponibles a menor precio que sus más potentes Galaxy S.

Lanzados mundialmente, el Galaxy A3, el más pequeño y menos potente de la gama; el A5, de mayor tamaño y mejores atributos; y el Galaxy A7, mayor aún que el anterior, también están disponibles en China. Sin embargo, para hacer más fuerza en el mercado local, la empresa también ha lanzado el A8 —que con un grosor de 5,9 mm se ha convertido en su teléfono más delgado hasta la fecha— exclusivamente en el mercado chino, de forma tal de conquistar a los consumidores locales.

Sin embargo, aunque su nueva estrategia de lanzar smartphones más baratos y de buena calidad pueda ayudar a la marca a aumentar su market share en el país asiático, resta ver si esto le permitirá obtener el mismo margen que sus teléfonos de alta gama, y si podrá competir con las empresas chinas que ya dominan este segmento.


Facebook intenta saltear las regulaciones

Finalmente, cabe mencionar el caso de Facebook. Si bien se encuentra prohibida en China, la red social ya cuenta con más de 600 mil usuarios en el país quienes, utilizando VPNs y otros sistemas, logran saltear la censura del gobierno local. Es por esto, y por el gran potencial que la empresa ve en este mercado, que ella está considerando abrir una oficina en el país.

Esta sede le permitiría a Facebook atender a las compañías chinas que buscan utilizar los servicios de la red social para hacer publicidad para sus clientes fuera de china y, en voz baja, generar oportunidades publicitarias para los usuarios clandestinos dentro del país.

Hoy Facebook ya cuenta con una sede en Hong Kong, donde maneja las operaciones en esta ciudad —la cual cuenta con un marco regulatorio distinto al chino— y en la isla de Taiwán, país que tampoco es controlado por el Gobierno de Beijing.  La nueva oficina sería independiente y apuntaría a trabajar con China continental.

Esta estrategia, sin embargo, no está confirmada, y puede resultar arriesgada para la empresa la cual espera, algún día, podrá llegar al mercado de ese país y competir abiertamente.

Con más de 1,2 mil millones de personas y una economía que, aunque más lentamente, sigue creciendo, China es un mercado que es simplemente imposible de ignorar. Es por eso que cada vez más empresas occidentales buscarán ganar una mejor posición e instalarse en ese país que les puede garantizar no solo un enorme crecimiento en sus utilidades, sino también la posibilidad de neutralizar a posibles competidores nacidos allí, capaces de exportar sus servicios a todo el mundo.

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EL “GOOGLEGEDDON”

Google empieza a favorecer una buena experiencia móvil y desata el  “googlegeddon”

Ya no es una novedad que el móvil se ha convertido en el medio preponderante a través del cual los usuarios acceden a Internet. Esto, que hasta hace pocos años sonaba como una proyección exagerada, ya se ha convertido en una realidad. De acuerdo con la consultora ComScore, en los Estados Unidos el 60% del consumo de contenidos digitales hoy se da a través de teléfonos celulares y de tablets, ya sea a partir de aplicaciones o de acceso a la web móvil, y apenas el 40% restante a través de computadoras de escritorio o laptops. En América Latina, si bien todavía no hemos alcanzado esa proporción, estamos encaminados a hacerlo. Y es que, según GSMA, hacia 2020 podemos esperar que la penetración de los teléfonos inteligentes alcance al 80% de las conexiones en la región, lo que equivaldrá a unos 605 millones de dispositivos activos, que intercambiarán casi 2 millones de terabytes de datos todos los meses.

Este crecimiento del móvil no ocurre en detrimento de las conexiones a través de computadoras “tradicionales”, —las cuales han crecido un 1% en los mercados desarrollados el año pasado— sino que se da por la rápida expansión de las plataformas y los dispositivos móviles, resultando complementarias a las anteriores. De esta forma, un mismo usuario, ha comenzado a utilizar una multiplicidad de plataformas para acceder al mismo contenido, tal y como podemos observarlo en nuestras propias vidas y nuestro entorno todos los días.

Al mismo tiempo, el móvil ha comenzado a cerrar la brecha digital llevando conectividad a Internet a sectores de bajo poder adquisitivo, y especialmente a los ubicados en áreas rurales y suburbanas. Para estos usuarios, los teléfonos celulares se han convertido en el único medio de acceso a Internet y a todo tipo de contenidos.

Es por esta enorme preponderancia que la experiencia móvil ha empezado a cobrar importancia en la vida de los usuarios; y que cientos de miles de compañías han trabajado arduamente, lanzando aplicaciones móviles y adaptando sus sitios web para volverlos responsive, es decir autoadaptables al dispositivo desde el que ingrese el usuario. Aunque no siempre con el suficiente éxito, o el cuidado adecuado para garantizar una buena navegabilidad y usabilidad desde pantallas táctiles y pequeñas. Es por este motivo que en Google, el buscador que —de acuerdo con Statista— ostenta el 88.1% del mercado global,  se tomó la decisión de abogar por una experiencia de usuario consistente y de alta calidad en los dispositivos móviles.

 

Los cambios implementados por el buscador

A la hora de obtener resultados de búsqueda, Google utiliza una serie de algoritmos con los que analiza miles de millones de sitios en Internet a la búsqueda de información relevante que pueda responder de la mejor manera posible al pedido del usuario. Para determinar la calidad de una fuente de información, Google utiliza básicamente dos criterios: la calidad del contenido, el cual indexa con robots que visitan periódicamente todos los sitios web y analizan lo allí publicado; y la cantidad de sitios que se encuentran “linkeados” (es decir que contienen hipervínculos) a esa misma página. Un mejor contenido y una mayor cantidad de sitios con un link a una página se traducirán en una mejor posición en los resultados de búsqueda. Lógicamente, esto es un reduccionismo, ya que los algoritmos de Google, así como los de Bing, Yahoo! y otros buscadores, también ponderan otras variables, tales como repercusión en las redes sociales, idioma, cercanía, antigüedad del contenido, y decenas más, varias de las cuales cuesta determinar.

Para cumplir este objetivo de mejorar la experiencia de los usuarios en el móvil, los ingenieros de Google anunciaron que han incorporado al algoritmo una nueva variable: compatibilidad de los sitios con las pantallas de los dispositivos móviles. De esta forma, para ocupar los primeros lugares en los resultados de una determinada búsqueda, un sitio deberá no solamente contener información relevante y de calidad, encontrarse vinculada a otros sitios, y cumplir con otros requisitos, sino que ahora también deberá contar con una versión móvil que la vuelva fácilmente navegable y fácil de leer desde cualquier dispositivo. Este factor, naturalmente, pesará solamente cuando las búsquedas se realicen desde dispositivos móviles, y no desde una PC convencional.

Esto significa que, desde el 21 de abril en adelante —fecha elegida por el buscador para lanzar esta nueva función— aquellos sitios que no se adapten al móvil, solamente estarán bien posicionados en el buscador cuando se realice una búsqueda desde una computadora, pero no ya en un smartphone o una tableta.  Teniendo en cuenta que —tal y como mencionábamos al principio— el móvil se ha convertido en el entorno más utilizado para acceder a contenidos en la web, y que Google es la puerta a través de la que ingresa la mayor parte del tráfico orgánico, contar con un sitio no amigable para estos dispositivos puede resultar catastrófico para cualquier tipo de negocio: desde un sitio de comercio electrónico, hasta el sitio corporativo de una multinacional, un popular blog de cocina, o la página de un pequeño restaurante.

 

El temor al Googlegeddon

Es habitual que cada vez que Google realiza un cambio en uno de sus algoritmos, comience a cundir el pánico, tanto entre emprendedores como en los equipos de marketing de empresas vinculadas a la web. Esto se debe a que, al cambiar la incidencia que tienen las distintas variables a la hora de determinar un resultado para una búsqueda, un sitio que ocupaba el puesto número uno de pronto puede precipitarse al número cien, y uno que se encontraba en el puesto 80, puede verse beneficiado saltando a las primeras posiciones. Lejos de estar vinculado al ego, esto puede catapultar a una compañía, llevándole literalmente cientos de miles de visitantes nuevos a su sitio, o fundirla eliminando por completo su tráfico orgánico.

 

Es por este motivo, que este nuevo cambio en el algoritmo provocó temor y promesas de un “googlegeddon” (un Armagedón para innumerables sitios) capaz de quitarle el tráfico móvil —el cual, como vimos, es muy significativo— a todo tipo de sitios. De acuerdo con datos de ComScore publicados por el diario USA Today (en inglés), hasta el 40% de los principales sitios web no se encuentran del todo optimizados para estos dispositivos, y deberán hacer algún tipo de actualización para subsanar el tema. Pero esto no garantiza que recuperarán la posición ni el tráfico perdido, ya que probablemente deban esperar al próximo cambio de algoritmo, o atravesar un largo período antes de volver a las posiciones que antes ostentaban.

¿Cómo garantizar que nuestro sitio es apto para el móvil y no será penalizado?

La respuesta a esta pregunta resulta relativamente sencilla. Para evitar penalizaciones es necesario contar con un sitio adaptable a cualquier dispositivo, algo que la gran mayoría de las plataformas de construcción de sitios web, e incluso los themes de la plataforma de blogueo WordPress ya permiten sin necesidad de hacer ningún cambio ni de contar con conocimientos técnicos. Al mismo tiempo, es necesario asegurarse de que se trata de sitios modernos, que no corren sobre plataformas ya pasadas de moda como Flash, las cuales no son compatibles con una gran cantidad de dispositivos.

Verificar si nuestro sitio está siendo afectado por este cambio es simple. Google lanzó una herramienta que permite identificar errores, para así corregirlos  o verificar que todo sea correcto.

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Entre quienes deben preocuparse por adaptar sus sitios, figuran especialmente los comercios, locales y las cadenas de retail, restaurantes, y otros negocios físicos; ellos deben procurar actualizar sus sitios web de forma tal de obtener un mejor posicionamiento cuando los usuarios realizan búsquedas desde sus teléfonos. Y es que —como ya hemos visto en otras oportunidades— el 58% de los usuarios móviles utilizan sus dispositivos para buscar comercios que vendan el producto que necesitan en el área en la que se mueven. Es por eso que, además de ser amigable con el móvil,  el sitio debe contar con información acerca de la ubicación y modo de contacto, de forma tal de garantizarse un lugar entre los codiciados primeros espacios de la lista de resultados.

Aunque pueda ser una molestia para muchos desarrolladores en el corto plazo, este cambio va a resultar, a fin de cuentas, en una mejor experiencia para millones de usuarios móviles, y en una Internet más usable que nos permitirá seguir sacando ventajas de las nuevas tecnologías.