Lanzado por primera vez en 2008, Chrome, el navegador web de Google, se convirtió rápidamente en uno de los browsers más populares en prácticamente todas las plataformas y, en enero de este año, de acuerdo con Computerworld, sobrepasó finalmente a la sumatoria de Internet Explorer y Edge, los navegadores de Microsoft, que tradicionalmente dominaron este espacio. Las razones que explican el éxito de este navegador son muchas, pero pueden resumirse en su gran robustez; su diseño minimalista, algo que hoy puede parecer evidente, pero que en el momento en el que fue lanzado contrastaba con otros productos, los cuáles se encontraban repletos de botones y funciones que no solamente ocupaban espacio en la pantalla, sino que hacían que la experiencia de navegación fuera más lenta y menos dinámica; su integración total con Google, que permite realizar búsquedas directamente desde la barra de direcciones, algo que otros navegadores tampoco poseían en su momento; y con el hecho de contar con el respaldo total y el empuje de esta compañía para posicionarlo entre los usuarios.

Otra característica que resaltaba en Chrome, por lo menos cuando fue lanzada en Febrero de 2011, era la posibilidad de utilizar una gran cantidad de aplicaciones directamente desde el navegador. Inspiradas en las extensiones que Firefox, el navegador de Mozilla, estas aplicaciones permitían expandir la funcionalidad del browser agregando herramientas de productividad de todo tipo, juegos, y accesos directos a todo tipo de sitios y plataformas como mensajeros y redes sociales. A diferencia de Mozilla, Google creyó siempre en la importancia de este tipo de aplicaciones en un navegador moderno, y por eso apostó a crear recursos y facilidades para permitir que los desarrolladores aportaran al ecosistema, e incluso lanzó una tienda de aplicaciones donde los usuarios pueden encontrar lo que necesitan e instalarlo con un solo click en su navegador.

Desde junio de 2011, la tienda de aplicaciones se convirtió en una de las características fundacionales de Chrome OS, el sistema operativo de Google para computadoras de escritorio. Éste utiliza una ventana del navegador como base, y permite correr todo tipo de aplicaciones, y visualizar toda clase de contenidos, directamente desde la nube.

Fue gracias a Chrome OS que Google pudo lanzar su línea de notebooks Chromebook, las cuales corren este sistema operativo, y gracias a sus bajos requerimientos en materia de hardware y capacidad de almacenamiento, suelen tener valores muy bajos de cara al consumidor. Aunque existen contadas excepciones. Por sus características y costos, estos equipos se orientan fundamentalmente al mundo profesional, y han tenido un gran éxito en ámbitos educativos, sobre todo en los Estados Unidos, donde los distritos escolares invierten más de $8 mil millones de dólares al año en equipar todas sus aulas con computadoras, tablets, y otros dispositivos informáticos.

EL ADIÓS A LAS APPS DE CHROME

Y si bien en Chome OS las aplicaciones son ampliamente utilizadas, en gran medida porque en esa plataforma no puede utilizarse otro tipo de programas, este no parece ser el caso en plataformas como Windows y macOS (ex OSX). Según reconoció Google en un comunicado difundido a través de uno de sus blogs, apenas el 1% de sus usuarios de Chrome en estos sistemas operativos utilizan algún tipo de aplicación. Es por eso que la compañía ha tomado la decisión de discontinuar esta función, y restringirla únicamente a los usuarios de su propio sistema operativo.

Esto, sin embargo, no ocurrirá de la noche a la mañana, sino que se hará en un proceso que durará unos dos años, y se dividirá en distintas etapas. Desde fines de 2016, las nuevas aplicaciones subidas a la tienda, sólo estarán disponibles para Chrome OS, por lo que los usuarios de Windows, Mac y Linux sólo podrán seguir accediendo al catálogo ya disponible. Esto, sin embargo, dejará de ser posible a medidados de 2017, cuando la tienda sólo mostrará algunas extensiones y themes, es decir personalizaciones visuales que permiten cambiar los colores y agregar imágenes al navegador. A partir de 2018, cualquier aplicación ya instalada por los usuarios en sus sistemas dejará de correr, poniendo un punto final a esta funcionalidad.

El motivo por el que la compañía decidió discontinuar las aplicaciones de manera gradual, radica en su voluntad de no perjudicar a los usuarios que las utilizan activamente, y de darles tiempo a los desarrolladores que confiaron en la plataforma de migrar sus apps a la web, o de crear aplicaciones nativas para los distintos sistemas operativos, de forma tal de poder ofrecer una continuidad a sus usuarios.

LAS APPS DE ANDROID PODRÁN UTILIZARSE EN CHROME OS

Si bien la tienda y las aplicaciones, temas y extensiones, seguirán vigentes para Chrome OS, es posible que la cantidad de nuevas apps disponibles en este formato comience a declinar y, con el tiempo, la tienda termine desapareciendo o volviéndose menos significativa también en ese ecosistema. Eso se debe a que, en mayo de este año, Google anunció que los usuarios de Chrome OS podrán empezar a descargar cualquier aplicación disponible en Google Play para Android, su sistema operativo móvil.

De esta forma, los usuarios de este sistema operativo tendrán acceso a dos tiendas distintas, la de aplicaciones Chrome, y Google Play. Para correr las Apps diseñadas para Android, el sistema operativo utilizará lo que Google definió como “contenedores virtuales” que, a diferencia de las máquinas virtuales tradicionales, no serán una máquina virtual que correrá a las apps aisladas por completo del sistema operativo, sino que permitirá que éstas interactúen entre sí, y con otras aplicaciones nativas del sistema operativo, y que utilicen todo tipo de recursos de Chrome OS, ofreciendo una mucho mejor experiencia de usuario.

Si bien ya era posible adaptar algunas de estas apps para que corrieran en el sistema operativo utilizando el App Runtime for Chrome, una tecnología de sandboxing lanzada por Google en su conferencia I/O en 2014, los ingenieros de la compañía explicaron que el sistema requería una gran cantidad de trabajo de los desarrolladores para migrar sus apps, y que no ofrecía una experiencia de usuario aceptable, por lo que comenzaron de cero. Ahora, los desarrolladores ya no necesitan hacer nada para que Chrome OS corra sus productos creados para Android, y de esa forma toda la biblioteca estará disponible.

En una primera etapa, solamente los usuarios de Chromebooks que cuenten con pantallas táctiles podrán acceder a Google Play. Sin embargo, esto irá cambiando con el tiempo hasta incorporar a todos los usuarios del sistema. Sin embargo, dado que uno de los principales atractivos de este sistema operativo tanto para escuelas como para corporaciones, es su entorno relativamente cerrado y la imposibilidad de que sus usuarios instalen software que los distraiga de sus objetivos, o que pueda bajar la performance, los administradores de los sistemas basados en esta tecnología podrán optar si les brindan acceso a sus usuarios a esta función y, si lo hacen, en que medida podrán descargar aplicaciones, y cuáles.

Posiblemente en un futuro Android y ChromeOS se terminen unificando en una misma plataforma. O quizás simplemente sigan compartiendo recursos, haciendo la tarea más sencilla para los desarrolladores, y creando un ecosistema más atractivo para todo tipo de usuarios. Lo que es seguro, es que los usuarios de Windows, Linux y Mac, quedarán afuera del mismo, a no ser que instalen el sistema operativo de la compañía, o adquieran una Chromebook, y no ya siendo meros usuarios de Chrome.