LA TV ADOPTA EL MODELO DEL MÓVIL

No es una novedad que distintos fabricantes buscaron inspirar el desarrollo del futuro de la TV en el modelo del móvil. Desde hace ya más de cinco años, los Smart Tvs de todas las marcas incorporan aplicaciones y tiendas propias que permiten ampliar las funcionalidades de los televisores y llevar contenido en formato novedoso a los usuarios. Hasta ahora, estos intentos fracasaron estrepitosamente.

Entre un ecosistema fragmentado, en el que cada fabricante apostaba por su propio sistema operativo —algo que sólo recientemente comenzó a cambiar a partir de la adopción de Android TV por parte de Sony, Sharp y Philips, y de WebOS, por parte de LG— y la mala calidad en general de las aplicaciones, la realidad es que el modelo nunca prendió demasiado entre los usuarios, y menos aún entre los desarrolladores. Incluso los reproductores de medios digitales como el Apple TV, Roku, Amazon Fire TV y el Google Chromecast (así como las cajas de Android TV), fallaron en ofrecer un gran catálogo de apps y contenidos que pudieran equipararse a la oferta disponible en el móvil, y a llevar esos sistemas más allá de una forma de ver Netflix, Hulu, y algún otro contenido en el televisor.  Esto, sin embargo, ha comenzado a cambiar.

En los últimos días se conoció la noticia de que Apple apostaba a competir directamente con los sistemas de cable, ofreciendo un servicio de contenidos on-demand de la mano de distintos medios y cadenas de medios, que permitieran que cada usuario pagara una suscripción por aquellos canales o contenidos que le interesaran. La iniciativa falló, ante la falta de respuesta de los canales y las productoras que prefieren —por el momento— apostar por el modelo tradicional de cable, en el que el usuario no tiene tanta flexibilidad, más allá de agregar al paquete algunos canales Premium. Por este motivo la empresa de Cupertino decidió abandonar el proyecto, y se volcó por mejorar la oferta de apps en su Apple Tv, apostando a convertir al televisor en el nuevo dispositivo verdaderamente inteligente dentro de la casa.

Apple suele no ser la primera compañía en comenzar a trabajar un concepto, pero su popularidad, llegada, y capacidad de alistar a la comunidad de desarrolladores suelen hacer que sea la más visible a la hora de emprender un nuevo camino. Es quizás por eso que tvOS, el sistema operativo desarrollado por la empresa para televisores, haya comenzado con el pie derecho y ya dé señales de estar despegando, en términos de contenido disponible para los usuarios.

Esta nueva (o, más bien, renovada) plataforma, permite que los desarrolladores —ya sea que se trate de diseñadores independientes, startups, o grandes empresas— creen sus apps y las suban a la tienda. De acuerdo con la consultora App Figures, en su primer mes de vida se subieron 2.624 aplicaciones al App Store del Apple Tv. A un ritmo de 447 aplicaciones nuevas por semana en promedio, se estima que a fines de enero habrá unas 5.000 aplicaciones y hacia fines del primer trimestre de 2016, unas 10.000.

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Entre las aplicaciones subidas a la tienda, la categoría que ha recibido más atención por parte de los desarrolladores son los juegos. Y es que el nuevo Apple Tv permite llevar juegos similares a los disponibles en iOS, aunque muchas veces más sofisticados, a la pantalla del televisor. De hecho, el control remoto de este dispositivo, cuenta con un trackpad con el que es posible manejar a los personajes como si se tratara de la pantalla táctil de un teléfono, y además incorpora un acelerómetro y un giroscopio, que le agregan nuevas dimensiones a la experiencia de juego. Asimismo, es posible complementar sumando un control extra, similar a los utilizados por las consolas de videojuegos.

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Pero si bien los videojuegos son la categoría más popular, representando al 38% del total de las aplicaciones disponibles, en los meses desde que fue lanzado el nuevo Apple Tv, la categoría que más atención recibió por parte de los usuarios fue otra. Se trata de Entretenimiento, es decir, aquellas Apps que permiten consumir contenidos, tales como las desarrolladas por Netflix, Hulu, YouTube, y canales de televisión como NBC, CBS, ABC, Fox, la BBC y otros más. Los juegos representan a la segunda categoría en cantidad de descargas, aunque se encuentran bastante lejos del primer lugar. La tercera categoría más popular es noticias, y en el cuarto lugar se encuentran los deportes.

Sin embargo, existen otras categorías como educación, el clima, e-commerce (shopping), viajes, y varias más, muchas de las cuales se encuentran desprovistas de contenido. Aunque algunas aplicaciones muy populares en otros dispositivos, como Airbnb, ya han lanzado sus apps para este dispositivo.


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Otro aspecto en el que el AppStore de la TV se encuentra menos desarrollado que el móvil tiene que ver con la versatilidad con la que cuentan los desarrolladores para monetizar sus aplicaciones. Mientras que en el móvil —y hasta en las computadoras de escritorio— existen distintos modelos de negocio que se pueden aplicar para ganar dinero, con el Apple Tv, algunas alternativas tales como la publicidad, no se encuentran disponibles. Es quizás por eso que el 38% de las aplicaciones disponibles en esta plataforma son pagas, es decir, que tienen un costo de descarga que promedia los $2,99 dólares, aunque en algunos casos se extiende hasta alcanzar la marca de los $59,99 dólares. El resto de las aplicaciones son gratuitas y, en contados casos, incluyen in-app purchases, es decir, la posibilidad de comprar contenidos digitales dentro de la aplicación. Dada la enorme proporción de aplicaciones pagas disponibles, cabe preguntarse si, así como sucede en mayor medida en iOS —pero no en Google Play—, se instalará la cultura entre los usuarios de Apple TV de pagar por las aplicaciones que desean bajar.

 

¿Será Silicon Valley la nueva meca del contenido?

Esta pregunta es, sin duda, muy amplia. Sin embargo, los intentos de Apple de reinventar la distribución de contenidos a gran escala —un esfuerzo en el que Netflix, Amazon, y otras empresas ya vienen trabajando con mucho éxito— ciertamente no partieron de una premisa ridícula.

Si bien hoy el cable sigue siendo popular —y el contenido sigue estando en manos de los grandes estudios y de las cadenas de TV que los transmiten en primer lugar, y luego los sindican a servicios de streaming por Internet, o los retransmiten por sus propios canales digitales—, la existencia de nuevos dispositivos que nivelan la cancha a favor de nuevos productores y distribuidores de contenido, eliminando a los intermediarios, pueden costarle una gran cuota de poder a Hollywood y otras mecas de la producción.

Y es que, si compañías como Apple, Google, Amazon, Netflix, y otras nuevas startups alrededor del mundo, incluyendo a Qubit en América Latina, comienzan a tener una masa crítica de usuarios dispuestos a consumir los contenidos directamente a través de sus plataformas, y a pagar una suscripción, recibir publicidad, o participar de alguna otra manera de un intercambio legal, el modelo actual de producción y distribución puede encontrarse en serios problemas. Series como House of Cards, o el más reciente documental Making a Murderer, son pruebas de que ya no es necesario ir a los canales tradicionales para hacer un éxito, ni contar con la financiación de los estudios y los productores de siempre.

Sin lugar a dudas el nuevo Apple TV, y los ecosistemas que lo seguirán tales como Android TV y seguramente algunos más, representan una gran oportunidad para los desarrolladores. Pero en este caso, son también los productores de contenido los que podrán vivir y beneficiarse con una revolución similar a la que ya experimentó el móvil. Una industria que, de todas formas, está muy vinculada a este fenómeno, y cuyas lecciones servirán para abrir las puertas de este nuevo y prometedor mercado.

LOS PLANES DE GOOGLE PARA ACELERAR LA INTERNET MÓVIL

El futuro de Internet es móvil. Esta es una verdad cada vez más evidente. Y con una cantidad de conexiones cada vez mayor, y más tráfico proveniente de smartphones y tablets, pero una experiencia de usuario que todavía no es exactamente equiparable a la obtenida en una computadora, las principales compañías vinculadas con el sector se han propuesto hacer algo al respecto. Google, una de las principales impulsoras de una mejor Internet móvil, ya puso su primer granito de arena cuando, hace algunos meses, comenzó a tener en cuenta si los sitios tienen, o no, una versión móvil (o si son responsive, es decir que se adaptan al formato y al tamaño de la pantalla) al mostrar sus resultados de búsqueda en teléfonos celulares. Así, el sitio comenzó a garantizar que aquellos que utilicen su servicio en su smartphone podrán acceder a un sitio optimizado, de fácil legibilidad en sus dispositivos. Ahora, la compañía busca ir un paso más allá y mejorar la velocidad de carga de los contenidos. Sobre todo entre los sitios de noticias, blogs, y otros rubros similares.

Uno de los grandes problemas que los usuarios móviles enfrentan todos los días tiene que ver con el tiempo que muchos sitios tardan en cargar. A la vez, es frecuente que tanto las imágenes, como los comentarios en los sitios de noticias, y otros contenidos como videos y avisos publicitarios traben la apertura de las páginas y hagan que el usuario pierda el foco de lo que estaba leyendo, o se encuentre con baches incómodos. Además de brindar una pésima experiencia para todos nosotros, esto tiene repercusiones directas en el negocio de muchas empresas, que ven a muchos de sus usuarios abandonar las páginas cuando ingresan desde su navegador.

De esta forma, el único camino que los sitios tienen de garantizar una buena experiencia de lectura es a través de una aplicación móvil. Pero, además de insumir costos mucho más altos de desarrollo, una App implica un proceso complejo de marketing para lograr que las personas la instalen en sus dispositivos y, luego, la abran y la utilicen de manera regular. Y si bien Google y Bing han comenzado a incluir contenido incluido dentro de distintas Apps en su listado de resultados de búsqueda, el hecho de que los usuarios deban hacer click y lanzar la aplicación para acceder a lo que buscan implica un paso más que puede generar deserción y niveles más bajos de conversión. Así, el único camino posible es trabajar en una carga más veloz y más eficiente de los contenidos en los sitios móviles a través del navegador.

 

El Google AMP Project

Es con este objetivo que Google lanzó el Accelerated Mobile Pages Project, una iniciativa conjunta con otras compañías como Twitter, y con grandes medios como el Wall Street Journal, el New York Times, el Huffington Post, BuzzFeed, The Economist, VoxMedia, y varios más. La idea es generar una serie de especificaciones técnicas que permitan acelerar la carga de los contenidos. Al mismo tiempo, el buscador permitirá que los medios utilicen el cache de Google para almacenar los artículos y acelerar aún más la apertura, cuando ésta ocurre desde un móvil.

Lejos de despojar al contenido de imágenes, comentarios, y otros accesorios, la iniciativa pretende hacer que todo sea más eficiente y esté mejor optimizado, de forma tal de poder ofrecer lo mismo que en la computadora, pero mejor adaptado al entorno móvil.

 

Tanto Google como Twitter y sus socios pretenden que esto vaya mucho más allá de unos cuantos sitios y se convierta en un estándar, que mejore verdaderamente el ecosistema. Es por eso que todo el proyecto es open source, y no será necesario tener una relación de ningún tipo con Google para implementarlo. De esta forma, cualquier medio en cualquier parte del mundo podrá hacerlo por su cuenta, y así mejorar la experiencia móvil en su sitio.

A diferencia de lo ocurrido con el Googlegeddon – nombre dado por los detractores al proyecto de penalizar a los sitios no móviles al darles menos relevancia, independientemente de su contenido, en los resultados de búsqueda – el que un sitio incorpore o no la tecnología del AMP Project no influirá directamente en su posición en los resultados de Google. Sin embargo, para tener un buen posicionamiento, tanto en el móvil como el la versión de escritorio, tener una buena velocidad de carga del contenido es esencial, por lo que sumarse seguramente tendrá un impacto positivo para cualquier sitio web.

 

Otras iniciativas similares

Google y Twitter no son las primeras compañías y organizaciones preocupadas por este tema. Recientemente Facebook lanzó Instant Articles, una herramienta que les permite a los sitios de noticias publicar sus artículos directamente dentro de la red social, y compartir los ingresos de publicidad generados por ellos. Esta iniciativa, sin embargo, tiene un enfoque un poco menos altruista, y pretende más bien enriquecer el entorno de la red social, e incrementar la monetización de los usuarios, antes enviados a otro sitio cuando quieran consumir un artículo allí linkeado. Más allá de las motivaciones comerciales de la red social – de las cuales tampoco se encuentra desprovista la iniciativa de Google – la experiencia resultante para el usuario es notablemente mejor.

Otro grupo preocupado por el problema de los tiempos de carga el Internet Advertising Bureau, una asociación conformada por anunciantes y medios online, que recientemente publicó un extenso mea culpa (en inglés), haciéndose cargo de que los ads son, en gran parte, responsables del problema. Allí, el vicepresidente de la organización llamó a crear nuevos estándares de publicidad, que permitan comunicar mejor, sin adicionarle peso y tiempo de carga a las páginas nutridas de avisos, y sin saturar a los usuarios con banners y contenido publicitario de todo tipo. De esta forma, la asociación busca no solamente colaborar en la mejora de la experiencia de los usuarios tanto móviles como de escritorio, como mejorar los índices de conversión de los anunciantes que, muchas veces, bajan justamente a raíz de estos problemas.

Con un ecosistema cada vez más nutrido de contenidos, más usuarios, y una facturación que lo ha convertido en la plataforma más relevante para muchas empresas, el foco de todos está puesto en el móvil. Es por eso que es muy probable que, durante los próximos años, veamos mejoras sustanciales que harán que haya un antes y un después en navegación en nuestros smartphones y tablets, y que hagan que ya no sea frecuente que encendamos la notebook o la computadora de escritorio cuando querramos acceder a determinados contenidos, o utilizar algunos servicios.