LA ESTRATEGIA MÓVIL DE MCDONALD’S PARA POTENCIAR SUS VENTAS

Cada año, los fanáticos de McDonald’s esperan ansiosamente a que la compañía ponga en venta uno de sus productos más populares: el McRib. Este sándwich de costillas de cerdo, marinadas en salsa barbacoa, y servido con pepinos y cebolla, fue lanzado originalmente en 1981, y discontinuado varias veces hasta que despareció de gran parte de los mercados. Sin embargo, a partir de 2005, la cadena de comida rápida, lo ha convertido en un producto estacional, disponible por apenas algunas semanas de cada año en países como los Estados Unidos, España, y Argentina, entre otros. El objetivo de la compañía es crear una expectativa tal alrededor del producto que, cuando éste vuelve a su menú, se generé un frenesí tal que las tiendas se inunden de clientes desesperados por consumirlo. Y la estrategia funciona.

Para exacerbar aún más este fenómeno, McDonald’s no ofrece este sándwich en todos sus restaurantes, sino que lo hace en un número selecto, y en cantidades limitadas. Y esto ha llevado a que, para algunos, conseguir un McRib se haya convertido en una verdadera cacería del tesoro. Tal es el impacto de este fenómeno, que durante los últimos años, en las semanas en las que el producto se encuentra a la venta, una gran cantidad de entusiastas crearon mapas y “localizadores de McRibs” que indicaban donde encontrar el popular menú.

Este año, la cadena decidió tomar la delantera y, ante el inminente lanzamiento del producto – por tiempo limitado, por supuesto – publicó una aplicación móvil disponible para iMessage para los usuarios de iOS 10 en adelante llamada “McRib Finder”. La misma, permitirá que los usuarios encuentren las tiendas que poseen el popular menú, y hasta vean en tiempo real cuál es el stock disponible, de forma tal de asegurarse que podrán conseguir uno si se desplazan hasta el lugar.

Foto: Digiday

Foto: Digiday

Esta app se encuentra ubicada en el mensajero instantáneo de Apple, lo que significa que los usuarios no podrán encontrarla en el App Store. En cambio, éstos deberán abrir iMessage, crear una nueva conversación, hacer click en el ícono de la tienda de aplicaciones del sistema de mensajería, y elegir la app de McDonald’s. La misma incluye distintos stickers que los usuarios pueden compartir con sus amigos, y un mapa dinámico que, utilizando su ubicación, le indica donde encontrar el McRib más cercano. Así, la cadena espera convertir el consumo de este producto en una experiencia social, y a la vez más sencilla para los que desean comprarlo.

EL MÓVIL COMO HERRAMIENTA DE GENERACIÓN DE VALOR

Pero esto es apenas el comienzo. Además de ser una estrategia interesante de marketing, el uso del móvil permitirá que McDonald’s, por primera vez, comience a conocer mejor a sus clientes. Hoy, la compañía estima que el 80% de sus clientes son recurrentes, y comen por lo menos una vez a la semana en uno de sus locales. Pero dado que la mayoría de las transacciones se realizan en efectivo, con lo que resulta imposible conocer sus hábitos y preferencias.

Esta aplicación permitirá que el restaurante pueda predecir el desempeño de futuros lanzamientos, cuál es la distancia que los clientes están dispuestos a recorrer por encontrar un determinado producto que les gusta, y otras informaciones que pueden resultar valiosas.

Es por motivos como este que el nuevo CEO de la empresa, Steve Easterbrook, quien se sumó al equipo el año pasado, decidió comenzar a invertir en herramientas móviles que permitan, por un lado, generar esta información y, por el otro, crear nuevos canales de contacto con los consumidores, incrementando las ventas y mejorando el servicio. Así fue que el ejecutivo envió a parte de su equipo a la conferencia South by Southwest (SXSW), que se realiza anualmente en Austin, Texas, para trabajar con startups y desarrollar nuevas iniciativas.

Así, nacieron ideas como generar aplicaciones que permitirán que los clientes preordenen sus menús y luego los recojan en la tienda que les resulte más conveniente. Así, la empresa podría comenzar a competir con otras cadenas como Starbucks y Taco Bell, las cuáles no solamente tienen aplicaciones que permiten ordenar, sino que cuentan con programas de fidelización móvil que generan verdaderos incentivos para que los clientes vuelvan; y en el caso de la primera hasta con uno de los sistemas de pagos móviles más exitosos del mundo.

Del mismo modo, la empresa ha comenzado a trabajar en otras iniciativas. Algunas, como un localizador móvil de tiendas, resultan más convencionales. Otras, como un sistema de entregas a través de drones, resultan más osadas. Este último caso, si bien puede resultar muy atractivo en los papeles y para la prensa, difícilmente será posible de implementar en los próximos años, mientras no exista una regulación concreta que estipule como pueden llegar a conducirse este tipo de servicios.

De cualquier forma, el móvil se ha convertido en un aliado indiscutido de todo tipo de comercios y retailers, y ya sea como herramienta de promoción de un producto en particular, como un sistema de recolección de datos del usuario, o como un mecanismo de fidelización de clientes, la realidad es que las grandes empresas están invirtiendo en ella, y buscando aliados entre el sector emprendedor para poder realizar una verdadera transformación en sus negocios, e incrementar su facturación.

¿CÓMO ESTÁN HACIENDO LOS MEDIOS ONLINE PARA RETENER A SUS USUARIOS MÓVILES?

El móvil se está convirtiendo el medio por excelencia a la hora de consumir noticias y contenidos digitales. De acuerdo con datos del Pew Research Center, durante 2015, 82 de los 90 principales periódicos y sitios de noticias digitales en los Estados Unidos recibieron más visitas desde dispositivos móviles que desde su versión para computadoras de escritorio. Al mismo tiempo, estos medios han comenzado a ver un marcado crecimiento en la cantidad de usuarios que ingresan únicamente a través de dispositivos móviles, en detrimento de aquellos que lo hacen exclusivamente a través de una computadora.

A diferencia de lo que ocurre en otras verticales, como las redes sociales, los mapas, y hasta la información meteorológica, a la hora de consumir información, los usuarios utilizan en mayor medida la web móvil que las aplicaciones. De hecho, de acuerdo con ComScore, solamente el 35% del tiempo que los usuarios pasan leyendo noticias lo pasan dentro de una app. El resto, ocurre a través del navegador móvil. Y esto tiene sentido, puesto que, hoy, el 62% de los usuarios descubren la mayor parte de las noticias en sitios de redes sociales, las cuáles se nutren de contenido de una gran diversidad de sitios.

Sin embargo, a pesar de este crecimiento del móvil, existen algunos desafíos que esta plataforma plantea para los editores. El primero de ellos tiene que ver con la retención de usuarios. Con tantos medios, los índices de fidelidad no son especialmente altos y, lo que es peor, incluso cuando un lector instala la aplicación de un sitio de noticias, un gran porcentaje de las veces no la utiliza con regularidad, o no vuelve a abrirla jamás. Del mismo modo, los usuarios pasan cada vez menos tiempo leyendo noticias, y las sesiones resultan cada vez más cortas.

Lejos de resignarse, los editores de muchos de los principales medios del mundo están trabajando en encontrar nuevos formatos que permitan retener a los usuarios y, a la vez aumentar el tiempo que éstos pasan en sus sitios. Hoy conoceremos dos ejemplos concretos, que están arrojando muy buenos resultados.

UN NUEVO FORMATO: LA RECETA DE FORBES PARA AUMENTAR EL TIEMPO QUE LOS USUARIOS PASAN EN SU SITIO MÓVIL

Forbes es uno de los medios más innovadores cuando se trata de su plataforma digital. La revista, enfocada en el mundo de los negocios, fue una de las primeras en recibir contribuciones en materia de contenido de parte de bloggers y redactores externos, y también en poner los recursos de su equipo editorial a disposición de sus anunciantes, permitiéndoles crear notas, infografías, videos, y otros formatos para comunicar sus contenidos comerciales. En vistas de la creciente importancia que el móvil está teniendo entre sus lectores, la revista comenzó a desarrollar cambios en su producto que le permitieran incrementar la retención, manteniendo a los usuarios “enganchados” por más tiempo con el contenido.

El primero de esos cambios consistió en el reemplazo de algunas de sus notas tradicionales por contenidos más desarrollados utilizando una serie de “cartas” que contienen imágenes e información y que hacen que la navegación más entretenida y visual. De acuerdo con Lewis D’Vorking, Chief Product Officer en Forbes (entrevistado por el sitio Digiday), “La industria se achicó para adaptarse al teléfono (…) estábamos usando métodos tradicionales de contar historias en un dispositivo que requiere un método más visual. En mi opinión, las audiencias móviles requieren otro tipo de experiencia”. Y eso es precisamente lo que la revista intentó crear.

Nuevo formato ForbesEn su primer intento de reinventar su contenido en el móvil, Forbes creó 26 artículos basados en “listados” (como, por ejemplo, “Las mejores universidades en los Estados Unidos”, o “Las mujeres emprendedoras más exitosas”) en los cuáles experimentó con un nuevo formato. En lugar de crear listas basadas en texto, como habría hecho en otro momento, o de dividir el contenido en distintas páginas, como hacen otros medios – utilizando un formato que suele ser poco amigable con el usuario cuyo principal objetivo es incrementar la métrica de page views – Forbes apostó por priorizar la experiencia de usuario, generando una experiencia muy visual e interactiva, en la que cada lector puede recorrer el listado en sus propios términos, y detenerse y ampliar cada ítem a su gusto.

Para probar este formato, la revista experimentó mostrándoselo solamente a 60.000 usuarios, la mayoría provenientes de las redes sociales, y comparando los resultados con los mismos artículos escritos en formato tradicional. Los resultados fueron muy alentadores. El tiempo promedio que los lectores del nuevo formato pasaron en las notas fue el doble que en el anterior (2 minutos en promedio, contra 1 minuto). En algunos casos puntuales, este incremento en el tiempo llegó a multiplicarse diez veces, algo que contrasta con la tendencia de los usuarios móviles a leer rápido y por encima, y pasar al siguiente artículo.

Este nuevo formato, sin embargo, no puede aplicarse a todos los contenidos de la publicación, y es que por su naturaleza se presta solamente a notas que contienen un determinado tipo de información. Al mismo tiempo, desarrollar contenidos tan complejos implica costos y tiempo más elevados, con lo que no siempre es posible, sobre todo para medios que publican decenas de artículos por día.  Sin embargo, el esfuerzo puede resultar prometedor para contenidos de naturaleza más bien perenne, o que por su importancia e impacto pueden resultar muy populares. Es por esto que Forbes seguirá experimentando con el mismo, y desarrollando artículos en este formato, aunque difícilmente el mismo se convertirá en un estándar en los próximos meses.

Otra compañía que probó un enfoque similar fue Vox Media. Hace dos años, la empresa probó un formato de cartas parecido al desarrollado por Forbes en su sitio Vox.com. Y si bien los resultados en términos de engagement también fueron prometedores, la complejidad del formato llevó a que la compañía decidiera abandonarlo y, de acuerdo con Digiday, concluir que no existe una solución única que permita reinventar el periodismo digital y adaptarlo completamente al móvil, sino que lograr esto requerirá de un conjunto de nuevos formatos y herramientas trabajando en conjunto.

PUSH NOTIFICATIONS: EL SECRETO DEL NEW YORK TIMES PARA AUMENTAR LA RETENCIÓN

No son pocos los medios digitales alrededor del mundo que utilizan las Push Notifications para alertar a sus lectores acerca de eventos importantes, o noticias destacadas para, de ese modo, llevar tráfico a sus sitios. Y, si bien se trata de una herramienta efectiva, en el largo plazo puede resultar contraproducente ya que los usuarios tienen baja tolerancia a este tipo de mecanismos. De acuerdo con el 2016 App Report de ComScore, un estudio anual que mide el comportamiento de los usuarios móviles, solamente el 27% de los usuarios permiten que sus aplicaciones les envíen este tipo de notificaciones con cierta regularidad, el 35% sólo lo permiten algunas veces, el 25% muy rara vez, y el 13% nunca. Lo que es peor, la aversión de los usuarios por este tipo de mensajes se incrementa año tras año, por lo que enviar notificaciones con demasiada regularidad puede llevar a que el grueso de los usuarios, que exhiben una tolerancia limitada a este mecanismo, las apaguen, desactivando la posibilidad de llegar a ellos de este modo tan efectivo.

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Los medios, sin embargo, se encuentran un poco más blindados a este tipo de aversión por las notificaciones que otro tipo de aplicaciones, sobre todo cuando los usuarios perciben que éstos les envían información valiosa. Es por eso que, en los Estados Unidos, el New York Times, cuenta con un equipo de 11 personas dedicado a determinar de qué manera utilizar mejor esta herramienta, y cuándo es conveniente enviar una notificación.

En un principio, tanto este medio como otros, utilizaban la herramienta como un modo de comunicar las noticias urgentes, como fenómenos climáticos, eventos de alto impacto en la política y la economía, y hasta los resultados deportivos. Pero este enfoque simplista ha comenzado a cambiar. El equipo del Times, por ejemplo, ha comenzado a personalizar la experiencia, enviando notificaciones relevantes para cada lector, basándose no sólo en el valor noticioso de los últimos acontecimientos, sino en el historial de noticias leídas de cada usuario. Así, una persona que lee noticias políticas e internacionales, comenzó a recibir notificaciones más vinculadas a esas secciones, y no a deportes.

Al mismo tiempo, el periódico comenzó a enviar push notifications referidas a notas que no necesariamente tienen que ver con actualidad, y habilitó una opción para permitir que los usuarios opten por recibir notificaciones cuando uno de sus columnistas favoritos publica una nota, entre otras opciones.

Otro tipo de segmentación que el medio comenzó a utilizar tiene que ver con el factor geográfico. Hoy, el New York Times apuesta a convertirse en un medio global, por lo que ha empezado a enviar notificaciones diferentes en cada uno de sus mercados. Durante la campaña del Brexit, por ejemplo, el periódico experimentó dividiendo a su audiencia británica en dos grupos, y enviándole a uno sus notificaciones globales, y al otro notificaciones de carácter local. El segundo grupo demostró un mejor índice de respuesta.

Pero esto no es lo único que cambió. El medio también comenzó a redactar sus mensajes de manera distinta. Mientras que antes las alertas incluían solamente el titular del artículo, hoy se remiten a explicar de qué se trata, de forma tal de que incluso quienes no reaccionan a ellas se enteren de los acontecimientos, permitiendo generar un valor extra para el lector.

Todos estos esfuerzos se enmarcan en el objetivo que tiene el periódico de aumentar la retención de sus usuarios, e incentivarlos a volver a utilizar su aplicación, algo particularmente desafiante si se tiene en cuenta que, según ComScore, los usuarios pasan el 45% de su tiempo en sus móviles en una sola aplicación, y casi tres cuartas partes de su tiempo en las tres apps que más utilizan. Gracias a este uso de las alertas, el NY times hoy activa casi el 60% de su tráfico en su aplicación de este modo, una cifra que crece aún más los fines de semana.

Sin embargo, este es un ejemplo que debe ser tomado con pinzas, ya que es probable que la tolerancia a este mecanismo de comunicación por parte de los usuarios se deba al prestigio de este medio, y a la naturaleza de sus contenidos, algo que no ocurriría con una app de comercio electrónico, un juego, o incluso una red social.

El móvil representa, sin lugar a dudas, una enorme oportunidad para la industria editorial. Sin embargo, como plataforma, no se encuentra exento de desafíos, y solo la creatividad y la experimentación permanente pueden llevar a los medios a desarrollar soluciones capaces de retener, estimular y, en definitiva, monetizar mejor a sus audiencias en esta plataforma.

GOOGLE PENALIZARÁ MÁS FUERTE A LOS SITIOS QUE NO ESTÉN OPTIMIZADOS PARA EL MÓVIL

En una Internet cada vez más móvil, los sitios que no se adapten a las pantallas de los smartphones y las tabletas, tienen cada vez menos ventajas. Ya el año pasado, los buscadores como Google y Bing, comenzaron a penalizar en sus versiones móviles a aquellos sitios que no se vieran bien o no cargaran rápido en estos dispositivos y, este año, planean llevar esto un paso más allá, bajándoles el puntaje en todos los resultados de búsqueda y extendiendo este tipo de penalizaciones a sitios que utilizan pop ups y ventanas emergentes que interrumpan al usuario.

Este tipo de modificaciones en la forma en la que los buscadores muestran sus resultados requieren de la atención inmediata de una gran cantidad de sitios y aplicaciones móviles que dependen del tráfico orgánico. Y es que, de acuerdo con KissMetrics, el 30% de los visitantes que reciben los sitios de comercio electrónico proviene de los buscadores. Según la consultora Conductor, en el caso de otros sitios vinculados al contenido, esta cifra puede llegar al 60%. Esto significa que cualquier alteración que Google, Bing, y sus competidores hagan – pero en especial Google, que en nuestra región tiene una cuota de mercado superior la 90% – indefectiblemente afectará en gran medida a todo tipo de negocios web y móviles. Así, no tener un sitio capaz de adaptarse a este tipo de dispositivos puede costarle a una compañía casi el 60% de su tráfico móvil, convirtiendo a su negocio en un fracaso de la noche a la mañana.

El año pasado hablamos acerca del Googlegeddon, el cambio en su algoritmo llevado adelante por el buscador líder para priorizar a los sitios móviles en sus resultados de búsqueda en esa plataforma. A partir de esa modificación, los sitios compatibles con las pantallas más pequeñas comenzaron a mostrarse más arriba entre los resultados (lo que traduce en una mucho mayor cantidad de clicks – o taps – por parte de los usuarios, y por consiguiente en mayor tráfico). Ahora, Google llevará esto más lejos, incorporando nuevos criterios a la hora de evaluar la posición de los sitios en su página de resultados.

De acuerdo con un comunicado de Google, reproducido por Venture Beat, el buscador ahora considerará una serie más amplia de sanciones, y penalizará bajando la relevancia de los sitios que incurran en alguna de ellas. Las nuevas consideraciones son las siguientes:

  • Tamaño de la letra. Los sitios que tienen letra muy pequeña, que requieran que el usuario haga zoom para poder leer.
  • El uso de Flash y otro tipo de software y plugins que no pueden ser reproducidos por la mayor parte de los navegadores móviles.
  • El uso de links muy cercanos entre sí, que puedan llevar a que un usuario toque el incorrecto al querer acceder.
  • La carga de pantallas que requieran que el usuario se desplace hacia los laterales

De esta forma, los desarrolladores y administradores de tipo de sitios web deberán asegurarse de optimizar a sus sitios móviles cumplan con estos criterios. De lo contrario, se arriesgan a perder tráfico orgánico, independientemente de la calidad de su contenido, y la relevancia del mismo para responder a las búsquedas de los usuarios.

Pero esto no es todo. En su afán de convertir la experiencia de navegación móvil en una equiparable a la que ofrecen los navegadores en las laptops y computadoras de escritorio, Google también impondrá penalidades sobre aquellos sitios que incluyan lo que la compañía define como “inserciones intrusivas”. Se trata de pop ups y contenidos emergentes, destinados fundamentalmente a publicidad o a la captación de correos electrónicos y datos del usuario, que se muestran por encima del contenido, o delante del mismo y ocupan toda la pantalla.

Google, en cambio, no penalizará a aquellos sitios móviles que utilizan este tipo de recursos para comunicar cuestiones legales, como avisarles a los usuarios que se utilizan cookies – lo cual resulta obligatorio en los mercados de la Unión Europea –, o verificar su edad antes de acceder al contenido. Tampoco serán penalizadas las pantallas de login, que den acceso a contenido no indexable por el buscador. Del mismo modo, los banners que posean un tamaño razonable y no impidan visualizar el contenido no incurrirán en penalización alguna.

Los banners y avisos comerciales que toman toda la pantalla, y que suelen utilizarse mucho en diarios online y otros sitios que viven casi exclusivamente de la publicidad, pueden resultar en una interrupción excesiva para los usuarios, tanto por el espacio que ocupan, como por el tiempo que tardan en cargar. Sin embargo, dado que se tratan de un canal indispensable de ingresos para este tipo de sitios, resulta difícil creer que los mismos desaparecerán en el corto plazo, incluso si esto implica una penalización por parte de Google. Y es que, con un volumen alto de contenido en permanente actualización, una muy elevada reputación y cantidad de sitios que contienen links a su contenido, y una gran presencia en las redes sociales, este tipo de sitios difícilmente se verán afectados por un cambio en los algoritmos. Al mismo tipo, habiendo desarrollado marcas reconocibles que les permiten tener un porcentaje de tráfico directo mucho más elevado que el orgánico, los periódicos digitales y los sitios de noticias y de contenidos más populares pueden arriesgarse a resultar menos favorecidos por los buscadores, si eso implica mantener sus principales canales de ingresos vigentes. Este, sin embargo, no es el caso de los sitios más pequeños, o que se encuentran en crecimiento, los cuales no podrán darse el lujo de utilizar este tipo de estrategias de monetización sin sacrificar una fuente importante de tráfico. Por lo menos hasta instalarse y convertirse en marcas confiables con buenos niveles de visitas.

Otro tipo de sitios, vinculados con otras verticales como el comercio electrónico, los productos de Software as a Service, las páginas de comercios y otro tipo de emprendimientos comerciales, y otros, no podrán darse ese lujo, y deberán adaptarse a estas nuevas reglas para no perder su posición en el ranking.

Es por todos estos motivos, que para muchos sitios es necesario optimizar sus versiones móviles aún en mayor medida que los sitios creados para navegadores de escritorio, por lo menos desde el punto de vista técnico, prestando atención a todas estas restricciones. De esta forma, se evitarán las penalizaciones por parte de los buscadores, y se mejorará la posición en las páginas de resultados.

Al mismo tiempo, para muchos sitios resulta una estrategia inteligente incentivar a los usuarios a instalar sus aplicaciones móviles, de forma tal de contar con un ámbito que promueve el tráfico directo, la fidelización de los usuarios, y en los que se puede desplegar cualquier estrategia publicitaria sin sufrir penalidades. Esto, sin embargo, puede resultar en una ecuación desfavorable, si se tienen en cuenta los elevados costos de adquisición de usuarios que supone promover una app, por lo que deben tenerse en cuenta el modelo de negocio, y la posibilidad de recuperar la inversión mediante este canal.

El móvil se ha convertido en el principal medio de acceso a la web. Sin embargo, con más del 15% de los sitios no optimizados para esta plataforma, y una importante proporción del 85% restante que todavía no tiene la misma calidad que en sus versiones de escritorio, las correcciones al algoritmo de Google serán, sin lugar a dudas, un poderoso incentivo para forzar a toda la comunidad a cuidar la experiencia de los usuarios desarrollando sitios mejores, más rápidos, con menos interrupciones, y más fáciles de navegar.

 

 

 

EL MÓVIL YA ES LA PRIMERA PANTALLA

Desde hace años los expertos en marketing y entretenimiento han comenzado a describir el fenómeno de segunda pantalla durante el consumo de contenidos, es decir, de la división de la atención de los usuarios entre la pantalla principal (el televisor o, en ocasiones, la computadora), y una segunda pantalla provista por un dispositivo móvil. Esto llevó al desarrollo de todo tipo de acciones de comunicación, y hasta al desarrollo de aplicaciones muy ingeniosas para “ganar” este espacio extra e incrementar el engagement del usuario. Si bien este fenómeno no ha cambiado en absoluto, la realidad es que llamar “segunda pantalla” al móvil ya comienza a resultar incorrecto, y un poco anticuado. Y es que, de acuerdo con datos de la consultora App Annie, una de las líderes en estadísticas sobre el uso de aplicaciones y dispositivos móviles, los smartphones ya se han convertido, de manera indiscutida, en la primera pantalla para la gran mayoría de los usuarios.

Durante los últimos dos años, es decir en el tiempo comprendido entre el primer trimestre de 2014, y el mismo período de 2016, el tiempo promedio que los usuarios pasan utilizando aplicaciones móviles en teléfonos Android se duplicó, llegando a casi 250 minutos diarios. Algo similar sucede en los dispositivos equipados con iOS. Según la consultora Flurry, en los Estados Unidos, el usuario promedio pasa unos 198 minutos diarios observando la pantalla de su teléfono o dispositivo móvil, mientras que le dedica solamente 168 minutos diarios a la pantalla de su televisor. No hay que olvidar que, como ya hemos visto, mucho de este tiempo transcurre de manera solapada, con los usuarios utilizando las dos pantallas, y probablemente también una tercera y hasta cuarta, en simultáneo. Sin embargo, en materia de tiempo, el móvil ya está ganando la batalla. Hay que remarcar que en este mismo período, no hubo variaciones en el tiempo de uso de la TV, lo que significa que los usuarios no están reemplazando un medio por el otro, sino que simplemente incrementando su utilización del móvil.

En cuanto a la comparación con otras pantallas, como la de las computadoras portátiles y de escritorio, de acuerdo con Search Engine Watch, el móvil ya viene ganando esa batalla desde 2014, cuando sobrepasó por primera vez a estos dispositivos en materia de tiempo de uso. Esto, sin embargo, experimenta ligeras variaciones a lo largo del día, puesto que durante las horas de oficina muchas veces las computadoras se imponen por razones obvias, aunque la conexión al móvil nunca desaparece. En este caso, lo que se produce es una división marcada entre consumos personales – realizados en el móvil –, y los laborales, para los que se elige la computadora.

TIEMPO EN CANTIDAD VS TIEMPO DE CALIDAD

La cantidad de tiempo utilizando en dispositivo es, en si misma, una métrica incompleta. Ya desde hace tiempo el móvil se lleva una cuota importante del tiempo de los usuarios, aunque éste era dedicado, en mayor medida, para la realización de tareas más bien sencillas, como chequear el correo electrónico, comunicarse a través de SMS y mensajeros instantáneos, realizar búsquedas sencillas, y jugar juegos. En ese escenario, el consumo de contenidos a través de plataformas como las computadoras y la televisión resultaba mucho más complejo, pero esto ha comenzado a cambiar. Hoy el móvil ha comenzado a apropiarse de funciones mucho más elaboradas que antes pertenecían al reino de otro tipo de dispositivos. Esto puede verse claramente en la evolución del tiempo que los usuarios pasan en promedio en cada una de las aplicaciones que utilizan, el cual se prolongó en un 35% en promedio en los últimos dos años.

Al mismo tiempo, la mayor velocidad de las redes, el incremento general de la calidad y la potencia de los dispositivos, la expansión de la base de usuarios, y el crecimiento de servicios y apps de calidad, llevó a que el consumo de contenidos como video y música se multiplicara varias veces. Según datos recopilados por Statista, la cantidad de personas que escuchan música en el móvil se multiplicó 3,5 veces en los últimos 5 años. Según la consultora Ooyala, el consumo de video en el móvil creció un 170% entre 2013 y 2016, y el 46% de todo este tipo de contenido ya se ve en dispositivos móviles.

En este sentido cabe destacar el enorme crecimiento que las plataformas Premium de contenidos como Netflix, Hulu, Qbit, HBO Go, y otras están experimentando, tanto en materia de suscripciones, como en producción de contenido original. Concebidos como servicios multiplataforma, estos servicios habilitan al usuario a consumir el contenido desde cualquier dispositivo. Y si bien existe una correlación entre el tamaño de la pantalla y la cantidad de tiempo dedicada al consumo de video por sentada, el hecho de que el televisor haya perdido la exclusividad como medio de consumo de video, representa un cambio importante de paradigma.

Pero esto no es todo, los usuarios móviles han comenzado a hacer otro tipo de actividades más sofisticadas con sus dispositivos, como compras en sitios de e-commerce. De acuerdo con Internet Retailer, en los Estados Unidos, el 30% de las ventas online ya se realizan desde dispositivos móviles, y durante 2016 se espera que este canal crezca más rápido que las computadoras portátiles y de escritorio, sobre todo si se tiene en cuenta lo sencillo que resulta montar tiendas online. Esta tendencia es aún más profunda en otros mercados como el asiático, y muchos países en vías de desarrollo, donde el móvil no resulta complementario a las computadoras como medio de conexión a Internet, sino que es el único y principal medio utilizado por la amplia mayoría de los usuarios. En Argentina esta tendencia también se registra. De acuerdo con datos provistos por la Camara Argentina de Comercio Electrónico y publicados por Clarín, durante el Hot Sale 2016 (el día de ofertas organizado por esta entidad y una porción importante de las tiendas online en el país), casi el 50% de las compras se realizaron desde dispositivos móviles.

Otros usos en los que el móvil ha ganado en calidad tienen que ver con las búsquedas, las cuales, en el caso de Google, ya sobrepasan a las búsquedas en computadoras de escritorio desde octubre de 2015; y con el uso de juegos.

Esta preeminencia del móvil por sobre otros medios, no resulta una sorpresa. Después de todo, su tamaño y portabilidad lo vuelven la primera opción a la hora de buscar y consumir contenido y realizar búsquedas. Sin embargo, la rápida adopción de esta tecnología por parte de los usuarios, obliga a los creadores de contenido, a los anunciantes, y hasta a los retailers, a plantearse estrategias que no solamente contemplen a esta plataforma, sino que la pongan en la cima de sus prioridades.

 

 

LA IMPORTANCIA DE LOS CONTENIDOS EN EL ECOSISTEMA MÓVIL

Es frecuente pensar el móvil como una industria meramente basada en la tecnología. Después de todo, cada uno de los sectores que lo componen, desde el desarrollo de nuevos smartphones, tablets y wereables, y el despliegue de redes capaces de conectar a todos estos dispositivos; hasta el desarrollo de aplicaciones capaces de realizar todo tipo de funciones, cuentan en gran medida con un componente técnico. Sin embargo, si bien la tecnología es el medio que habilita la creación de estos productos, ésta no suele ser el fin por el cual se los crea, y mucho menos la razón por la que la gente los consume. El motivo por el que pasamos el día conectados a nuestros móviles, y por el que bajamos un sinfín de aplicaciones, tiene que ver con que éstos facilitan nuestra comunicación con otras personas, pero sobre todo porque nos permiten consumir una enorme cantidad de contenido de manera muy sencilla e inmediata.

El consumo de contenido es un eje central, y uno de los motores movilizadores de la industria móvil. Si observamos las categorías de aplicaciones desde un plano más general, podemos observar que existen cuatro o cinco grandes grupos. Unas son las apps vinculadas con la comunicación de persona a persona. Se trata de los cada vez más populares mensajeros instantáneos, como WhatsApp, Viber o Line. En segundo lugar, encontramos a otra categoría muy vinculada a la anterior, que son las aplicaciones sociales, como Facebook, Snapchat, Twitter, y hasta Tinder. Un tercer grupo es el conformado por las apps vinculadas con la productividad, las cuales abarcan desde las aplicaciones orientadas a profesionales y negocios, como planillas de cálculos, herramientas de diseño, procesadores de texto, etc., hasta aquellas que destinadas a expandir la funcionalidad de los dispositivos, como linternas o grabadoras de sonido. Una cuarta categoría es la fotografía, e incluye a las aplicaciones relacionadas con la utilización de la cámara del celular, o la edición y publicación de fotos y videos. Finalmente, una quinta categoría, engloba a todas aquellas aplicaciones que facilitan el consumo de contenidos. Por supuesto, existen apps que combinan o solapan a varios de estos grupos. Pero ya sea que se trate de un híbrido, o de una aplicación perteneciente a una categoría pura, el quinto grupo resulta cada vez más importante, y se está convirtiendo en el mayor movilizador de la expansión del tráfico de datos, y de la utilización de Internet en los dispositivos móviles.

De acuerdo con ComScore, los contenidos, junto con las redes sociales, están entre los tipos de consumos más recurrentes realizados a través del móvil. Esto se ve especialmente reflejado en los millenials (los consumidores nacidos entre 1981 y 1995), quienes consumen aún en mayor abundancia este tipo de aplicaciones y sitios en la web móvil. Según esta consultora, cinco de las diez apps en las que los usuarios pasan una mayor cantidad de tiempo están estrictamente relacionadas con el consumo de contenido. Estas son Pandora Radio (una radio online que adapta su contenido musical a los gustos del usuario), YouTube, Spotify, SoundCloud y Netflix. Al mismo tiempo, otras aplicaciones como Facebook, Instagram y Snapchat, que también integran la lista, incorporan cada vez más contenido, fundamentalmente creado por sus usuarios, lo que las vincula con esta tendencia.

Fuente: ComScore Apps Report

Fuente: ComScore Apps Report 2015

EL ROL DEL VIDEO

Debe destacarse el rol cada vez más importante que tiene el video como plataforma de contenido. De acuerdo con cifras del Adobe Digital Index (citado por eMarketer), en el tercer trimestre de 2015, el consumo de video en el móvil mostró un crecimiento del 33% con respecto al año anterior. De acuerdo con la consultora Ooyala, entre septiembre de 2013 y septiembre de 2015 el móvil ganó un inmenso protagonismo como medio de consumo de video, pasando del 7% de las visualizaciones a más del 39%. Esta tendencia acompaña el creciente consumo de este tipo de contenido en todo tipo de sitios y aplicaciones. Todas las compañías, desde diarios y medios digitales, hasta redes sociales como Facebook se apoyan cada vez más en el video como fuente de contenido. De hecho, hace pocas semanas, la empresa fundada por Mark Zuckerberg habilitó la función de compartir y ver video en vivo a través de su aplicación móvil, algo que Twitter ya venía haciendo a partir de la adquisición de Periscope.

Según GSMA, la importancia del video es tal, que se ha convertido en el motor indiscutido del crecimiento del tráfico de datos. Con un incremento interanual del 66% proyectado hasta el 2019, el consumo de datos por la visualización de video se expande a un ritmo mayor que el 57% con el que lo hace el tráfico de otro tipo de datos. Y esto tiene sentido. De acuerdo con YouTube, el 50% del tráfico que recibe el sitio ya proviene de dispositivos móviles; y en mercados altamente desarrollados como Alemania, el 27% de los consumidores ven al menos un video en sus móviles al menos una vez a la semana. En Suecia, el país con mayor penetración de 4G del mundo, el 42% de la población utiliza sus dispositivos para ver TV, gracias a sus conexiones de datos.

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EL CONTENIDO COMO DIFERENCIAL PARA LAS OPERADORAS

En un contexto en el que el servicio de las operadoras lentamente se está convirtiendo en un commodity, y en el que diferencias como la tecnología elegida, velocidad y cobertura de las redes, y hasta el nivel de subsidio disponible para la adquisición y recambio de equipos, lentamente dejan de existir, este tipo de empresas han comenzado a buscar una nueva manera de diferenciarse y ofrecer valor agregado a sus clientes.

Esto todavía no se ve tan claramente en nuestro mercado, donde la puja por la adquisición de clientes se da fundamentalmente a través de estrategias de precio y promociones en el mercado prepago, y a través de la creación de comunidades cerradas en las que los consumidores reciben beneficios y tarifas planas para comunicarse con otros usuarios de la misma compañía – lo que motiva a las personas a no cambiar para no perder esos beneficios, y a llevar a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo a la misma operadora – en el pospago. En mercados como el estadounidense, sin embargo, en los que la tendencia en los últimos años ha sido la de la transformación de las operadoras en meras redes de transmisión de datos y otros servicios, el contenido representa una gran oportunidad de diferenciación y agregación de valor.

Es por eso que empresas como AT&T y Verizon, las principales operadoras de ese país, han comenzado a ofrecer contenidos exclusivos a sus suscriptores. La primera, por ejemplo, firmó un convenio con DirecTv (de la que es propietaria) para transmitir contenidos exclusivos de video al móvil, a través de su red de datos. Por otra parte la segunda creó una plataforma de contenidos propia que ofrece, entre otros, programas de VICE Media, exclusivos para sus usuarios.

En Argentina, esta es una estrategia que, en menor medida, también está siendo adoptada por las operadoras, las cuales permanentemente experimentan con canales de contenido exclusivo, como medio de agregar valor para sus clientes.

Y este no es territorio exclusivo de las operadoras. Otros jugadores del ecosistema móvil, como los fabricantes, también dependen del contenido para agregar valor y fortalecer a sus plataformas. Es por eso que, cada vez en mayor medida, crean productos y servicios capaces de reproducir nuevos contenidos. Un ejemplo de ello es la realidad virtual, un campo por el que empresas como Samsung y LG están apostando cada vez más fuerte y que, si bien requieren de un amplio despliegue técnico, no resultan para nada interesantes si no existe un respaldo por parte de los creadores de contenido, generando el entretenimiento que los usuarios consumirán a través de esos nuevos dispositivos. Algunos ecosistemas, como Windows Phone, bien han probado que un sistema operativo de primer nivel, elegante, y técnicamente sólido, no puede sostenerse por si mismo sin la disponibilidad de contenido y aplicaciones de calidad para sus usuarios.

El contenido resulta vital para el ecosistema móvil, y su transmisión y consumo es una de sus principales razones de ser. Después de todo, un smartphone sofisticado de nada sirve si no hay nada que ver o para hacer en el.

LAS APPS MÓVILES Y LA NUEVA BRECHA DIGITAL

Durante muchos años, la brecha digital fue uno de los grandes problemas, tanto para los países desarrollados como para aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. La falta de acceso a las últimas tecnologías dejaban afuera a millones de personas del conocimiento y las oportunidades, así como a todo tipo de servicios a los que sí accedían aquellos conectados. Sin embargo, y si bien el problema aún no está resuelto, durante los últimos años se avanzó mucho en resolver el problema. Hoy, gracias al desarrollo de la tecnología móvil, más del 97% de la población mundial vive en áreas donde hay algún tipo de cobertura que permite conectarse a Internet a través de un dispositivo móvil (incluyendo conexiones 2G) y más del 69% es alcanzado por la cobertura de al menos un servicio 3G o 4G. Y gracias a la constante baja en el precio de los smartphones, cada vez son más las personas capaces de acceder a conexiones de banda ancha. Sin embargo, existen otros problemas que mantienen a la brecha vigente, e impiden que millones de personas accedan a Internet de la misma manera en la que lo hacen aquellos que residen en los mercados más desarrollados.

De acuerdo con la International Telecommunications Union, las conexiones de banda ancha móvil han alcanzado en 2015 una penetración del 47% a nivel mundial. Si bien esto significa que todavía queda un 53% de la humanidad por conectarse, la cantidad de conexiones creció unas 12 veces desde 2007. Así, el 46% de los hogares del planeta hoy se encuentran conectados a la red, un número muy superior al 18% que lo hacían en 2005. Se estima que estas cifras continuarán creciendo, y que gracias a iniciativas como las llevadas adelante por organizaciones como Internet.org, al aporte de empresas como Google, y al esfuerzo llevado adelante por organizaciones como GSMA, la cual nuclea a más de 400 operadoras alrededor del mundo así como a otras empresas del mundo móvil —entre las cuáles se ubica Vrainz—, gran parte de los hoy desconectados podrán beneficiarse con una conexión a Internet durante los próximos años.

Más allá de la diferencia en la calidad de los equipos y la velocidad de las conexiones existentes en distintas regiones, hay otras diferencias que, lejos de ayudar a que esta brecha disminuya, incrementan la disparidad entre los usuarios de uno y otro lado del mundo. Uno de estos problemas tiene que ver con la posibilidad que los usuarios tienen de acceder a la descarga de aplicaciones móviles. En el África Subsahariana, la región más afectada en el mundo por esta problemática, los usuarios de apenas un país (Nigeria) pueden descargar aplicaciones gratuitas o pagas, y ofrecen la posibilidad a desarrolladores de subir cualquier tipo de contenidos a las tiendas de aplicaciones. En los 47 países restantes, la interacción con el AppStore de iOS y con Google Play resulta bastante más limitada.

En 22 de esos países, si bien los usuarios pueden bajar aplicaciones gratuitas y comprar otras que no lo son, así como suscribirse a distintos servicios y hacer compras dentro de las Apps, los desarrolladores solamente pueden subir aplicaciones gratuitas a las tiendas. En dos países (Niger y Guinea-Bisáu), los usuarios pueden bajar y comprar aplicaciones, pero cualquier tipo de actividad está vedada para los desarrolladores. En Seychelles y Guinea Ecuatorial, por otra parte, los desarrolladores locales pueden subir aplicaciones gratuitas a las tiendas, pero los usuarios no pueden descargarlas, así como tampoco pueden acceder a ninguna otra app ya sea paga o gratuita. En Sudán, por otra parte, los usuarios sólo pueden descargar aplicaciones gratuitas, y en los 23 países restantes no es posible subir ni descargar apps ni contenido de las tiendas.

De acuerdo con Statista, en 2015 el tráfico global de Internet fue de 6.156 PetaBytes mensuales y, según GSMA, 4.175 PetaBytes mensuales fueron generados o recibidos por dispositivos móviles. Esto significa que el móvil se ha convertido en la principal fuente de tráfico de Internet. A la vez, las conexiones móviles han superado a la banda ancha fija por 7 a 1.

Según un estudio realizado en septiembre por Morgan Stanley en los Estados Unidos un tercio del tráfico móvil en aquel país proviene de aplicaciones móviles (los dos tercios restantes se originan en los navegadores de tabletas y smartphones). Sin embargo, si bien generan menos flujo de datos, las aplicaciones son el lugar donde los usuarios móviles pasan el 87% de su tiempo en sus dispositivos, según Comscore. Esto significa que las apps son sumamente relevantes, y que se han convertido en el formato por el que mucha gente elige consumir todo tipo de servicios. De hecho, servicios como Gmail y Yahoo! Mail, Google Maps, el Weather Channel, YouTube y Netflix, entre otros, son más utilizados a través de sus respectivas apps que de sus versiones móviles en el browser.

Es por esto que no tener acceso a las tiendas de aplicaciones, o un acceso restricto a solamente una porción del contenido, es un problema grave que lleva a que una parte importante de la población mundial se quede afuera de una gran cantidad de servicios y posibilidades. Hay que recordar que los mercados en los que esto ocurre se caracterizan por poseer una infraestructura pobre y limitada, y que otros servicios como la telefonía de red y la banda ancha fija resultan prácticamente inexistentes. Es por esto que el móvil es el único medio por el cual es posible recibir información. Y si bien gran parte de los usuarios no tienen acceso todavía a smartphones, tabletas, y conexiones 3G y 4G, éstos están llegando rápidamente y comienzan a tener mayores niveles de adopción en la zona. De acuerdo con GSMA, la tasa de adopción será del 20% a nivel regional hacia 2017.

Al mismo tiempo, al no contar con soporte para desarrolladores locales, muchos mercados están limitando a una industria que genera crecimiento y desarrollo en todo el mundo, e impidiendo el crecimiento del segmento a nivel local. Esto no sólo significa la pérdida de una oportunidad enorme para la economía de cada uno de estos países, sino que lleva a la inexistencia de contenidos y servicios locales, adaptados a las necesidades de cada mercado, y ofrecidos en el idioma indicado. Esto conduce inexorablemente a que se produzca una desventaja para los usuarios locales con respecto a los usuarios de otros países, y termina perjudicándolos en múltiples niveles.

¿Pero por qué sucede esto? En regla general, el problema principal radica en la informalidad de los sistemas financieros de muchos de los mercados africanos, y también de algunos en otras regiones. La falta de acceso a cuentas bancarias y herramientas como tarjetas de crédito, las cuáles son prácticamente inexistentes en muchos países, llevan a que compañías como Google y Apple no tengan forma efectiva de cobrar por los contenidos, o siquiera de distribuirlos y pagarles (o cobrarles) a los desarrolladores. Al mismo tiempo, una base de usuarios casi en su totalidad prepagos, impide que se desarrollen herramientas como el carrier billing, que permite cobrar a través de la factura de la operadora.

Esto crea una enorme paradoja. Y es que el móvil es una tecnología con gran potencial para resolver problemas como la falta de acceso a herramientas financieras. Y sin embargo, un mercado completo que no tiene la posibilidad de descargar aplicaciones de ningún tipo, es un mercado cerrado a muchas alternativas para resolver este problema. Y si bien en países como Kenya, las soluciones de dinero digital se basan en tecnologías menos sofisticadas como el SMS, el acceso a los mercados de aplicaciones ciertamente podría ampliar esta oferta de servicios, y hasta aportar en otros campos.

Durante los últimos quince años se han producido avances formidables en materia de inclusión digital. Sin embargo, aunque cada vez más gente cuenta con las herramientas y las conexiones necesarias para acceder a Internet y todo su caudal de posibilidades, existen nuevos desafíos a afrontar y resolver para garantizar una verdadera equidad en el acceso a la información y a los nuevos servicios.

LAS VENTAJAS DE CONTAR CON MEJORES REDES MÓVILES

Mientras en Argentina se produce un acalorado debate en torno a la actualización de las tarifas de los servicios públicos, es frecuente escuchar a los referentes del sector, y también a periodistas y ciudadanos de a pie, indicar que si las personas gastan una determinada cantidad de dinero todos los meses en sus servicios móviles y sus suscripciones al cable, resulta insensato quejarse por una suba en los precios de la electricidad. Independientemente de la validez del argumento, y de la posición que cada uno pueda tener en esta polémica, la realidad es que es habitual que, cuando nos referimos a los servicios móviles, lo hagamos pensando que se trata de servicios suntuarios. De servicios que no resultan tan vitales, o tan importantes como otros. Sin embargo, aunque en muchos casos nuestros móviles sean, efectivamente, utilizados como medio de entretenimiento, como herramientas de consumo de contenido, o dispositivos de comunicación con amigos y familiares, la realidad es que la industria móvil le hace un enorme aporte a la economía de los países, tanto desde el punto de vista de la creación de empleo directo e indirecto, como de la infraestructura que provee para que se desarrollen todo tipo de negocios y servicios básicos.

En este artículo, nos proponemos conocer más en profundidad los aportes que el sector móvil en su totalidad le hace a la sociedad actual y cómo, en gran medida, su desarrollo aporta al crecimiento de la economía en su conjunto.

 

La contribución del sector móvil a la economía en América Latina

De acuerdo con datos de GSMA, la asociación que nuclea a las principales operadoras y compañías vinculadas al móvil del mundo —de la que Vrainz es el único socio argentino fuera de las operadoras locales—, la industria móvil hace una enorme contribución a la economía de la región. Con sus más de 650 millones de conexiones activas (es decir, líneas en operación), en 2013 el sector aportó directa o indirectamente unos US$ 241 mil millones de dólares a la economía regional. Esto equivale al 4,1% del PBI, cifra que se espera que crezca a US$ 275 mil millones (4,5% del PBI regional) hacia 2020. Esta contribución ocurre a partir del agregado de todas las actividades vinculadas a esta industria, es decir, servicios ofrecidos por las operadoras (voz, texto y datos, entre otros), venta de equipos, venta de aplicaciones, publicidad móvil, y otros; así como de la mayor eficiencia que estos servicios les aportan a otras actividades.

Al mismo tiempo, el sector móvil ha creado más de un millón de empleos directos a nivel regional, y otros 1,2 millones de manera indirecta, siendo una de las nuevas industrias de mayor relevancia en la generación de fuentes de trabajo en todos los países en los que se encuentra. Estas cifras, se proyecta, crecerán año a año, y generarán 200 mil empleos directos nuevos hacia 2020.

En cuanto a los aportes directos a las cajas de los distintos Estados en la región que la industria hace de manera directa en forma de impuestos y tributos, el sector móvil aportó US$ 41 mil millones en 2013. Esta cifra, también, se mantiene en crecimiento, y alcanzará los US$ 53 mil millones de dólares en 2020. Al mismo tiempo, el sector aporta dinero a los erarios públicos a través del pago de licencias, y en las subastas de espectro, como la realizada el año pasado en nuestro país durante la asignación de las bandas de 4G y la ampliación del espectro 3G, en las que el Estado recaudó casi US$ 2.000 millones de dólares de parte de las operadoras locales.

A nivel global, el aporte del sector a la economía fue de US$ 3 billones de dólares (es decir, 3 millones de millones de dólares) en 2014, lo que equivale al 3,8% del PBI mundial. Hacia 2020 esa cifra crecerá a US$ 3,9 billones.

Pero este es sólo el comienzo, el aporte del móvil es mucho más importante que un mero factor económico. Esta industria es una gran generadora de oportunidades, que permite que otras actividades económicas y sociales se desarrollen de maneras que antes resultaban imposibles.

 

El aporte social del móvil

Hasta ahora no hemos diferenciado al móvil de otras grandes industrias más allá que por su aporte económico, pero la realidad es que el mayor valor que ha generado este sector tiene que ver con la creación de una infraestructura sobre la cual se ha montado una innumerable cantidad de negocios, surgido todo tipo de oportunidades, y hasta servicios sociales capaces de transformar de manera radical a nuestra sociedad.

Por un lado, el aporte más obvio de esta industria tiene que ver con un aumento marcado de la productividad en todo tipo de sectores. Las posibilidades que la tecnología móvil les ofrece a todo tipo de industrias tradicionales son enormes, y no hace falta demasiada imaginación para poder comprenderlas. Gracias a la gran cobertura y a los bajos costos del móvil, las industrias ya no necesitan montar redes propias de comunicación, y tienen la posibilidad de comunicarse de manera instantánea con toda su estructura alrededor del mundo. Al mismo tiempo, el móvil permite montar nuevos canales de ventas, de comunicación y de adquisición de clientes de manera relativamente sencilla, y llegar a nuevos consumidores en cualquier lugar. Así, esta tecnología no solamente ha beneficiado a las grandes empresas, sino que ha nivelado la cancha, dando lugar a que pequeños comerciantes y nuevas empresas desarrollen sus negocios y lleguen a una gran masa de nuevos clientes.

Al mismo tiempo, el móvil ha dado lugar a todo tipo de nuevas actividades y al nacimiento de nuevas oportunidades en innumerable cantidad de sectores. Entre ellos, se destaca el de los videojuegos, la mensajería, y los servicios bancarios, entre otros. Cada año, cientos de miles de puestos de trabajo se crean en industrias vinculadas con el desarrollo de software, publicidad móvil, comunicación, y redes sociales, todas áreas que —si no fuera por la enorme penetración que la telefonía celular ha alcanzado— no se habrían desarrollado de la manera en la que lo hicieron. Al mismo tiempo, esta industria es el eje por el que se desarrollarán nuevas oportunidades en sectores como los de la Internet de las Cosas, la realidad virtual y la realidad aumentada, tres áreas que prometen un enorme desarrollo y expansión durante los próximos cinco años. En otras palabras, el móvil se ha convertido en el corazón del ecosistema digital.

Pero quizás el mayor aporte del móvil tiene que ver con el cambio social que puede generar. Por un lado, como ya hemos visto en otras oportunidades, los dispositivos móviles resultan una ventana al mundo y al conocimiento para millones de personas que se encuentran aisladas o viven en poblaciones remotas. Distintas iniciativas están comenzando a emplear a los teléfonos celulares como dispositivos de aprendizaje, tanto en escuelas como fuera del ámbito formal, llevando conocimientos a personas que antes no tenían acceso. Al mismo tiempo, los celulares han facilitado la creación de instrumentos financieros en países y poblaciones sin acceso a bancos ni servicios formales, creando desde sistemas de pagos y cobros, hasta mercados de venta de granos orientados a pequeños granjeros en el África Subsahariana.

Utilizando el móvil se han desarrollado iniciativas de salud, llevando no solamente concientización, sino también herramientas que permiten que los médicos y el personal de salud lleguen con sus consultas a poblaciones aisladas, y a otras de bajos recursos. De esta manera, el alcance de esta tecnología permite combatir y prevenir enfermedades de manera eficiente, luchar contra la desnutrición infantil, generar espacios de educación sexual y reproductiva, y hasta concientizar a la sociedad sobre la violencia de género y la falta de oportunidades para las mujeres. Al mismo tiempo, el uso de nuevas apps de salud por parte de gran parte de la población permite recoger datos e información estadística capaz de revolucionar las formas en las que hoy se diagnostican y tratan todo tipo de enfermedades.

Por último es destacable el rol que el móvil ha tenido para desarrollar herramientas de inclusión financiera en mercados como el keniata, el cual ha funcionado como modelo para otras economías emergentes que se encuentran desarrollando sus propios sistemas de pagos y transferencia de dinero.

El móvil es, sin lugar a dudas, el centro de la revolución tecnológica de los últimos años. Y aunque pueda parecer accesoria, se trata —en realidad— de un servicio fundamental, no solamente para los usuarios sino para todo tipo de industrias e iniciativas que se valen de su gran alcance e infraestructura para hacer más eficientes sus procesos, y para poder brindar todo tipo de servicios fundamentales.

LA TV ADOPTA EL MODELO DEL MÓVIL

No es una novedad que distintos fabricantes buscaron inspirar el desarrollo del futuro de la TV en el modelo del móvil. Desde hace ya más de cinco años, los Smart Tvs de todas las marcas incorporan aplicaciones y tiendas propias que permiten ampliar las funcionalidades de los televisores y llevar contenido en formato novedoso a los usuarios. Hasta ahora, estos intentos fracasaron estrepitosamente.

Entre un ecosistema fragmentado, en el que cada fabricante apostaba por su propio sistema operativo —algo que sólo recientemente comenzó a cambiar a partir de la adopción de Android TV por parte de Sony, Sharp y Philips, y de WebOS, por parte de LG— y la mala calidad en general de las aplicaciones, la realidad es que el modelo nunca prendió demasiado entre los usuarios, y menos aún entre los desarrolladores. Incluso los reproductores de medios digitales como el Apple TV, Roku, Amazon Fire TV y el Google Chromecast (así como las cajas de Android TV), fallaron en ofrecer un gran catálogo de apps y contenidos que pudieran equipararse a la oferta disponible en el móvil, y a llevar esos sistemas más allá de una forma de ver Netflix, Hulu, y algún otro contenido en el televisor.  Esto, sin embargo, ha comenzado a cambiar.

En los últimos días se conoció la noticia de que Apple apostaba a competir directamente con los sistemas de cable, ofreciendo un servicio de contenidos on-demand de la mano de distintos medios y cadenas de medios, que permitieran que cada usuario pagara una suscripción por aquellos canales o contenidos que le interesaran. La iniciativa falló, ante la falta de respuesta de los canales y las productoras que prefieren —por el momento— apostar por el modelo tradicional de cable, en el que el usuario no tiene tanta flexibilidad, más allá de agregar al paquete algunos canales Premium. Por este motivo la empresa de Cupertino decidió abandonar el proyecto, y se volcó por mejorar la oferta de apps en su Apple Tv, apostando a convertir al televisor en el nuevo dispositivo verdaderamente inteligente dentro de la casa.

Apple suele no ser la primera compañía en comenzar a trabajar un concepto, pero su popularidad, llegada, y capacidad de alistar a la comunidad de desarrolladores suelen hacer que sea la más visible a la hora de emprender un nuevo camino. Es quizás por eso que tvOS, el sistema operativo desarrollado por la empresa para televisores, haya comenzado con el pie derecho y ya dé señales de estar despegando, en términos de contenido disponible para los usuarios.

Esta nueva (o, más bien, renovada) plataforma, permite que los desarrolladores —ya sea que se trate de diseñadores independientes, startups, o grandes empresas— creen sus apps y las suban a la tienda. De acuerdo con la consultora App Figures, en su primer mes de vida se subieron 2.624 aplicaciones al App Store del Apple Tv. A un ritmo de 447 aplicaciones nuevas por semana en promedio, se estima que a fines de enero habrá unas 5.000 aplicaciones y hacia fines del primer trimestre de 2016, unas 10.000.

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Entre las aplicaciones subidas a la tienda, la categoría que ha recibido más atención por parte de los desarrolladores son los juegos. Y es que el nuevo Apple Tv permite llevar juegos similares a los disponibles en iOS, aunque muchas veces más sofisticados, a la pantalla del televisor. De hecho, el control remoto de este dispositivo, cuenta con un trackpad con el que es posible manejar a los personajes como si se tratara de la pantalla táctil de un teléfono, y además incorpora un acelerómetro y un giroscopio, que le agregan nuevas dimensiones a la experiencia de juego. Asimismo, es posible complementar sumando un control extra, similar a los utilizados por las consolas de videojuegos.

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Pero si bien los videojuegos son la categoría más popular, representando al 38% del total de las aplicaciones disponibles, en los meses desde que fue lanzado el nuevo Apple Tv, la categoría que más atención recibió por parte de los usuarios fue otra. Se trata de Entretenimiento, es decir, aquellas Apps que permiten consumir contenidos, tales como las desarrolladas por Netflix, Hulu, YouTube, y canales de televisión como NBC, CBS, ABC, Fox, la BBC y otros más. Los juegos representan a la segunda categoría en cantidad de descargas, aunque se encuentran bastante lejos del primer lugar. La tercera categoría más popular es noticias, y en el cuarto lugar se encuentran los deportes.

Sin embargo, existen otras categorías como educación, el clima, e-commerce (shopping), viajes, y varias más, muchas de las cuales se encuentran desprovistas de contenido. Aunque algunas aplicaciones muy populares en otros dispositivos, como Airbnb, ya han lanzado sus apps para este dispositivo.


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Otro aspecto en el que el AppStore de la TV se encuentra menos desarrollado que el móvil tiene que ver con la versatilidad con la que cuentan los desarrolladores para monetizar sus aplicaciones. Mientras que en el móvil —y hasta en las computadoras de escritorio— existen distintos modelos de negocio que se pueden aplicar para ganar dinero, con el Apple Tv, algunas alternativas tales como la publicidad, no se encuentran disponibles. Es quizás por eso que el 38% de las aplicaciones disponibles en esta plataforma son pagas, es decir, que tienen un costo de descarga que promedia los $2,99 dólares, aunque en algunos casos se extiende hasta alcanzar la marca de los $59,99 dólares. El resto de las aplicaciones son gratuitas y, en contados casos, incluyen in-app purchases, es decir, la posibilidad de comprar contenidos digitales dentro de la aplicación. Dada la enorme proporción de aplicaciones pagas disponibles, cabe preguntarse si, así como sucede en mayor medida en iOS —pero no en Google Play—, se instalará la cultura entre los usuarios de Apple TV de pagar por las aplicaciones que desean bajar.

 

¿Será Silicon Valley la nueva meca del contenido?

Esta pregunta es, sin duda, muy amplia. Sin embargo, los intentos de Apple de reinventar la distribución de contenidos a gran escala —un esfuerzo en el que Netflix, Amazon, y otras empresas ya vienen trabajando con mucho éxito— ciertamente no partieron de una premisa ridícula.

Si bien hoy el cable sigue siendo popular —y el contenido sigue estando en manos de los grandes estudios y de las cadenas de TV que los transmiten en primer lugar, y luego los sindican a servicios de streaming por Internet, o los retransmiten por sus propios canales digitales—, la existencia de nuevos dispositivos que nivelan la cancha a favor de nuevos productores y distribuidores de contenido, eliminando a los intermediarios, pueden costarle una gran cuota de poder a Hollywood y otras mecas de la producción.

Y es que, si compañías como Apple, Google, Amazon, Netflix, y otras nuevas startups alrededor del mundo, incluyendo a Qubit en América Latina, comienzan a tener una masa crítica de usuarios dispuestos a consumir los contenidos directamente a través de sus plataformas, y a pagar una suscripción, recibir publicidad, o participar de alguna otra manera de un intercambio legal, el modelo actual de producción y distribución puede encontrarse en serios problemas. Series como House of Cards, o el más reciente documental Making a Murderer, son pruebas de que ya no es necesario ir a los canales tradicionales para hacer un éxito, ni contar con la financiación de los estudios y los productores de siempre.

Sin lugar a dudas el nuevo Apple TV, y los ecosistemas que lo seguirán tales como Android TV y seguramente algunos más, representan una gran oportunidad para los desarrolladores. Pero en este caso, son también los productores de contenido los que podrán vivir y beneficiarse con una revolución similar a la que ya experimentó el móvil. Una industria que, de todas formas, está muy vinculada a este fenómeno, y cuyas lecciones servirán para abrir las puertas de este nuevo y prometedor mercado.

LA BATALLA POR LA ENCRIPTACIÓN

Aunque en nuestra región todavía nos encontramos un poco ajenos al tema, durante las últimas semanas los Estados Unidos se han convertido en un hervidero en torno a un debate que tiene como eje central a todos los grandes actores del sector móvil. Se trata de la discusión acerca de si debemos —o no— encriptar nuestros datos y, hasta qué punto, tiene derecho el Gobierno Federal Estadounidense (o el gobierno de cualquier país) a tener una puerta de acceso a los mismos. La discusión —que involucra a empresas de tecnología, políticos, jueces y fiscales, y a ciudadanos por igual— no se circunscribió a las legislaturas, sino que tomó en su totalidad a los medios, y hasta llegó al Foro Económico de Davos, donde los líderes mundiales plantearon sus posturas. A continuación buscaremos explicar cuál es el eje de esta discusión, y de qué manera afecta a la industria móvil y a sus millones de usuarios en todo el mundo.

 

El origen del debate

Si bien la idea de encriptar datos sensibles dista de ser nueva, las revelaciones hechas por Edward Snowden en junio de 2013 acerca de la magnitud del aparato de espionaje estatal sobre las comunicaciones y datos privados de los ciudadanos llevaron a un redescubrimiento de la importancia de esta práctica. Si bien el público general recibió las noticias con apatía, por lo menos desde lo práctico —puesto que la gran mayoría de nosotros no cambiamos nuestros hábitos a la hora de manejar nuestros datos privados, ni abandonamos nuestros smartphones o cuentas de Dropbox y Gmail, entre otros servicios— una nueva línea de productos y servicios vinculados con la seguridad móvil comenzó a nacer.

Así, aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram, la cual encripta todas las comunicaciones; Signal, otra app gratuita que ofrece mayor seguridad y permite hacer llamadas de voz entre sus usuarios totalmente encriptadas; o Wickr, otro mensajero que no solamente no guarda las conversaciones en sus servidores, sino que ni siquiera almacena metadatos (es decir, datos como quién se comunicó con quién, cuándo, o cuántas veces), se han vuelto populares, y comenzaron a ser utilizadas por corporaciones, periodistas, políticos y otros profesionales que tienen interés en mantener sus datos ocultos del escrutinio público y gubernamental.

Al mismo tiempo, distintas startups y hasta grandes compañías de la envergadura de Boeing comenzaron a desarrollar smartphones más seguros, los cuales no brillaron por su notoriedad entre el público masivo, pero sí resultaron eficaces en mercados de nicho.

Pero en 2015 la NSA apagó sus sistemas de recolección masiva de datos telefónicos tal y como fue previsto en el Freedom Act, una ley federal aprobada por el Senado de aquel país en junio del año pasado. Sin embargo, esta ley no acabó de ninguna manera con la vigilancia estatal, sino que apenas le dio una cierta transparencia, y obligó a la agencia de inteligencia a pasar por los tribunales cada vez que desea recolectar datos de algún ciudadano. Al mismo tiempo, esta legislación no impide que el organismo recolecte datos de ciudadanos de otros países, algo que generó fricciones con la Unión Europea.

Es por esto —y porque existe un estado de sospecha generalizado acerca del nivel de cooperación que varias empresas como Microsoft, Apple, Google, Facebook, Yahoo! y otras tuvieron con estos programas de espionaje— que distintos ejecutivos de la industria se han mostrado insistentes acerca de la necesidad de encriptarlo todo, y de no colaborar con los gobiernos entregando datos de sus usuarios. Especialmente, cuando no hay una orden judicial de por medio. Así, muchas de estas compañías se encuentran batallando en la justicia para no entregar información ante distintos pedidos hechos por el Gobierno, e incluso por tribunales. Al mismo tiempo, de acuerdo con Google y Android, a partir de fines de 2014 sus sistemas operativos no podrán ser desencriptados ni por las mismas empresas si el usuario decide encriptarlos, incluso cuando haya una orden judicial de por medio.

Esta respuesta por parte de las empresas, así como la lenta toma de conciencia acerca de la privacidad de su información por parte de un sector de la ciudadanía, ha llevado a que se comiencen a producir rispideces en su relación con el Gobierno estadounidense, y de otros países. Y es que tanto las agencias Federales como el FBI, la NSA, y hasta la Procuradora General Loretta Lynch vienen insistiendo en los últimos meses con la necesidad de que los fabricantes y los desarrolladores incluyan backdoors, es decir, llaves secretas de acceso, para que sus oficiales y agentes puedan acceder a los dispositivos y a las comunicaciones de los usuarios de manera automática, sin la necesidad de hacer todo el esfuerzo de desencriptar los datos, lo cual a veces toma meses.

Los argumentos de las fuerzas de seguridad son conocidos, y tienen que ver con que temen que la imposibilidad de acceder a las comunicaciones privadas y a los dispositivos de los ciudadanos les facilitaría a los terroristas la posibilidad de esconderse y planear un atentado, sin que puedan ser descubiertos.

Sin embargo, aunque las empresas batallen públicamente por proteger la privacidad de sus usuarios —al punto tal que, hace pocos días, el CEO de Apple Tim Cook protagonizó un encendido intercambio con funcionarios del Gobierno del Presidente Obama, y hasta con la misma fiscal general, acerca de este tema, defendiendo la postura de que no debe haber puertas traseras ni acceso de ningún tipo a la información por parte del gobierno—, la realidad es que todas las compañías responden automáticamente a la gran mayoría de los pedidos de información cuando éstos provienen de fuentes judiciales, por lo que difícilmente se las puede acusar de ayudar al terrorismo.

 

Un conflicto sin resolución a la vista

Atrapados cada uno en su postura, tanto los ejecutivos de las grandes compañías vinculadas al negocio móvil, como el Gobierno y sus agencias, no parecen estar cerca de llegar a una solución. Por otro lado, a falta de leyes federales que resuelvan el problema en Estados Unidos, y a un Congreso que no ha estado trabajando de manera muy activa en este tema, hoy existe un vacío regulatorio que no termina de dirimir la cuestión, y que sigue dando lugar a espacios grises que permiten una cierta flexibilidad en la recolección de información por parte de las agencias gubernamentales.

Es por eso que, ante la falta de respuesta del Gobierno Federal, distintos Estados tomaron el asunto en sus propias manos. Así, en enero de 2016, los legisladores de 16 Estados distintos introdujeron leyes en las legislaturas estatales que buscan proteger los datos personales de sus ciudadanos. Entre otras medidas, estas nuevas leyes buscan prevenir que instituciones puntuales, como las escuelas y universidades, obtengan datos personales de sus alumnos, algo de lo que hay antecedentes escandalosos. Al mismo tiempo, buscan prevenir que las empresas y futuros empleadores obliguen a sus empleados y prospectos a revelar sus perfiles en redes sociales, a aceptar en ellas a sus jefes o reclutadores o, en algunos casos, incluso a entregar sus contraseñas. Algunos Estados han incluso aprobado leyes limitando el uso de los “Stingrays”, unos dispositivos usados por los departamentos de policía y los cuerpos de inteligencia para simular la presencia de una antena celular, y así lograr que las comunicaciones de uno o varios teléfonos pasen por ellos, interceptando así todas las llamadas, mensajes y hasta tráfico de datos. A partir de estas leyes, esos dispositivos sólo pueden ser utilizados con una orden judicial.

Otros Estados, sin embargo, aprovecharon la falta de regulación federal para llevar sus propias legislaciones para el otro lado. Así tanto en California como en Nueva York, dos legisladores locales presentaron proyectos de ley para prohibir la venta de cualquier tipo de Smartphone totalmente encriptado, que no contara con una llave que permita su fácil desencriptación por parte de las agencias del Estado.

Si bien Estados Unidos está lejos, y la legislación propia de cada uno de sus Estados puede no resultarnos relevante, la realidad es que gran parte de las compañías móviles que definen los estándares con los que se maneja el mundo están ubicadas allí. Y son las leyes de ese país, así como las prácticas establecidas por su gobierno, las que fijan un marco de referencia al que luego se termina adaptando toda la industria.

Al mismo tiempo, aunque cuentan con mucho menos visibilidad, estos temas también se han debatido en nuestro país, en el que también hace falta un marco regulatorio más claro, que proteja efectivamente la privacidad de los datos de los ciudadanos.

Mientras el panorama se define, las oportunidades para nuevas startups que buscan reinventar la seguridad y ofrecer nuevas alternativas para proteger a sus usuarios son enormes.  Y mientras las grandes empresas batallan con el Estado por ver hasta qué punto debe llegar su colaboración, el próximo gran avance en este campo está esperando a suceder.

EL MÓVIL PUEDE SER LA NUEVA CONTRASEÑA UNIVERSAL

Aunque son una herramienta relativamente simple para resguardar nuestros datos e información personal, las contraseñas representan uno de los grandes problemas con los que todos los usuarios de Internet debemos enfrentarnos día a día. La cantidad de productos y servicios a los que todos estamos suscriptos, así como la exigencia cada vez mayor que éstos tienen a la hora de elegir la palabra – o más bien combinación de palabras, números y otros caracteres – que protegerán nuestra seguridad, hace que recordar nuestras contraseñas no resulte fácil. A no ser que utilicen la misma contraseña para todas sus cuentas, algo que de acuerdo con un estudio realizado en 2013 por OFCOM (la autoridad británica reguladora de las comunicaciones) hacen el 55% de los adultos. Esta actitud, aunque frecuente, pone en riesgo la seguridad de los datos, y no es para nada recomendable. Es por eso que una gran cantidad de compañías están trabajando en nuevos métodos para resguardar el acceso a la información, sin la necesidad de utilizar contraseñas. Y varias de ellas coinciden, la clave para poder lograr esto, está en el móvil.

Primero Yahoo! en octubre, y luego Google hace apenas algunos días (aunque en versión de prueba), lanzaron nuevos sistemas que permiten que los usuarios verifiquen que son ellos antes de ingresar a alguno de sus servicios. A diferencia de las contraseñas tradicionales, estos sistemas no requieren que el usuario escoja o memorice una palabra o una serie de caracteres, sino que recurren al móvil para establecer que, efectivamente, quién intenta ingresar es la persona correcta.

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El mecanismo es muy sencillo. El usuario primero debe conectar su teléfono móvil con la cuenta de correo electrónico o cualquier otro servicio con la que utilizará el sistema. Una vez hecho esto, al intentar ingresar tanto desde una computadora como desde un dispositivo móvil, lo único que necesita es colocar su dirección de e-mail o nombre de usuario, y ningún otro dato. De manera inmediata, y para validar su identidad, una alerta se disparará en el teléfono móvil, en el que el usuario deberá indicar si efectivamente está buscando ingresar al sistema. De esta forma la validación se realiza utilizando dos dispositivos diferentes, lo que – en teoría – debería resultar seguro.

Además de evitar el uso de contraseñas, esta tecnología permite descubrir si un hacker o un bromista está intentando ingresar a la cuenta, y previene que personas que nos conocen bien puedan adivinar nuestras contraseñas y utilizar distintos servicios en nuestro nombre. Y es que, gracias al recuperador de contraseña presente en la mayoría de los sitios, sólo basta con penetrar la cuenta de correo electrónico de una persona para tener acceso a la mayoría de sus perfiles sociales, archivos en la nube, compras en tiendas de aplicaciones, perfiles en sitios de comercio electrónico y, a veces, hasta en sus balances de tarjeta de crédito. Y esta es una gran vulnerabilidad. Al mismo tiempo, resulta una herramienta perfecta para combatir el phising, es decir el robo de identidad a través de páginas que simulan ser las páginas de inicio de distintos servicios, ya que sin acceso a nuestro móvil, un atacante jamás podrá ingresar en ellos.

Lógicamente el sistema presenta algunas dificultades que le son propias. Por ejemplo, requiere que los usuarios tengan sus teléfonos celulares cerca. Por otro lado, los vuelve vulnerables en caso de que les roben el dispositivo, aunque en esos casos desactivar el mecanismo y volver al sistema de contraseñas tradicionales resulta muy fácil.

Este sistema no es del todo novedoso, y de hecho es la evolución de un proyecto lanzado por Yahoo! a principios de 2015, que permitía verificar la identidad del usuario reemplazando la contraseña por un código recibido por SMS en su celular cada vez que quería ingresar.

Otros sistemas de verificación en dos pasos similares que ya se han vuelto moneda corriente son, por ejemplo, el utilizado por los dispositivos Apple para validar el acceso a las cuentas y los documentos del usuario mediante un Apple ID. Cuando se encuentra activo, un usuario que posea una Mac, un iPhone o un iPad deberá validar su acceso a cualquier nuevo dispositivo desde uno ya conectado a esa cuenta. De esa forma se evita que otras personas accedan a fotos y documentos privados incluso si pueden adivinar o robar con la contraseña del usuario. Apple y Samsung también utilizan este tipo de verificación en los sistemas Apple Pay y Samsung Pay, los cuales requieren que, además de acercar el móvil a una terminal de pagos, el usuario valide la operación con su huella digital, lo cual crea una clave dinámica, única, y a la que el vendedor no tiene acceso, incrementando la seguridad de la transacción.

Al mismo tiempo, una gran cantidad de aplicaciones vinculadas a sistemas de home banking y a software de empresas, utilizan aplicaciones móviles, o mensajes de texto, para validar el ingreso de los usuarios, reemplazando efectivamente el uso de tokens tanto físicos como en USB, lo cual resulta más simple y usable para los usuarios.

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De esta forma, el móvil vuelve a tomar una función que antes les pertenecía a otros dispositivos, y permite facilitar una operación hasta ahora engorrosa, mejorando notablemente la seguridad. Lógicamente existen problemas asociados a este tipo de tecnologías, y tienen que ver con la facilidad con la que los teléfonos y tablets se pierden, se descargan, se rompen, se roban y, en algunos casos, se quedan sin señal. Sin embargo, la existencia de back ups y modos alternativos – aunque engorrosos – de ingresar a las cuentas pueden resultar una buena forma de evitar inconvenientes.

 

El futuro de esta tecnología

GSMA, la asociación que nuclea a fabricantes y operadoras móviles de todo el mundo, ha lanzado recientemente una iniciativa llamada Mobile Connect. La misma busca crear un sistema de identificación único mediante el móvil, el cual permitirá resguardar todo tipo de cuentas y validar la identidad del usuario con un mismo sistema, utilizando el número de línea, y luego validando el acceso a través de una notificación en el teléfono celular. Movistar y Personal ya están probando el sistema y lo implementarían en el país en pocos meses. Si bien sin dudas mejorará la seguridad, el riesgo de un sistema de identificación único yace en que sólo bastará con obtener acceso al dispositivo del usuario, para tener acceso a todas sus cuentas. Sin embargo, en un mundo donde la gran mayoría de las personas utilizan la misma contraseña, o pequeñas variaciones de la misma, para acceder a todos los servicios, esta amenaza ya existe, y un sistema de validación por el móvil significará un enorme incremento en materia de seguridad.

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Y estos servicios de autenticación a través del móvil son apenas el comienzo. La lenta popularización de los relojes inteligentes, podrán llevar el sistema de doble verificación a una nueva frontera, haciendo que prácticamente todos los servicios requieran que el usuario valide su identidad a través de su dispositivo, utilizando su huella digital, sin importar dónde se encuentre.

La seguridad en Internet es un problema, y con una gran mayoría de usuarios que no parecen preocuparse demasiado por crear contraseñas difíciles de descifrar o por tratar con recelo sus datos personales, el aporte de nuevos sistemas móviles capaces de evitar el hurto de información son, sin dudas, bienvenidos. Basta ver si existe un interés real de la comunidad por utilizar estas herramientas o si, como hasta ahora, muchos preferirán seguir utilizando contraseña123 como clave de acceso.

EL HOGAR INTELIGENTE FINALMENTE ES UNA REALIDAD

Hace años que se habla de la Internet of Things, es decir, del uso que todo tipo de aparatos y máquinas electrónicas hasta ahora desconectadas pueden hacer de la red. Pero no fue hasta ahora que ésta deja de ser una fantasía, un proyecto, o una visión futurista y comienza a convertirse en algo de todos los días. Esto puede observarse en el gran crecimiento que las conexiones M2M (Machine to Machine) – es decir las conexiones establecidas entre distintos dispositivos sin intervención humana – comienzan a experimentar. De acuerdo con GSMA – la mayor asociación de operadores móviles y empresas vinculadas con la industria, de la que Vrainz forma parte – en 2014 unas 243 millones de líneas móviles activas se destinaban solamente para este tipo de conexiones. Hacia 2020 se espera que ese número ascienda a los mil millones. Y estamos hablando solamente de dispositivos que poseen una línea 3G o 4G asignada, y dejamos de lado a los millones que utilizan conexiones Wi-Fi, con lo que el número es, y será, notablemente más amplio.

Es en este contexto que el alcance de la industria móvil comienza a ampliarse como nunca antes y a incluir a compañías diversas antes no relacionadas con el sector, que de pronto han comenzado a desarrollar e incorporar innovaciones en sus productos que las convierten, en los hechos, en participantes de este espacio. Al mismo tiempo, se crean nuevas oportunidades para todo tipo de startups y desarrolladores que pueden encontrar en esta tecnología nuevas formas de resolver todo tipo de problemas y de generar grandes negocios. De acuerdo con la consultora Machina Research citado por ZDNet, el M2M, un negocio que hoy, a nivel global genera una facturación de 400 mil millones de dólares, crecerá exponencialmente hasta alcanzar una magnitud de 1,2 billones (en español) de dólares hacia 2020. Este número incluye la venta de dispositivos, de chips y componentes internos, y de suscripciones a servicios que le dan forma y se benefician de esta tecnología. Y si bien puede sonar un poco exagerado, es un reflejo de las expectativas que genera este mercado el cual apenas se encuentra en pañales, pero tiene un potencial de desarrollo enorme, tanto desde el punto de vista tecnológico como desde el negocio.

A continuación recorreremos algunas industrias que se están transformando, y que han comenzado a incorporar conexiones móviles M2M a sus dispositivos para hacerlos más inteligentes y capaces de ofrecerles más valor a sus usuarios.

 

Hogares inteligentes

Una de las grandes promesas de la Internet de las Cosas tiene que ver con la posibilidad de automatizar el hogar y hacer que las tareas domésticas se vuelvan notablemente más simples y más inteligentes. Es en este contexto que una gran cantidad de compañías vinculadas con este mercado han comenzado a lanzar electrodomésticos y dispositivos de lo más variados orientados a ayudarnos a vivir más cómodos.

La feria CES 2015, realizada el año pasado en Las Vegas, fue el escenario donde muchas marcas presentaron algunos de sus primeros productos. Este año, la CES 2016 promete seguir trayendo innovaciones en este sentido.

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Foto: Whirpool

Entre los productos más icónicos se pueden destacar el Whirpool Smart Top Load Washer and Dryer, un lavasecarropas de carga superior que puede ser operado desde una aplicación móvil, desde la cual el usuario puede manejarlo, y hasta bajar nuevos programas ciclos de lavado para distintos tipos de ropa. Al mismo tiempo, este aparato se conecta con el termostato de la casa, lo que le permite determinar si hay gente, con lo cual activa un ciclo de lavado ecológico de mayor duración que ahorra energía. Otro producto destacado fue el iKettle, una cafetera eléctrica que envía push notifications a los smartphones de sus usuarios para avisarles que el café está listo. First Alert es otro dispositivo que promete mejorar las condiciones del hogar. Este termostato, el cual se maneja desde una pequeña pantalla táctil, se conecta a Internet y descarga el pronóstico del tiempo para los próximos días, lo que le permite planificar mejor la climatización del hogar. Al mismo tiempo, el sistema permite incorporar sensores de humo y humedad, y hasta tags para las mascotas, que permiten verificar en todo momento desde una aplicación móvil que todo en casa esté bien, y que el perro y el gato no se hayan escapado. Pero este es sólo el comienzo. La feria del año pasado fue el escenario elegido para presentar cocinas inteligentes, que verifican las recetas de la comida en preparación en Internet para ajustar la temperatura y los tiempos de cocción, aplicaciones que permiten manejar la luz y la ambientación en todo momento, dispositivos que monitorean el estado de las plantas en una maceta o un jardín y le avisan a sus propietarios cuando es momento de regarlas, o lo hacen automáticamente, y una amplia gama de dispositivos vinculados con la seguridad, sobre los que profundizaremos en pocos días.

Muchos de estos aparatos todavía no salieron al mercado, o fueron lanzados recientemente, por lo que su tasa de adopción todavía es marginal. Aunque seguramente sus funciones irán mutando de “novedad” a estándar durante los próximos años, hasta que estas características sean corrientes en gran parte de nuestros hogares.

 

Los servicios públicos

Otra área que está experimentando una revolución gracias a la posibilidad de establecer conexiones M2M son los servicios públicos. Si bien esta tendencia recién comienza a observarse, se trata de un fenómeno que seguramente redefinirá la forma en la que pagamos por la electricidad, el agua y el gas durante los próximos años.  

Utilizando sensores conectados a una computadora central, o a distintos nodos dentro de una red, es posible informar el consumo de los distintos servicios de cada hogar en tiempo real a cada compañía. De esta formas, las empresas eléctricas y de gas pueden optimizar la distribución, y prevenir bajones de tensión e interrupciones en el servicio de manera más eficiente. Al mismo tiempo, esto permite bajar costos enviando la energía necesaria al lugar necesario, y hasta hacer un mejor balance mensual del consumo de cada usuario y, así, cobrar el servicio de manera más precisa.

Algunas regiones, como la Isla de Wight en el Reino Unido ya están desarrollando redes inteligentes de electricidad que no solamente obtienen datos y estadísticas en tiempo real, sino que administran de manera dinámica la distribución de acuerdo a parámetros como el consumo, y la energía generada por distintas centrales, muchas de ellas solares, de forma tal de maximizar el uso de energías limpias y de disminuir al mínimo los costos. Esto solo es posible gracias a la existencia de sensores y nodos de computadoras instalados a lo largo de la red, los cuales se conectan y comunican de manera automática a través de Internet y conexiones móviles.

Lo más impresionante de esta red es, sin embargo, la posibilidad que están explorando los vecinos de la isla de conectar todos sus dispositivos a la red, permitiendo que la compañía eléctrica tenga acceso a ellos y pueda encenderlos, apagarlos, o bajarles la potencia durante los picos de demanda. Esto, que puede sonar invasivo, ayudaría a reducir hasta un 25% el consumo energético, y a bajar sustancialmente la factura de los usuarios, la cual en países como el Reino Unido puede ser elevada.

 

Ciudades Inteligentes

Otros servicios públicos que se pueden beneficiar con la Internet de las Cosas y la expansión de las conexiones M2M son los servicios de estacionamiento medido, los cuales en muchas ciudades comienzan a relevar en tiempo real la disponibilidad de espacios, y hasta a comunicarlos a través de aplicaciones móviles a los conductores, quienes así pueden encontrar lugares más rápido, y hasta pagar desde el móvil sin necesidad de buscar un parquímetro. Y este es sólo el principio.

Con automóviles cada vez más inteligentes y capaces de guiar al conductor a través de los caminos menos congestionados y hasta de pedir auxilio de manera autónoma en caso de un siniestro o de una rotura, las conexiones móviles resultan cada vez más útiles para ayudar a prevenir largas colas y embotellamientos, y hasta accidentes de tránsito.

Las conexiones M2M y, con ellas la Internet de las Cosas, fueron una predicción futurista que por décadas se veían venir, pero que nunca terminaban de materializarse. La rápida expansión de las redes móviles y las grandes oportunidades de negocio surgidas a través de las mismas, han hecho que, finalmente, estas empiecen a volverse realidad y que el presente comience a parecerse más a un futuro que, de pronto, ya no se ve tan distante.

DIEZ TENDENCIAS MÓVILES PARA TENER EN CUENTA EN 2016

Pocas industrias son tan dinámicas como la móvil. En unos pocos años, este sector logró posicionarse como la principal fuente de tráfico, y también de ingresos, para los sitios de noticias, de comercio electrónico, de servicios financieros, y para todo tipo de aplicaciones y servicios de lo más variados. Es por eso que ante la llegada de 2016 resulta prudente observar las principales tendencias vinculadas con los negocios móviles, y anticiparnos a lo que pueda ocurrir durante el correr del año.

 

El móvil es el corazón del negocio

Sea cual sea la vertical en la que se desarrolla un negocio vinculado con Internet en 2016 lo más probable es que su principal foco sea móvil. A diferencia de lo que ocurría hasta hace pocos años, el móvil ha dejado de ser un accesorio para convertirse en el centro del negocio. Y es que la mayoría de los usuarios, y una porción cada vez más importante de la facturación ya proviene de este ecosistema.

Es por eso que esta tecnología, y las características que la diferencian de otras, estarán bien presentes para todo tipo de compañías a la hora de hacer sus planes para el nuevo año.

Internet pasa más por el móvil que por otras plataformas

Aunque al pensar en Internet la primera imagen que se nos suele venir a la mente es la de una computadora de escritorio, hoy la red de redes pasa fundamentalmente por el móvil. Hoy en nuestro país las conexiones de banda ancha móviles cuadruplican a las fijas, y algo similar – aunque a veces en otras proporciones – sucede en el resto de la región. Esto significa que más usuarios acceden a Internet a través de sus celulares y tabletas, que a través de una computadora o una notebook.

Más allá del cambio social que esto implica, a partir del mayor acceso a la información y todo tipo de servicios por cada vez más gente, una Internet fundamentalmente móvil implica un cambio de mentalidad por parte de los desarrolladores y las empresas web. En un estudio reciente realizado por Vrainz sobre los sitios de E-commerce argentinos, descubrimos la falta de adaptación a este ecosistema existente entre las tiendas online de nuestro país. Esto se repite en otros sectores.

Un mundo en el que la mayor parte de los accesos a la red se dan a través de celulares y tablets, requiere que, para sobrevivir, los negocios online – y muchas veces también aquellos cuyo núcleo no pasa por Internet – se adapten a esta nueva realidad, y ofrezcan una buena experiencia adaptada a todos los dispositivos.

 

Los fabricantes se independizan de Android

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Esta es una tendencia que comenzó a observarse muy tímidamente hace varios años, pero que lentamente comienza a despegar. Si bien Android es, y seguirá siendo – al menos por algún tiempo – el ecosistema móvil más popular, cada vez más fabricantes comienzan a buscar alternativas propias. El caso más paradigmático es Samsung, compañía que ya ha lanzado varios smartphones equipados con Tizen, su propio sistema operativo, con un nivel de aceptación importante en mercados como el indio.

De esta forma las marcas buscan tener un mayor control sobre la experiencia del usuario, y sobre todo participar de la venta de aplicaciones y publicidad online, y de otros servicios que generan millones en facturación para Google, y de los estas empresas se están quedando afuera.

 

Facebook se volverá 99% móvil

En relación al punto anterior, si bien no abandonará del todo a su versión de escritorio, Facebook se convertirá en un producto primordialmente móvil. Como ya lo hemos visto, la empresa de Mark Zuckerberg ya posee más usuarios exclusivamente móviles que de ningún otro tipo, recibe el 78% de su facturación de esta plataforma, y está desarrollando cada vez más funciones orientadas a sus aplicaciones.

Al mismo tiempo, las redes sociales emergentes, y populares en ciertos nichos – como SnapChat, por ejemplo – nacerán y se desarrollarán en un ecosistema primordialmente móvil. Esto refleja el creciente uso que los teléfonos y tabletas están teniendo como medios sociales, de esparcimiento y, por supuesto, de comunicación (lo cual fue su propósito desde un primer momento).

 

Una nueva experiencia de búsqueda

Así como en las computadoras de escritorio, en el móvil Google (y en menor medida Bing) siguen siendo la puerta de entrada a la hora de descubrir contenido. Sin embargo, es posible que la experiencia en estos buscadores comience a ser un poco diferente a la que se obtiene en una PC o Mac. Y es que Google ya ha comenzado a ofrecer integración en sus resultados con distintas aplicaciones, permitiendo que el usuario encuentre y descargue directamente una App, o que busque contenido dentro de las mismas y acceda a ellas desde los resultados de búsqueda.

Al mismo tiempo, teniendo en cuenta el éxito que la publicidad en video está experimentando en las versiones móviles de Facebook y Twitter, no sería de extrañar que el buscador incorpore esta característica y comience a ofrecer también este tipo de avisos.

 

Vamos a hablar más con nuestros teléfonos

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Una de las grandes tendencias que veremos crecer en 2016 es la de hablar con nuestros teléfonos.  No hablamos, por supuesto, de utilizar el celular para hacer llamados, sino que interactuar con el dispositivo a través de una interfaz vocal. Sistemas como Google Now, Siri y Cortana son cada vez más avanzados y más utilizados por los usuarios para manejar distintas funciones de los dispositivos, pero especialmente para realizar búsquedas, obtener información, y hasta para hacer compras por Internet.

Para 2016 podemos esperar que estos servicios continúen evolucionando, y que muchos de ellos, como Cortana – desarrollado por Microsoft para su Windows Phone – y Google Now comiencen a estar disponibles en otras plataformas, haciendo sus servicios extensivos a los usuarios de todos los sistemas operativos.

Esto significa que es necesario preparar tanto aplicaciones como los sitios móviles de todo tipo de compañías y medios para volverlos compatibles con estos servicios, los cuales resultarán cada vez más relevantes para los usuarios.

 

Ya no todo pasa por las Apps

Mientras que por años vivimos una suerte de fiebre por las aplicaciones, en la que todas las marcas y compañías sentían la necesidad de contar con sus propias Apps, esto ha comenzado a pasar de moda. Hoy, con la evolución de la experiencia de navegación en el móvil, y browsers como el Chrome cada vez más poderosos, ya no es estrictamente necesario desarrollar una App.

Al mismo tiempo, los usuarios ya tienden a bajar sólo aquellas aplicaciones que sienten que se justifica tener preinstaladas y, para acceder a otro tipo de contenidos y servicios, utilizan el navegador. Así, en 2016 será importante evaluar cómo perciben los usuarios a cada producto y decidir, en base a eso, si apostar por una App, o trabajar en la experiencia en el navegador.

 

La mensajería se expande con nuevos servicios

Una de las grandes tendencias del año, la cual veremos en profundidad en algunas semanas, tiene que ver con el uso cada vez más versátil de los servicios de mensajería como el SMS, WhatsApp, Telegram, y otras aplicaciones.

Si bien éstas nacieron con la intención de comunicar a dos o más usuarios, hoy se están convirtiendo en plataformas de desarrollo en si mismas, en las que distintos servicios han comenzado a montarse. Así, han comenzado a surgir servicios de venta y entrega de bienes de todo tipo, servicios de atención al cliente, servicios de noticias, asistentes personales, agencias de viajes, y otros  productos y servicios operados directamente sobre estas plataformas, las cuáles comienzan a conformar una suerte de alternativa a la web tradicional y a las tiendas de aplicaciones.  

 

La experiencia se expande a nuevos dispositivos

La Internet of Things, es decir la conectividad a Internet de cada vez más dispositivos tan variados como heladeras, licuadoras, termostatos, cerraduras y automóviles, ha comenzado a despegar, y en 2016 promete acentuarse.

De acuerdo con GSMA este tipo de dispositivos representarán el 3% de las conexiones a nivel global el año que viene. Esto equivale a 410 millones de artefactos que no son smartphones ni tabletas conectados a Internet a través de una red móvil. De esta forma, empezaremos a observar cada vez más aplicaciones vinculadas con el manejo del hogar, y nuevos servicios de todo tipo de empresas relacionadas con esta tarea. Al mismo tiempo, las operadoras comenzarán a ofrecer planes y extensiones de los planes que ya poseen que permitirán contar con conexiones de datos para este tipo de dispositivos a bajo costo y de manera estandarizada.

 

El e-commerce se vuelve más social, y las redes sociales más comerciales

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Finalmente una tendencia que comienza a observarse cada vez en mayor profundidad tiene que ver con un proceso de desvanecimiento de las fronteras entre las tiendas online y las redes sociales. Así, muchas tiendas han comenzado a incorporar características sociales tales como la opción de compartir contenido y conectarse con otros compradores. Pero, especialmente, distintas redes sociales como Pinterest, Instagram y hasta Twitter, con sus cards, han comenzado a permitir la compra de productos directamente desde sus plataformas.

Así, las redes sociales encuentran nuevos canales de monetización, y las marcas y tiendas online nuevas formas de aumentar la conversión a ventas y de incorporar nuevos canales desde los que son capaces de llegar a cada vez más clientes.

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