En septiembre del año pasado, el plenario de las Naciones Unidas estableció una serie de 17 objetivos y 169 metas que los países miembro deberán cumplir hacia 2030 con el objetivo de lograr avances en materia de derechos humanos, y de desarrollo económico y social entre sus poblaciones. Este programa es la segunda parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un acuerdo firmado en el año 2000 por los 189 Estados miembro de la organización, con los que se proponían, entre otros objetivos, erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/Sida, garantizar la sustentabilidad del medio ambiente, y formar una asociación mundial para el desarrollo.

Si bien esos objetivos no se cumplieron en su totalidad, a la fecha ciertamente ha habido avances muy importantes, en gran parte promovidos por iniciativas como esta. Los Objetivos del desarrollo sostenible, se plantean continuar abordando estas problemáticas, con la idea de resolverlas – o, por lo menos, lograr grandes avances – durante los próximos quince años, y ampliar esta metodología de trabajo a otros temas que también requieren de una acción conjunta de los países del mundo.

A diferencia de lo que ocurría hace dieciséis años, cuando esto se planteó por primera vez, hoy existe una herramienta que tiene la capacidad de hacer una diferencia en todos y cada uno de los puntos planteados por la ONU, y colaborar tanto en los países más desarrollados, como en aquellos que cuentan con menores recursos y niveles de desarrollo, para alcanzar estos objetivos. Esa tecnología es el móvil. Y a continuación veremos cómo, de acuerdo con GSMA, la asociación que nuclea a prácticamente la totalidad de las operadoras móviles del mundo, y a las principales empresas vinculadas con esta industria – entre las que se encuentra Vrainz – el móvil puede ser una pieza fundamental para trabajar sobre cada uno de estos puntos.

Desarrollo Sustentable ONU

FIN DE LA POBREZA, EL HAMBRE Y LAS ENFERMEDADES

Dos de los 17 objetivos planteados por la ONU tienen como finalidad reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los habitantes del mundo. Estos son Terminar con la pobreza en todas sus formas; y poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible.

Si bien la pobreza extrema se ha reducido a la mitad desde 1990, 836 millones de personas en todo el mundo todavía viven en la pobreza extrema, y el 20% de quiénes viven en las regiones menos desarrolladas cuentan con menos de $1,25 dólares diarios para vivir. Hacia 2030, la ONU se propone reducir a menos de la mitad esta situación desesperante. Y aunque el objetivo puede ser ambicioso, cada punto porcentual que se reduzca esta cifra, significa que millones de personas acceden a una mejor calidad de vida.

Por si mismo, el móvil no podrá resolver esta problemática. Sin embargo, gracias a los sistemas de pago y a las billeteras móviles, que ya se utilizan en 89 países, esta tecnología está llevando sistemas financieros, y oportunidades de comercio y trabajo, a muchas de las regiones más postergadas del mundo. El caso paradigmático es M-Pesa, el sistema de pagos móviles que funciona en Kenya y que permite transferir y recibir dinero a través del envío de un SMS, y que convirtió a ese país africano en el líder mundial en pagos móviles.

Lee más sobre los pagos móviles en Kenya y sobre las aplicaciones de este sistema en América Latina haciendo click aquí.

Unas 795 millones de personas no disponen de alimentos suficientes para llevar una dieta sana en todo el mundo. Y si bien el 80% de los alimentos que se consumen en el mundo en desarrollo provienen de pequeñas granjas, éstas no son lo suficientemente eficientes para producir comida suficiente y llevarla a la mesa de todos quienes lo necesitan.

El móvil ya ha comenzado a hacer una gran diferencia en este campo. Gracias a la posibilidad de educar a los pequeños granjeros en las economías más pobres, de enviarles información relacionada con el clima, con los cultivos más adecuados para cada estación y tipo de suelo, es posible mejorar el rendimiento de las cosechas. Pero, al mismo tiempo, el móvil se ha convertido en una herramienta fundamental para comercializar los granos, permitiendo organizar pooles de venta con otros granjeros, y hasta verificando los precios en el mercado, de forma tal de poder ubicar la cosecha en el momento correcto y maximizar las ganancias. Todo esto ya está ocurriendo, y gracias a las iniciativas de distintos gobiernos, ONGs y hasta de las operadoras móviles en los países africanos, se está expandiendo y teniendo un impacto cada vez mayor en los sectores rurales de los países más postergados.

Del mismo modo, iniciativas como mNutrition, un programa que las operadoras móviles están probando en Zambia, y que permite utilizar plataformas como el SMS para enviar consejos y datos sobre alimentación sana a millones de personas con pocos conocimientos en esa materia y, de esa manera, ayudarlos a mejorar su nutrición. El programa prevé, durante su etapa inicial, salvar más de 784 vidas que, de otra forma, morirían por desnutrición y enfermedades vinculadas con esta condición.

SALUD Y BIENESTAR

Entre los Objetivos del desarrollo sostenible, dos tienen que ver con la mejora general de la salud. El primer de ellos es el de garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Si bien desde 1990 se ha reducido en 17000 muertes diarias la mortalidad infantil, y la implementación de planes masivos de vacunación han reducido la preeminencia de una gran cantidad de enfermedades, todavía queda un gran camino por recorrer, especialmente en lo que tiene que ver con la prevención del VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades infecciosas.

En este sentido el móvil puede ser una herramienta vital. De acuerdo con GSMA existen más de 1.200 iniciativas activas que están utilizando esta tecnología para llevar los sistemas de salud a las poblaciones más postergadas. Por un lado, este tipo de proyectos están ayudando a los profesionales de la salud a mapear los brotes de distintas enfermedades en los países en desarrollo, de forma tal de poder atacar los focos con mayor rapidez. Al mismo tiempo, permite que el personal de salud se mantenga en contacto permanente con médicos de distintas especialidades en todo el mundo, quienes pueden asistir con información y consejos sobre el tratamiento. Pero probablemente el mayor aporte que pueda hacer el móvil es funcionar como un sistema de alerta temprana y un canal permanente de información para las poblaciones que se encuentran en riesgo de contraer distintas enfermedades endémicas o epidémicas, que muchas veces pueden ser prevenidas tomando precauciones relativamente simples, que antes no resultaba fácil comunicar.

Pero el móvil puede resultar crucial para mejorar la salud general no solamente en los países menos desarrollados. En todo el mundo, el crecimiento de la industria de los wearables, como los fitness trackers, permitirán en los próximos años que se lleven registros pormenorizados del estado de salud de una persona a lo largo de toda su vida, permitiendo mejorar notablemente la capacidad de realizar diagnósticos, los tratamientos de enfermedades crónicas, y hasta desarrollar sistemas de alerta que ayudarán a detectar enfermedades antes de que éstas se hagan evidentes, a partir de la visualización de distintos indicadores. Del mismo modo, la información agregada del estado de salud de millones de personas permitirá que los laboratorios e investigadores cuenten con datos muy valiosos que ayudarán a desarrollar nuevos tratamientos y a comprender, de manera mucho más profunda como combatir y prevenir enfermedades.

Otro campo en el que el móvil puede colaborar en gran medida, tiene que ver con las posibilidades que tiene el móvil de ayudar a las más de 262 millones de personas que viven lejos de fuentes de agua potable a organizarse y descubrir nuevas formas de acceder a este recurso, el cual resulta fundamental para mejorar el estado general de salud de todas las poblaciones.

PROTECCIÓN Y RESTAURACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Una pieza clave para mejorar el estado general de salud de la población, y especialmente para prevenir enfermedades futuras tiene que ver con prevenir el cambio climático y mejorar el estado general del medio ambiente. En este sentido, la industria móvil está haciendo grandes avances en el desarrollo de nuevas tecnologías que permiten construir antenas e infraestructura con materiales no contaminantes y más amigables con el medio ambiente, así como en el despliegue de fuentes de energía renovable, como solar y eólica, para alimentar a este tipo de estaciones. Esto, además de reducir consistentemente la generación de emisiones producto del consumo de electricidad de las redes principales, permite ampliar las redes móviles a zonas rurales o alejadas de los centros urbanos y de las redes eléctricas. Hoy ya son más de 643 millones personas que no poseen servicio eléctrico pero que, gracias a este tipo de tecnologías, cuentan con cobertura móvil, lo que les permite mantenerse conectados con el mundo, y acceder a servicios básicos a los que antes no podían recurrir.

Del mismo modo, el uso de sensores y dispositivos inalámbricos conectados a través de redes móviles, están siendo utilizados para monitorear el estado de los océanos y los stocks de pesca alrededor del mundo. Esto se enmarca en el objetivo de Conservar la sustentabilidad de los océanos, los mares, y los recursos marítimos para el desarrollo sostenible, algo que resultaría mucho más complicado si no fuera por los últimos avances en la Internet of Things, y que tanto los gobiernos como distintas ONGs e iniciativas privadas están desplegando con este fin. Del mismo modo, este tipo de dispositivos se están utilizando activamente para combatir la deforestación, y la desertificación producto de la agricultura descontrolada y llevada adelante por métodos poco sostenibles.

No existe otra industria que, como el móvil, pueda tener un rol tan abarcativo en el desarrollo de iniciativas tendientes a cumplir con los objetivos que los líderes mundiales se han propuesto para mejorar la calidad de vida de prácticamente la totalidad de la humanidad hacia 2030. Existen otros espacios, que aún no hemos mencionado, en los que el móvil está teniendo un rol preponderante, tal como la mejora sostenida de la educación, la promoción de la igualdad de género y de las oportunidades para las mujeres y las minorías, y la promoción de la paz y la justicia. El mundo está haciendo grandes transformaciones que permitirán que todos vivamos mejor y en sociedades más desarrolladas. Y la conectividad, garantizada por los sectores vinculados con la industria móvil, están haciendo un gran aporte para lograr estos objetivos. Y esto, que recién está comenzando, seguramente se incrementará durante los próximos 15 años.