La salud móvil,  eHealth, o M-health por sus nombres en inglés, es uno de los sectores que más potencial presentan para los próximos años. Se trata de productos y servicios que utilizan la infraestructura y las posibilidades de conectividad permanente que ofrece el móvil para generar cambios en la salud tanto de los individuos como de las comunidades. Y es que gracias al móvil, ahora es posible tomar un gran número de mediciones en tiempo real y obtener estadísticas que permiten llevar adelante un estilo de vida más sano, pero a la vez realizar mejores diagnósticos, recabar grandes cantidades de información de poblaciones sanas o enfermas con algún tipo de condición crónica, y hasta mantener informado al médico de determinados pacientes en tiempo real. Y este es sólo el comienzo. El móvil tiene el potencial de ser tan revolucionario para la salud pública como, en su momento, lo fueron las cloacas y el agua corriente, y podría ser el vehículo con el cual se moverá todo el sistema de salud durante las próximas décadas. Con semejante potencial, esta temática no podía estar ausente del Mobile World Congress 2016.

Realizado durante febrero en Barcelona, el MWC es el principal evento de la industria móvil, y el foro en el que las marcas presentan sus más recientes innovaciones, pero también donde se debate el futuro de esta tecnología tanto desde el punto de vista de negocio, como técnico, y hasta regulatorio. Organizado por GSMA, la organización que nuclea a los principales actores de la industria – y de la que Vrainz forma parte – el evento puso un gran foco en el campo de la salud móvil. Hoy veremos algunos de los avances que se debatieron allí.

La revolución llega da la mano de los wereables

Los wereables, es decir los dispositivos que se llevan en el cuerpo como si se tratara de ropa o accesorios, son una de las áreas más vinculadas a la salud. Y es que gran parte de la revolución móvil llega de la mano de la medición. Hasta ahora, lo que hemos visto en este campo es el lanzamiento de dispositivos como los fabricados por Fitbit, o Jawbone, orientados principalmente al fitness, que miden el ejercicio físico, los ciclos de sueño, y el nivel de sedentarismo de sus usuarios, y los incentivan a mantener un estilo de vida más saludable. Esto, que tiene una gran relación con el cuidado de la salud en el largo plazo, es apenas el comienzo de lo que potencialmente esta tecnología puede hacer.

De acuerdo con Gartner, hacia 2018 más de dos millones de personas utilizarán este tipo de fitness trackers de manera obligatoria en sus empleos. Los mismos se usarán para medir que los trabajadores no hagan esfuerzos exagerados, y para monitorear su ritmo cardíaco y respiración cuando se trata de profesionales que realizan tareas muy exigentes o arriesgadas y, así, evitar accidentes. Y esta tendencia crecerá en el tiempo.

Es por eso que una gran cantidad de compañías presentaron innovaciones en este sentido en el MWC. Un ejemplo de ello es el AS7000, un biosensor presentado por AMS, una empresa dedicada al desarrollo de este tipo de tecnología. Este sensor es capaz de medir la dilatación y contracción de los vasos sanguíneos a partir de la luz que los atraviesa, lo que permite conocer el ritmo cardíaco promedio y sus variaciones con la misma exactitud con la que lo hacen los equipos hospitalarios. La diferencia, es que este sensor puede ser colocado en cualquier pulsera o reloj, y utilizado en cualquier contexto, algo que los equipos hoy disponibles no permiten por su tamaño y sistema de medición.

Y este es apenas un ejemplo. En pocos años será posible medir todo tipo de variables a partir de dispositivos como este, y almacenar la información en tiempo real en un dispositivo móvil o en la nube, generando enormes bancos de información acerca de cada paciente, permitiendo mejores diagnósticos, seguimientos, y hasta la realización de estudios en base a datos provenientes de millones de personas, que ayuden a detectar tendencias y la evolución de enfermedades y tratamientos.

Tal es el avance de esta tecnología que en Barcelona hasta se presentaron productos veterinarios que se valen del móvil. Un ejemplo de ello es el Fujitsu Estrus Detection System, el cual se coloca en la pata de las vacas para detectar los picos en el nivel de estrógeno de estos animales, los cuales permiten conocer sus momentos de mayor fertilidad para, así, cruzarlas con un toro y maximizar la producción en los tambos. Todo esto gracias a los wereables.

Al tratarse de un evento vinculado con la totalidad de la industria, el MWC incluyó más que la presentación de algunos nuevos dispositivos. En cambio, fue el foro donde se debatió como lidiar con estos grandes volúmenes de información, y con los desafíos desde el punto de vista de la conectividad que plantean estas nuevas tecnologías.

El Smartphone como objeto de medición

Incluso sin utilizar wearables, los smartphones se están convirtiendo en verdaderos aparatos de medición, capaces de detectar enfermedades y realizar análisis en pocos minutos. Más allá de la conveniencia de contar con un laboratorio portátil, que remite al clásico tricorder de Viaje a las Estrellas, este tipo de funcionalidades pueden ser clave para extender la medicina a zonas rurales y desarrollar diagnósticos rápidos que permitan aplicar tratamientos sin la necesidad de trasladar al paciente o las muestras a un centro de salud a cientos de kilómetros.

Foto: Samiksha Nayak, Columbia Engineering

Foto: Samiksha Nayak, Columbia Engineering

Un ejemplo de este tipo de tecnología es un dongle, es decir un dispositivo que se conecta a los teléfonos inteligentes, desarrollado por ingenieros de la Universidad de Columbia que cuenta con un sensor que permite analizar muestras de una gota de sangre y en quince minutos detectar la presencia del virus del HIV y de las bacterias de Sífilis. Un dispositivo similar también fue capaz de detectar la presencia del virus del Ebola incluso antes de que los pacientes manifestaran síntomas. No es necesario mencionar lo importantes que resultan este tipo de innovaciones para tratar brotes infecciosos en países emergentes, pero también para mejorar el trabajo de los médicos rurales que, muchas veces, visitan comunidades aisladas de manera muy esporádica y no cuentan con las herramientas necesarias para diganósticar.

Combinadas con la conectividad del móvil este tipo de herramientas – entre las que también se desarrollaron dispositivos y aplicaciones capaces de detectar apnea, hacer análisis de orina, y hasta hacer una medición general de los signos vitales – permiten transmitir la información y recibir segundas opiniones de centros de salud en cualquier parte del mundo en cuestión de segundos.

El móvil como medio de optimización del sistema de salud

Aunque pueda parecer evidente, el móvil representó un enorme paso adelanto para los sistemas de salud. Pequeñas innovaciones como la asignación y confirmación de turnos a través del SMS en el sistema de salud británico (el UK National Health Service) le permitieron al sistema volverse más eficiente y ahorrar dinero y tiempo tanto de los pacientes como de los prestadores.

Pero el potencial de la tecnología móvil es mucho mayor en países subdesarrollados. En Filipinas, por ejemplo, donde en muchas provincias hay un promedio de 1 cama en hospitales y centros de salud por cada 1.000 habitantes (contra 3 en promedio a nivel mundial, 4,7 en nuestro país, y 8 en Alemania), se está llevando adelante un programa que utiliza las distintas potencialidades del móvil para mejorar el estado de salud general de la población.

Uno de estos programas, por ejemplo, incluye el traslado de tablets y smartphones a las casas de las mujeres embarazadas, y utilizar contenido multimedia como videos y aplicaciones gráficas para explicarles acerca de los cuidados que deben tener, y cómo prevenir los problemas más frecuentes en el parto y la crianza de los niños. Al mismo tiempo, las mujeres utilizan estos dispositivos para un seguimiento de su estado y reportar si tienen alguna complicación. La información suministrada es sumada a una base de datos y monitoreada por médicos que, a su vez, le envían información a la madre, o toman las medidas necesarias para ayudar a la madre. La mortalidad materna e infantil es una de las grandes problemáticas del país asiático, el cual por su complicada geografía (que incluye montañas, selva, y un archipiélago formado por miles de islas) dificulta el acceso de los profesionales a la población, y de ésta a los centros de salud.

Las posibilidades ofrecidas por el móvil son vastas, y es que tanto desde la enorme versatilidad que tienen los smartphones y las tablets para incorporar tecnologías y plugins que les permiten convertirse en dispositivos de diagnóstico y tratamiento; la posibilidad de acumular información sobre el estado de los pacientes en el corto y largo plazo; y hasta el mero hecho de acercar información y permitir el contacto en tiempo real con profesionales, resultan avances fundamentales que están empezando a transformar para siempre la forma en la que prevenimos, detectamos, y tratamos las enfermedades. Como cada año, el Mobile World Congress fue el foro donde se discutieron estas innovaciones y donde empresas, gobiernos y organizaciones trabajaron en conjunto para seguir llevándolas adelante.