La crisis energética y la tarifa de los servicios públicos son dos de los temas más discutidos en la actualidad argentina. La actualización del precio al consumidor de servicios como el gas y la electricidad, así como las dificultades del sistema para generar la energía necesaria para los usuarios residenciales e industriales es uno de los grandes desafíos que nuestro país debe superar durante los próximos años. Y si bien se trata de un problema complejo, con una enorme cantidad de aristas, existe una tecnología cuya implementación puede ayudar a los usuarios a ahorrar, y a las redes energéticas a volverse más eficientes. Esta tecnología es el móvil.

Si bien puede parecer una idea futurista, una gran cantidad de países alrededor del mundo están desarrollando redes energéticas inteligentes en la que, gracias a medidores de última generación, las empresas pueden llevar adelante una medición en tiempo real del consumo de sus usuarios, registrar cortes e interrupciones de servicio, ajustar la generación en las plantas de energía para evitar el desperdicio de energía, y ofrecer tarifas diferenciadas en distintos horarios en base a la demanda. Para los usuarios, esta tecnología permite hacer un seguimiento en tiempo real del consumo y predecir el costo de la factura cada mes, de forma tal de adecuarse y evitar sorpresas desagradables. Y aunque esto pueda parecer un sistema estrictamente vinculado a la red eléctrica, países como Brasil han comenzado a desarrollar sus Smart Grids (tal es el nombre de este tipo de tendidos) utilizando tecnología inalámbrica, y gracias a la colaboración de las compañías eléctricas con las operadoras móviles locales.

EL MÓVIL: UNA PIEZA CLAVE PARA GENERAR REDES ELÉCTRICAS INTELIGENTES

Brasil es el país de la región con el tendido eléctrico más extendido. En 2015, el 99% de las regiones urbanas y rurales del país se encontraban conectadas a la red, y recibían electricidad. Sin embargo, en algunos Estados remotos, fundamentalmente en el norte y el nordeste, la distribución es altamente ineficiente, y las empresas distribuidoras registran pérdidas promedio del 20% producto del robo de energía, el vandalismo, y por las dificultades que presenta realizar una facturación correcta. Este último problema se debe al simple hecho de que con la tecnología de medición tradicional, un empleado de la compañía eléctrica debe pasar cada mes por cada hogar, oficina o industria y verificar manualmente el consumo, para luego elevar un reporte a la empresa, para realizar la facturación. En un país de las dimensiones de Brasil esto lógicamente resulta difícil, por lo que muchas veces esas mediciones no se realizan y se estima el consumo, resultando en pérdidas o sobrefacturación que perjudica al usuario.

En este contexto, y a partir de los elevados costos que Brasil – así como otros países en la región – enfrenta para producir electricidad, llevó a que Eletrobras, la principal generadora y distribuidora eléctrica del país, comenzara a plantear un esquema de tendido inteligente. Para desarrollarlo optó por conectar las distintas instancias del sistema a través de conexiones móviles M2M (machine to machine, es decir, en la que dos computadoras se conectan entre sí a través de Internet utilizando conexiones móviles) a través de la red GSM y LTE de Vivo, la operadora local de Telefónica.

El móvil no es la única alternativa para crear una red eléctrica inteligente. En algunos países del mundo, las empresas proveedoras de servicios públicos utilizan sus propios cableados para transportar la información. Sin embargo, esas redes están optimizadas para llevar electricidad, no datos, y suelen sufrir interferencias. Al mismo tiempo, cuando la infraestructura no está en perfecto estado, y cuando las distancias son tan grandes como en Brasil o nuestro país, las conexiones móviles resultan notablemente más eficientes.

A través de una conexión móvil, cada medidor se conecta con una computadora central, y envía una actualización de consumo en un intervalo regular, que suele ser de unos diez a quince minutos. De esta forma, la empresa cuenta con un detalle actualizado del consumo que realiza cada usuario. De esta forma, puede agregar los datos de todos sus consumidores y determinar cuál es la demanda energética, y si existen apagones en alguna zona, y despachar automáticamente a un equipo reparador.

Además de conectar los medidores a la central, en el sistema brasileño, se desarrolló una aplicación móvil que permite que los clientes de Eletrobras lleven registro de su consumo en tiempo real a través de sus smartphones, así como información histórica de su consumo. De esta forma se busca incentivar que las personas desarrollen hábitos que las ayuden a ahorrar energía, a partir de visualizar el impacto real que el uso de los diferentes aparatos eléctricos tiene en su consumo. Al mismo tiempo, esta app sirve como canal de comunicación directa con la compañía para realizar reclamos y consultas, y como método de recepción de la facturación.

UNA RED MÁS EFICIENTE EN EL FUTURO

En un futuro, la empresa brasileña busca expandir el alcance de la red eléctrica, incorporando más tecnologías que permitan que, por ejemplo, las centrales eléctricas adapten su generación a la demanda de la red a toda hora. Esto resulta útil porque la energía eléctrica no se almacena a gran escala, sino que la totalidad de la producción se envía a la red de manera inmediata, por lo que el excedente se desperdicia. Una red inteligente, con nodos computarizados y conectados permanentemente a la red a través de conexiones móviles, permite distribuir mejor la energía y ajustar la producción a las verdaderas necesidades de los usuarios, reduciendo costos y el impacto de la producción sobre el ambiente.

Al mismo tiempo, el poder establecer en qué momento se realizó cada consumo, las empresas pueden comenzar a cobrar tarifas diferenciadas, ofreciendo la energía a menor precio en los momentos de menor demanda, y mayores precios cuando ésta es más elevada. Distintas compañías como Tesla, están trabajando en baterías residenciales que permiten aprovechar estas diferencias para acopiar electricidad durante las horas cuándo el precio es más bajo y utilizarla en las horas de precio más elevado, de forma tal de ayudar a los usuarios a bajar los costos de sus facturas eléctricas, pero también a las empresas a reducir la demanda en horas pico, y a distribuir mejor la presión sobre sus redes a lo largo del día. De la misma forma, en mercados como el inglés, donde el servicio energético se encuentra desregulado, los medidores inteligentes permiten que los usuarios se conecten a distintos proveedores, y vayan rotando entre ellos en distintos momentos del día buscando la tarifa más baja. Esto, sin embargo, todavía está a años luz de distancia de las posibilidades que ofrece el sistema brasileño en la actualidad, aunque la intención de las autoridades es avanzar en esa dirección y, en algunas ciudades, expandirlo también a otros servicios.

Así como está teniendo un enorme impacto en otras áreas de la economía y la sociedad, el móvil también posee el potencial de ayudarnos a ser más eficientes en el consumo de energía, ahorrando dinero y reduciendo nuestra huella en el medio ambiente. Adoptar estas tecnologías representa una oportunidad invaluable para los consumidores y las empresas, quienes se pueden beneficiar con costos más bajos y nuevas posibilidades en materia de distribución, consumo, y generación eléctrica.