Argentina llegó muy tarde al 4G LTE. Y es que esta tecnología, que permite alcanzar velocidades de transferencia de datos considerablemente más rápidas que el 3G no estuvo disponible comercialmente en nuestro país hasta diciembre de 2014. Esto no fue así en el resto de la región, donde a principios de 2013 estas redes ya comenzaban a desplegarse en mercados como Brasil, Chile, Colombia y México. De acuerdo con GSMA, hacia mediados de 2014, ya existían 44 operadoras ofreciendo 4G LTE en 18 países de la región, aunque ninguna de ellas estaba en Argentina. Pero a pesar de haber llegado tarde, la adopción de este estándar en nuestro país fue tal que, en apenas un año, se ha convertido en uno de los mercados con más teléfonos capaces de aprovechar el servicio en la región, efectivamente recuperando el tiempo perdido.

La historia del 4G LTE en nuestro país estuvo repleta de convulsiones y sucesos inesperados. De hecho el lanzamiento mismo del servicio ocurrió en lo que fue una movida sorpresiva por parte de operadoras como Personal y Movistar, que habían anunciado el inicio de sus operaciones utilizando esta norma para mediados de 2015, pero que lo lanzaron de manera repentina a fines de 2014 con grandes campañas de comunicación que tomaron por sorpresa tanto a sus clientes como a sus competidores. Hasta ese momento, el despliegue de estas redes había estado frenado por cuestiones regulatorias. Y es que el Gobierno argentino había mantenido parada la licitación del espectro necesario para operar esta tecnología hasta el último trimestre de ese año cuando, según sus críticos, la necesidad de contar con fondos en dólares motivó la apertura del proceso licitatorio. Evidentemente las operadoras estaban preparadas y ya habían comenzado a invertir en la infraestructura y el despliegue de la red necesaria, y apenas se les abrió la posibilidad activaron sus antenas y comenzaron a ofrecer el servicio. Y esta inversión dio resultado.

El LTE creció de manera exponencial en toda la región. De acuerdo con 5G Americas, la organización que promueve la adopción de las nuevas tencologías de comunicación en el mundo, la cantidad de usuarios de las redes 4G creció de 13 millones a nivel regional en diciembre de 2014 a más de 54 millones en el mismo mes de 2015. Si bien esto se enmarca en un crecimiento explosivo a nivel regional, la inclusión de Argentina en el mapa ciertamente tuvo que ver. Y esto se puede observar en la enorme adopción que los smartphones capaces de conectarse a este tipo de redes tuvo en nuestro país.

Según la consultora Counterpoint, a lo largo de 2015 la cantidad de smartphones con antenas 4G LTE activos en nuestro país se multiplicó por 16. Y lo que es más increíble, los teléfonos inteligentes desplazaron casi por completo a otro tipo de equipos de telefonía móvil, concentrando el 98% de las ventas de la categoría durante el año. De esta forma la venta de smartphones creció un 232% interanual con respecto al año anterior. De todos los equipos vendidos apenas el 30% no cuentan con capacidad de conectarse a redes LTE, lo que explica en gran parte el crecimiento en la adopción de esta tecnología.

Las razones detrás de este fenómeno

De acuerdo con los analistas de Counterpoint, en gran parte este crecimiento estuvo dado por los incentivos dados por el gobierno anterior al consumo de este tipo de dispositivos. El panorama electoral, concluyen, fue un catalizador que generó programas de pagos en cuotas y la apertura a la importación de los componentes necesarios para ensamblar equipos y distribuirlos en el país. Es necesario recordar que, hasta principios de 2015, existía un faltante en algunos modelos producto de la falta de piezas para su armado en el país.

Otro factor a tener en cuenta tiene que ver con el estado de la infraestructura. La limitación en la asignación de espectro, la cual no se limitaba al 4G, sino que también a tecnologías disponibles como el 3G y el 2G, en la cual las operadoras estaban funcionando al límite de su capacidad, llevaron a que la calidad del servicio decayera. El surgimiento de nuevos servicios operó como un incentivo para muchos usuarios que vieron en la posibilidad de cambiar sus dispositivos una oportunidad para acceder a un mejor servicio.

 El crecimiento de las marcas

Dada la ausencia de equipos Apple en el mercado argentino, durante 2015 la totalidad de las ventas de smartphones en el país se vieron concentradas en dos plataformas: Android y Windows Phone. De acuerdo con Kantar Worldpanel, hacia abril del año pasado el sistema operativo de Google concentraba el 79,4% del mercado local, seguido por el de Microsoft, con el 12,9%, y por iOS con el 3,5%.

Entre los fabricantes, Samsung mantuvo su liderazgo, y logró aumentar su cuota de mercado de 34,9% en el último trimestre de 2014, a 38,3% en el mismo período en 2015. LG, por su parte, logró posicionarse como el segundo fabricante en importancia en el país, creciendo del 15,1% a fines de 2014 a 19,5% en el último trimestre de 2015. Motorola, por su parte, ocupó el tercer puesto y mantuvo su cuota de mercado, pasando del 10,4% en los últimos tres meses de 2014 al 10,6% a fines de 2015.

Venta de Smarthones en Argentina. 4Q 2014 - 4Q 2015. Fuente: Counterpoint.

Venta de Smarthones en Argentina. 4Q 2014 – 4Q 2015. Fuente: Counterpoint.

Según Counterpoint, el crecimiento de Samsung se vio apuntalado en gran parte por las ventas navideñas, período en el que la compañía lanzó varias campañas muy agresivas de descuentos, así como una renovada línea en la gama media. LG, por su parte, apostó fuerte a la gama alta, y logró posicionar con mucho éxito el G4, su flagship en ese período.

Otro factor a destacar fue el crecimiento de las marcas locales como Noblex o BGH, las cuales en conjunto han logrado cooptar casi el 10% del mercado. De la misma manera el fabricante chino Huawei, duplicó su participación del 3,3% a fines de 2014 a 6,5% en los últimos meses de 2015, convirtiéndose en un jugador de peso en el mercado argentino.

Este crecimiento sin precedentes de los smartphones y la mejora y mayor adopción en las conexiones de alta velocidad representa una gran oportunidad para los desarrolladores, los cuales cuentan con un público cada vez más amplio para distribuir sus productos. Al mismo tiempo, el apuntalamiento de Android como el sistema operativo casi universal en nuestro país, reduce los costos de desarrollo, al permitir apuntar todos los esfuerzos a una sola plataforma. Sin embargo, esto puede resultar en un arma de doble filo, puesto que la concentración convierte a la lucha por las posiciones en Google Play en un juego más descarnado y difícil de sobrellevar.