¿POR QUÉ YAHOO! CAYÓ EN DESGRACIA?

En un no tan sorpresivo anuncio, la operadora móvil Verizon – líder en el mercado estadounidense – anunció hace pocos días que acababa de adquirir el negocio operativo de Yahoo!. La operación, que se llevó a cabo por $4.800 millones de dólares, permitirá que la empresa de telecomunicaciones se haga cargo del buscador y de todos sus productos y servicios, y eventualmente los fusione con AOL, otro coloso surgido en la década de los 90 y venido a menos adquirido por la operadora en $4.400 millones de dólares a principios de 2015.

Verizon, sin embargo, no se hará de los fondos en efectivo que hoy posee Yahoo!, ni de las acciones de la exitosa filial japonesa de la empresa, Yahoo! Japan, la cual es una compañía independiente desde su concepción y tiene una participación de más del 40% en ese mercado; ni en el grupo chino Alibaba Holdings; de una gran cantidad de patentes en manos de la compañía, ni de otras inversiones realizadas por la misma durante los últimos años. Todo esto continuará en manos de Yahoo!, que cambiará de nombre y seguirá operando como un fondo de inversión independiente en el mercado de valores. Y es que la marca quedará en manos de los nuevos dueños.

El objetivo de Verizon es ampliar su cartera de productos en el mercado de los contenidos y la publicidad online y móvil, donde ya comenzaba a instalarse como uno de los líderes en varios mercados de la mano de AOL, gracias a la cual opera compañías como el Huffington Post, Engadget, TechCrunch, y la plataforma de publicidad programática ONE. Con Yahoo! incorporará distintos servicios que le permitirán robustecer su cartera de productos, incorporar a millones de nuevos usuarios, sumar a la red social tumblr, y los servicios de publicidad que opera la compañía. De esta manera la operadora busca aumentar su peso en estos negocios y expandir su participación más allá de la oferta de servicios móviles, un mercado que en su país de origen ya se encuentra saturado, y que la empresa no podrá expandir a partir de adquisiciones, opción que ya ha sido bloqueada por las autoridades en varias oportunidades y que, incluso, ha impedido que sus competidores se fusionen entre sí.

El monto por el que se realizó la compra de Yahoo!, que hoy parece haber salvado a la compañía de una caída que casi inexorablemente la llevaría a su desaparición, habría resultado impensable hace apenas unos años. Y es que en el 2000 Yahoo! llegó a convertirse en una de las empresas más valiosas del mundo, cuando alcanzó una capitalización de $128 mil millones de dólares, más del doble que Disney en ese mismo período. En ese momento el buscador era la marca más reconocida en Internet, y gracias a sus más de 190 millones de visitantes únicos mensuales, facturaba más de $1.000 millones de dólares al año. Estos números, que hoy pueden parecer modestos si se los compara con muchas de las empresas que dominan el negocio, resultaban verdaderamente impresionantes, sobre todo si se tiene en cuenta que, en ese entonces, Internet contaba con solamente 414,7 millones de usuarios a nivel mundial.

¿Pero qué llevó a Yahoo! de ser una de las compañías de mayor valuación en la industria tecnológica a caer en desgracia? La respuesta no se puede resumir a una sola variable, pero en gran parte tiene que ver con una falta de visión estratégica de la compañía que la llevó a no apostar por el móvil en el momento en el que los smartphones comenzaban a popularizarse, y cuando sus rivales como Google y Facebook pusieron todas sus fichas en ese naciente mercado.

EL ERROR DE YAHOO!: DARLE LA ESPALDA AL MÓVIL

Cuenta la leyenda que cuando la entonces flamante CEO Marissa Mayer se sentó en su sillón en 2012, armó una lista de las principales actividades que los usuarios realizan en sus móviles y observó que, aunque Yahoo! tenía productos en esas verticales, el tráfico móvil que éstos recibían era prácticamente inexistente. El diagnóstico estaba claro, en un mundo en el que el teléfono inteligente se estaba convirtiendo en el principal canal de acceso a la web, la compañía seguía operando un negocio casi completamente vinculado a las computadoras de escritorio. Y lo que es peor, incluso contando con productos exitosos como Yahoo! Mail y Yahoo! Finance, la compañía seguía operando bajo un modelo de negocio de principios de siglo, no muy distinto a la lógica con la que se manejaba cuando era un portal repleto de servicios.

Uno de los orígenes de este problema fue que, durante muchos años, Yahoo! se vio a si misma como una empresa de medios que creaba contenido para distintas plataformas, y la monetizaba a través de publicidad. Este modelo, que funcionaba bien mientras las computadoras eran el único medio por el que las personas accedían a la red, se volvió cada vez menos efectivo en cuanto comenzó a cambiar el paradigma. Y mientras que la calidad de los productos de la compañía no era muy diferente a la de sus competidores, la falta de una plataforma móvil desde la cual distribuirlos sin duda tuvo repercusiones. En la vereda contraria, Google y Apple aprovecharon ese tiempo para desarrollar sus propios sistemas operativos y navegadores, y otros conductos con los cuáles potenciar sus productos y atraer a nuevos usuarios y, en caso de la primera, anunciantes.

Es por eso que la primera gran decisión de Mayer fue convertir a Yahoo! en una compañía mobile-first, poniendo todas sus fichas en ese mercado. La estrategia para hacerlo, sin embargo, no sería seguir los pasos de Google, algo para lo que ya era muy tarde, sino que mejorar su cartera de aplicaciones móviles, y apuntar a generar una buena experiencia en este tipo de dispositivos. Hasta ese punto, la compañía contaba con una enorme cantidad de aplicaciones, aunque ninguna excelente. El plan de la ejecutiva consistía en enfocarse en unas pocas y hacerlas verdaderamente excelentes. Para ello, necesitaba mejorar su planta de ingenieros móviles, para lo cual invirtió más de $3.000 mil millones de dólares en adquirir una enorme cantidad de startups y nuevas compañías enfocadas en este mercado. Y si bien muchas de ellas tenían productos atractivos que comenzaban a mostrar algún tipo de tracción, en la mayoría de los casos Mayer decidió matar a los nuevos productos y utilizar a los talentosos equipos para trabajar en las apps de la compañía. Al mismo tiempo, con el objetivo de potenciar este nuevo ecosistema, la CEO adquirió tumblr, una red social con una importante base de usuarios activos. El plan era utilizar este sitio y el popular Yahoo! Mail como medios a través de los cuáles se potenciarían las otras aplicaciones de la marca. En este sentido la estrategia era parecida a la desarrollada por Facebook, empresa que en 2012 también tenía poca presencia móvil, y que trabajó fuertemente en mejorar su experiencia en sus aplicaciones, llevando a sus usuarios a esta plataforma que, en poco tiempo, se convirtió en su principal fuente de tráfico y en su principal canal de facturación. Al mismo tiempo, mediante adquisiciones de compañías inherentemente móviles como WhatsApp, Facebook logró apuntalar su liderazgo en esta área, y ubicarse en la cima tanto en el App Store como en Google Play.

Yahoo!, sin embargo, no logró hacer lo mismo. El problema fue que la empresa falló en convertir a tumblr en algo más que el servicio de blogging que siempre fue, y derivar usuarios de su servicio de webmail a otras aplicaciones. Podría decirse que la estrategia no falló del todo, puesto que el tráfico móvil de la compañía se multiplicó por tres en los últimos cuatro años. Sin embargo, esto estuvo lejos de ser suficiente para evitar su constante declive y, al final, esta adquisición.

Sólo el tiempo dirá si esta historia, que narra como una compañía que creció a fuerza de innovación y le abrió las puertas de Internet a millones de personas para caer en desgracia pocos años después en manos de nuevos innovadores, se repetirá en algún tiempo con algún otro gigante que hoy parece intocable. Le moraleja es que, en un mercado tan dinámico como el tecnológico, en el que los usuarios cambian sus hábitos muy rápidamente, nadie tiene el éxito asegurado en el largo plazo.

 

¿CUÁLES SON NUESTROS HÁBITOS A LA HORA DE USAR NUESTROS SMARTPHONES?

Es indiscutible que cada vez somos más los que usamos un smartphone. De acuerdo con eMarketer, ya existen más de 1.900 millones de teléfonos inteligentes activos en el mercado a nivel mundial, y hacia 2018, con más de 2.500 millones de unidades, éstos representarán más del 50% del total de los celulares activos. En Argentina, la cosa es todavía más impresionante. Y es que, con más de 11 millones de smartphones activos hacia junio de 2015, el país ya cuenta con una penetración de este tipo de dispositivos superior al 43,5%, y según GSMA hacia 2020, este número será de más del 72%, poniendo a nuestro país al tope de los rankings a nivel regional – junto con Venezuela – en términos de adopción de esta tecnología. Pero si bien cada vez existen más teléfonos inteligentes activos, que consumen cada vez más datos y utilizan más aplicaciones, el uso que cada usuario hace de ellos es bastante distinto.

Un estudio realizado por la consultora ComScore a lo largo de 2015 acerca de los hábitos de los usuarios de smartphones echa luz sobre estas cuestiones. A continuación observaremos algunos de sus resultados más interesantes.

 

LA EDAD INFLUYE EN LA MANERA EN LA QUE DESCUBRIMOS NUEVAS APLICACIONES

De acuerdo con ComScore, las tiendas de aplicaciones no son, necesariamente, el único método utilizado por los usuarios para descubrir nuevas aplicaciones. Otros canales, como las redes sociales, los sitios de noticias y reseñas tecnológicas, los medios tradicionales, la publicidad online, y hasta la publicidad en vía pública, son ampliamente influyentes a la hora de motivar a las personas a probar nuevas apps y herramientas. Esto especialmente cierto entre los millenials, el grupo que hoy tiene entre 22 y 35 años, y entre la generación Z, es decir quienes tienen menos de 22 años. Estos grupos han demostrado ser más receptivos a todo tipo de publicidad y recomendaciones, lo que lo hace especialmente atractivo a la hora de llevar adelante campañas de marketing y comunicación de este tipo de productos.

Sin embargo, el campo de búsqueda en las tiendas de aplicaciones sigue siendo el principal método de descubrimiento, seguido por la recomendación de familiares y amigos, y en tercer lugar por el ranking de descarga en esas mismas tiendas. Esa es una realidad que se replica en todos los grupos etarios, aunque en distinta proporción.

 

LOS USUARIOS COLOCAN LAS APPS QUE MÁS UTILIZAN EN LA PANTALLA PRINCIPAL

Esto, que puede parecer una obviedad, está ahora confirmado. El 73% de los usuarios mantienen la aplicación que más utilizan en la pantalla principal, de forma tal de poder acceder a ella de manera más veloz. Al mismo tiempo, la presencia de una app en esa pantalla potencia su uso, por lo que lograr ocupar esa posición resulta de gran importancia. El segundo lugar favorito para colocar las aplicaciones más utilizadas es la pantalla secundaria, o el segundo escritorio, al que se accede desplazando la pantalla hacia la izquierda; el tercero el menú de aplicaciones, y recién el cuarto (elegido por apenas el 6% de los usuarios), una carpeta en la pantalla principal.

Sin embargo, el uso frecuente no es el único motivo por el cual los usuarios colocan el acceso a una aplicación en su pantalla principal. Si bien esta es la motivación principal para el 46% de los usuarios, para el 32% tiene que ver con que se trata de aplicaciones a las que, cuando las necesitan, prefieren acceder de manera veloz, independientemente de la intensidad del uso que le den. Para el 21%, la motivación pasa porque es una aplicación que les resulta interesante, y para el 11% porque queda bien en esa pantalla, principalmente por el diseño del logo. Eso significa que un buen logo puede potenciar el uso y preeminencia de una aplicación en el teléfono de los usuarios.

Finalmente, es destacable que el 21% de los usuarios confiesa nunca haber movido un ícono de la pantalla principal, lo que significa que el bloatware y las apps preinstaladas en los smartphones tienen una buena chance de permanecer en la pantalla principal, y eventualmente de ser utilizadas por ese motivo.

 

UNA SOLA APP SE LLEVA LA MAYOR PARTE DEL USO

A pesar de que el usuario promedio utiliza unas 25 aplicaciones móviles por mes, éste utiliza apenas tres aplicaciones el 80% del tiempo. Y lo que es más llamativo, el 50% de su tiempo se concentra en una sola app. Entre los usuarios de tablets esto se encuentra todavía más marcado, y una sola aplicación se lleva el 59% del tiempo del usuario. Lógicamente, de qué aplicación se trata variará de usuario a usuario, pero si el objetivo de una app es retener al usuario y generar un alto nivel de engagement, la estrategia deberá apuntar a convertirse en una de las tres más utilizadas por quienes la descargaron. De otra forma, probablemente será perdida de vista rápidamente.

De todas formas, algunas categorías tienen tasas de uso mayor, y por períodos más prolongados de tiempo. Éstas son, en primer lugar, las redes sociales, en segundo lugar las que permiten escuchar radio, en tercer lugar los juegos, cuarto las apps multimedia, quinto los mensajeros instantáneos, y sexto las vinculadas con la música.

 

EL TAMAÑO DE NUESTRAS MANOS INCIDE EN LA FORMA EN LA QUE ORGANIZAMOS NUESTROS SMARTPHONES

Apenas un 19% de los usuarios utiliza sus smartphones con las dos manos. Aunque esta cifra varía según la edad. Así, el 9% entre los menores de 34 años interactúan de este modo con sus equipos, al igual que 15% entre los menores de 54, y el 34% de los mayores de 55 años.

Esto significa que la mayoría de los usuarios utilizan sus teléfonos inteligentes con una sola mano. Y en un tiempo en el que las pantallas son cada vez más grandes, esto significa que no todo el celular es igualmente accesible. Es por eso que el 60% de los usuarios han manifestado que tienden a colocar los íconos de las apps que más utilizan en lugares donde resulta fácil llegar con el pulgar. Entre los mayores de 55 años está costumbre está un poco menos arraigada, y apenas el 51% tiene esta conducta. Esto puede deberse, en parte, a la menor experiencia y la mayor inseguridad que este segmento demográfico demuestra en el manejo de estos equipos.

 

SOLAMENTE EL 33% DE LOS USUARIOS SON MUY RECEPTIVOS A LAS NOTIFICACIONES

Existen aplicaciones donde el uso de notificaciones resulta esencial. Se trata de mensajeros como WhatsApp o Facebook Messenger, y de clientes de Email como Gmail o Outlook. Sin embargo, éstas no son las únicas apps que se valen de esta tecnología para informar al usuario y mantenerlo activo. Todo tipo de aplicaciones han comenzado a utilizar notificaciones para activar a sus usuarios, o mantener alto el engagement. Esto puede observarse tanto en apps de e-commerce, que envían push notifications para avisar sobre ofertas y promociones, como en aplicaciones de noticias, que avisan cuando ocurre algún evento importante, entre muchas otras. Esto, sin embargo, puede salir mal.

De acuerdo con ComScore, solamente el 11% de los usuarios aceptan siempre el pedido de las aplicaciones de enviarles notificaciones. Otro 22% lo hace a menudo, el 36% a veces, el 22% casi nunca, y el 9% absolutamente nunca. Esto demuestra que, si bien es una herramienta válida que puede dar resultados, las notificaciones deben ser tomadas con pinzas, ya que su abuso puede enajenar a gran parte de los usuarios y llevar, incluso, a que éstos desinstalen una app, logrando el efecto contrario al buscado.

EL 42% DE LOS USUARIOS ACEPTAN COMPARTIR SU INFORMACIÓN GEOGRÁFICA

Otra característica cada vez más requerida por distintas aplicaciones tiene que ver con el uso de la ubicación geográfica del usuario para mejorar su experiencia u ofrecer información y contenidos más adecuados. En este caso, los usuarios han demostrado ser menos reacios a compartir estos datos que a recibir notificaciones. Esto puede observarse en que un 13% se mostró muy cómodo con permitir que las aplicaciones vean su ubicación, un 29% bastante cómodo, un 28% ni cómodo ni incomodo, un 19% un poco incómodo, y un 12% totalmente incómodo.

El motivo por el que el 31% no expresa sentirse tan cómodo, sin embargo, puede tener más que ver con lo intrusivas que pueden ponerse algunas aplicaciones, que con una preocupación genuina por su privacidad.

El uso de smartphones es cada vez más frecuente, y las variables que hacen que los utilicemos de una u otra forma son muchas. Estudiar el comportamiento del usuario en relación con sus dispositivos es una buena manera de desarrollar aplicaciones que ofrezcan no sólo buenas soluciones a sus problemas, sino que se adapten a sus hábitos y preferencias y, así, maximicen las probabilidades de ser utilizadas con regularidad. Al mismo tiempo, esto permitirá comunicarlas mejor, y volver más eficiente loa procesos de adquisición y retención de usuarios.

EL SECRETO DETRÁS DE (MUCHAS) DE LAS NUEVAS MARCAS DE SMARTPHONES

Si elegir un smartphone antes era difícil, ahora puede parecer imposible. Y es que desde que los principales fabricantes comenzaron a lanzar distintas líneas y gamas de producto, encontrar el teléfono perfecto para nuestras necesidades se ha vuelto una tarea verdaderamente titánica. ¿Necesitamos un flagship con todas las últimas especificaciones, o ese equipo de gama media que tanto promocionan nos alcanza? ¿Compramos un dispositivo de una marca líder, o las segundas marcas ofrecen lo mismo a menor precio? Este tipo de dudas, cada vez más frecuentes en la mente de millones de consumidores, se han exacerbado durante los últimos años a partir del lanzamiento de decenas de nuevos productos en el mercado. Productos que no pertenecen a las marcas tradicionales como Apple, Samsung, LG o Motorola, sino que a nuevos fabricantes, o a compañías que ya operaban en el mercado de la electrónica, pero que nunca habían participado del sector de la telefonía móvil. ¿Pero cómo es posible que tantas empresas hayan surgido en simultáneo? ¿Cómo es que, de pronto, una docena de compañías decidieron invertir en investigación, desarrollo, e infraestructura para diseñar y producir tantas líneas nuevas de equipos? El secreto, es que en el mundo de los smartphones no todo es tan lineal como parece.

Existen dos tipos de nuevas marcas en el mercado. Por un lado están los fabricantes que, como Xiaomi y Micromax – de origen principalmente chino e indio – han desarrollado verdaderos procesos industriales y, luego de capturar cuotas de mercado significativas en mercados de magnitud como sus países de origen fabricando buenos equipos a precios más bajos que los de sus competidores, decidieron desembarcar en nuevos mercados emergentes para expandir sus marcas. Por otro, nos encontramos con marcas locales de electrodomésticos, nuevas marcas pequeñas, marcas propias de cadenas de supermercados, y hasta marcas reconocidas que nunca habían participado del negocio móvil y de pronto se han lanzado al mercado. En este segundo grupo es en el que nos enfocaremos hoy.

Cualquiera puede ser un fabricante

Mientras que en 2008, 2009, y los años siguientes al lanzamiento del primer iPhone, y los primeros smartphones equipados con Android, desarrollar un teléfono inteligente suponía una enorme inversión de recursos tanto económicos como humanos y técnicos. El proceso de diseñar nuevos equipos requería de enormes inversiones, realizadas generalmente a puertas cerradas por un puñado de grandes empresas con el capital suficiente – o por lo menos la credibilidad suficiente para obtener ese capital – para poder llevarlo adelante. Al mismo tiempo, la fragmentación inicial que existía en la industria, la cual se expresaba en la existencia de distintos sistemas operativos que competían por alcanzar cuotas de mercado lo suficientemente significativas como para convertirse en los ecosistemas predominantes, implicaba un nivel aún mayor de desarrollo. Así, mientras algunas marcas como Motorola, Samsung y HTC apostaban por Android, otras como Nokia lo hacían por su propio Symbian, y hasta por una alternativa como MeeGo; y HP a través de Palm trabajaba en su prometedor WebOS (hoy devenido en el sistema operativo de los televisores LG). Todas ellas con diferentes niveles de éxito, y fallando la mayoría de las veces. Hoy esto ya no es así. El mercado se ha consolidado en dos ecosistemas, y los usuarios que no compran productos Apple se han acostumbrado a recaer en Android. Y aunque existen distintos “sabores”, es decir versiones y personalizaciones, de este sistema operativo muchas veces dados por las principales fabricantes para alterar un poco la experiencia de usuario en sus dispositivos y ampliar las funcionalidades desarrolladas por Google, los mismos son cada vez más parecidos entre sí, y la experiencia más consistente. Esto ha derribado una barrera. Hoy, gracias a que los teléfonos Android se han vuelto, en gran medida, un commodity, cualquier fabricante puede instalar una versión básica de este sistema operativo en un dispositivo, y ofrecer un producto con capacidades equivalentes a uno de los desarrollados por las grandes marcas.

Otro punto de importancia tiene que ver con el hardware. El crecimiento de empresas como Qualcomm, cuya línea de procesadores Snapdragon, se ha convertido en el cerebro de la gran mayoría de los teléfonos inteligentes en el mercado, ha generado que los equipos de las distintas marcas generen resultados bastante similares en términos de potencia y capacidad. Hoy apenas Samsung se distingue usando sus propios procesadores en sus teléfonos de mayor gama. Algo similar ocurre con Apple, cuyos chips son también fabricados por la firma surcoreana. Esta estandarización de los componentes, así como el surgimiento de una industria cada vez mayor de partes genéricas como cámaras, plaquetas, memorias, pantallas, etc., ha generado que construir un smartphone no sea otra cosa que ensamblar una serie de partes disponibles en el mercado sin invertir un centavo en desarrollar tecnología propia.

Pero lo que verdaderamente ha impulsado la aparición de nuevos “fabricantes” es la existencia de mercados como el que se ha desarrollado en la ciudad china de Shenzhen, donde docenas de empresas ofrecen cientos de modelos de smartphones de marca blanca, que pueden ser customizados y fabricados a pedido para nuevas marcas, operadoras, y retailers que deseen lanzar sus líneas de móviles sin hacer la inversión de tener que desarrollarlos, fabricarlos, o ensamblarlos.

En regla general este tipo de nuevos fabricantes permiten elegir entre un catálogo de smartphones prearmados (que incluyen una determinada pantalla, procesador, memoria, sistema operativo, etc), pero que permiten una cierta personalización como agregar el logo del fabricante, y elegir entre una pequeña gama de colores. Las ordenes pueden ser tan pequeñas como 5.000 equipos, los cuales la empresa fabricará y eviará en barco hasta el puerto más conveniente para la nueva “marca”, la cual recibirá su contenedor entre uno o dos meses después y deberá encargarse de la distribución en su país de origen. Una versión algo más sofisticada de los viejos fabricantes de clones en el momento del auge de las PC de escritorio.

De acuerdo con una investigación muy completa realizada por el blog español Hipertextual en el marco del Mobile World Congress, estos equipos se le venden al fabricante por un valor de entre $25 y $150 dólares por unidad, dependiendo de su sofisticación. A esto, la nueva marca deberá sumarle costos como el flete, la distribución, el marketing, y lógicamente el mark up que pondrán los retailers.

Al mismo tiempo, estos fabricantes fantasma permiten hacer órdenes mucho más grandes, las cuales habilitarán a las marcas a realizar cambios más profundos en los equipos, incluyendo diseños propios que les permitirán ofrecer productos totalmente diferentes a los de sus competidores, o la posibilidad de incluir nuevas funcionalidades, los procesadores y chips de memoria que mejor se adapten a sus necesidades, y otros accesorios. Así, es posible montar una verdadera marca, ofrecer una cartera de productos única, y nunca invertir un centavo en investigación y desarrollo ni montar una fábrica. Y aún así ser todo un OEM.

Otras empresas como el fabricante chino ZTE son licenciatarias habituales de las grandes marcas, en nombre de las cuales diseñan y producen equipos los cuales se venden en distintos mercados. Este es el caso de, por ejemplo, Alcatel, la marca francesa (hoy en manos de la finlandesa Nokia), cuya línea de teléfonos móviles es fabricada y distribuida por esta empresa. A diferencia de otras marcas, sin embargo, Alcatel cuenta con modelos exclusivos de gran calidad y diseñados en exclusiva para la marca, algo que no sucede con gran parte de las nuevas marcas. Nokia, por su parte, estaría evaluando llevar adelante un modelo similar para lanzar sus nuevos equipos, los cuáles serían diseñados por los técnicos de la empresa, y luego licenciados a fabricantes que podrían producirlos y venderlos en distintos mercados.

Lanzar una línea de smartphones ya no resulta tan complejo, y en un contexto en el que las grandes marcas compiten por conquistar el mercado de la gama media, estos nuevos competidores no son más que un dolor de cabeza. Es por esto que marcas como Samsung, LG, Lenovo (Motorola) y otras, apuestan por el servicio de posventa y por construir grandes marcas para competir y mantener su liderazgo en un mercado que, por el propio avance de la tecnología, se encuentra cada vez más atestad

EN 2015 LA CANTIDAD DE SMARTPHONES 4G LTE EN ARGENTINA CRECIÓ EN UN 1600%

Argentina llegó muy tarde al 4G LTE. Y es que esta tecnología, que permite alcanzar velocidades de transferencia de datos considerablemente más rápidas que el 3G no estuvo disponible comercialmente en nuestro país hasta diciembre de 2014. Esto no fue así en el resto de la región, donde a principios de 2013 estas redes ya comenzaban a desplegarse en mercados como Brasil, Chile, Colombia y México. De acuerdo con GSMA, hacia mediados de 2014, ya existían 44 operadoras ofreciendo 4G LTE en 18 países de la región, aunque ninguna de ellas estaba en Argentina. Pero a pesar de haber llegado tarde, la adopción de este estándar en nuestro país fue tal que, en apenas un año, se ha convertido en uno de los mercados con más teléfonos capaces de aprovechar el servicio en la región, efectivamente recuperando el tiempo perdido.

La historia del 4G LTE en nuestro país estuvo repleta de convulsiones y sucesos inesperados. De hecho el lanzamiento mismo del servicio ocurrió en lo que fue una movida sorpresiva por parte de operadoras como Personal y Movistar, que habían anunciado el inicio de sus operaciones utilizando esta norma para mediados de 2015, pero que lo lanzaron de manera repentina a fines de 2014 con grandes campañas de comunicación que tomaron por sorpresa tanto a sus clientes como a sus competidores. Hasta ese momento, el despliegue de estas redes había estado frenado por cuestiones regulatorias. Y es que el Gobierno argentino había mantenido parada la licitación del espectro necesario para operar esta tecnología hasta el último trimestre de ese año cuando, según sus críticos, la necesidad de contar con fondos en dólares motivó la apertura del proceso licitatorio. Evidentemente las operadoras estaban preparadas y ya habían comenzado a invertir en la infraestructura y el despliegue de la red necesaria, y apenas se les abrió la posibilidad activaron sus antenas y comenzaron a ofrecer el servicio. Y esta inversión dio resultado.

El LTE creció de manera exponencial en toda la región. De acuerdo con 5G Americas, la organización que promueve la adopción de las nuevas tencologías de comunicación en el mundo, la cantidad de usuarios de las redes 4G creció de 13 millones a nivel regional en diciembre de 2014 a más de 54 millones en el mismo mes de 2015. Si bien esto se enmarca en un crecimiento explosivo a nivel regional, la inclusión de Argentina en el mapa ciertamente tuvo que ver. Y esto se puede observar en la enorme adopción que los smartphones capaces de conectarse a este tipo de redes tuvo en nuestro país.

Según la consultora Counterpoint, a lo largo de 2015 la cantidad de smartphones con antenas 4G LTE activos en nuestro país se multiplicó por 16. Y lo que es más increíble, los teléfonos inteligentes desplazaron casi por completo a otro tipo de equipos de telefonía móvil, concentrando el 98% de las ventas de la categoría durante el año. De esta forma la venta de smartphones creció un 232% interanual con respecto al año anterior. De todos los equipos vendidos apenas el 30% no cuentan con capacidad de conectarse a redes LTE, lo que explica en gran parte el crecimiento en la adopción de esta tecnología.

Las razones detrás de este fenómeno

De acuerdo con los analistas de Counterpoint, en gran parte este crecimiento estuvo dado por los incentivos dados por el gobierno anterior al consumo de este tipo de dispositivos. El panorama electoral, concluyen, fue un catalizador que generó programas de pagos en cuotas y la apertura a la importación de los componentes necesarios para ensamblar equipos y distribuirlos en el país. Es necesario recordar que, hasta principios de 2015, existía un faltante en algunos modelos producto de la falta de piezas para su armado en el país.

Otro factor a tener en cuenta tiene que ver con el estado de la infraestructura. La limitación en la asignación de espectro, la cual no se limitaba al 4G, sino que también a tecnologías disponibles como el 3G y el 2G, en la cual las operadoras estaban funcionando al límite de su capacidad, llevaron a que la calidad del servicio decayera. El surgimiento de nuevos servicios operó como un incentivo para muchos usuarios que vieron en la posibilidad de cambiar sus dispositivos una oportunidad para acceder a un mejor servicio.

 El crecimiento de las marcas

Dada la ausencia de equipos Apple en el mercado argentino, durante 2015 la totalidad de las ventas de smartphones en el país se vieron concentradas en dos plataformas: Android y Windows Phone. De acuerdo con Kantar Worldpanel, hacia abril del año pasado el sistema operativo de Google concentraba el 79,4% del mercado local, seguido por el de Microsoft, con el 12,9%, y por iOS con el 3,5%.

Entre los fabricantes, Samsung mantuvo su liderazgo, y logró aumentar su cuota de mercado de 34,9% en el último trimestre de 2014, a 38,3% en el mismo período en 2015. LG, por su parte, logró posicionarse como el segundo fabricante en importancia en el país, creciendo del 15,1% a fines de 2014 a 19,5% en el último trimestre de 2015. Motorola, por su parte, ocupó el tercer puesto y mantuvo su cuota de mercado, pasando del 10,4% en los últimos tres meses de 2014 al 10,6% a fines de 2015.

Venta de Smarthones en Argentina. 4Q 2014 - 4Q 2015. Fuente: Counterpoint.

Venta de Smarthones en Argentina. 4Q 2014 – 4Q 2015. Fuente: Counterpoint.

Según Counterpoint, el crecimiento de Samsung se vio apuntalado en gran parte por las ventas navideñas, período en el que la compañía lanzó varias campañas muy agresivas de descuentos, así como una renovada línea en la gama media. LG, por su parte, apostó fuerte a la gama alta, y logró posicionar con mucho éxito el G4, su flagship en ese período.

Otro factor a destacar fue el crecimiento de las marcas locales como Noblex o BGH, las cuales en conjunto han logrado cooptar casi el 10% del mercado. De la misma manera el fabricante chino Huawei, duplicó su participación del 3,3% a fines de 2014 a 6,5% en los últimos meses de 2015, convirtiéndose en un jugador de peso en el mercado argentino.

Este crecimiento sin precedentes de los smartphones y la mejora y mayor adopción en las conexiones de alta velocidad representa una gran oportunidad para los desarrolladores, los cuales cuentan con un público cada vez más amplio para distribuir sus productos. Al mismo tiempo, el apuntalamiento de Android como el sistema operativo casi universal en nuestro país, reduce los costos de desarrollo, al permitir apuntar todos los esfuerzos a una sola plataforma. Sin embargo, esto puede resultar en un arma de doble filo, puesto que la concentración convierte a la lucha por las posiciones en Google Play en un juego más descarnado y difícil de sobrellevar.

TRES TECNOLOGÍAS QUE PODRÍAN REDEFINIR AL SMARTPHONE TAL Y COMO LO CONOCEMOS

Aunque puedan parecer un fenómeno relativamente reciente, los smartphones en realidad existen desde hace décadas. En 1994, por ejemplo, BellSouth lanzó el Simon, un celular fabricado por IBM que contaba con una pantalla táctil y la capacidad de enviar y recibir faxes y correos electrónicos, e incluía una calculadora y servicio de pager. Con una amplia memoria de 1MB, una hora de batería y un peso 500 gramos, este dispositivo se trataba de un equipo muy adelantado a su tiempo. Pero a pesar de su precio competitivo de $899 dólares con contrato, la empresa vendió solamente 50.000 unidades y el proyecto fue un fracaso. Esto, sin embargo, no detuvo a otros fabricantes de seguir intentando.

Tres_tecnologías_que_podrían_redefinir_al_smartphone_tal_y_como_lo_conocemos_vrainz

Durante la década de los 90s existieron varios intentos de lanzar un teléfono inteligente que fuera exitoso. Y algunos gozaron de una popularidad relativa. El Nokia 9000 Communicator, por ejemplo, combinaba un PDA en forma de minicomputadora con un teléfono celular, y distintos OEMs empezaron a adoptar el Windows Mobile como sistema operativo. En 2001, el fabricante japonés Kyocera y Palm lanzaron el QCP 6035, un teléfono que a pesar de su nombre poco atractivo, combinaba todas las funciones de un PDA con las de un celular en un diseño atractivo y usable.

Un año después, la operadora estadounidense T-Mobile lanzó el Sidekick, un producto que fue un verdadero éxito. Con una pantalla a color y un teclado QWERTY, este dispositivo permitía usar mensajeros instantáneos y navegar por Internet. Además, fue el primero en ser creado con la experiencia del usuario en mente. Pero, lo más importante, es que se trató del primer teléfono orientado a los jóvenes, lo que llevó a que fuera adoptado por celebridades y se convirtiera en un verdadero ícono en su mercado de origen.

Otro hito que vale la pena rescatar es el BlackBerry. Todavía vigente —aunque cada vez menos—, este Smartphone fue lanzado en 1999 como un celular orientado al público profesional por la compañía canadiense RIM. Su éxito indiscutido tuvo que ver con que fue el primero en desarrollar una comunidad y una plataforma de aplicaciones capaz de agregar valor y de incentivar su adopción masiva.

En el camino, otras empresas como Nokia, la fabricante de smartphones más populares hasta 2007, y Motorola también hicieron historia. Ese año, sin embargo, las cosas cambiaron para siempre cuando Apple introdujo el primer iPhone. Y un año más tarde, el cambio se hizo más evidente a partir de la introducción del App Store, que le dio lugar a los teléfonos inteligentes tal y como los conocemos hoy.

Esto, sin embargo, no significa que estos dispositivos siempre vayan a ser así y, de hecho, hoy existen varias tecnologías y desarrollos que podrían cambiar nuevamente nuestra concepción sobre lo que es un smartphone. A continuación conoceremos algunas de ellas, y veremos por qué tienen un enorme potencial.

 

Teléfonos Modulares

Una de las mayores innovaciones que podrían experimentar los teléfonos inteligentes tiene que ver con la modularización de sus partes. Es decir, con la posibilidad de remover y reemplazar cada uno de los componentes de manera sencilla, así como de realizar actualizaciones en el hardware sin la necesidad de cambiar todo el dispositivo.

Concebidos hasta ahora como sistemas cerrados, en los que reemplazar una parte como consecuencia de una rotura requiere de una pieza específica y de una cierta experiencia, los smartphones de los distintos modelos compiten entre sí a partir de sus características. Así, es posible que el factor determinante a la hora de elegir un modelo por sobre el otro sea la cámara de fotos que posee, la velocidad del procesador, o el tamaño de la pantalla. Sin embargo, esto puede no ser así por mucho más tiempo.

Existen varias compañías, entre las que se destacan Google y Motorola, trabajando en distintos prototipos de celulares modulares, que permitirían que cada usuario arme el teléfono que mejor se adapte a sus necesidades. Así, una persona que quiere una cámara de buena calidad, pero no se preocupa mucho por el almacenamiento, podrá elegir el módulo de una buena cámara, y un pequeño módulo barato de memoria flash, y quien tenga prioridades distintas podrá optar por otras alternativas.

Si bien esta tecnología todavía no pasó de la etapa de prototipo, es posible que un Smartphone de estas características llegue al mercado en algún momento de 2017. Resta ver si el público lo adoptará y se convertirá en algo frecuente para todos los fabricantes, o si nadie le verá atractivo y no será más que otro proyecto trunco.

 

Vidrio irrompible

La adopción de la pantalla táctil fue, sin dudas, uno de los grandes avances que marcaron a los smartphones durante los últimos años, y la preferencia del público por pantallas cada vez más grandes trajo aparejada una consecuencia desafortunada: las roturas cada vez más frecuentes.

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Para la mayoría de los usuarios reemplazar las pantallas no resulta sencillo, y con repuestos que muchas veces no son baratos, y —por lo menos en nuestro mercado— servicios técnicos deficientes y de alto valor, esto constituye un verdadero problema. De acuerdo con Motorola, el 37% de los usuarios tienen sus pantallas rotas, lo que es un número muy elevado.

Ante esta situación, algunos fabricantes comenzaron a trabajar en posibles soluciones. Antes de la salida al mercado del iPhone 6, se rumoreaba que la pantalla elegida por Apple sería de zafiro, un material irrompible, pero esto no fue así. Sin embargo, dos años después Motorola anunció el lanzamiento del Droid Turbo 2, un teléfono que es totalmente irrompible. Viene con un chasis flexible fabricado en aluminio, y un display 4K de 5,4 pulgadas hecho de cuatro capas que reemplaza a la pantalla convencional por una pantalla AMOLED flexible, lentes también flexibles, un laminado plástico, y un protector externo. Esto hace que el dispositivo pueda resistir a virtualmente cualquier impacto sin dañarse, ni rayarse, ni quebrarse.

Si esta tecnología da buen resultado, es posible que otros fabricantes comiencen a adoptarla, y que las pantallas rotas sean, finalmente, un problema del pasado.

 

¿El adiós a las tarjetas SIM?

Finalmente, otro cambio cultural que puede verse asociado al avance de la tecnología tiene que ver con la eliminación de las tarjetas SIM. Compañeras inseparables de todo tipo de móviles —por lo menos de aquellos que operan en redes GSM y sus derivados— estos chips permiten identificar al usuario y reemplazar fácilmente el equipo, o cambiarlo de red y proveedor en apenas segundos. Esto podría terminarse pronto.

Tanto Apple como Samsung están trabajando con las principales operadoras del mundo para decirles adiós a las tarjetas SIM. En cambio, los fabricantes proponen colocar una tarjeta SIM fija en los teléfonos, la cual puede ser alterada a través de un software conocido como E-SIM, que puede registrarla en cualquier red GSM del mundo. De esta manera, los usuarios podrán cambiar de operadora simplemente eligiendo aquella a la que desean sumarse de una lista.

Si bien se trata de una tecnología prometedora, que podría resultar beneficiosa para los usuarios, ésta supondría un problema para las operadoras, que verían cómo la barrera que deben atravesar los usuarios para cambiar de red se vuelve todavía más baja. Algo que no les resulta conveniente, y que puede alterar sus niveles de retención de usuarios.

Suceda lo que suceda, todavía queda por lo menos un año antes de que esta tecnología resulte viable, aunque ya hemos visto un adelanto a través del Apple SIM incluido en los iPad Air 2 vendidos por la compañía en los Estados Unidos.

Es posible observar las tendencias y tratar de predecir qué pasará en el futuro, pero no hay que olvidar que los mayores cambios suelen darse a partir de innovaciones inesperadas, ocurridas en el momento justo. Así fue que Nokia y BlackBerry no vieron venir la amenaza que suponían el iPhone y Android; y el público no pudo apreciar las ventajas y capacidades del Simon veinte años antes de que éstas se popularizaran. Lo que es innegable es que el Smartphone del futuro será distinto a lo que hoy conocemos. Y, así como lo hicimos con estas tecnologías, no tardaremos mucho en adoptarlo y olvidarnos de que antes nos comunicábamos de maneras muy distintas.

LOS SMARTPHONES ESTÁN CAMBIANDO NUESTROS HÁBITOS A LA HORA DE VER TV

Es innegable que la televisión se encuentra en medio de una transformación. De ser el medio por excelencia, liderando nuestro consumo de contenidos, y hasta marcando el ritmo de nuestras vidas, este medio se ha convertido en un protagonista menos relevante, y le ha tenido que dejar  lugar a otras pantallas. En especial a la del Smartphone.

De acuerdo con un estudio realizado por ComScore e IMS en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, los hábitos de los latinoamericanos están cambiando, y el tiempo dedicado a mirar TV ha disminuido notoriamente. Al mismo tiempo, los contenidos digitales han ganado protagonismo. A partir de este fenómeno, también han cambiado las plataformas con las que los usuarios consumen estos contenidos, así como los lugares, momentos y formas en las que lo hacen.

A continuación exploraremos algunas tendencias en consumo de contenidos en la región que permiten observar que nuestra forma de ver TV ha cambiado, y probablemente lo seguirá haciendo durante los próximos años.

 

La TV tradicional está perdiendo su liderazgo

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Los sistemas de Video On Demand, tales como Netflix, Qubit, e incluso YouTube ya se han convertido en los principales canales de visualización de contenido audiovisual. Esto puede determinarse a partir de que el 81% de los latinoamericanos utiliza uno de estos servicios. En cambio, sólo el 70% consume televisión abierta, y un 78% televisión por cable.

Es destacable que entre los servicios de video online, el principal en la región siga siendo el uso de torrents y otros canales de descarga ilegales, los cuales son utilizados por el 46% de los usuarios. En cambio, los servicios de streaming pagos son elegidos por el 19% de las personas.

Al mismo tiempo, la cantidad de horas que los usuarios dedican a cada medio también ha variado. Mientras que la televisión se mantiene encendida un promedio de 5,4 horas por día, el uso diario de Internet del latinoamericano promedio se eleva a 10,2 horas. Esto, sin embargo, no implica que el uso que se le da a la red en esas horas sea el de la visualización de video, o que el uso de ambos medios resulte exclusivo. Después de todo, es frecuente que los usuarios consuman contenidos en dos o más pantallas de manera simultánea.

 

El Smartphone es el dispositivo preferido para ver video

El 80% de los consumidores en la región acceden al menos a parte del contenido on demand través de sus smartphones. Esto coloca a estos dispositivos en la cima de las pantallas elegidas para consumir cualquier tipo de video digital. En segundo lugar se ubican las laptops, las cuales son utilizadas para este fin por el 75% de los usuarios, y las computadoras de escritorio, por el 65%. Los televisores, utilizados solamente por el 57% de los usuarios para ver videos digitales, se ubican en cuarto lugar solo delante de las tablets, las cuales sólo son elegidas por el 49% de los latinoamericanos.

Además de ser los más elegidos, los smartphones son también utilizados por más tiempo promedio. Y es que el consumo de video en estos dispositivos promedia las 5,2 horas semanales, contra 4,9 en computadoras de escritorio, laptops, y TVs conectadas a Internet. Sin embargo, los hábitos de consumo varían según el dispositivo, y los teléfonos sólo son elegidos para ver videos cortos como clips musicales, y contenido generado por otros usuarios. Cuando se trata de ver series y películas, los latinoamericanos eligen sus computadoras y laptops.


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El contenido Premium es el más elegido

A pesar de que el contenido generado por usuarios ha despegado en popularidad, las series y películas originales, creadas por estudios y productoras, siguen siendo el contenido digital favorito de los latinoamericanos. Y es que, mientras que para el 33% las películas son sus contenidos favoritos, el 22% opta por las series, el 16% por los videos musicales, el 8% por los tutoriales, el 5% por los eventos deportivos, y el 5% por los videos de Youtubers y otros usuarios. Lógicamente, las personas no solamente consumen sus contenidos favoritos, sino que también dedican tiempo a disfrutar de otras categorías, pero esto permite observar que las preferencias por el contenido profesional no se han alterado, a pesar del cambio de hábitos y plataforma.

 

Los Smart Tvs han comenzado a ganar momentum

Aunque por muchos años parecieron una causa perdida, la popularización de los servicios de streaming y la posibilidad de utilizar sus Apps en televisores inteligentes dispararon el uso de estos dispositivos. Hoy, el 61% de los latinoamericanos consume algún tipo de contenido a través de televisores conectados a Internet, una cifra cercana al 75% que lo hace a través de la TV tradicional.

De todas formas, esto no significa que todos estos usuarios posean un televisor inteligente. Mientras que esta es la opción del 69% que miran contenidos de esta manera, el 35% optan por conectar su computadora o laptop al televisor, el 33% utiliza consolas de videojuegos, entre las que la PlayStation 3 es la más popular, el 17% utiliza reproductores Blu-Ray, y el 17% dispositivos de streaming, entre los que el Chromecast es el más popular con un 28% de adopción dentro de este segmento, seguido de cerca por el Apple TV con el 26%.

 

El video ya no se consume sólo en casa

La movilidad que ofrecen muchos de estos dispositivos, y en especial los smartphones, ha hecho que el consumo de video haya pasado de ser un hábito que antes era plenamente casero a uno totalmente móvil. Así es que, mientras el 98% de los latinoamericanos consume contenido de video en sus casas, el 36% también lo hace fuera de sus hogares, en sitios como oficinas, cafés, y otros, y el 14% lo hace en el transporte público.

Dentro de la casa el consumo también ha cambiado, ya que el 15% ha confesado que ve videos en el baño, el 58% en la cocina, y el 50% en la cama.

Esto, sin embargo, no significa que la experiencia sea netamente individual. Y es que el 50% del consumo, independientemente del dispositivo y el contexto elegidos, se hace en compañía de una o más personas. Algo similar a lo que ocurría con la TV tradicional.

Si bien la TV de aire, y también el cable, han perdido una cierta relevancia, esto no significa que el formato haya perdido intensidad o que lo estemos abandonado por otro tipo de medios. Esto se debe a que, como hemos visto, el video es cada vez más fuerte y representa una mayor porción de nuestros consumos diarios. Más allá del canal que elijamos, y de las nuevas alternativas que surjan en el futuro, todo indica que esto no cambiará, y que el entretenimiento seguirá siendo mayormente visual.

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LA GAMA MEDIA: EL NUEVO SEGMENTO CALIENTE PARA LOS FABRICANTES DE SMARTPHONES

El 2007 fue un año bisagra para la industria móvil. El lanzamiento del primer iPhone significó un antes y un después para los fabricantes, los consumidores y las operadoras móviles. Los primeros se vieron especialmente afectados, sobre todo cuando se trataba de marcas que ya habían incursionado en el terreno de los teléfonos inteligentes como Palm, Nokia y Blackberry, las cuales debieron repensar sus estrategias de producto y, en muchos casos, no sobrevivieron. Para los usuarios, por otro lado, significó cambiar por completo la naturaleza de la experiencia móvil, y el acceso a una nueva gama de servicios que antes sólo se encontraban disponibles a través de una computadora. Para las operadoras, significó el fin del monopolio sobre la comercialización de los servicios de valor agregado, dado que tanto Apple como luego Google, crearon el concepto de las tiendas de aplicaciones, las cuales permitían ampliar las capacidades de los dispositivos, y comprar contenidos digitales, todo a través de una plataforma creada por fuera de estas compañías y en las que éstas no participaban.  Desde entonces, si bien este mercado se mantuvo en evolución permanente, no experimentó otra revolución de esta naturaleza. Hasta ahora.

Y es que, luego de casi una década en la que los fabricantes se enfocaron puramente en crear flagships cada vez más sofisticados y repletos de nuevas funcionalidades, por primera vez han comenzado a cambiar el foco y a concentrarse en un nuevo segmento: los smartphones de gama media.

Como ya hemos visto en otras oportunidades el ritmo de adopción de los smartphones se está acelerando, y hacia 2020, el 68% de las conexiones a nivel regional —y más del 72% en Argentina— estarán conectados a un dispositivo de este tipo. Esta tasa de crecimiento sólo es posible porque cada vez existen más teléfonos adaptados a cada vez más segmentos de consumidores, los que, en su gran mayoría, no están dispuestos ni tienen la posibilidad de pagar el costo de adquirir un equipo de alta gama, pero tienen interés en acceder a las nuevas tecnologías, y a todos los servicios que estas posibilitan, a partir de dispositivos ofrecidos a precios accesibles.

 

Los nuevos equipos de gama media

La existencia de los equipos de gama media no es novedad. A excepción de Apple, todos los fabricantes lanzaron modelos con menor potencia y prestaciones casi desde el principio. Sin embargo, tanto la baja potencia de los primeros procesadores, como las altas exigencias de las primeras versiones de Android —el sistema operativo utilizado en casi la totalidad  de estos dispositivos— hacían que la experiencia de usuario fuera mala, o se degradara al poco tiempo, volviendo a estos teléfonos prácticamente inusables.

Sin embargo, el avance de la tecnología y el foco puesto por algunos fabricantes en cambiar esta realidad, logró alterar esta situación. La primera compañía en comprender la importancia de este mercado, y en lanzar dispositivos atractivos a precios razonables fue Motorola. Luego de ser adquirida por Google, y de lavar su imagen tras años de declive con el primer Moto X —un teléfono que, a pesar de no incorporar lo último en tecnología, lograba ofrecer muy buenos resultados y una excelente experiencia de usuario a partir de la optimización de todos los componentes— la empresa lanzó el primer Moto G en noviembre de 2013.

Este dispositivo, que ya va por su tercera generación, supo encontrar en cada oportunidad el balance justo entre tecnología y precio, ofreciendo una buena experiencia de usuario, suficiente para las necesidades del 90% de los usuarios, y evitando los problemas que plagaban a los teléfonos anteriores de esta categoría. Así se convirtió en el smartphone más vendido en la historia de Motorola, y en uno de los más exitosos en toda la industria.

 

Las apuestas de otros fabricantes

Motivados por el éxito de esta experiencia y por el enorme potencial que exhibe este mercado —integrado por millones de consumidores, tanto en mercados desarrollados como en los emergentes— otros fabricantes decidieron seguir el camino de Motorola y, a pesar de seguir apostando por la gama alta, empezar a poner el verdadero esfuerzo en desarrollar líneas de producto de gama media competitivos, capaces de correr todo tipo de aplicaciones, y disponibles a precios inferiores.

De esta manera, durante el último año, compañías como Samsung, con su flamante serie A; LG, con sus Magna, Spirit, Leon y Joy; Sony con sus líneas Xperia C y M; HTC con su Desire; Microsoft, con sus Lumia los cuales ofrecen una gran performance gracias a Windows Phone, y nuevos competidores como Xiaomi —a veces llamada la Apple china— han hecho apuestas fuertes por conquistar este segmento, ofreciendo productos cada vez mejores, a precios más bajos.

Al mismo tiempo, dado las menores exigencias en materia de inversión en desarrollo de producto y marketing, este segmento cuenta con nivel de competencia bastante más alto que la gama alta, donde sólo unas pocas compañías cuentan con el presupuesto para posicionarse. Así, estas compañías deben competir con otros fabricantes como Philips, la francesa Alcatel, y una docena de marcas provenientes de mercados emergentes como la india Micromax, las cuales fabrican equipos de distintas calidades y prestaciones a precios bajos.

Esto ha llevado a que exista un mercado cada vez más grande de dispositivos disponibles, en su versión desbloqueada, a precios que rondan los $200 dólares. Y si bien esto tiene grandes implicancias para los usuarios —quienes tienen la posibilidad de acceder a buena tecnología a precios más bajos—, esto significa también un cambio de paradigma para las operadoras.

 

¿Otro cambio de paradigma para las operadoras?

Hasta ahora las operadoras siempre han sido el principal canal de distribución y venta de nuevos equipos. Y esto tiene sentido, puesto que, gracias a los subsidios que éstas ofrecen sobre el valor final de los equipos, adquirir un celular atado a un plan, o a un contrato, resultaba una forma de acceder sin desembolsar sumas de $700 u $800 dólares. Pero con smartphones más baratos que están empujando hacia abajo incluso el precio de los flagships, como el nuevo Moto X —el cual salió a la venta en los Estados Unidos por apenas $400 dólares— esta modalidad empieza a tener menos sentido.

En mercados desarrollados como el estadounidense, el fin del contrato fijo ya ha empezado a observarse. Así es que tres de las cuatro grandes compañías que operan en aquel país ya han abandonado este modelo, y ahora se limitan a ofrecer planes pospagos que se renuevan automáticamente mes a mes, pero que pueden cancelarse sin pagar una penalidad, y paquetes prepagos con las mismas características. De todas formas, aunque han eliminado el subsidio, todas estas empresas permiten comprar equipos a través suyo y pagarlos hasta en 24 cuotas, las cuales funcionan como un gancho similar al que suponían los contratos hasta ahora.

Si bien en nuestra región todavía no se han visto cambios tan radicales en el modelo de negocios de las operadoras, en Argentina sí se ha observado una disminución en el valor del subsidio ofrecido por las compañías. Sin embargo, dado el nivel de churn relativamente bajo que las operadoras experimentan en este mercado en sus líneas pospagas, el hecho de que el 70% de sus clientes son prepagos, y la falta de un competidor que ofrezca un plan diferente que incentive a otros a cambiar —tal como ocurrió en Estados Unidos, donde T-Mobile decidió abandonar los contratos a largo plazo y forzó a Sprint y Verizon a hacer lo mismo—, es improbable que esto cambie. De todas formas, con teléfonos cada vez más baratos, quedan pocos motivos para convencer a los usuarios de atarse a contratos de 18 o 24 meses que incluyen penalidades si se desea cancelarlos.

Los smartphones de gama media son cada vez más importantes, y son el motivo por el que cada vez más consumidores tendrán acceso a esta tecnología. Al mismo tiempo, impulsarán cambios en la industria que afectarán no solamente a los fabricantes, sino que también a las operadoras y a los desarrolladores.

LA BASURA ELECTRÓNICA: EL LADO SUCIO DEL CRECIMIENTO DEL MÓVIL

El móvil es uno de los segmentos que mayor crecimiento registran en el sector tecnológico. Con cada vez más usuarios —que utilizan cada vez más servicios—, esta industria se encuentra en permanente expansión. Y esta es una buena noticia. Por un lado el móvil es la puerta de entrada a Internet, y por ende al conocimiento y a cientos de servicios para decenas de millones de personas, lo que presenta la primera oportunidad real en la historia de cerrar la brecha digital. Por otro, esta industria ya genera más de un millón de empleos directos en América Latina, y otros 1,2 millones de empleos indirectos; y de acuerdo con GSMA ya contribuye en un 4,1% al PBI de la región, cifra que se expandirá al 4,5% hacia 2020. Pero en todo este frenesí existe un lado oscuro, y es que esta industria, con todas sus ventajas y curvas ascendentes, es también una gran generadora de desechos, en su mayoría tóxicos, con los que debemos lidiar.

Gran parte del crecimiento de la industria móvil es posible gracias a la permanente evolución de la tecnología, que lleva a la reducción en el costo de dispositivos que son cada vez más sofisticados. Esto permitirá que, por ejemplo, de acuerdo a proyecciones de distintas consultoras, entre fines de 2013 y el 2020 el total de smartphones operativos en la región crezca a un ritmo del 66% anual, pasando de 154 millones a más de 605 millones en este período de tiempo. En muchos casos, este crecimiento estará sustentado por nuevos usuarios ingresando al sistema, pero la mayoría de las veces estos teléfonos inteligentes estarán reemplazando a otros menos inteligentes. De hecho, los usuarios que hoy ya poseen un smartphone, lo habrán reemplazado en promedio 1,5 veces antes de llegar a 2020.

Y es que las nuevas tecnologías, la cada vez mayor oferta de mejores teléfonos, y el uso intensivo que les damos a los mismos, llevan a que gran parte del crecimiento del sector móvil —por lo menos en lo que respecta a los OEMs, es decir a los fabricantes, y a las operadoras, que pueden ofrecer más servicios cuando los usuarios tienen un mejor equipo— esté apalancado sobre el recambio tecnológico.

Lamentablemente, este recambio significa que debemos desprendernos de lo viejo, para hacer lugar para lo nuevo. Y lo viejo, si bien muchas veces pasa de manos, muchas otras veces termina alojado en un cajón. Y muchas más en un basural.

De acuerdo con las Naciones Unidas, en 2015 los países latinoamericanos en su conjunto habrán producido unas 4.968 kilotoneladas de deshechos tecnológicos. Esto equivale al 8,6% de los desechos de estas características a nivel global. Dentro de la región, el mayor productor de este tipo de basura es Brasil, que este año superará las 1.600 kilotoneladas, seguido por México, que generará 1.200 kilotoneladas, y en tercer lugar Argentina, con poco más de 500 kilotoneladas. Si bien estas cifras incluyen dispositivos no necesariamente asociados con el móvil, como televisores y computadoras, la magnitud del mercado móvil —y en especial el corto período de vida de sus dispositivos— hace que ésta contribuya de manera significativa. Si tenemos en cuenta que la vida útil promedio de un smartphone oscila entre los 3 y 5 años, es esperable que la mayoría de los teléfonos que hoy se encuentran operativos sean residuos hacia 2019. Esto no sucede con otros dispositivos, los cuales pueden durar una década, o más.

 

Manejo de residuos

Si bien, como mencionábamos antes, muchos de estos residuos terminan en rellenos sanitarios y otro tipo de plantas de tratamiento de basura convencional —lo cual resulta altamente contaminante— existen varias iniciativas a nivel local en distintos países de la región que permiten tratar a este tipo de residuos con el cuidado que corresponde y reciclar la gran mayoría de sus partes.

La mayoría de estos programas fueron instrumentados por operadoras. Entre ellos se destacan Recicle Seu Celular (ahora Reciclar Conecta), una iniciativa lanzada en 2006 por Vivo, la operadora de Telefónica en Brasil, y el Plan Gonzalo, de Entel, la principal operadora chilena, lanzado un año después. En el primero, la empresa puso puntos de recolección de celulares usados —y ahora también de tablets— en todos sus locales comerciales, facilitando el proceso de reciclado. El plan de la empresa chilena es igual, aunque los materiales obtenidos del reciclaje son vendidos, y el dinero donado a distintas organizaciones solidarias.

A nivel regional, Telefónica ya ha reciclado más de 620 toneladas de residuos electrónicos entre todas sus operadoras.

Otra iniciativa que vale la pena destacar, también en Brasil, fue la inversión de más de $10 millones de dólares realizada por la operadora Oi en la empresa Descarte Certo, para que ésta se haga cargo de sus residuos tecnológicos, y los de sus usuarios.

En otros países como Uruguay, Panamá y Ecuador, distintas operadoras han llevado adelante campañas y programas similares. Y si bien en muchos casos esto ocurrió por iniciativa de las empresas, en otros existen leyes y regulaciones que las obligan a disponer de los desechos generados a partir de sus servicios. Este tipo de leyes —que otras regiones como Europa se enfocan en los fabricantes— en muchos casos implican a las operadoras, porque éstas son el principal canal de ventas de nuevos equipos.

Esto supone un costo muy elevado, puesto que —a diferencia de lo ocurrido en Brasil, por ejemplo— en gran parte de la región no existe una infraestructura que permita reciclar localmente los dispositivos, o algunas de las partes como las baterías, las cuales deben ser llevadas a Europa y otras regiones para ser tratadas.

En nuestro país no existe un marco regulatorio para este tipo de actividades, y si bien distintas operadoras como Personal y Movistar cuentan con puntos donde es posible descartar los dispositivos usados, no existen grandes campañas de concientización ni un verdadero esfuerzo sistemático por parte de ningún actor del mercado ni del Estado para favorecer esta práctica.

 

El reciclaje: un enorme negocio potencial

Si bien puede parecer que el reciclado es un costo extra del que los fabricantes o las operadoras deben hacerse cargo, la realidad es que éste representa una gran oportunidad económica. Un Smartphone promedio está compuesto en un 45% de plástico, un 10% de cerámica, un 20% de cobre, un 20% de otros metales que incluyen oro, paladio y aluminio, y un 5% de no metales. Esto significa que, en su mayoría, es posible reciclar todos estos elementos. Para ilustrar el valor de manera más concreta, de una tonelada de teléfonos inteligentes desechados se pueden extraer 400 g de oro, la misma cantidad de este metal que puede extraerse de 80 toneladas de oro no procesado extraído de una mina.

Al mismo tiempo, el reciclaje de baterías permite recuperar metales como cobalto, níquel y cobre, los cuales se pueden utilizar para fabricar nuevas baterías, magnetos y tintas, entre otros productos.

De acuerdo con la e-Waste Academy —una organización de la Universidad de las Naciones Unidas dedicada a estudiar el problema de la basura electrónica— ésta representa una oportunidad de mercado de 21 mil millones de dólares, lo cual en algunos países está dando lugar a nuevas tendencias, como la de “mineros urbanos”, personas dedicadas a encontrar residuos de este tipo en la calle y revenderlos para su reciclaje.

Sin embargo, este problema solo podrá solucionarse a gran escala a partir de la regulación por parte del Estado, que establezca no solamente qué actores deben hacerse cargo del tratamiento de los residuos, sino que favorezca la creación de una infraestructura a nivel local que permita realizar su tratamiento y, así, bajar los costos y prevenir una mayor degradación ambiental producto de, por ejemplo, el flete a través de miles de kilómetros de materiales que podrían tratarse en cualquiera de nuestros países.

 

¿CÓMO SERÁ EL MERCADO MÓVIL EN 2020?

Hacer futurología rara vez es buena idea. Después de todo, resulta imposible predecir exactamente qué pasará durante los próximos años, y siempre es posible que surja un nuevo producto o servicio disruptivo que cambie por completo el panorama. Algo así sucedió con Facebook. A principios de la década del 2000 nadie imaginaba la revolución que, apenas pocos años después, producirían las redes sociales.

Sin embargo, es posible observar las tendencias que se vienen produciendo, y predecir cómo evolucionará el mercado en base a lo que sí conocemos. Es por eso que, tomando las investigaciones y predicciones de algunas de las más prestigiosas consultoras dedicadas a medir el mercado móvil, podemos estimar que hacia 2020 éste tendrá las siguientes características.


El 90% de las personas tendrán un teléfono celular

De acuerdo con Ericsson Mobility, la baja en los precios de los teléfonos hará que hacia 2020 el 90% de las personas mayores de seis años en todo el mundo tendrán un teléfono celular. Esto significa que habrá más de 9,5 mil millones de suscripciones móviles activas, contra 7,1 mil millones a finales de 2014.  En cuanto a suscriptores únicos, este número superará los 5 mil millones.

Esta diferencia está dada principalmente porque, tal y como ocurre hoy, son muchas las personas suscriptas a más de una línea, ya sea por contar con un teléfono personal y otro laboral, o por el fenómeno cada vez más extendido en los mercados emergentes de la doble SIM, con el que los suscriptores prepagos tienen más de una línea y especulan con las promociones y el precio del minuto y los datos a la hora de elegir en cual hacer su recarga. Este fenómeno continuará muy vigente en cinco años.


Más de la mitad de los teléfonos celulares serán smartphones

Además de crecer la cantidad de dispositivos y líneas activas, hacia 2020 habrá un importante cambio en la composición de esas líneas. Es decir, mientras que hoy los smartphones representan aproximadamente el 25% del mercado móvil a nivel mundial, hacia 2020 se espera que superen el 55%. De esta manera, de acuerdo con GSMA, habrá unos 5,9 mil millones de teléfonos inteligentes activos en el mundo.

A nivel regional este crecimiento de los teléfonos inteligentes también ocurrirá. De acuerdo con Ericsson, hacia 2020 habrá unos 595 millones de smartphones en América Latina, sobre un total de 900 millones de conexiones, lo que representa un crecimiento anual del 15% durante los próximos cinco años.

El consumo de datos se multiplicará por diez

Este crecimiento de los teléfonos inteligentes, combinado con la expansión de la cobertura de las redes 3G y 4G, así como con la disminución del precio de los planes, propulsará el consumo de datos móviles, multiplicándolos unas diez veces hacia 2020, y experimentando un crecimiento de más del 54% cada año.

 

Las velocidades de conexión se duplicarán en todo el planeta

Gracias al despliegue de las redes 4G, la velocidad promedio de conexión a nivel mundial —hoy de 1,7 Mbps— se duplicará hasta alcanzar los 4 Mbps. Esto, por supuesto, no significa que no habrá conexiones más rápidas y más lentas en distintos mercados y áreas de cobertura, pero en todos los casos la tendencia será hacia conexiones más rápidas y más sólidas a lo largo de toda la red.


El consumo de datos promedio por usuario será de 4GB mensuales

La mayor cobertura y velocidad de datos, así como el cada vez mayor consumo de video de alta calidad —el cual requiere un enorme uso de datos— llevará a que el consumo de datos promedio por usuario se eleve considerablemente, hasta alcanzar los 4GB mensuales, más de cuatro veces los 819 MB promedio que los usuarios consumían a finales de 2014.

Si bien hoy esto puede parecer impensable —sobre todo en nuestra región donde el límite en los planes de datos suele estar en el orden de los 2 o 3GB en el caso de los planes pospagos premium— el aumento del volumen, así como el crecimiento de la infraestructura, están llevando a una baja generalizada del precio de los paquetes de datos, por lo que este mayor consumo probablemente no incida de manera significativa en el presupuesto de los usuarios, pero sí en la facturación de las operadoras, las cuales probablemente verán una migración de sus usuarios pospagos a mejores planes, y una mayor oportunidad de vender servicios de valor agregado.

El 5G comenzará a operar en algunos mercados

Aunque pueda parecer precipitado, ya es posible comenzar a pensar en que, hacia 2020, el 5G será una realidad. Esta tecnología —que permitirá multiplicar la velocidad de las redes unas diez veces por encima de los máximos permitidos por el 4G— será también significativamente más eficiente, con lo que permitirá reducir costos, y ampliar la capacidad de cada antena cubriendo una mayor cantidad de conexiones.

Si bien estará lejos de popularizarse o de ser observable en la gran mayoría de los mercados, es probable que en cinco años lugares selectos como Corea del Sur o partes de Escandinavia comiencen a ver el despliegue de las primeras redes 5G en el mundo.


Más dispositivos estarán conectados a Internet

Durante los próximos cinco años se espera que uno de los fenómenos más anticipados durante la última década se haga realidad: la Internet of Things. Se trata de la cada vez mayor cantidad de dispositivos de los tipos más variados con capacidad de conectarse a la red para mejorar su funcionalidad.

De acuerdo con Gartner hacia 2020 unos 13 mil millones de dispositivos tan variados como heladeras, cafeteras, relojes, alarmas, equipo de monitoreo médico, robots industriales y cajas registradoras estarán conectados y podrán ampliar sus capacidades. Según esta firma, esto llevará a que este mercado genere unos $263 mil millones de dólares en gastos de conectividad y otros servicios asociados.

Las conexiones a automóviles se multiplicarán más de diez veces

Uno de los dispositivos cuya conectividad más crecerá durante los próximos cinco años son los automóviles. Cada vez mejor equipados con computadoras de a bordo, sistemas de navegación, y ahora hasta sistemas operativos que permiten correr aplicaciones, los autos se están volviendo cada vez más dependientes de una conexión a Internet. Es por eso que, de acuerdo con Gartner, la cantidad de automóviles conectados a la red crecerá a un ritmo del 96% anual hasta 2020. Y si bien esta conectividad, en un principio, sólo afectará la experiencia de usuario del conductor sin modificar sustancialmente la esencia del automóvil, en un futuro es muy posible que los cambios que produzca Internet sean más profundos.

Ya hoy, automóviles como los fabricados por la firma Tesla son capaces de recibir actualizaciones de software a través de las redes móviles y así incorporar nuevas funciones y capacidades.  


África, Medio Oriente y América Latina serán los mercados con mayor crecimiento en el consumo de datos

Las regiones hoy consideradas en desarrollo serán, hacia 2020, las que mayores niveles de crecimiento mostrarán a nivel mundial, no solamente en la adopción de nuevas tecnologías, sino también en el consumo de datos.

Esto se debe a que —gracias a las inversiones en infraestructura y la posibilidad de ofrecer equipos cada vez más baratos— las regiones hasta ahora más postergadas como el África Subsahariana y Medio Oriente verán crecimientos interanuales de hasta un 72%. América Latina en su conjunto experimentará un crecimiento del 59%, aunque algunas zonas como América Central —notablemente menos desarrollada en términos del mercado móvil que los países de América del Sur y México— verán un crecimiento más acelerado.

Como decíamos al principio, es imposible saber si una nueva tecnología o evento inesperado cambiará el futuro de maneras que no podemos imaginar. Pero si las tendencias actuales persisten, estas proyecciones nos permiten vislumbrar un futuro donde la conectividad será cada vez más rápida y más barata, y a la vez más común. Y donde —si bien los smartphones seguirán siendo la principal puerta de entrada a Internet— cada vez más dispositivos tendrán esta capacidad.

AMÉRICA LATINA LIDERA LA VENTA DE SMARTPHONES, PERO ESTO NO SE REFLEJA EN LOS PLANES DE DATOS

Si bien todavía no son mayoría, los teléfonos inteligentes se están convirtiendo en un jugador cada vez más relevante en el mercado móvil en América Latina. De las más de 700 millones de líneas activas que, de acuerdo con GSMA Intelligence, existen en nuestra región, un 28,6% utilizan un smartphone. Hacia 2020, se proyecta que esa proporción crecerá hasta alcanzar un 68%.

Nuestro país, el cuál junto con Brasil y Venezuela, se caracteriza por ser uno de los mercados más desarrollados en términos de comportamiento del usuario de la región, muestra cifras de adopción de esta tecnología incluso más elevadas. Y es que, aquí, estos dispositivos equivalen al 31,9% de las líneas, y se espera que lleguen al 72,1% en apenas cinco años.

Grafico 1

Es por este enorme nivel de crecimiento proyectado que no debe sorprender que, de acuerdo con la consultora GFK, América Latina es la región en la que la venta de teléfonos inteligentes presenta un mayor crecimiento no solamente en volumen, sino que también en facturación. Según sus datos, la región experimentó un crecimiento del 59% entre 2013 y 2014, pasando de vender unas 68,7 millones de unidades el primero de esos años, a 109,5 millones el año pasado. Esto representó un salto del 52% en facturación, pasando de unos $20,6 mil millones de dólares en 2013, a $31,4 mil millones de dólares en 2014.

Grafico 2

En contraparte, otras regiones mostraron índices de crecimiento menores. Esto puede observarse en Europa Oriental, donde la diferencia en cantidad de unidades fue del 37%, en África y Medio Oriente, donde fue del 35%, en América del Norte (menos México), donde fue del 28%, en Europa Occidental, donde fue del 11% y en China donde alcanzó apenas el 9%.

Existen varios motivos por el cual el mercado local de smartphones está experimentando semejante crecimiento. Entre los principales se encuentran la constante expansión de las redes de datos 3G y 4G, las cuales han ganado mayor cobertura, permitiendo así reducir de manera drástica el costo del MB. Al mismo tiempo, los fabricantes han logrado crear terminales de mejor calidad a menor precio.

 

El crecimiento del 3G y el 4G

Como veíamos uno de los factores más importantes para acompañar el crecimiento de los teléfonos inteligentes tiene que ver con la proliferación de las conexiones de datos de alta velocidad. En este sentido, la región ha experimentado una expansión sumamente veloz. Para ilustrarlo basta mencionar que a finales de 2012 las conexiones 3G representaban el 22% del total a nivel regional. Hacia finales de 2014 esta cifra había crecido al 39%, una proporción mayor a la media mundial de 32%. El 4G, por otra parte, hacia septiembre de 2014, era utilizado por menos del 1% de las líneas en toda la región, contra un 35% en los Estados Unidos. Si bien este número continúa siendo bajo, se espera que crezca un 85% interanual hasta 2020.


Grafico 3

Menor precio y mejores prestaciones

A pesar de este enorme crecimiento de las redes móviles de alta velocidad, el principal motivo por el que el mercado de los teléfonos inteligentes está prosperando a esta velocidad se le puede atribuir al hecho de que la oferta de dispositivos de gran calidad y prestaciones a bajo costo se ha multiplicado durante los últimos años.

Esto se debe, en parte, al avance de la tecnología, la cual permite que procesadores de segunda y tercera línea corran aplicaciones complejas y sistemas operativos como Android y Windows Phone sin mayores problemas, algo que no sucedía en el pasado. Hasta hace pocos años, los teléfonos Android requerían de mucha potencia para poder ofrecer una buena experiencia de usuario, lo que se traducía en mayores costos.

Al mismo tiempo, existió un esfuerzo orquestado por compañías como Google y la Mozilla Foundation – creadora de Firefox – para poder democratizar el Smartphone, a partir de proyectos como el Android One, llevado a cabo para crear un teléfono inteligente equipado con este sistema operativo por menos de $100 dólares, y el Firefox OS, concebido en la misma línea pero con la idea de alcanzar la barrera de los $25 o $35 dólares.  Aunque estos no son los únicos casos. Sin ir a tales extremos de precio, fabricantes como Nokia, Motorola, Samsung, LG, y Huawei, entre otros, han desarrollado teléfonos de buenas prestaciones a bajo precio.

Esta oferta masiva de teléfonos inteligentes de gama media y baja estimula el recambio de otros dispositivos como los feature phones, los cuales eran elegidos por su conectividad y menor precio.

El mayor crecimiento se da en el mercado prepago

Sin embargo, y aunque la cantidad de smarpthones crece de manera acelerada, este fenómeno no es acompañado por el crecimiento de los planes pospagos, hasta hace poco tiempo destinatarios casi exclusivos de este tipo de terminales. En cambio, el grueso de los teléfonos inteligentes hoy se venden para líneas prepagas, las cuales – como hemos visto hace algunas semanas – contratan paquetes de datos para utilizar servicios de mensajería instantánea, redes sociales, y navegación web, pero no se suscriben a un plan. De acuerdo con GSMA hacia 2020 se espera que el 75% de las conexiones a nivel regional sean prepagas, una cifra apenas inferior al 80% a nivel regional de hoy en día.

Otra forma de uso

Un dato que resulta interesante tiene que ver con el modo en el que muchos de los nuevos usuarios de smartphones utilizan sus dispositivos. Y es que, incluso dentro del segmento prepago, existe una gran proporción de usuarios que no se inclina por la contratación de planes o paquetes de datos, sino que utilizan sus equipos con servicios básicos de voz y mensajería de texto.

Este fenómeno, el cual ocurre a nivel local en Argentina, se da por la gran disponibilidad de redes Wi-Fi en el país, las cuales permiten que los usuarios utilicen sus aplicaciones sociales, e incluso mensajeros como WhatsApp, solamente cuando se encuentran en el rango de una de estas conexiones. De esta manera es frecuente que un usuario envíe y reciba mensajes instantáneos solamente cuando se encuentra conectado a una de estas redes, y luego se desconecte hasta volver a conectarse a una de ellas.

Si bien este comportamiento le quita conectividad y, en parte, su razón de ser a muchos de estos teléfonos, éste resulta una forma de acceso a esta tecnología para un segmento que no puede pagar los datos, ni siquiera en el formato ‘sachet’ o empaquetado, como se lo conoce en la industria. Sin embargo, estos usuarios hacen la inversión que supone la adquisición de un teléfono inteligente porque éstos se han convertido en un objeto aspiracional y de estatus. E incluso en mucho más. Y es que, a pesar de que no resultan baratos, los smartphones siguen siendo el dispositivo que permite acceder a Internet y a todas sus prestaciones y ventajas a menor costo, siendo más accesibles que una tableta o una computadora portátil o de escritorio.

Por el momento esto supone un gran dolor de cabeza para las operadoras, las cuales ven un menor retorno de la inversión que hacen en infraestructura, así como del subsidio que, en ocasiones, ofrecen sobre el precio de los equipos.

Sin importar el uso que se les de, o si todavía existen muchos usuarios que no aprovechan la totalidad de las opciones que ofrecen sus dispositivos, los smartphones se están popularizando a gran velocidad, y se están convirtiendo en el estándar de la industria. Además de generar grandes oportunidades de negocio, los permanentes avances, expansión de las redes, reducción de costo de los dispositivos, y de los planes, así como su gran disponibilidad, han convertido a esta tecnología en una herramienta fundamental para cerrar de una vez la brecha digital. Esto, como ya hemos visto, ofrece perspectivas muy positivas en el campo social, de la salud, y de la educación, así como también para actividades comerciales como el retail, y los negocios de contenidos y la comunicación.