El mundo moderno ofrece una serie de oportunidades que antes eran impensables. A nivel laboral, la más llamativa es la posibilidad de trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar. Es por eso que no resulta curioso que, así como cada vez más grandes empresas ofrecen la posibilidad a sus empleados de teletrabajar algunas veces por semana, cada vez más startups opten por crear equipos remotos, en los que las personas eligen el momento y el lugar en el que desarrollan sus tareas. Esta modalidad, sin embargo, no se encuentra desprovista de desafíos, por lo que hoy vamos a conocer los pros y los contras de este tipo de trabajo:

 

Pro: Es más fácil armar un equipo talentoso y diverso

Encontrar a las personas adecuadas para hacer el trabajo que necesitamos es siempre un desafío. Y cuando limitamos las posibilidades agregando condiciones como que el empleado debe vivir en una determinada ciudad o área la cosa se vuelve aún más complicada. Trabajar de manera remota elimina muchas de estas restricciones, y permite encontrar a personas talentosas virtualmente en cualquier lugar en el mundo. Ya sea que busquemos por medio de contactos y conocidos, a través de redes sociales como Linkedin, o sitios de búsqueda de empleo, ampliar el área geográfica aumentará exponencialmente las probabilidades de dar con la persona adecuada. Todo lo que nuestros empleados necesitan es una buena conexión a Internet y buena predisposición para trabajar de este modo.

 

Pro: Los gastos mensuales se reducen

Sin lugar a dudas, una de las ventajas más fáciles de percibir cuando se toma la decisión de crear una compañía 100% virtual tiene que ver con la enorme reducción en los gastos mensuales. Un equipo que trabaja desde casa es un equipo que no requiere de oficinas —con todo lo que éstas implican— ni de insumos como artículos de librería, impresoras, o máquinas de café espresso. Si bien muchas compañías optan por darles a sus empleados remotos herramientas de trabajo como un teléfono celular y una laptop, así como herramientas que les permiten trabajar desde el lugar que prefieran y que tienen un costo mensual, estos gastos son muy menores a los que supone mantener un espacio de oficina. Esto significa que hay más dinero para contratar a un mejor equipo, y para invertir en el desarrollo del negocio.

 

Pro: El equipo trabaja con mayor libertad

Aunque muchos ya estamos acostumbrados, trabajar de 9 a 6 puede resultar desgastante. El trabajo de oficina limita mucho nuestra libertad, y un trámite tan sencillo como ir al banco, o tomarse una hora para ir al dentista se termina convirtiendo en un proceso burocrático, o en una actividad que hacemos con culpa por no estar ocupando nuestro puesto de trabajo. El trabajo remoto elimina este problema porque, incluso cuando se establece un horario de referencia, los empleados remotos tienen mayor libertad para manejar sus tiempos, así como la capacidad de trabajar desde cualquier lugar y en el momento que les resulte más conveniente. Al mismo tiempo, este tipo de trabajo ahorra mucho tiempo eliminando las horas de viaje hacia y desde el trabajo, por lo que el día rinde más.

 

Pro: El equipo se vuelve más productivo

La libertad para trabajar en el momento más conveniente y el cambio de paradigma —de un trabajo por horas, por uno por objetivos— tiende a aumentar la productividad de los equipos. Al mismo tiempo, se reducen significativamente la cantidad de reuniones y tiempos muertos. Sin embargo, existe un gran desafío tanto para los empleados como para los emprendedores, y tiene que ver con aprender a desconectarse del trabajo. La posibilidad de estar contactado durante todo el día tiende a generar una conexión constante con el trabajo, que a la larga produce desgaste y un declive en el rendimiento individual. Es por eso que es necesario poner límites y evitar que trabajar desde casa se convierta en vivir en el trabajo.

 

Contra: La comunicación no siempre es tan sencilla como parece

Aunque existen cada vez más herramientas que hacen que la comunicación sea más fácil, a veces la distancia puede resultar complicada. Los principales desafíos tienen que ver con coordinar el trabajo entre miembros del equipo que se encuentran distribuidos en distintos husos horarios, o que optan por trabajar en momentos diferentes del día. Para resolver este inconveniente, muchas empresas se organizan eligiendo un momento del día para hacer una reunión corta, de entre quince y treinta minutos, para coordinar el trabajo de todos, establecer objetivos y prioridades, y escuchar los problemas que está teniendo cada uno. De esta forma se fija la agenda del día, y cada uno puede trabajar cómo, cuándo y dónde prefiera. Al mismo tiempo, gracias a herramientas de chat privadas como Hipchat o Slack, el equipo permanece en contacto durante todo el día y las diferentes personas pueden hacerse consultas, o dejarse mensajes en cualquier momento y entablar conversaciones. Este tipo de trabajo, lógicamente, no siempre es el más adecuado, y dependerá de las funciones de cada miembro del equipo el cómo lo llevará adelante.

 

Contra: Crear una cultura corporativa se convierte en un desafío mayor

Cada organización tiene una cultura. Se trata de valores y objetivos, y una forma de hacer las cosas, un modo de comunicarse internamente, y códigos que le son propios. Muchas veces estos elementos surgen naturalmente, sobre todo durante las primeras etapas de un startup, a partir de la interacción diaria de sus miembros. Sin embargo, cuando se trabaja de manera virtual con un equipo remoto, esto no siempre resulta sencillo. Es por ese motivo que muchos startups, tales como Zapier, y la aplicación de ayuda en línea Olark desarrollan todo tipo de técnicas para construir una cultura propia. Entre otros elementos, fomentan la conversación informal sobre temas no necesariamente relacionados con el trabajo en el chat de la compañía, de forma tal de que todo el equipo se conozca a un nivel más personal; y organizan uno o dos encuentros anuales donde todos los empleados se reúnen y hacen actividades al aire libre, y otras tareas conjuntas que ayudan a crear esta cultura y a generar confianza entre todo el equipo.

 

Contra: No todos estamos hechos para trabajar de esta manera

A pesar de todas sus ventajas, no todos estamos hechos para el trabajo remoto. Hay personas que simplemente no cuentan con la disciplina para administrar su propio tiempo, o que necesitan del elemento sociabilizador del trabajo. En el primero de los casos es posible resolver el problema. Trabajar en un equipo remoto requiere de un cierto aprendizaje, y con voluntad y esfuerzo se convierte en un hábito que se adquiere rápido. El segundo escenario es más complicado. Algunas compañías como 37Signals, pionera en la implementación de este tipo de trabajo, cuentan con una oficina central donde los empleados que así lo prefieran puedan ir a trabajar y llevar adelante sus tareas de manera más tradicional. En otros casos, simplemente habrá que reconocer que no existe un fit entre el startup y el empleado, y que éste deberá buscar otro empleo.

 

Contra: Realizar y recibir pagos puede ser complicado

Este punto no se aplica a muchas partes del mundo, pero emprender en Argentina y en otros países de Latinoamérica a veces conlleva desafíos extras que hay que tener en cuenta. Tener empleados remotos implica que, a veces, el pago de salarios, viáticos y otros haberes deberá hacerse a través de una transferencia bancaria a una cuenta ubicada en otro país. Cualquiera que lo haya intentado sabe que esto puede no ser fácil, o barato. Al mismo tiempo, resultará conveniente consultar a un buen abogado y a un contador como manejar el pago de impuestos y cargas sociales cuando se contrata a un extranjero que reside en el exterior.

El trabajo remoto no es para todos. Pero sin lugar a dudas vale la pena hacer el intento.