Existe una tendencia que comenzó a acentuarse durante 2014 y que en 2015 no muestra signos de empezar a declinar. Se trata del creciente interés de los VCs, las aceleradoras de negocios, y otros inversores del espacio tecnológico en los startups relacionados con la gastronomía. De acuerdo con CB Insights, esta categoría de negocios recibió un total de $688 millones de dólares en inversiones en el tercer cuatrimestre de 2014, continuando una tendencia al crecimiento que ya se había manifestado en el segundo cuatrimestre de ese año, con un máximo de casi $600 millones de dólares, lo que convirtió a 2014 en un año excepcional para ese mercado.

Solo en los primeros tres cuatrimestres del año pasado, un total de 107 startups vinculadas a la gastronomía recibieron un total de $1,5 mil millones de dólares en capitalización. Y esto solo abarca al sector del delivery online y móvil. Pero el fenómeno se extiende mucho más allá, y engloba a todo tipo de emprendimientos. Desde compañías que proveen servicios a restaurantes —tales como menús electrónicos— hasta proyectos que buscan reinventar por completo la forma en la que nos alimentamos.

grafico gastronomia

Para poner los números en perspectiva, es importante tener en cuenta que el grueso de estas inversiones se dio en unas pocas compañías post serie-A, tales como FoodPanda, Postmates, Blue Apron, y Delivery Hero, las cuales levantaron inversiones cuantiosas y continúan su rápida expansión. A nivel regional, este rubro también experimentó algunos casos de éxito, tales como el de Restorando y Pedidos Ya, la primera una compañía dedicada a la reserva de mesas en restaurantes, y la segunda a organizar y facilitar el espacio de la orden de delivery de comida a través de la web. Ambas levantaron rondas de $16,5  y $7,5 millones de dólares respectivamente.

La llegada de la tecnología al mundo gastronómico

Luego de cambiar por completo la forma en la que nos comunicamos, compramos, trabajamos, y hasta viajamos, el mundo emprendedor ha comenzado a enfocarse en un terreno más mundano en el que, hasta hace algunos pocos años, prácticamente no se había involucrado. Y tiene que ver con la forma en que la comemos.

Es por eso que durante los últimos dos años surgieron todo tipo de proyectos tales como E la Carte —el cual levantó más de $52 millones de dólares en inversión para financiar la expansión de su cartera de aplicaciones para restaurantes, entre las que se destacan un menú electrónico y un sistema de pagos— y Delivery Hero, un startup alemán fundado en 2011 y que, como varios otros, permite ordenar comida desde casa o la oficina, y ya lleva levantados más de $1.300 millones de dólares en 11 rondas diferentes.

Pero el cambio no está llegando solamente a los restaurantes. Otros startups, tales como Blue Apron, el cual lleva levantados $58 millones de dólares en 3 rondas de inversión y permite adquirir cajas con todos los ingredientes para preparar comidas sanas en casa, están llevando el cambio hasta la forma en la que comemos en nuestros hogares. Otros proyectos como Revolution Foods, compañía que levantó $62,8 millones de dólares en inversión, ayudan a preparar viandas de comida sana para llevar a los colegios. Algo similar sucede con Zero Cater, la cual pretende hacer lo propio con las oficinas, y lleva levantada una ronda de $1,5 millones de dólares.

El futuro de la alimentación

Una de las ramificaciones más llamativas de esta tendencia, tiene que ver con el crecimiento de startups vinculadas con la reinvención, no ya de cómo experimentamos un restaurante, o de cómo pedimos nuestra comida, sino de la comida misma.

Uno de los ejemplos más claros está dado por Soylent, un alimento en polvo que apunta a convertirse en un reemplazo de la comida, ya que contiene todas las vitaminas, minerales, proteínas, y carbohidratos necesarios para la nutrición humana. Este producto ha despertado un gran interés no solo entre algunos conocidos inversores y VCs como Andreessen Horowitz, Lerer Ventures, Hydrazine Capital e Y Combinator, quienes en total invirtieron unos $2,3 millones de dólares en la compañía, sino que entre toda la comunidad emprendedora, en la que no son pocos quienes probaron reemplazar su dieta por este nuevo producto.

Otro ejemplo viene de la mano de un startup que tiene el potencial de cambiar para siempre el contenido de nuestras dietas, de terminar con el hambre en el mundo, y hasta de acabar con el problema del cambio climático, todo en un solo producto. Se trata de Modern Meadow, una compañía cuyo foco está puesto en crear carne y cuero a partir de una técnica llamada biofabricación llevada adelante en un laboratorio. Es decir, crear carne sin la necesidad de criar vacas y otros animales. Esto permitiría aumentar la producción de alimentos, sin depender de la crianza de animales, los cuales consumen gran parte de la producción de granos a nivel mundial, y contribuyen en gran medida al efecto invernadero por sus emisiones de gas metano. Aunque parezca difícil de creer, la empresa ya ha logrado producir sus primeras hamburguesas con esta técnica, y ha sido capaz de levantar unos $10 millones de dólares en su última ronda de inversión. Anteriormente ya había recibido dinero de Sequoia Capital, y de Peter Thiel.

Por último cabe destacar que el espacio del crowdfunding también se encuentra repleto de nuevos productos que buscan instalar nuevos alimentos. Algunos ejemplos son Six Foods, que levantó más de $70.000 dólares en Kickstarter para crear snacks hechos a base de insectos; y Real Food Blends, que utilizó IndieGogo para crear comidas reales para personas que se alimentan a través de tubos.

Como puede observarse, el mercado de la gastronomía está creciendo a pasos agigantados, y se ha convertido en uno de los más calientes para el mundo inversor, tanto en Silicon Valley como en otros ecosistemas como el europeo. Tratándose de una necesidad básica para todo ser humano, y de una de nuestras experiencias sociales favoritas, tiene sentido pensar que, con un producto sólido y una buena estrategia de marketing, muchas de estas compañías seguirán creciendo y ofreciendo un buen retorno de inversión.