Ya es habitual que Microsoft sorprenda al mundo con una gran adquisición. Si bien no fue la primera vez que la empresa fundada por Bill Gates desembolsó miles de millones de dólares para comprar otra compañía, la adquisición de Skype en 2011 por $8.500 millones de dólares marcó un hito para la industria. Apenas dos años después, en 2013, la empresa volvió a abrir su billetera cuando pagó $9.400 millones de dólares para hacerse del negocio de fabricación de celulares y smartphones de la finlandesa Nokia. Pero la mayor sorpresa se produjo hace pocos días cuando la compañía de Redmond gastó $26,2 mil millones de dólares para comprar la red social LinkedIn, en lo que se convirtió en uno de los mayores montos pagados durante una adquisición en la historia de la industria hasta ahora, superando incluso a los $19 mil millones de dólares que Facebook había pagado por WhatsApp en octubre de 2014.

Conociendo la historia de Microsoft, esto bien puede parecer un movimiento desesperado para ingresar en el terreno de las redes sociales, de la misma forma en la que la compra de Nokia buscó compensar la falta de visión de la compañía al no apostar por el móvil cuando todos sus competidores ya lo estaban haciendo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió con esa experiencia, la cual por el momento no arrojó buenos resultados, ni logró revertir aquel fatídico error, la incorporación de LinkedIn a la cartera de productos de la compañía tiene sentido, y puede ayudar a potenciar un área en la que Microsoft siempre ha sido muy exitosa: la de las aplicaciones orientadas a negocios y profesionales.

A pesar de su éxito en campos como el de los sistemas operativos (de escritorio) y el de las consolas de video juegos, la vertical que más beneficios le ha rendido a Microsoft es el de las plataformas orientadas al mundo corporativo y profesional. A través de su cartera de aplicaciones Office, su hosting en la nube Azure, y su CRM Microsoft Dynamics – con que compite con empresas como Oracle, Salesforce y SAP –, la compañía es una líder indiscutida en este terreno. Incluso en el campo del hardware, el único gran éxito de la compañía está vinculado al sector de los negocios. Hablamos, por supuesto, de las tablets surface, una línea de equipos híbridos que, en el formato de una tableta, son capaces de correr aplicaciones que requieren de la potencia de una computadora de escritorio. Mientras el mercado de las tablets operadas por iOS se contrajo un 22% durante 2015, y el de las equipadas con Android un 7%, las tabletas con Windows (encabezadas por las Surface) crecieron un 59% y, según IDC, seguirán haciéndolo a cada vez mayor velocidad hasta alcanzar un crecimimiento interanual del 74,6% hacia 2020.

De esta forma la simbiosis con una red social como LinkedIn es evidente. Y es que, con más de 400 millones de usuarios profesionales, Microsoft puede encontrar en este espacio a un enorme grupo de potenciales usuarios de sus productos, y realizar integraciones que aumenten el uso de los mismos, sobre todo en entornos corporativos. Pero sobre todo, puede agregarles un componente social a sus aplicaciones profesionales, y frenar el avance que algunos de sus competidores como Google y Facebook buscan hacer en ese espacio.

Con más de 1.200 millones de usuarios Office es el líder indiscutido en el terreno de las aplicaciones de negocios y orientadas a la empresa. Durante 2015, la compañía logró cimentar aún más este liderazgo cuando lanzó una serie de aplicaciones móviles creadas especialmente para tabletas y smartphones de todos los ecosistemas. En poco más de 9 meses, las apps de Microsoft lograron alcanzar un 25,2% de participación en el mercado, sobrepasando a Google, hasta entonces líder indiscutido en ese segmento con sus Google Apps, y una participación que duplicaba a la de Office. Hoy, Google cuenta con apenas un 22,8% de participación. Estas cifras corresponden al mercado pago, en el que el éxito de Microsoft puede explicarse por su mayor flexibilidad a la hora de ofrecer paquetes y precios capaces de adaptarse mejor a las distintas compañías, mientras que Google cuenta con apenas dos planes, uno de $5 dólares por usuario, y otro de $10 por un paquete Premium. Cabe destacar que, si bien tanto Microsoft como Google ofrecen estas apps como parte de un entorno de servicios cloud, la más larga tradición y mayor riqueza de las aplicaciones de la primera puede resultar decisiva para muchas compañías a la hora de elegir con qué solución quedarse, y ha llevado a que cuatro de cada cinco de las principales 500 compañías del mundo, según la lista de la revista Fortune, se hayan convertido en fieles clientes de la misma.

En este contexto, LinkedIn puede no parecer vital para el éxito de Office y otros productos desarrollados por Microsoft. Sin embargo, en un memo enviado por el CEO de la compañía Satya Nadella a la totalidad de sus empleados, y publicado por The Verge, es posible observar la visión que la empresa tiene para su más reciente adquisición. Por un lado, con sus más de 433 millones de usuarios profesionales, 2 millones de los cuales pagan por algún tipo de suscripción, LInkedIn cuenta con un social graph (un mapa que permite descubrir las relaciones personales y profesionales de esos millones de usuarios, así como sus historias laborales), del que Microsoft carecía, pero cuyos competidores como Google y Facebook si poseían, ofreciéndoles una ventaja decisiva. De acuerdo con la visión del ejecutivo, esto permitiría realizar integraciones como el desarrollo de un newsfeed inteligente en la red social, que ofrezca recomendaciones de expertos y contacto con otros profesionales vinculados con los proyectos en los que está trabajando el usuario. Este es apenas un ejemplo de lo que podría lograrse utilizando muchos de los algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por la compañía, y que permitirían hasta incorporar su interfaz de voz Cortana en la red social.

Pero este es sólo el comienzo, Microsoft podría convertir a LinkedIn en el eje de un perfil social desde el que los profesionales operen la totalidad del entorno de sus aplicaciones Office, incluyendo Skype, los servicios de correo electrónico provistos por Outlook, y hasta la gestión de sus archivos almacenados en la nube en One Drive. Así, los profesionales dentro de una misma organización, podrán compartir notas, trabajar en proyectos de manera colaborativa y mucho más, desde sus perfiles en este sitio. Para los usuarios de Dynamics, el CRM de la empresa, la red social puede significar un campo de descubrimiento de nuevos contactos y oportunidades comerciales, algo que podría generar un valor agregado para, por ejemplo, los departamentos de ventas de las grandes empresas, que separaría a este producto de algunos de sus competidores que no cuentan con un componente social.

En el campo del marketing y las ventas de sus propios productos, el acceso a la información profesional de los usuarios de LinkedIn, le permitirá a Microsoft apuntalar sus esfuerzos comerciales, y desarrollar soluciones a la medida de distintas organizaciones y usuarios independientes, pudiendo, quizás, tentar a más organizaciones a adoptar sus servicios y, así, incrementar su cuota de mercado, especialmente en el segmento de las pequeñas empresas, donde Google se mantiene a la cabeza.

Por el momento todo esto es especulación, ya que no está claro de qué manera se integrarán estos negocios. De acuerdo con Nadella, en un comienzo la estructura de ambas compañías permanecerá separada, aunque LinkedIn comenzará a ajustar sus objetivos y métricas fundamentales a las necesidades de Microsoft. Al mismo tiempo, la red social comenzará a trabajar en mejorar sus puntos débiles, como la seguridad de sus usuarios – la cual fue vulnerada recientemente en un ataque en el que se robaron millones de contraseñas – y en la funcionalidad de su newsfeed el cual, por el momento, suele ser percibido como propenso al spam y poco funcional por los usuarios.

El negocio de las aplicaciones profesionales y las herramientas cloud para empresas es vasto y seguirá creciendo durante los próximos años. De acuerdo con Gartner, hacía fines de 2015 unos 630 millones de negocios a nivel mundial se encontraban suscriptos a alguno de estos servicios. Este número, según proyecta esta firma, crecerá un 6,3% interanual hasta 2022, cuando esta cifra alcance los más de 1.158 millones de empresas y negocios a nivel mundial. Y teniendo en cuenta que ya en 2016 la magnitud de este mercado será de $19,5 mil millones de dólares, no resulta difícil entender por qué Microsoft decidió hacer esta compra, y apostar a innovar en este segmento en el cual puede yacer el grueso de su facturación durante los próximos años.