Con el ingreso de Samsung, el negocio de los pagos móviles empieza a convertirse en uno de los más calientes de 2015

El lanzamiento de Apple Pay en octubre de 2014 marcó el comienzo del recalentamiento de un mercado cuyo potencial la prensa, los analistas, y hasta la comunidad emprendedora viene discutiendo desde hace más de una década: el del móvil como medio de pago. A partir de la posibilidad de cargar las distintas tarjetas de crédito y débito de cada usuario en los nuevos teléfonos iPhone 6 y 6 plus, este sistema permite utilizar la antena NFC de los dispositivos para acelerar la transacción, simplemente apoyándolos contra un lector ubicado en los comercios.

Tras haberse lanzado en una red de 200 mil comercios, este sistema de pagos continuó expandiéndose y, hacia marzo de 2015, ya se encontraba disponible en más de 700 mil tiendas. Al mismo tiempo, Apple firmó un convenio con el Gobierno Federal de los Estados Unidos por el cual éste comenzará a aceptar este sistema de pagos para el cobro de algunas tasas federales como el ingreso a los parques nacionales.

Cómo ya mencionamos en alguna oportunidad, si bien está teniendo éxito, Apple Pay no resuelve completamente el problema que se propone solucionar: el de reemplazar por completo a la tarjeta de crédito y débito. Después de todo, si bien reemplaza a la tarjeta plástica, el medio de pago sigue funcionando básicamente de la misma manera, y dependiendo de que el usuario posea una cuenta bancaria o una tarjeta emitida por una institución financiera. Al mismo tiempo, para poder ser utilizado, se vuelve necesario que los comercios cambien sus sistemas POS por otros que acepten pagos mediante NFC, lo cual implica una actualización tecnológica que requiere una inversión, y que no siempre está al alcance de todos los comerciantes.

Sin embargo, Apple Pay resultó muy provechoso para un tipo específico de vendedor, al cual sí ha logrado resolverle uno de sus mayores problemas. Se trata del de las máquinas expendedoras de bebidas, alimentos y otros productos, las cuales apuntan a consumidores casuales, y encuentran en esta plataforma una forma sencilla de cobrar sin la necesidad de recurrir a monedas y billetes en efectivo, ni a complejos sistemas para pagar con tarjeta de crédito. Es por esto que la firma USA Technologies —que opera más de 200 mil de estas máquinas en los Estados Unidos— adoptó esta tecnología en enero de este año.

Es por este relativo éxito —con el que Apple estaba logrando conquistar un terreno en el que otros gigantes como Google, con su Wallet, ya habían fracasado en el pasado— que otras compañías decidieron salir a competir, y este mercado que parecía olvidado comenzó a despegar.

 

Samsung Pay: la respuesta del gigante asiático

La novedad se dio a conocer en el Mobile World Congress 2015, el evento más importante de la industria móvil, llevado adelante todos los años en la ciudad española de Barcelona. Allí, Samsung, el rival más notorio de Apple, demostró que los rumores sobre su muerte eran totalmente exagerados y que todavía le quedan batallas por dar. Una de ellas se enmarca en el campo de los pagos móviles.

Junto con sus nuevos teléfonos insignia, el Galaxy S6, y osado el Galaxy S6 Edge, la empresa surcoreana presentó Samsung Pay, su plataforma de pagos móviles.

Así como el producto de Apple, Samsung Pay permite cargar las tarjetas de crédito y débito de los usuarios en el teléfono y convertir al dispositivo en un medio de pago. Sin embargo, a diferencia de su rival, el enfoque de la compañía surcoreana permite llevar este tipo de pagos a cualquier local que acepte tarjetas, y no solamente a aquellos que adopten un lector de NFC. Es que, gracias a la adquisición del LoopPay, un startup fundado en Massachusetts en 2013 para solucionar justamente este problema, el sistema de pagos de Samsung permite emular la banda magnética de cualquier tarjeta, por lo que basta con colocar el teléfono junto al lector de cualquier POS convencional para completar la transacción. Para validar el pago, el usuario debe pasar su huella digital por el lector del teléfono, de forma tal de garantizar que un eventual ladrón no pueda utilizarlo.

Esta tecnología le ofrece una gran ventaja a Samsung —que firmó un acuerdo estratégico con MasterCard para permitir que los usuarios de su línea de tarjetas de crédito puedan comenzar a utilizar el sistema— ya que le permitirá llegar a millones de comercios alrededor del mundo de manera inmediata, y desplazar así a Apple como líder en este sector.

 

Android Pay: la nueva apuesta de Google

Google también aprovechó el World Mobile Congress de este año para presentar sus novedades en materia de pagos móviles. Allí anunció Android Pay: un sistema que, a diferencia de su prácticamente póstumo Google Wallet, no planea convertirse en un sistema de pagos per se, sino en una plataforma a la que distintos desarrolladores podrán conectarse a través de diferentes APIs para generar sus propias soluciones de pagos móviles a través de NFC.

Lo que Android Pay ofrecerá será compatibilidad con la red de sistemas de cobro, la autenticación biométrica del usuario —del mismo modo que lo hace Samsung Pay— y la generación de un token único cada vez que el usuario planea realizar una transacción, de forma tal de incrementar la seguridad, algo que también hacen sus competidores. De esta forma, la empresa de Mountain View planea convertirse en la plataforma sobre la cual distintos fabricantes como Motorola o HTC —así como otros desarrolladores— puedan eventualmente construir sus propios sistemas de pagos, y generar un ecosistema único donde la compatibilidad entre éstos no sea un problema.

 

PayPal se mete en el negocio

Otro gigante con interés en este negocio es PayPal. Esta compañía —pionera en el negocio de los pagos online, fundada en 1998 por Elon Musk y Peter Thiel, entre otros, y luego adquirida por Ebay— busca incrementar su presencia en el móvil. Es por eso que anunció la adquisición de Paydiant, una compañía con base en Boston que desarrolla soluciones de billeteras móviles.

La compra, que el sitio Re/code estimó en $280 millones de dólares, le permitirá a la compañía llegar a los puntos de venta físicos e incrementar su presencia en el mercado móvil. Hoy, de los $226 mil millones de dólares al año intercambiados en transacciones a través de PayPal, solo el 20% se transfieren a través de dispositivos móviles, y el uso en compras offline resulta prácticamente nulo, con lo que la empresa corre el riesgo de perder un gran mercado.

A partir de esta compra, PayPal planea convertirse en un jugador de importancia en el negocio de los pagos con el móvil. Solo resta esperar a ver si el camino que propondrá será similar al de Google, Apple y Samsung, o si innovará con un producto diferenciador.

 

Nuevos Startups del sector reciben inversiones

Por último, es llamativo observar cómo no solamente los titanes de las industrias móvil y de los pagos online se han metido en este negocio, sino que también lo han hecho una gran cantidad de emprendedores, quienes están recibiendo apoyo de fondos de inversión que apuestan por más innovación en este segmento.

Dos casos paradigmáticos son: el del Cover, una aplicación que permite realizar pagos en restaurantes dividiendo la cuenta entre los comensales —que ya se encuentra habilitada para operar en unos 240 establecimientos en Nueva York, Los Angeles y San Francisco— y que ya lleva levantados unos 7 millones de dólares.

Otra aplicación similar llamada MyCheck también ha logrado convertirse en noticia, y es que hace pocos días cerró su ronda serie B, en la que levantó unos $5 millones de dólares, nada menos que del Banco Santander. Este banco —que es una de las principales instituciones financieras a nivel mundial— creó un fondo llamado Santander Innoventures Fund de unos $100 millones de dólares, dedicado a invertir entre $100.000 y $10 millones de dólares en startups tecnológicas en sus primeras etapas.

Estos son sólo algunos ejemplos del enorme crecimiento que el sector de los pagos a través de los dispositivos móviles está empezando a experimentar. Y si bien todavía ninguna de las opciones ha logrado dar en la tecla de la innovación que llevará al siguiente cambio de paradigma, un alto nivel de inversión y el crecimiento de nuevos emprendimientos en el sector seguramente llevarán a que este cambio finalmente ocurra, tarde o temprano.