PEACH, EL NUEVO MENSAJERO INSTANTÁNEO QUE BUSCA REDEFINIR EL ESPACIO

La mensajería es una de las grandes verticales dentro del móvil. Tal es su relevancia que, en nuestra región, las principales aplicaciones en todas las plataformas están vinculadas con este servicio. Esto, lógicamente, tiene que ver con que la audiencia que utiliza estos servicios es extremadamente amplia, y se extiende a todos los perfiles demográficos. Sin embargo, con una dominación evidente de Facebook, que se alterna entre el primer y segundo puesto con WhatsApp y Facebook Messenger en prácticamente todos mercados en los que opera, y con otros jugadores de peso como Kik, Viber, Line, Hangouts, y hasta Skype disputando esa posición, este espacio parece saturado. Pero Peach, un nuevo mensajero con características únicas, llegó para desmentir esa concepción y, en pocos días, se ubicó como una de las aplicaciones más descargadas en la categoría social en los Estados Unidos y el resto del mundo.

A diferencia de los mensajeros que han sabido ganar el mercado, los cuales ofrecen una experiencia bastante consistente entre ellos, Peach brilla por incorporar un toque de originalidad que lo diferencia del resto. Así como SnapChat, esta aplicación es, en verdad, una combinación entre mensajero instantáneo y red social, puesto que además de mantener conversaciones con otros permite crear estados y contenidos que pueden ser vistos por los amigos del usuario, y descubiertos por otras personas, y con los que todos pueden interactuar. A diferencia de sus predecesores, sin embargo, todo el contenido es público, lo que lo acerca en una cierta medida a Twitter.

Peach, el nuevo mensajero instantáneo_vrainz

Creada por Dom Hoffman, el fundador de Vine, la red social inspirada en Twitter que permite compartir videos de 4 segundos —y que fue adquirida por ésta antes incluso de lanzarse al mercado— esta aplicación incorpora una interfaz completamente distinta a la de otras redes sociales y mensajeros, que permite descubrir y compartir contenido de forma simple e instantánea. Esto se debe a que incorpora una serie de “palabras mágicas” que el usuario debe tipear para producir distintos efectos. Así, por ejemplo, sólo basta con escribir “draw” (dibujar) en la aplicación para que se abra un panel de dibujo, donde es posible crear una ilustración y compartirla de manera inmediata. De la misma forma, la palabra “Song” (canción) creará un post con el nombre de la canción y el artista que la interpreta, que el usuario está escuchando en su celular. Con tan sólo tocar el título, los amigos de la persona podrán escucharla en Spotify o Apple Music.

 

Otras palabras mágicas permiten encontrar gifs animados y compartirlos con la comunidad, darle un puntaje a libros, películas y temas musicales, crear imágenes basadas en un texto, crear saludos, tirar los dados, y varias funciones más. Este tipo de interacción es similar al utilizado por Slack, una plataforma de chat creada para empresas y gestión de proyectos que está teniendo mucho éxito en la comunidad emprendedora y corporativa, que también utiliza bots para interpretar lo que el usuario desea hacer y responder en función de sus órdenes.

Por el momento, Peach se encuentra disponible solamente para iOS, por lo que sólo podrá ser utilizada por usuarios de iPhones y iPads, aunque teniendo en cuenta el rotundo éxito que ha comenzado a experimentar, seguramente no habrá que esperar para que llegue a otras plataformas como Android.

Así como ocurrió con otras Apps que hoy se han vuelto populares, el crecimiento de Peach es exponencial, y se vio propulsado por una catarata de menciones en las redes sociales que despertó la curiosidad en miles de personas que la comenzaron a bajar, y llegaron a ubicarla en el puesto número nueve en su categoría en el AppStore, y 120 en el agregado de la tienda de Apple, superando a otras como Tumblr, Periscope y Hangouts.

Sólo el tiempo dirá si se trata de un éxito efímero, o si esta app llegó para quedarse y se convertirá en un nuevo e inesperado titán en el mercado de las redes sociales y los mensajeros instantáneos. Al mismo tiempo, será bueno ver cómo evoluciona, y qué reacción genera en sus competidores, los cuales muchas veces, a pesar de su popularidad, fallan en generar un engagement similar por parte de sus usuarios, y una experiencia tan entretenida como la que distingue a este nuevo sistema.

 

Un mercado en pleno crecimiento

De acuerdo con la consultora Technavio, lejos de haber encontrado su techo, el mercado de la mensajería instantánea orientado al consumidor crecerá a un ritmo del 19,42% por año hasta 2019. Por su parte, este servicio direccionado a empresas hará lo propio a un ritmo del 4,89%.

Sustentado por distintos modelos de negocio entre los que se destacan la venta de in-app purchases como stickers, en el caso de Wechat y Line; planes de suscripción anual, como en el caso de WhatsApp (aunque hace tiempo que la aplicación en los hechos dejó de cobrarles a sus usuarios en pos de acelerar su crecimiento); o de publicidad, como en el caso de Facebook Messenger, Twitter  y otras redes sociales que incluyen esta función, los mensajeros instantáneos forman parte de un mercado que tenderá, indefectiblemente, a la concentración.

Y es que, a pesar de su enorme ritmo de crecimiento y oferta variada de aplicaciones y servicios, el éxito de los mismos depende de la capacidad que ofrezcan de conectar a la mayor cantidad de gente posible, sin la necesidad de que ésta recurra a diferentes aplicaciones. Y una vez que una plataforma se vuelve un estándar, resulta difícil que el grueso de los usuarios la reemplace, a no ser que ocurra un cambio drástico, como el perpetrado por Microsoft cuando decidió cerrar su popular MSN Messenger —luego Windows Live Messenger—, con el que dominaba este mercado en las computadoras de escritorio, hasta noviembre de 2012 cuando decidió cerrarlo e integrarlo con Skype, algo que llevó a que los usuarios debieran adoptar esta nueva plataforma, o migrar a nuevas aplicaciones. Simultáneamente se produjo un cambio de tendencia significativo, que llevó a que el móvil se convirtiera en la principal plataforma de comunicación, lo que hizo esta ruptura aún más dramática. Sin embargo, hoy no estamos frente un escenario de estas características y, de hecho, en los países donde una plataforma se instala, ésta tiende a ganar el mercado. Tal es el caso de WhatsApp en nuestro país, la cual ha alcanzado una penetración del 74% entre los usuarios de smartphones y feature phones, y que difícilmente podrá ser reemplazada por otra en el corto plazo.

 

¿Hay más lugar para la innovación?

En un mercado en pleno crecimiento, y donde las barreras entre las distintas aplicaciones sociales es cada vez más delgada, startups como Peach, y en su momento SnapChat, demuestran que, aunque a veces no parezca, existe todavía un amplio margen para la innovación y el desarrollo de nuevas ideas. La creación de nuevos servicios y de nuevas formas de conectar a las personas puede ser lo único que lleve a cambios de hábito por parte de los usuarios, por lo menos en ciertos segmentos, y al reemplazo de las apps que ya se han convertido en líderes indiscutidas del mercado por nuevas alternativas más atractivas o que resuelvan mejor las necesidades de los usuarios.

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¿ES SENSATO COMPETIR CON UN HOT MARKET?

El caso de los mensajeros móviles.

Es frecuente en el negocio de la tecnología que el éxito de una compañía dispare una enorme cantidad de copycats, es decir, productos o servicios similares orientados a otros mercados, a otros segmentos de consumidores, o que incorporan alguna funcionalidad extra, o mejorada, que hace de la nueva aplicación una versión superadora de la original. Esto ocurre a veces por falta de creatividad, pero en la mayoría de los casos porque un modelo de negocios probado permite, por un lado, reducir en gran medida los tiempos necesarios para investigar la viabilidad de un proyecto y, por otro, convencer más fácilmente a potenciales inversores de que vale la pena apostar por la idea. Al mismo tiempo, facilita la comunicación del producto en la prensa, la cual suele escaparle a nociones demasiado innovadoras o difíciles de explicar a sus lectores. A pesar de tratarse de un fenómeno relativamente común, pocos mercados vieron un aluvión de anuncios y lanzamientos tan masivo como uno de los más nuevos hot markets en la industria móvil: el de los mensajeros móviles.

Nacido hace más de cinco años, pero exacerbado desde que Facebook compró Whatsapp por 22 mil millones de dólares, el mercado de los mensajeros no ha dejado de ver nacer a nuevos jugadores, de los cuales es posible enterarse a través de la prensa, que publica la aparición de un nuevo rival o “asesino de Whatsapp” prácticamente todas las semanas. Así, sólo en el último año, conocimos a Telegram, un proyecto ruso que ofrece más seguridad y la garantía de que nunca será vendida a una megacorporación; a la aplicación china WeChat, la cual ya contaba con más de 300 millones de usuarios en su país de origen y comenzó a expandirse por el mercado occidental; a Msngr, una aplicación construida con foco en los feature phones; Wire, un mensajero creado por el fundador de Skype; y nos enteramos de que tanto Google como Etermax, la compañía argentina creadora del popular juego Preguntados, están preparando sus propios mensajeros móviles. A esto debemos sumar a la israelí Viber, y a la japonesa Line, probablemente las únicas grandes competidoras reales de WhatsApp, las que en octubre de 2014 sumaban 449 millones y 560 millones de usuarios respectivamente.

Sin embargo, a pesar del éxito circunstancial que logran algunos de estos nuevos contendientes, la compañía adquirida por Mark Zuckerberg crece a un ritmo cada vez más veloz, habiendo cruzado la barrera de los 700 millones de usuarios únicos, y convirtiéndose en líder en prácticamente todos los mercados, haciendo cada vez más complicada la titánica tarea de destronarla. De esta manera, cabe preguntarse si vale la pena competir en un mercado tan caliente como éste, pero tan ampliamente dominado por una sola compañía, y en la que sus principales competidores ya alcanzaron gigantes bases de usuarios.

 

La respuesta es sí

El motivo por el que tantas grandes compañías invierten en el mercado de los mensajeros móviles, y por el que tantas nuevas Startups se animan a lanzar sus propios productos, tiene que ver con diversos factores. Por un lado, a pesar de que ya se trata de un mercado masivo, su potencial es todavía mucho mayor. En 2014 apenas el 24,5% del total de los teléfonos celulares a nivel mundial eran smartphones, lo que significa que el 75% de quienes poseen un móvil todavía no cuentan con las posibilidades de acceder a muchos de los servicios que estos equipos ofrecen. Esta situación es todavía mucho más notoria en mercados emergentes como el África Subsahariana, India, e incluso regiones de América Latina, donde si bien ya existe una dominación por parte de alguno de estos mensajeros, ésta todavía alcanza a una porción pequeña de la población, con lo que existe la oportunidad para cualquier nuevo competidor de convertirse en líder sin la necesidad de destronar a un competidor anterior. Esto, por ejemplo, es a lo que apunta Google en India, donde a través de Android One, una línea de teléfonos equipadas con su sistema operativo disponibles a menos de 100 dólares, planea tomar el mercado local y crear el ecosistema fértil en el cual ofrecer su nuevo mensajero.

Por otro lado, si bien alcanzar al público masivo en mercados más desarrollados puede no resultar sencillo, existe el potencial de apuntar a distintos segmentos o a pequeños nichos con una identidad propia, como lo son el mercado empresario (en el que el BBM sigue liderando) o el mercado de los jóvenes y adolescentes, donde SnapChat se popularizó.

Sin embargo, la razón clave por la que tiene sentido invertir en este mercado tiene que ver con que, por su propia naturaleza, culminará seguramente en la consolidación en apenas una o dos compañías. Esto genera una enorme oportunidad. Por un lado, si un nuevo competidor logra desarrollar una característica lo suficientemente atractiva, tiene el potencial de capturar usuarios que hoy utilizan otros servicios y crecer hasta consolidarse como uno de esos competidores. Pero, por otra parte, una nueva startup que logre instalarse en un mercado emergente, en un nicho determinado, o que resulte lo suficientemente molesta para los grandes jugadores, sin lugar a dudas se convertirá en una candidata perfecta para recibir grandes inversiones con el fin de ampliar su desarrollo, o para ser adquirida por una de las líderes, o por uno de los gigantes de Internet que busque potenciar su presencia en este mercado.

 

La monetización: el gran desafío

A pesar de la enorme habilidad demostrada por WhatsApp, y en definitiva por Facebook, para crecer y acumular usuarios, existe un problema que la compañía todavía debe enfrentar, y que puede resultar clave en su futuro. Este tiene que ver con la monetización.

Hoy WhatsApp no genera dinero y, de hecho, con una facturación de apenas 15 millones de dólares durante 2014, le reportó perdidas millonarias a la red social. Todavía no queda claro cuáles son los planes de Mark Zuckerberg y su equipo para monetizar la aplicación. Por ahora, está claro que ponen el foco en liderar el mercado, con lo que ésta es una preocupación que aplazan hacia el futuro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la incorporación de publicidad puede generar una baja en masa de usuarios, por lo que, cualquiera sea el plan, deberá llevarse adelante con cautela.

Algunos competidores, sin embargo, han logrado balances positivos durante los últimos años. Uno de los casos más emblemáticos es el de Line, la cual facturó 335 millones de dólares en 2013 con la venta de stickers esponsoreados a marcas y otros anunciantes.

Competir en un hot market, sobre todo en uno con tanto potencial, resulta arriesgado y requiere de grandes inversiones y mucha creatividad. Sin embargo, los beneficios que una buena estrategia de producto y crecimiento pueden traer aparejados son tan elevados que es esperable que cientos de emprendedores de toda clase y tamaño se lancen a conquistar el mercado.