LOS BOTS, LA NUEVA FORMA DE INTERACTUAR CON EL MÓVIL

Los constantes avances en Inteligencia Artificial están abriendo las puertas a nuevas formas de interactuar con el contenido, y todos los gigantes de Internet están trabajando activamente por desarrollar la próxima gran interfaz. Esto puede verse en los esfuerzos que estas empresas están haciendo para desarrollar interfaces de lenguaje natural. Así, tanto Apple con Siri, como Google con Google Now, Microsoft con Cortana, y Amazon con Alexa, apuntan a crear sistemas que puedan interactuar de la manera más humana posible con los usuarios, y que puedan integrarse con distintas aplicaciones y servicios, de forma tal de convertirse en el estándar en ese mercado. Durante los últimos meses, un nuevo tipo de interfaz que busca reemplazar a las Apps y a la web móvil está naciendo, con un fuerte impulso de empresas como Microsoft, Google, y Facebook. Hablamos de los bots inteligentes.

Estos robots inteligentes son programas de computadora capaces de establecer conversaciones que emulan la forma de comunicarse de los humanos, ya sea a través de texto, voz, o video. Los objetivos por los que se pueden desarrollar son muchos, pero en regla general su utilización apunta a desarrollar canales de venta y atención al cliente para empresas, que buscan bajar los costos que implican los call centers y grandes equipos dedicados a esta función. A través de los bots las empresas pueden resolver la mayor parte de los problemas planteados por sus usuarios o, por lo menos, establecer un primer filtro que permita derivar a las personas al sector correcto, o reducir la cantidad de comunicaciones que pasan a los ejecutivos al mínimo posible, de forma tal de reducir los tiempos de espera y la carga sobre estos equipos.

Estos robots están lejos de ser una novedad. Desde hace varios años, distintos startups apuestan por ellos, fundamentalmente como medios para automatizar los canales de atención al cliente y, así, bajar los costos. La compañía cordobesa Aivo es un ejemplo de ello. Sin embargo, los resultados – hasta el momento – nunca fueron excelentes, y los robots, aunque capaces de ofrecer un determinado tipo de respuestas, nunca lograron alcanzar la naturalidad y abanico de interacciones que un ser humano de carne y hueso puede garantizar.

Pero los bots sirven para mucho más que eso. Esta tecnología también puede ser utilizada para interactuar de otros modos con Internet y aumentar la productividad. Utilizados en un programa de mensajería corporativa como Slack o Hipchat, por ejemplo, permiten buscar contenido como texto o imágenes en Internet, lanzar y manejar aplicaciones, enviar y recibir archivos, marcar eventos en el calendario, y hasta hacer un pedido en el supermercado, entre muchas otras funciones, de manera muy rápida, y a través de una simple línea de comando, o una expresión coloquial. En definitiva, los bots permiten automatizar y simplificar todo tipo de funciones.

Es en este contexto que, durante los últimos años, ocurrió un gran avance en este campo, y muchos desarrolladores pusieron a disposición del público a distintos robots que permitieron mejorar la experiencia en este tipo de programas. En estos meses, sin embargo, los giantes de Internet se propusieron llevar esta tecnología al público general, integrándolos en sus mensajeros más populares, y permitiendo que empresas de todo tipo se conecten a ellos mediante APIs abiertas, de forma tal de masificar su uso, y de paso convertirse en líderes en este incipiente mercado.

MICROSOFT LLEVA LOS BOTS A SKYPE Y OTRAS PLATAFORMAS

La primera empresa en hacer un anuncio en este sentido fue Microsoft. Los creadores de Windows vienen trabajando desde hace años en esta tecnología, y de hecho hace pocos meses expusieron sus logros cuando lanzaron a Tay, un robot que utiliza inteligencia artificial para aprender y participar de conversaciones en Twitter, GroupMe y Kik. Lamentablemente, lo que intentaba ser una exposición de lo poderoso de su plataforma, resultó en una pesadilla para el departamento de relaciones públicas de la empresa cuando, motivado por usuarios que se propusieron enseñarle lo más oscuro de la interacción en las redes sociales, el robot comenzó a tuitear y responder con contenidos racistas y muy agresivos. A las pocas horas Microsoft decidió apagarlo.

La compañía, sin embargo, no se achicó y volvió a apostar por la inteligencia artificial unos pocos días después cuando anunció, durante su conferencia Build 2016 – orientada a los desarrolladores de sus plataformas -, que lanzaría sus bots para plataformas convencionales de comunicación, tales como Skype, Slack, Kik, Line y WeChat, entre otras.

En su mensajero estrella (Skype), Microsoft integró nada menos a que Cortana, el mismo robot que ya se encuentra disponible en sus teléfonos Windows. Este bot es capaz de completar todo tipo de funciones, como agregar ítems al calendario, buscar contenidos, y hasta identificar personas y lugares. Pero este es solo el comienzo. Este robot es capaz de comprender las comunicaciones que los usuarios mantienen entre sí, y ofrecer tareas vinculadas con las mismas. Así, por ejemplo, ante una discusión acerca de un viaje, Cortana puede ofrecer pasajes al destino mencionado, y permitir que el usuario haga sus reservas directamente desde Skype, entre otros servicios. En una función que puede resultar hasta un poco invasiva, el programa también puede recordarle al usuario que tiene amigos viviendo en su destino, y ponerlo en contacto con ellos para arreglar salidas o pedirles consejos para el tiempo que pasen en esa ciudad.

Microsoft también ha permitido que distintas empresas creen sus robots, o mejor dicho adapten los robots disponibles a sus necesidades, a través de kit de desarrollo llamado Skype Bot SDK. Un ejemplo de esto es el robot de la cadena de hoteles Westin, el cual integrado a Skype, ayuda a los usuarios a encontrar habitaciones de hotel y reservarlas, todo a través de la interfaz del mensajero. Estos robots también pueden utilizarse a través de la voz y el video, ya que permiten llamar a entornos virtuales, donde un robot o un ser humano animado dialoga naturalmente con los usuarios. Algo que, hasta hace poco, podía parecer futurista, pero en pocos meses nos puede parecer lo más normal del mundo.

FACEBOOK TAMBIÉN APUESTA POR LOS BOTS CORPORATIVOS

Pocos días después del anuncio de Microsoft, Facebook llevó adelante su conferencia F8, en la que presentó la actualización de su Facebook Messenger, el segundo mensajero más popular de la compañía (después de WhatsApp), el cual ya cuenta con 900 usuarios únicos activos. Parte de las nuevas funciones de esta plataforma, incluyen la utilización de bots para mejorar la experiencia del usuario.

En el caso de la red social, el objetivo primario de los robots, además de ofrecer información acerca del clima, la bolsa, y otras temáticas con apenas una pregunta del usuario, es permitir que las empresas de todo tipo comiencen a utilizar la interfaz del mensajero para ofrecer sus servicios. Así, distintas compañías podrán, por ejemplo, manejar sus canales de atención al cliente a través del Facebook Messenger, utilizando robots que reemplazan a sus ejecutivos humanos. Al mismo tiempo, esta interfaz permite vender productos, a través de una simple conversación con un bot, que al final del proceso le dejará una URL al usuario, el cual así pagará directamente por la compra en el sitio de la empresa con la cual se comunicó.

Así como Microsoft, Facebook puso a disposición de las empresas una API con la cual crear, personalizar, y optimizar los robots para la necesidad de cada negocio resulta rápido y sencillo. Como suele ocurrir con los productos de la red social, dar de alta un bot en Facebook Messenger es gratis, y puede ser realizado por cualquier compañía. Para monetizarlos, la empresa de Mark Zuckerberg pondrá a disposición de las empresas un nuevo tipo de ads que permitirán que los anunciantes incluyan como call to action el inicio de una conversación con un bot de la marca en cuestión, así como opciones de retargeting a través del mensajero, utilizando bots que les ofrecen productos y servicios a los usuarios que ya se comunicaron con la empresa, o tuvieron alguna interacción en la red social con ella.

Si bien los bots presentados por Microsoft, y en especial aquellos desarrollados por Facebook, todavía no son capaces de ofrecer un nivel de naturalidad equiparable al de los humanos (y tal parece que en el caso de los segundos son un poco lentos), las enormes inversiones que estas empresas están realizando, así como la apertura de sus sistemas a una vasta comunidad de desarrolladores, sin lugar a dudas ayudarán a impulsar el avance de esta tecnología a pasos mucho más rápidos.

Las interfaces de usuario son cada vez más diversas, y el desarrollo de la inteligencia artificial está abriendo las puertas a que nuestro contacto con las computadoras sea cada vez más natural y parecido a la forma en la que nos comunicamos con otros humanos. La carrera, hoy, es por desarrollar el robot más humano posible – o que por lo menos nos emule mejor – y convertirse en la empresa líder en el segmento. Como siempre, de todas formas, vale la pena escuchar a Stephen Hawking y a Elon Musk, y aprender de las lecciones que nos enseñó nuestra corta interacción con Tay para asegurarnos de que, en lugar de querer vendernos un par de zapatillas, estos nuevos bots no terminen aniquilando a la raza humana. O llenando nuestros mensajeros de spam.

CADA VEZ MÁS EMPRESAS APUESTAN POR LA INNOVACIÓN MÓVIL

No es sorprendente escuchar que empresas como Apple, Google, o Samsung han desarrollado una nueva tecnología, un nuevo producto o una revolucionaria aplicación móvil capaz de responder a las necesidades de un segmento de consumidores. Sin embargo, últimamente ha comenzado a ser cada vez más frecuente que, a la hora de hablar de nuevos desarrollos, no sean éstas las empresas que llegan a los titulares. En cambio, nos encontramos con que compañías cuyo foco se encuentra puesto en otros rubros de los más variados, sean las protagonistas de todo tipo de avances, o por lo menos del desarrollo de nuevos frentes de investigación y desarrollo, destinados a crear productos y servicios que aprovechan al móvil para beneficiar a sus consumidores.

Así, durante los últimos años, nos hemos encontrado con cada vez más empresas vinculadas a industrias como la automotriz, la de los electrodomésticos, y hasta la gastronomía, entre otras, al frente de distintos desarrollos que tuvieron al móvil como eje central y que han convertido a esta tecnología en un eje central de sus carteras de producto, o sus modelos de negocio.

 

Starbucks y la dominación de los pagos móviles

Un ejemplo a destacar es el de Starbucks, la cadena de cafeterías más exitosa de los Estados Unidos, la cual es también —gracias a la decisión de sus ejecutivos de arriesgarse a entrar en el negocio móvil— el mayor servicio de pagos móviles en su país de origen. Lanzada por primera vez en 2009, la aplicación de la cadena comenzó siendo apenas una extensión de sus tarjetas de fidelización, con las que sus clientes podían sumar puntos en cada compra y recibir productos gratuitos, así como hacer pagos a través de gift cards (tarjetas de regalo precargadas con crédito para hacer compras en las tiendas). En una decisión arriesgada, en 2011 la cadena agregó la posibilidad de sumar medios de pago como tarjetas de crédito, a las cuales se cargarían automáticamente las compras hechas con la app en los locales de la cadena. Con una resolución sencilla y elegante, esta aplicación genera un código QR único para cada usuario, el cual se muestra en la pantalla del teléfono, que simplemente debe ser escaneada por el lector de códigos de barras de las cajas al momento del pago. De esta forma, la cadena evitó tener que recurrir a tecnologías más engorrosas como el NFC —el sistema que usan Apple Pay y Google Wallet— y pudo aprovechar los sistemas POS ya instalados en su red, y por el 99% de los smartphones disponibles en el mercado. De acuerdo con datos oficiales de Starbucks, en 2015 el 20% de las más de 9 millones de transacciones realizadas en sus locales se pagaron con esta aplicación.

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Además de ser un medio de pago efectivo, la app de Starbucks, disponible para iOS y Android, sigue permitiendo que sus usuarios sumen puntos en cada compra. Además de canjear productos propios, la empresa ha comenzado a desarrollar alianzas con empresas como Spotify y el New York Times, para permitir que sus usuarios usen su crédito para adquirir sus contenidos, y con empresas como el sistema de taxis Lyft, para obtener viajes gratuitos.

Ningún otro sistema de pagos móviles ha tenido tanto éxito y un nivel de adopción y repetición de uso tan alto en un mercado desarrollado, y esto incluye a los sistemas desarrollados por PayPal, Apple, Google y las tarjetas de crédito. Es por eso que otros retailers han comenzado a apostar por desarrollar soluciones similares. Un caso interesante es el de la cadena de supermercados Walmart, que recientemente ha lanzado Walmart Pay, una aplicación sustancialmente idéntica a la de la cafetería, que permite pagar en sus tiendas, aunque sin el sistema de fidelización incorporado.

Probablemente haya sido su mayor experiencia en el trato con clientes lo que llevó a Starbucks a desarrollar un sistema mejor que el de otras empresas vinculadas al móvil. Pero sin duda fue su apuesta por esta tecnología la que la llevó a revolucionar el segmento, y a crear una nueva vertical de negocio que le ha rendido muy bien a la compañía.

 

Las automotrices y los sistemas de navegación

Otra industria que apuesta fuerte al móvil es la automotriz. A diferencia de lo ocurrido con Starbucks, sin embargo, no es una sino que prácticamente todas las empresas del sector las que ponen sus fichas en tecnología para aumentar el valor que ofrecen sus productos. Una de las primeras áreas en las que estas compañías invirtieron es en mapeo y sistemas de navegación. Tal es el interés de esta industria por desarrollar mapas que en agosto de 2015 BMW, Audi y Daimler (la empresa detrás de Mercedes Benz) se unieron para adquirir Nokia Here Maps por €2,5 mil millones de Euros. Si bien estas empresas han incorporado esta tecnología en los sistemas de navegación de los automóviles que producen, el verdadero motivo por el que hicieron esta compra tiene que ver con un negocio mucho más importante a futuro: el de los autos autónomos sin conductor. Por esa misma razón, Toyota anunció hace pocos días, en la feria CES 2016, que se encuentra trabajando en un sistema de mapeo a gran escala que le permitirá no solamente trazar todas las rutas del mundo, sino también tener información actualizada al instante sobre cambios, bloqueos, y hasta el estado del tránsito. Para hacerlo, la empresa planea incorporar cámaras y sensores en todos sus vehículos, y utilizar el crowdsourcing para acumular esta información y construir los mapas. Tal esfuerzo no tendría sentido en un mundo en el que existen Google Maps y otros servicios, que ya tienen mapeado todo el mundo; pero si tenemos en cuenta que tanto la marca japonesa, así como todas las automotrices del mundo, se encuentran compitiendo con empresas tecnológicas como Google y Apple para tener los primeros —y mejores— autos sin conductor, el hecho de que éstas quieran tener sus propios mapas y tecnología propia tiene mucho más sentido.

Independientemente del futuro, en el presente los fabricantes de automóviles necesitan desesperadamente de la innovación. Y es que, en un mundo en el que los avances en campos como el móvil tienen acostumbrados a los consumidores a los cambios rápidos y las nuevas funcionalidades, los autos empiezan a parecer menos interesantes cuando no incorporan innovaciones. Tal es la necesidad de incorporar nuevas características tecnológicas en los vehículos, que la firma Qualcomm —la mayor fabricante de chips y procesadores para celulares y tabletas— desarrolló Snapdragon Automotive, una línea de microprocesadores pensados exclusivamente para los sistemas de navegación y entretenimiento de los automóviles, que incorpora la capacidad de utilizar todo tipo de aplicaciones, y establecer conexiones LTE, entre otras.

 

Los fabricantes de electrodomésticos

Finalmente, debemos destacar a los fabricantes de electrodomésticos y otros artefactos para el hogar. Como ya hemos visto, la Internet de las Cosas (o Internet of Things, en inglés) está en plena expansión, y eso da amplio margen para la innovación en industrias que, por años, se dedicaron a mejorar sus productos, aunque sin verdaderamente incorporar nuevos elementos. La posibilidad de agregar conexiones a Internet y nuevas funcionalidades vinculadas con el Smartphone o con otros dispositivos inteligentes han hecho que marcas como Whirpool, Philips, y hasta BGH en nuestro país apuesten por la tecnología móvil para complementar sus productos y expandir la experiencia del usuario.

Otras marcas de consumo masivo, como Nike, han sabido aprovechar las oportunidades que ofrece el móvil desde el principio. Ya en 2006, la marca lanzó su sistema Nike+ para iPod. Se trataba de un dispositivo que, conectado al popular reproductor de música, permitía que los corredores registraran la distancia recorrida en el dispositivo. Con la evolución de los dispositivos móviles, también lo hizo la plataforma de esta marca, la cual hoy incluye una versión más completa de Nike+ Running, que permite conocer el recorrido hecho por un corredor y compartirlo; Nike+ Training Club, una app que ofrece rutinas de entrenamiento; Nike+ Fuel, la cual permite medir todo tipo de actividad durante el día en dispositivos iOS; Nike+ Golf, diseñada para ayudar a los golfistas a llevar registros de su juego; Nike+ SB, orientada a skaters, y varias más. Así, la compañía ha sido pionera en el desarrollo de aplicaciones deportivas y de entrenamiento, un nicho que ha despegado masivamente durante los últimos años, y se ha convertido en una vertical en sí misma.

El móvil es, sin dudas, una tecnología versátil capaz de complementarse con otras industrias y agregar valor a todo tipo de productos. Es por esto, y por los límites cada vez más difusos entre distintas tecnologías, que cada vez más compañías se vuelcan a desarrollar una variedad de innovaciones en este campo, y a construir modelos de negocio exitosos gracias a él.

LOS DATOS: LA VERDADERA PROMESA DE LA SALUD MÓVIL

El M-Health, es decir, el uso de la tecnología móvil para desarrollar aplicaciones vinculadas con la salud y la medicina, es uno de los campos más prometedores en nuestra industria. Hace pocos meses discutimos los recientes avances en este campo, y la gran oportunidad de negocio que estos suponen. Sin embargo, no hicimos hincapié en la verdadera revolución que significan estas innovaciones, y que podría cambiar para siempre la forma en la que entendemos a las enfermedades, y nuestra capacidad de anticiparnos a ellas. Estamos hablando de la abundancia de datos.

Según GSMA, en 2014 ya había más de 2.600 millones de smartphones en el mundo. Hacia 2020, este número será de 5,9 mil millones. Al mismo tiempo, las conexiones 3G y 4G representarán el 69% del total. Esto significa que miles de millones de personas estarán conectadas de manera casi permanente a Internet. Combinadas con las aplicaciones y los accesorios adecuados, estas conexiones son capaces de ayudar a estas personas a mantenerse saludables de varias maneras distintas. Por un lado, como ya está sucediendo, permitiéndoles llevar un registro de una serie de métricas relacionadas con su propio estado físico, ayudando a sus médicos a hacer mejores diagnósticos y seguimientos de los tratamientos. Por otro, agregando datos del estado de salud de millones de personas, permitiendo descubrir patrones y conductas que pueden ayudar a comprender mejor a las enfermedades, su tratamiento y su prevención.

De acuerdo con la consultora McKinsey & Company esta tecnología es tan prometedora que desde el comienzo de 2013 a la fecha, distintos VCs, y compañías como Google, Samsung y la farmacéutica alemana Merck, entre otras, han invertido más de US$3 mil millones de dólares en startups y proyectos vinculados con el rastreo y análisis de datos vinculados a la salud. Este mercado tiene el potencial de generar entre US$300 mil millones y US$450 mil millones de dólares al año.

Hoy veremos de qué manera la recopilación de datos puede cambiar para siempre la forma en la que se desarrolla la medicina, y ayudar a los profesionales de la salud a hacer un mejor trabajo tanto en el tratamiento de cada individuo, como de grandes poblaciones, luchando de manera cada vez más eficiente contra todo tipo de enfermedades.

 

Un mejor seguimiento del paciente

Éste es el campo más visible del m-health, al menos para la mayoría de los mortales. Y es que, a pesar de que todavía constituye un mercado de nicho, ha comenzado a ganar mayor tracción, sobre todo por iniciativa de empresas como Apple y Samsung. Se trata de la capacidad que tienen tanto los dispositivos móviles como distintos wearables de realizar mediciones de distintas variables vinculadas a la salud del usuario. Así, hoy es posible tener información actualizada y permanente del ritmo cardíaco, de la cantidad de movimiento y la actividad física que realiza una persona, o de sus ciclos de sueño. Pero esto no es todo, distintas startups han desarrollado wearables capaces de medir cuestiones bastante más complejas. Tal es el caso de Cerora, una banda que se coloca en la cabeza y puede medir si existe daño cerebral; de MC-10, la cual fabrica una serie de parches que se colocan en distintas partes del cuerpo y permiten realizar diagnósticos remotos; o de una lente de contacto desarrollada en conjunto por Google y Novartis capaz de detectar el nivel de azúcar en la sangre. Y este es sólo el comienzo.

Al mismo tiempo, los smartphones más evolucionados y los últimos modelos de relojes inteligentes ya son capaces de medir algunas variables básicas y proporcionar información sin la necesidad de contar con un dispositivo extra.

Estos equipos ya están revolucionando la forma en la que cientos de miles de personas realizan actividad física o cuidan sus cuerpos en el día a día, pero especialmente empiezan a ofrecer una herramienta de medición para aquellos pacientes que tienen problemas crónicos o enfermedades complicadas y que deben seguir un tratamiento. Uno de los grandes desafíos que tradicionalmente tuvo la medicina fue el de poder realizar un diagnóstico preciso sin tener acceso permanente al paciente, y sin poder realizar una evaluación a largo plazo de sus signos vitales. Los wearables están cambiando eso.

Es posible que lleguemos a un punto en el que, tanto las personas que sufren alguna afección como aquellas que están sanas, lleven un registro permanente de distintas variables relacionadas con su organismo. Así se podrá detectar más fácilmente una enfermedad, o incluso anticiparse a que ésta ocurra para poder iniciar el tratamiento. Pero para que esto sea posible hacen falta datos.

 

Una mejor comprensión de las enfermedades y la salud

De nada sirve llevar un registro de todo lo que ocurre en nuestro organismo si esta información no es accionable, o si no le permite a los profesionales de la salud llegar a conclusiones acertadas. Es por esto que los wearables, y el negocio del M-health en general, representan una oportunidad, hasta hace poco tiempo impensada, de revolucionar por completo el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y todo tipo de afecciones.

Esto se debe a que, gracias a que millones de usuarios están comenzando a registrar lo que les ocurre en el día a día, tanto cuando están enfermos como cuando están sanos, cuando realizan actividad física o cuando son sedentarios, cuando comen de más, o cuando duermen menos de lo debido —entre otras situaciones— cada vez será más fácil poder comprender de qué manera los distintos estilos de vida y patrones de comportamiento alteran nuestra salud. Gracias a la obtención de todos estos datos, incluso será posible conocer de qué manera las distintas enfermedades afectan a las personas, y hasta contar con datos previos a la infección, que permitirán que los médicos anticipen que un paciente empieza a sufrir de una condición, para así poder curarla de antemano. O incluso tratarla antes de que ésta se manifieste.

El agregado de los datos de millones de personas puede ayudar a descubrir todo tipo de patrones que, hasta ahora, resultan desconocidos, y puede cambiar para siempre la forma en la que entendemos la medicina.

Esto será especialmente beneficioso para el estudio de enfermedades que afectan a pocas personas, cuyos efectos resultan difíciles de estudiar por la poca cantidad de casos disponibles. Al mismo tiempo, contar con datos de una población global hará posible que pequeños equipos y laboratorios encaren investigaciones sin la necesidad de invertir millones de dólares o de disponer de una gran infraestructura, lo que permitirá avanzar más rápido la medicina, y hasta testear drogas y tratamientos de manera más veloz y eficiente.

Al mismo tiempo, permitirá detectar patrones de conducta en los pacientes, observar si éstos están siguiendo —o no— sus tratamientos y tomando sus medicamentos, y hasta descubrir velozmente los efectos secundarios de nuevas drogas y medicamentos.

Sin embargo, para que esto ocurra, se deben sortear una serie de obstáculos. En primer lugar deberá ser posible asegurarle a cada paciente que sus datos serán resguardados, y que éstos no serán difundidos ni fácilmente individualizados. De esta forma se podrá garantizar que más personas estén dispuestas a compartir la información recabada acerca de sus cuerpos. Por otro lado, será necesario determinar quién administra los datos, y asegurarse de que éstos no quedarán en pocas manos, de forma tal de poder democratizar la investigación y llevar este conocimiento a un gran cúmulo de científicos.

La medicina puede transformarse en una ciencia aún más analítica y basada totalmente en evidencia. Esto solo será posible gracias a la tecnología móvil, la cual ha hecho que recabar información acerca de lo que ocurre en el cuerpo de cada uno de nosotros pueda ser simple, indoloro, y permanente. Sólo resta ver si las personas están dispuestas a adoptar esta tecnología, y los médicos e investigadores a aprovechar todo su potencial.